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Horror n Love Party por Tina Black

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En cuanto vio como Kevin estaba por darles un puñetazo, Doble D se apresuró y apartó a Eddy y al mismo tiempo detuvo el puño de Kevin, empujando su brazo del suyo. Al ver esta acción, tanto Kevin como los otros chicos Eds se quedaron con los ojos abiertos. No esperaban esa maniobra por parte de Edd. Éste, claro al notar lo que acababa de hacer dijo - ¿Te vas a quedar ahí parado? - Estas palabras hicieron regresar a Kevin en si y sin dudarlo volvió a lanzar otro golpe, esta vez directo al estómago de Edd, pero este lo esquivó sin problemas - Que bajo... Bueno, viniendo de ti es de esperarse cualquier cosa...

- ¿Qué no te sabes otra cosa? - Respondió el peli naranja lanzando otro puñetazo sin éxito.

A medida que intentaba golpear a Doble D este esquivaba los ataques sin problema alguno, algo que para Kevin ya le estaba hartando, así que se las ingenió para fintarlo. Lanzó de nuevo otro puñetazo a la cara, Doble D al esquivarlo, se hizo para atrás y fue ahí donde el peli naranja aprovechó y se lanzó contra el de lleno y lo tumbó en el suelo.

- No eres tan listo después de todo... - Dijo Kevin con burla al estar sentado sobre el estómago de Edd. Y sin pensarlo más de dos veces le lanzó por fin un golpe que de nuevo fue frustrado gracias a los reflejos de su rival. Doble D retuvo el puño de Kevin y con su mano libre quiso regresar el golpe, pero Kevin lo alcanzó a retener también. - Acéptalo... No sabes pelear, idiota... - Dijo Kevin acercando su cara con una victoriosa sonrisa a la de Doble D. Este sin decir nada y al momento de ver qué Kevin estaba muy cerca de el, agarró impulso y le dio de lleno un cabezazo atinándole a la nariz. Por supuesto esto hizo que Kevin se echará para atrás quitándose de encima de Doble D y este se levantó rápido del suelo regresando con sus amigos.

- Ya fue suficiente. - Dijo sin voltear a ver a Kevin quien se estaba recuperando del golpe - Vámonos... -Los Eds prefirieron no decir nada al menos por ahora y comenzaron a caminar rumbo a quién sabe dónde, pero donde sea estaría bien mientras sea lejos de Kevin.

Kevin por otra parte, se levantó y ya con la cólera andando y sin pensar corrió hasta Doble D para taclearlo contra la pared, pero este apenas tuvo tiempo para reaccionar y como un desesperado intento, tomó un bote de basura que estaba justo al lado suyo. Le quitó la tapa, lo levantó y justo cuando Kevin estaba en sus narices, le arrojó el bote encima - ¡¿Pero qué cara...?! - Gritó el chico popular y solo recibió como respuesta una patada que lo lanzó lejos chocando con la puerta de un salón y que por mala suerte este estaba siendo ocupado por una clase. Los alumnos del aula salieron a ver e ignorando las órdenes de su profesor en turno. Se sorprendieron a ver qué se trataba de Kevin quien yacía en el suelo quitándose el bote de basura de su cabeza. Estaban todos sorprendidos al ver al capitán de fútbol americano, quién jamás había sido humillado de esa forma en alguna pelea. El mismo Kevin que podía arrematar contra un bravucón más grande que el. Buscaron con la mirada al causante de todo esto, pero solo se encontraron con los Eds. Supusieron que el responsable se había ido y antes de auxiliar a Kevin, este se levantó escupiendo un trozo de cáscara de plátano y corrió de nuevo contra los Eds. Esto sorprendió a los alumnos y no se hizo esperar también a los chicos del vecindario llegando de la pelea de comida. Al fondo del pasillo iban llegando las Crueles a unirse al espectáculo.

- ¡Kevin, ya basta! - Gritó a lo lejos Nazz quien estaba intentando entrar hasta el frente del círculo. Y por supuesto, Kevin la ignoró y de nuevo quiso estamparle otro golpe a Edd sin resultado alguno.

- ¿Cansado? - Recibió un golpe que apenas esquivó como respuesta.

