Capítulo 32.- Armas fuera…
Aioros caminó decidido hasta el estrado, se aclaró la garganta, miró a la sala entera y sintió un disgusto tremendo al ver a los miembros de la prensa allí, buitres… eso era lo que eran… buitres…
- Señor Smith… al momento de su arresto, usted admitió el homicidio del padre Docko Pierson, ¿no es así? – el tono de Aioros era austero e imponente
- Objeción… mi cliente en su primera audiencia se declaró inocente, ningún documento de admisión de culpa ha sido firmado o entregado en esta corte – Shura se puso de pie al decir esto, el juez lo miró y dijo:
- A lugar
- Muy bien… en el momento que fue llevado a la estación, y fue debidamente procesado, ¿hizo algún tipo de comentario a los oficiales que lo custodiaban? – Aioros reformó su pregunta
- No… - dijo Ikky y era cierto, él no había dicho absolutamente nada a nadie, estaba prácticamente en shock, por eso no había hablado
- A la mañana siguiente de su arresto, yo fui a entrevistarme con usted, el abogado designado por la corte estaba presente con nosotros, ¿lo recuerda?
- Si…
- Muy bien… en esa entrevista, se habló de sus posibilidades y de los procesos legales que debían llevarse a cabo, se le explicó sus derechos, así como las posibilidades de su libertad si este caso entraba a juicio, ¿recuerda eso?
- Si… lo recuerdo
- Se le planteó la oferta inicial de la fiscalía para evitar el juicio, ¿lo recuerda?
- Si… lo recuerdo, el acuerdo incluía una declaración de “culpable” de mi parte, y un encarcelamiento de por vida con posibilidad de libertad condicional en 20 años – respondió Ikky y su tono también era sereno
- ¿Recuerda su respuesta a la propuesta que yo mismo le presenté?
- Si… yo dije que aceptaba la propuesta, mi abogado dijo que revisaría los papeles y que todo estaría listo para mi primera audiencia, que ahí se firmaría el acuerdo y yo sería encarcelado – explicó Ikky con tono calmado
- Sin embargo, en su audiencia inicial se declaró inocente, y eso nos ha llevado a este juicio, la pregunta es… ¿por qué un hombre inocente aceptaría la propuesta inicial realizada por la fiscalía?
- Objeción… especulación – Shura se puso de pie al objetar, el juez lo miró y respondió:
- No a lugar, el testigo responderá la pregunta
- Mi abogado me dijo que no había posibilidad de probar mi inocencia en un juicio, me aseguró que moriría en la silla eléctrica, y yo… yo no tenía a quién recurrir, no tenía dinero para contratar un buen abogado, nadie me iba a ayudar, yo… estaba en shock por lo que viví la noche anterior, pensé que no tenía salida, y por eso acepté el trato, por lo menos no moriría en la silla eléctrica – esto Ikky dijo con angustia
- Usted aceptó el trato porque era culpable, no lo niegue ahora¡¡¡ - Aioros prácticamente gritó, Ikky saltó asustado en su asiento pero meneó la cabeza al decir:
- No… yo no he matado a nadie
- En la audiencia inicial solo faltaba su firma en el acuerdo y su declaración de culpabilidad, el caso estaba cerrado
- No… - Ikky meneó nuevamente la cabeza y miró instintivamente a la mesa de sus abogados, Shura se puso de pie y dijo:
- Objeción… esto es acoso al testigo
- A lugar… - el juez martilleó en su mesa y Aioros los miró a todos antes de preguntar:
- Volvamos a la noche de los hechos… usted ha asegurado que se encontraba en un bar antes de ir a la iglesia, ¿es eso correcto?
- Si… ahí estaba
- Testificó también que caminó a la iglesia en camino a su casa, pero eso no es lógico, primero por la hora de la noche y luego por el camino, la iglesia no queda camino a la dirección en la que vivía en ese tiempo
- La caminata no fue a elección, no tenía dinero para un taxi, el metro ya no funciona a esa hora, no tenía otra opción, en la mañana me hubiera tomado el mismo tiempo y la misma caminata, pero prefiero no dejar pendientes en el día, no puedo dormir bien cuando lo hago
- Pendientes… ¿es un pendiente robar la iglesia? – preguntó Aioros caminando levemente por la sala, esto era bastante desconcertante para Ikky
- Yo nunca he robado la iglesia – respondió el muchacho inmediatamente
- No podemos negar que con su pasado criminal, ese pudo haber sido el motivo de su visita a altas horas de la noche
- No… yo trabajo honradamente ahora, no tengo razón de robar en la iglesia – contestó Ikky con vehemencia
- Si la razón no es monetaria, ¿entonces qué?, supiste lo que el padre Docko hacía con los muchachos del barrio, ¿y pensaste en matarlo?, ¿de la misma forma en la que amenazaste hacer con el trabajador social que trató de quitarte la custodia de tu hermano?
