---Solo unos meses pasaron---
De verdad no querían perder más tiempo, ya querían unir sus vidas por todas las leyes del mundo.
El procesó fue muy importante y algo tardado, pero se intentaron apresurar, y no, no era porque hubiera algún bebe en el horno, eso todavía no ocurría…
Sin embargo para Milo, ya no podía aguantar los días para casarse con su cubito.
Camus se volvería el esposo del peli cerúleo, ese bichito que tanto ama y no podía creer que todo esto esté pasando.
Sonríe tanto, es feliz cada instante de su vida, aunque claramente se encuentra tan apenado, más cuando tuvo que informarlo a sus padres y futuros suegros.
Que en si fue un suceso muy divertido, en una pequeña reunión unos días después de la propuesta de matrimonio.
Lo cual ambas familias aceptaron este hecho como una hermosa unión, los padres de Camus están de acuerdo pro que han visto desde el momento en que su hijo se volvió novio de ese hiperactivo joven, es tan feliz, que entendían que ese era su pareja idea.
Solo amenazó Kardia, que si Milo llegara a faltarse al respeto a su querido y hermoso hijo, lo pagaría cortándole algo muy preciado.
No se ondea en detalles, pero se dejó muy en claro esto.
Aunque la amenaza ni falta hace, pues el peli cerúleo está más que enamorado, loquito y emocionado porque la boda llegue ya.
Pasar una eternidad con el doncel que ha amado desde que lo conoció en el instituto y que su amor a perdurado tanto, es un sueño hecho realidad.
Degel feliz porque su hijo al fin encontrará el gran amor de su vida y que fue justamente en la misma época, cuando él mismo conoció al padre del peliaguamarino.
Por parte de los padres de Milo, si bien… No han vuelto a retomar su relación, salvo por llevar la convivencia de tener un hijo en común, se tratan con respeto, han existido momentos en que pareciera que el amor aún puede tener cabida en su mundo, pero… No se ilusiona ninguno.
Claro que felices porque su único hijo este a nada de formalizar su relación con una hermosa boda, que desde luego van a ayudarlo y se esmeraran en apoyar en todo lo que necesiten.
Cabe mencionar que tanto como Écarlate y Mystoria, no han tenido en ningún punto de tener una relación con otras personas, lo cual muchas veces pareciera como si no encontrarán un nuevo amor.
Pero eso es algo que se queda en el tintero, pues la historia es de los jóvenes prometidos.
Claramente después de informar a sus familias y tener una pedida de mano más tradicional, por la familia de Camus, que se maneja de esa forma.
Siguieron con las amistades.
Para este punto cabe mencionar, que en si Milo jamás perdió contacto con sus amigos del instituto, al contrario trataba siempre se salir con ellos y desde luego su cubito incluido.
En cambio Camus siempre fue más difícil para hacer amistad con nuevas personas, pero aparte de las del instituto, que también le pertenecían a él, no solo a su prometido.
Logro hacer una cercana amistad con un doncel un tanto mayor que él, todo porque cerca de su casa se abrió una florería.
Afrodita es su nombre, ya alguien que posee un matrimonio estable con un hombre un tanto desagradable por sus comentarios referentes a la muerte, pero respetuoso en ese sentido.
Otra pequeña reunión se llevó acabo donde quienes las personas más cercanas a ellos a parte de sus familias, lograron saberlo.
La emoción no cabía en muchos, pues sabían de las travesías que ambos debieron enfrentar, y como cada situación fortaleció su amor a más no poder.
Para este punto había parejas también ya establecidas, algunos ya casados, otros en una relación de unión libre, algunos apenas saliendo, siendo novios y otros solteros.
En fin, existe diversidad, así es en el grupo de amigos, y está perfectamente bien.
Curioso lograr mantener las amistades de la escuela media superior y de convivencia cotidiana.
Pero se puede lograr en algunos casos.
Después de informar a sus seres queridos, empieza algo que es la organización de todo.