Los alumnos al ver qué su rival se trataba de Doble D, hicieron un "¡aaah!" al unisonó. ¿Kevin perdiendo contra el nerd de la preparatoria Peach Creek? ¿El mismo nerd que no daba ni una para los deportes? ¿Ese mismo nerd estaba humillando a uno de los más populares y de los mejores deportistas de toda la escuela? Pero la pregunta, ante todo, ¿Dónde o quién le había enseñado a defenderse de esa manera?

Lee y May vieron de reojo a Mary quien no parecía tomarle demasiada importancia a la situación - ¿No vas a defender a tu hombre? – Preguntó la Cruel mayor con algo de ironía.

- Sabes que entre el y yo ya no hay nada… Además, la pelea se está tornando muy emocionante – Respondió algo indiferente.

No tardó mucho para que Kevin por fin le diera un golpe que apenas rozó la mejilla de su rival – Quédate quieto…

- “Claro, en un segundo, señor mandón” – Respondió con sarcasmo a manera de molestar mas a Kevin.

- Hijo de… - Por fin lo tumbó sobre los casilleros. Lo tenía justo donde lo quería y se preparó para propinarle tan esperado golpe. – Ahora si… Voy a cerrarte esa arrogante boca a… -Pero antes de terminar su oración y de lanzar su puño a los dientes de Edd, fue retenido por el fuerte brazo de su entrenador de Futbol. Como pudo los separó al fin y con ello dio por terminada la pelea, llevándoselos a la oficina del director. No tardó el prefecto de la escuela quien venía de controlar la guerra de comida ahora para ordenar a los alumnos que regresaran a sus aulas.

 

[…]

 

Mientras nuestro primer protagonista resuelve sus problemas en la oficina del director, veamos como le va a nuestro segundo protagonista. Y claro, estamos de nuestro querido e Incomprendido Mandark. Se encontraba revisando un motor en mal estado, pero no podía trabajar con gusto ya que no podía sacarse de la mente lo que le venía de ahora en adelante ahora que tendría que convivir mas con su adorado cuñado. Sabía desde ya que Dexter le haría la vida imposible con su altanería — Uy, si… El icono de nuestra era… Claro… — Se decía molesto — No es justo… ¿Cómo alguien como ese primate? Es un grosero, abusivo, engreído… ¡Agh! — Justo se había cortado con una hebra metálica que salía del motor, algo que su jefe notó de inmediato y sin pensarlo dos veces fue con el para llamarle la atención.

— ¿Ahora ves porque les he dicho siempre que usen su equipo de protección personal? — Dijo en un tono autoritario y paternal — ¿Qué es lo que te sucede, hijo?

— Ah, nada… Es solo que… — No quería decirle nada sobre Dexter y mucho menos la relación que llevaban desde hace años — Es sólo que…

— Ah, ya veo…  — Le dio una palmada en su hombro — Descuida, hijo. ¿Hay algo que te aqueja?

— No… No… Es solo que… —

— Descuida, chico… Mejor tómate un descanso. No has parado de trabajar desde la mañana. Y si continuas así ese motor te terminará arrancando las manos… — Lo apartó del motor y comenzó a tomar el tiempo de su hora de descanso no sin antes susurrarle — Te daré veinte minutos extras… — Le guiño un ojo.

— Jefe… Muchas gracias. — Respondió con mucho ánimo ahora. Sin prisa alguna decidió comenzar su hora de descanso saliendo del taller para ir por algo de comer al  puesto de hot-dogs de la esquina. Al salir, vio a lo lejos una silueta un tanto familiar — Ay, esta vista no me es de mucha ayuda — Dijo al intentar enfocar su vista acomodando sus lentes. La silueta fue agarrando forma dejando ver por fin a su novia quien venía de la escuela. — Dee… — Pero antes de decir mas, la mencionada comenzó a correr hasta el y fue recibido por un cálido abrazo de la joven rubia.

— Oh, Mandark. Discúlpame por no haberte llamado. Temía que siguieras molesto, así que decidí darte espacio. En cuanto pude me escapé de la escuela para verte. ¿Cómo estás? — Dijo apenada la bailarina separándose un poco de su novio. Mandark se había perdido por completo ante ese recibimiento tan lindo.

— Ah, Dee Dee — Pero después de regresar en si, reaccionó y dijo — ¡¿Te saltaste tus clases?! ¡¡Dee Dee, noo!! — Antes de decirle mas, fue acallado por un dulce beso en sus labios.