- No… yo no sabía lo que el padre Docko hacía…
- Claro que lo sabías, con lo que la defensa ha presentado en esta corte, nos quieren hacer creer que los miembros de la iglesia lo sabían, los muchachos de los grupos juveniles y catecismo lo sabían, ¿con todo eso pretendes hacernos creer que no lo sabías? – el tono de Aioros era sumamente intimidante
- No… no lo sabía – repitió Ikky meneando la cabeza
- Tres de las muchachas que aparecen en esos videos han estado ligadas románticamente a ti, ¿y pretendes hacernos creer que no lo sabías? – insistió Aioros, Ikky volvió a menear la cabeza y repitió:
- No lo sabía, nadie nunca me lo dijo, no lo sabía
- Una de ellas se suicidó hace un par de años, Johanna Harris era su nombre, ¿no quisiste vengarla de alguna manera?, ¿no te importó que muriera?
- No…
- ¿No te importó que muriera?
- No es eso, no sabía que esa era la causa por la que se suicidara, no lo sabía, supe de esas cintas en este juicio, no lo supe entonces
- Si lo hubieras sabido, ¿qué hubieras hecho?
- No se… - Ikky lució confundido y acorralado
- Yo si… si fuera yo, si fuera mi caso, me parecería la mejor opción entrar a hurtadillas a la iglesia, buscar a solas al padre Docko, atarlo a la cama, despojarlo con amenazas de sus ropas y clavarle un cuchillo de cocina en el cuello, y luego 16 veces más en el pecho, eso es lo que yo hubiera hecho – Aioros habló con vehemencia a la corte, Ikky se limpió una lágrima y respondió con voz entrecortada
- No lo hice… yo no fui… no lo maté…
- ¿Si no fuiste tú, entonces quién? – insistió Aioros, Ikky levantó la mirada y tomó aire, parecía que algo iba a decir pero no lo hizo, meneó la cabeza y susurró:
- No lo sé… no lo sé… pero yo no lo maté…
- La evidencia lo corrobora, tú eres del barrio, sabías que la mejor ruta para el escape era el camino de las líneas del tren, al abrir el portón de la iglesia y escapar por la pared, querías hacernos pensar que había alguien más, ¿verdad?
- No…
- Al usar guantes al atar a la víctima y luego quitártelos al fingir cortar una de las estolas, querías convencernos de tu inocencia
- No…
- Objeción… - Shura se puso de pie pero Aioros no esperó nada y siguió presionando por respuestas al decir:
- Apuesto que te dio gran placer acabar con la vida del sacerdote
- No…
- Nadie que no sintiera placer lo hubiera atacado con tal saña, ¿qué pensaste que hacías?, ¿un favor a la comunidad?
- Objeción… su señoría… - trató de interrumpir Shura pero no fue escuchado
- Yo no pensé nada, yo no hice nada – Ikky lucía a punto de ponerse de pie para poder explicar, o hacer que lo oyeran, él tenía la impresión de que Aioros no lo estaba escuchando porque hablaba sin esperar sus respuestas, o las objeciones de Shura
- Pero si lo hiciste, yo sé que si
- No… yo… no lo hice…
- Chicos de tu barrio muertos, se quitaron su propia vida, otros en drogas, otros desperdiciados, descarriados o en las calles, tú ves esa realidad todos los días, ¿y no hiciste nada al respecto?
- No…
- ¿No crees que un depredador así debe ser detenido? – continuó Aioros
- Si…
- Tú lo detuviste, lo atacaste cuando más vulnerable estaba, lo ataste, lo acuchillaste y te quedaste mirando hasta que la vida lo abandonó, ¿no era eso no que querías?
- No…
- ¿No se lo merecía?