— ¿Y ya saliste? — Dijo coqueta la rubia.

— Estoy en mi hora de descanso — Respondió al regresar en si el joven.

— ¿Y a dónde pensabas ir a comer?

— Pensaba ir a los hot-dogs de allá — Dijo señalando la esquina con su mano — ¿Gustas? — Le tendió su brazo como cual caballero.

— Donde sea está bien, mientras pueda estar contigo. — Y así partieron al puesto de hot-dogs ya con un Mandark de mejor humor.

 

[…]

Ojalá para el caso de Doble D pudiera tener algo de tranquilidad, pero gracias a cierto cabeza de pala, de un día donde creyó que estaría tranquilo, fu interrumpido por sus estupideces y justo era lo que se estaba recapitulando sentado junto a aquel cabeza de zanahoria a fuera de la oficina del director. Ambos se miraron de reojo con algo de desafío e inundando sus malas vibras en todo el pasillo.

— ¿Ya estarás contento? — Dijo Doble D con hartazgo sin molestarse a voltear a ver a su rival.

— ¡¿Ah, ahora es mi culpa?! — Respondió molesto el peli naranja.

— Bueno, solo a ti se te ocurre semejante alboroto…

— ¡Mira, ya estoy harto de tu… — En eso se levantó alterado y tomó el cuello de la camisa de Edd para levantarlo con brusquedad, a lo que este respondió con un fuerte forcejeo y al ver que Kevin no lo soltaba, lo acercó tirándolo del cuello de su playera.

— ¡¿Qué?! ¡¿Me vas a golpear, imbécil?!  — Dijo sin perder esa fuerte mirada.

— ¡Adelante, sígueme provocando! ¡No me importa si estamos aquí!

— ¿Ah, si te provoco qué? — Dijo esta vez en un tono de burla el chico de la gorra negra — ¿Vas a hacer el mismo ridículo de hace rato? Solo eres un payaso, Kevin.

La secretaria salió de inmediato para ver que era lo que estaba ocurriendo y justo los encontró antes de retomar la pelea. De inmediato llamó al prefecto para calmarlos. Entre amenazas, insultos y forcejeos entraron por fin a la oficina donde los esperaba el director algo sorprendido al ver que de esos chicos alborotadores se trataba del alumno de mejor promedio. En el caso de Kevin, era de adivinar.

— Cuando me dijeron de un Edward, pensé en sus atolondrados amigos, pero jamás pensé que usted pisaría esta oficina para su castigo — Dijo el director levantándose de su asiento  y en seguida les dio la orden a los chicos de sentarse. Doble D lo hizo sin prisa alguna, mientras que Kevin se el quedó viendo con coraje. El director al ver esto, le volvió a ordenar al capitán de futbol americano que se sentara.

— Que asno… — Dijo en murmuro Doble D, algo que Kevin escuchó con claridad y antes de irse contra su compañero, fue retenido por el prefecto y este lo sentó por fin.

— Ya una vez recibí una queja de que ustedes dos discutieran, pero no pensé que fuera cierto y menos aún que se lanzaran a los golpes y mas aun estando a fuera de mi oficina — Expresó  la mayor autoridad de la preparatoria — En su caso — Dijo dirigiéndose a Kevin — Es de esperarse, pero usted… — Ahora se dirigió a Doble D quien se mostraba con un semblante neutro.

— Por favor, señor director… Sé que lleva en esta escuela apenas un año, pero este pelele no es lo que aparenta — Respondió altanero Kevin.

— Déjeme continuar, por favor… — Respondió el director intentando no perder los estribos con el peli naranja — Solo porque es el capitán de futbol americano lo respalde, no quiere decir que se sienta el dueño o que pueda hablar así conmigo con esa confianza. Me tomé la molestia de llamar a sus padres para arreglar esta situación. Y espero podamos llegar a un arreglo. — Con ello fue suficiente para que Kevin se calmara al fin. — Además, está a punto de perder ese puesto y de jugar para la liga — Esto sobresaltó al capitán — Su rendimiento es lo que va dl promedio, excepto por una materia. Química me parece…

— Señor director, yo…

— No, joven. Guarde lo que tenga que decir en cuanto lleguen sus padres. En su caso… — Esta vez el director dirigió su vista a Edd — Sé que con usted no ha habido problema alguno. Espero que esta sea la última vez.