- Si… se lo merecía – dijo Ikky claramente
- Objeción… - Shura se puso de pie pero fue ignorado porque Aioros continuó
- ¿Merecía morir?
- Si… merecía morir – volvió a decir Ikky, Shura no sabía qué hacer para callarlo
- Merecía morir apuñalado, ahogándose en su propia sangre, desnudo, atado, humillado, merecía que su nombre y reputación enlodara a la Iglesia entera, merecía que incontables familias lo maldijeran, merecía ser mostrado en este juicio como basura
- Si… se merece eso y mucho más, me alegro que haya muerto así no va a poder abusar de nadie más, pero yo no lo maté, yo llegué cuando él estaba muriendo, yo no sabía lo que él era y estúpidamente intenté ayudarlo, cuando la policía me arrestó pensé que nadie me creería y por eso accedí a firmar el acuerdo que usted me presentó, pero soy inocente, yo no lo maté… yo no lo maté…
- Su señoría… - Shura estaba de pie y miraba a los miembros del jurado, sus expresiones en algunos casos eran muy fáciles de leer y no representaban buenas noticias, otras lucían inescrutables
- Basta abogado… - dijo Radamantys, Aioros lo miró y contestó
- No más preguntas señoría
- El acusado puede retirarse, los alegatos finales serán presentados en esta sala en dos días, hasta ese entonces se suspende la audiencia – el juez dio un mazazo en la mesa y todos se pusieron de pie, Ikky regresó a su asiento y temblaba, literalmente temblaba, Shun se abrió paso y llegó hasta la partición de la sala, Ikky lo vio y se volteó para abrazarlo, Shun lloraba en este punto, Shura los miró y no sabía que decir, o si decir algo o no, los guardias estaban listos para llevarse a Ikky pero Hypnos los estaba distrayendo, a su criterio el joven peliazul necesitaba un abrazo, y quien mejor que su hermano para dárselo
Los hermanos susurraban cosas, se podía notar la desesperación en la expresión de Shun y en la de Ikky, lo que pasó en la tarde había sido por demás denso, ahora solo faltaban los alegatos finales y el destino de Ikky sería definido…
***
Hades parecía pegado al piso, no se había movido de su lugar fuera de la habitación de cuidados intermedios en la que Seiya se encontraba, tenía la cabeza vendada y muchos tubos y aparatos conectados, estaba totalmente pálido y lucía… roto… el mayor simplemente lo contemplaba dormir, nunca en la vida se había sentido tan impotente como se sentía ahora, no podía hacer nada por su niño y eso lo estaba matando, los médicos aún no habían salido a hablar con él, eso también lo estaba matando, más que la espera de ser posible
- ¿Por qué no vas a casa a dormir un poco?, yo me quedo al pendiente – Sísifo llegó a Hades y le dio un café, el pelinegro lo aceptó pero meneó la cabeza al decir:
- No podría irme, no puedo dejarlo solo
- No estaría solo, yo estoy aquí por lo que se ofrezca
- Se lo agradezco mucho Sísifo pero no… no podría irme a casa sin que él despierte – Hades miró a Seiya que no se estaba moviendo en lo más mínimo, y así se hubiera quedado pero Sísifo llamó su atención al señalar el pasillo, los médicos de Seiya se acercaban y el corazón del abogado dio un salto
- ¿Cómo salió la cirugía? – preguntó Hades sin esperar nada, Alfabika sonrió ligeramente y dijo:
- Hicimos todo lo que pudimos, tuvimos una discusión en medio de la cirugía sobre la forma de proceder, decidimos que le haríamos un flaco favor a nuestro paciente si le dejábamos parte del tumor dentro de su cabeza, así que… nos demoramos pero lo pudimos extraer entero
- Eso es bueno, ¿verdad? – preguntó Hades porque no necesariamente veía sonrisas de victoria en la expresión de sus médicos
- Los resultados de los análisis los tendremos mañana en la mañana, sabremos a ciencia cierta si el tumor de nuestro paciente es benigno o maligno – explicó Asmita