— Yo espero también lo mismo, si es que el no me vuelve a intentar agredir — Dijo un tanto molesto al ver a Kevin.

— Quisiera decir eso si… Usted no estuviera fallando en Deportes. — Esto agarró por sorpresa a Doble D y antes de poder decir algo, el director continuó — Sé que no podemos ser perfectos, necesitamos por lo menos un ocho para que pueda pasar la materia. Y usted mejor que nadie sabe que reprobar esa asignatura es algo vergonzoso. — Fue al casillero donde se encontraba un folder un tanto abultado y se lo mostró a Edd — ¿Sabe que es esto, joven Eddward? — Doble D prefirió callar y dejó continuar al director, este abrió el dichoso folder el cual contenía muchas recetas falsificadas del semestre anterior — ¿Puede explicar esto?

— ¿Cómo supo que…? — Preguntó un tanto atónito.

— Por favor, Eddward. No soy tonto. Tengo mis métodos para detectar que una receta, una misera carta puede ser falsa o no.

— No…Supongo que no servirá de nada dar una explicación — Respondió derrotado.

Kevin se mantuvo lo mas callado posible, pero sin perder cada detalle de los problemas en los que se había metido Edd. Debía admitir que estaba mas que asombrado por lo que había hecho su vecino. En verdad Doble D había cambiado en estos últimos años. Pensó si lo que pasó hace años entre ellos le pudo haber afectado  « No creo que por ese incidente el… Es decir… » Pero antes de continuar indagando en sus recuerdos fueron interrumpidos en cuanto la secretaria llamó al director para avisarle que los padres de Kevin y por esta ocasión la tía de Edd sería quien se haría cargo del problema.

La tía de Doble D entró y miró desconcertada a su sobrino y solo se limitó a mover la cabeza en señal de negación. Edd y Kevin se levantaron de sus asientos para cedérselos a sus tutores. El tiempo transcurrió lento para los chicos quienes ahora esperaban a fuera de la oficina y esta vez siendo vigilados por el prefecto y el entrenador de Kevin para evitar alguna otra pelea.

 

[…]

En los suburbios de Saltadilla, para ser mas precisos en la secundaría de Saltadilla se encontraban tres lindas, pero fuertes niñas quienes se encontraban terminando sus clases. En los pasillos de aquella escuela, estaban guardando sus cosas en sus casilleros — Oigan, chicas. Hace poco abrieron un café cerca de la escuela, podríamos pasar a comer algo, me muero de hambre — Dijo la primera chica super poderosa, la aguerrida Bellota quien había terminado de guardar sus libros en su mochila.

— Suena genial. Déjame ver si no tengo algo pendiente — Respondió la líder del grupo, Bombón — Parece que no — Dijo al cerrar su agenda. — Solo hay que esperar a que salga Burbuja de su taller.

— Ash, que fastidio. Sabes que se tarda toda la eternidad en sus bobos talleres de arte —

Y hablando del rey de Roma. Burbuja se encontraba en los pasillos yendo en dirección hacia donde se encontraban sus hermanas, mientras era acortejada por los chicos de la secundaria. Pero claro, con los ramos, chocolates, cartas y demás obsequios de amor, a ninguno le prestó la mas mínima atención. Su único pendiente era encontrarse con sus hermanas y esperar por el viernes.

Al encontrarse por fin con Bombón y Bellota fueron a la salida del colegio y se dispusieron a caminar un rato.

— Oigan, el viernes me invitaron a una fiesta. Será en la casa de Robin — Dijo Bellota animada — Me dijeron que les avisara.

— Suena bien. Después del ensayo vamos. Si quieres puedes ir a acompañarnos, Bellota — Respondió Bombón.

— Igual podrías decirle a Dexter que venga — Dijo divertida Bellota — Pero, mejor te espero en la casa, la verdad no me apetece mucho ir a sus ensayos. — Bombón entendió a la perfección del porqué y prefirió no insistir mas. La peli negra continuó con la conversación esta vez dirigiéndose a Burbuja — Tu también podrías llevar a tu amiguito, Burbuja — Dijo aun divertida.

— Oh, no lo creo. Este viernes terminaremos algo tarde — Respondió escondiendo su ilusión.

— ¿Qué, iras algún lado con tus amigos? — Dijo la peli negra.

— Ay, Burbuja, yo también tengo a mi banda, pero no por eso debo estar todo el tiempo con ellos. Ya casi no salimos las tres. Solo termina de ensayar y vamos por ti — Respondió Bombón intentando convencer a su pequeña y tierna hermanita.

— Lo siento, chicas. Pero es que ya había quedado con los chicos de ir a otro lado después de terminar el ensayo.

— Bien… — Dijo esto Bombón dando por terminado el tema.

— Esa banda te está consumiendo, mujer. Es tanto el compromiso que tienes con ellos que incluso ignoras a los chicos que babean por ti — Dijo Bellota.

— ¿En serio? No me había percatado de ellos… — Respondió con inocencia la rubia.

—Ash…

— Olvídalo, Bellota. Burbuja  solo tiene ojos para una persona… — Dijo picara la pelirroja.

— Si, lo que aun no entiendo es que le ve… Nunca ha sido un chico guapo. Y su grupo de amigos son unos pesados.

— ¿Qué?  — Preguntó algo nerviosa esta vez Burbuja. — Sólo somos amigos y mi compañero de la banda. Nada mas… « Además… El aun está interesado en alguien mas » Pensó con algo de desilusión.

 

[…]

Después de una larga charla en la oficina del director. Tanto Doble D como Kevin, fueron directo a casa junto con sus familias. Edd y su tía se quedaron por un rato en el auto una vez que llegaron a la casa. En cuanto a Kevin, este salió molesto del auto seguido de su padre quien sin pena alguna lo comenzó a regañar sin importarle si el resto del vecindario los escuchara. Antes de que su tía comenzara a reclamarle por lo de hoy, Doble D fue el primero en responder — Ya sé que estuvo mal. Yo lo sé… No debí hacer esos falsificantes  — Su tía le respondió preguntándole con ironía si así se llamaba la tontería que había hecho y seguido de ello, le preguntó como reaccionarán sus padres una vez que regresen de su viaje de negocios. Su tía se había encargado de avisarles que le habían hablado de la escuela y quedó en darles el informe una vez que entrarán a la casa, pero por ahora, quería hablar de lo sucedido con su sobrino sin interrupción alguna.

— Agradece que no te hayan expulsado… — Dijo aun con enojo.

— Tal vez mi promedio sirvió por fin de algo… — Respondió con desgane.

— Eddward esto te pudo afectar mas allá de lo que crees. Siempre te estás peleando con ese muchacho. ¿Qué es lo que pasa entre ustedes? Siempre que se cruzan lo primero que hacen es gritarse y ahora se fueron a los golpes.

— No pasó nada…

— ¿Y eso que tienes en la cara y los restos de comida sobre ti no es nada? Te pudo haber hecho mucho daño…

— Sé cómo cuidarme…

— Ah, claro… Le prometí a mi hermana cuidarte cuando ella se encuentre fuera de la ciudad. Eddward. Lo único que te pido es que cooperes. Eres un buen muchacho, pero no quiero que te pase algo…

— Tía, estaré bien. Cometí un grave error. Estoy mas preocupado por lo de las notas falsas que por lo de ese… ese tipo…

— Sé que podrás reponer lo de tu materia, aun si debes pasarla en ese tonto intensivo, que importa. No será el fin del mundo. Pero no debes tomarlo a la ligera. Prométeme que pasaras esa materia… — Lo vio directamente a los ojos.

— Te lo prometo, tía… — Respondió con sinceridad.

— Y prométeme que no tendrás mas conflictos con ese niño…

— Pero es que el…

— ¡Prométemelo!

— Haré lo que pueda…

—Escucha, si el vuelve a meterse contigo, avísanos y avísale a tus profesores. No hagas todo por tu propia cuenta.

— Está bien… — Respondió no muy convencido.

— No le diré a tu madre sobre ese chico. Sé lo que pasó la ultima vez… Y no quiero que vuelva a pasar por esos corajes. Lo qué si, es lo de las recetas. Tus padres se deben encargar de esto.

— Gracias, tía…

— Consígueme una cita con ese Johnny Bravo y te cubriré en tu próxima travesura… — Dijo esta vez divertida.

— Ah, me pides eso porque sabes que es imposible — Respondió recuperando sus ánimos. — Pero lo intentaré. — Salieron del auto y se dirigieron a la casa como si no hubiera pasado nada.

 


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