- Si pero… la cirugía, salió bien, ¿verdad? – volvió a preguntar Hades
- Sabremos más en cuanto despierte, no podemos determinar nada por el momento, solo nos queda esperar – dijo Alfabika
Hades vio a los médicos alejarse y se frotó el rostro con las manos, sentía que no necesariamente sus pulmones estuvieran funcionando correctamente, temía por Seiya, temía por el futuro que bien podrían o no tener…
***
Shun estaba recostado sobre su espalda y miraba el techo… miraba el techo y se sentía… insatisfecho, preocupado, no se hallaba en su propia piel, ese día en el juicio había sido por demás denso. Una mano acarició su pecho sacándolo de sus ensoñaciones, el muchacho de ojos verdes se volteó lentamente quedando recostado de ladito, tomó la mano de June y la besó
- ¿Qué pasa?, ¿no te sientes bien? – la rubia se cobijó de mejor manera con el cobertor de su cama, la tarde estaba fría
- La verdad no, no te ofendas baby, pero es… me preocupa mi hermano, no sé hasta qué punto lo que pasó en la corte hoy dañe su defensa – Shun acarició la mejilla de su novia y se movió un poquito en la cama para poderla abrazar de mejor manera
- Pero tú mismo me dijiste que sus abogados eran muy buenos – la muchacha se acurrucó en el pecho de su novio que le acarició la espalda y los cabellos
- Y lo son, es solo que… me preocupa, eso es todo – Shun suspiró y besó la frente de la muchacha que se estiró por sobre él para poder ver el reloj despertador de su mesita de noche, al hacerlo saltó asustada
- Es tarde, mamá debe estar por llegar – la muchacha se levantó de la cama y al pasar al baño, le lanzó a Shun sus pantalones, él los tomó y se levantó también, se estiró y movió su cabeza de un lado a otro, un sonoro crack llenó la habitación, estaba estresado, de eso no había duda
- Si tu mamá está por llegar, siempre puedo ayudarte a preparar la cena – ofreció Shun tomando su camiseta del suelo y poniéndosela, la muchacha salió del baño usando ropa interior, tomó sus pantalones y se los puso
- Miércoles de pizza, en teoría solo debemos pedirla – respondió June incorporándose para poder besar a Shun que la tomó de la cintura y la pegó a su pecho
- Podemos hacer ensalada – propuso el peliverde acariciando los brazos de la chica que sonrió al tomar su blusa y ponérsela
- ¿Te agrada mi mamá, verdad?
- Amo a tu mamá, aun no comprendo cómo es que yo le agrado – Shun señaló la cama y la chica asintió, ambos la arreglaron, debían esconder la evidencia de lo que estaba pasando entre ellos, a la mamá de June le explotaría la cabeza
- Mis calificaciones ayudan, el hecho de que vayas a aplicar a NYU también ayuda, le agrada que pienses en el futuro y que quieras una carrera, eso es importante para ella y para mí también – June acabó de acomodar las almohadas y tomó a Shun de la mano, caminaron por el pasillo y llegaron a la mesa del comedor en donde estaban todos sus cuadernos y libros abiertos, realmente Shun si fue a casa de June a hacer la tarea, y la hicieron, pero luego se dedicaron a cosas más divertidas
- Tú también quieres ir a la universidad, y eso está bien, eres muy lista como para no ir, ¿qué tienes en el refrigerador? – Shun besó a June en los labios otra vez y juntos caminaron a la cocina, estaban mirando el refrigerador para ver de qué hacían la ensalada cuando el celular de Shun sonó, al ver el mensaje, el muchacho de ojos verdes lució preocupado, June le acarició suavemente la mano para llamar su atención al preguntar:
- ¿Qué es?
- Un amigo… que no veía hace mucho tiempo, me dice que me fue a buscar a la casa hogar y le dieron tu dirección, está afuera – Shun le mostró el mensaje a June que arqueó una ceja y le devolvió el teléfono a Shun al decir:
- Si te vino a buscar hasta acá, debe ser importante, ve a verlo
- ¿Estás segura?
- Si… yo empiezo la ensalada y te llamo cuando llegue mi mamá y la pizza, ve tranquilo – June besó a Shun otra vez, él tomó su billetera pero dejó su mochila, la muchacha sacó una lechuga, pimientos, un tomate del refrigerador, los puso en el mesón de la cocina pero algo la estaba molestando, así que fue hasta la sala y miró por la ventana
Su departamento estaba en el tercer piso del edificio por lo que tuvo perfecta vista de Shun que estaba de pie en la acera del frente y hablaba con un muchachito que ella no había visto antes, obviamente no iba a su escuela y parecía que aquel chico estaba al borde de las lágrimas pero discutía de algo con Shun, porque no estaban hablando, estaban discutiendo, esto duró algunos minutos hasta que ambos se tranquilizaron, continuaron hablando y finalmente se abrazaron, luego caminaron calle abajo hasta la parada de autobús
***
Ikky despertó como muchas veces lo hacía, asustado y sudando frío, le tomó un par de minutos darse cuenta de dónde estaba y al hacerlo, se levantó de su muy pequeña cama, su compañero de celda no se había despertado y eso estaba más que bien, Ikky se consideraba con suerte porque Sigfried era bastante racional, él había asesinado a su padrastro y tenía razones para hacerlo, pero esa es otra historia
El muchacho de cabellos azules se apoyó en la pared y cerró los ojos pero eso fue un error, sus pesadillas se quedaban con él luego de despertar, lo que había dicho en la corte fue verdad en algunos puntos, uno de ellos es que nunca en la vida podría olvidar la forma en la que encontró al sacerdote, atado, desnudo y desangrándose en la cama, aunque claro… esa no era la imagen que tenía gravada en el alma y que no le dejaba vivir
Lo que había dicho el fiscal era cierto, ese mal nacido si merecía morir, si fue un favor hacia la comunidad el matarlo, ese tipo de alimañas no debían vivir pero… no… los recuerdos de esa noche lo perseguirían por siempre
- Duerme Ikky, me desesperas – dijo Sigfried medio dormido desde su cama
- Lo siento, no fue mi intención despertarte – susurró el peliazul de vuelta
- ¿Misma pesadilla eh?
- Si, ha sido lo mismo por meses, no puedo deshacerme de ella, pero está bien… todo está bien… - el peliazul suspiró y se frotó la cara con las manos
- Ya pasará amigo, ya pasará, a propósito, ¿quién es Ryuho? – preguntó Sigfried como quien no quiere la cosa, Ikky casi se atora y con el aire al preguntar:
- ¿Ryuho?, ¿por qué?
- Porque lo mencionabas entre sueños
- Ohhh… no es nadie, no es nadie
- Ajá… como Esmeralda no era nadie, pero bueno, cada quien tiene derecho a tener secretos, ¿te conté que mi mamá vino a visitarme? – Sigfried se sentó en la cama y se arrimó a la pared, sonrió tenuemente al decir esto, la luz del poste los alumbraba se forma sutil y era fácil distinguir siluetas
- No, no me lo contaste, ¿cómo está ella?, ¿cómo está tu hermana? – Ikky volvió a su cama y se sentó sin taparse, a veces sentía que su muy fina manta lo ahogaba, no tenía el menor deseo de intentar volver a dormir
- Ambas están bien, Fler fue a la clínica gratuita que me recomendaste, la está tratando un psiquiatra, está mejor, mi mamá dice que ya no tiene terrores nocturnos, eso es bueno – respondió Sigfried con un suspiro cansado
- Hablé con mi abogado hoy, me dijo que le va a proponer reabrir tu caso a Pandora Heissen, ella es la que usualmente toma los casos pro bono de la firma que lleva mi caso, Shura me dijo que de lo que yo le expliqué, si tendrías buenas posibilidades de una segunda oportunidad
- ¿En verdad?
- Si… aún no la he visto a ella pero, espero que tome tu caso como tomaron el mío
- Ese desgraciado tenía que morir, lo que le hizo a mi hermana, lo que le hizo a mi mamá, yo… no podía dejar que eso continuara, tú lo entiendes, ¿verdad?
- Claro que si… pero mejor trata de dormir, con que yo amanezca dándome vueltas por aquí es más que suficiente
- Ok., ¿cuándo vas a volver a ver a tus abogados?
- El viernes, el viernes es la presentación de los alegatos finales, y de ahí solo faltaría la deliberación del jurado
- Lo único bueno es que si eres juzgado y te sentencian, seguiremos siendo compañeros de celda
- Eso… es un pensamiento reconfortante, ya duerme Sigfried
- Hasta mañana Ikky
Sigfried se acomodó de nuevo en la cama e Ikky lo miró dormir por lo que pareció por horas, la verdad esperaba que la hermosa Pandora pudiera ayudar a su amigo, porque tenía razón en algo, entendía perfectamente las razones que tuvo para hacer lo que hizo…