Si fue un verdadero caos el tan solo escoger donde se llevaría a cabo la ceremonia, la recepción, flores, trajes, comida, adornos, todo fue más a gusto del peliaguamarino, ya que este siempre ha preferido los eventos sencillos, temiendo tanto ser el centro de atención, pues le incomoda bastante que aquello suceda.
Milo por su parte, claro que tuvo voz y voto en varias decisiones, pero prefirió que todo fuera a la comodidad de su cubito, con que él al final de la fiesta fuera suyo de por vida es más que feliz.
Dos trajes masculinos, uno blanco en su totalidad, con una camisa negra, zapatos negros, también se debía colocar un velo para simbolizar la pureza del doncel.
Costumbres de cada quien, según se dice que si el velo llegara a caerse sino era del todo puro, a lo cual significa virgen, pero no existía problema alguno, aunque Camus no era de creer mucho en ello, pero estaba bien por él.
Aunque si sucedió que al buscar sus ropas de boda, los vendedores y algunos amigos le sugirieron que luciría bien en un vestido y allí si pintaba su raya, no haría eso, aunque incluso Milo le dijo que se vería hermoso.
Por su parte Milo con un traje negro, bastante elegante, sin duda ese es el color del peli cerúleo, no obtuvo problemas, ya que le gusto literalmente el primero que vio, hasta parecía chiste, pero es anécdota que solo había uno y en su talla.
Después de sus aventuras en tener todo listo, tanto la vestimenta, como los arreglos, adornos, y la luna de miel, como un departamento que compraron en la ciudad, que si bien es algo grande para una joven pareja de recién casados…
Ambos tomaron la decisión que era mejor este, ya que sin duda quieren tener una familia, una donde nazcan dos pequeños.
La cantidad la decidió Camus, pues si fuera la de Milo, este quisiera todos los posibles y como el que va a dar a luz es el peliaguamarino, le dio que solo podría con esa cantidad.
Haciendo referencia que tenía dos manos y podía con dos hijos, a lo que Milo le replico en más de una ocasión.
-Tenemos cuatro, yo los cuidaré a los tres-
-Eres un bicho tonto-
Sus pequeñas conversaciones, en donde el amor reina y los cariños distintivos de cada uno de ellos.
Fue muy duro esperar, pero al fin ha llegado el día…
Desde muy temprano cada uno de los prometidos se despertaron, habían arreglado que incluso sus días de descanso que comenzaran justamente ese día, para que disfrutaran una semana entera en su luna de miel perfecta.
Sus familias y amigos fueron de un gran apoyo, pues nunca falta que algún detalle se llegue a escapar, que a la mera hora algo suceda que deben arreglar en el instante.
Sin importar que deban hacer para cuando esto ocurra, pues después de todo, ambos jóvenes hombres que hoy es su día especial, ayudaron en cierta forma cuando sus amigos también estuvieron en esa situación o necesitaban algún apoyo por X razón.
Los dos jóvenes no se habían visto en todo el día, ya que decidieron que sería lo más adecuado verse en aquel lugar donde una ceremonia para unión ante algún una Diosa se dé.
Cabe recalcar, que Milo deseaba ya con todas sus fuerzas que llegue el momento, pues de solo imaginar a su cubito con ese traje que le tuvo que platicar como era y hacerse una idea, ya que es de mala suerte el ver al doncel antes de la boda.
De solo verlo entrar, deslumbrante por como es, sonrojado, desviando la mirada pues le es imposible sostenerla cuando esta tan nervioso.
Demostrará que su hermoso cubito es el ser más divino de todo el mundo.
Incluso mencionando que temía que algún Dios se lo quisiera arrebatará.
Sin duda Milo adora con el alma entera a Camus, siempre diciéndole lo hermoso, inteligente, asombroso, maravilloso y fascinante que es.
Nunca se ha cansado de dedicarle palabras de amor honestas.
Igualmente Camus, se encuentra tan nervioso… Pues el día ha llegado, encontrándose esperando el momento para entrar por esa gran puerta y caminar hasta el altar, simplemente su corazón no lo puede soportar, pues late desbocado, temblando, mirándose mil y una vez en el espejo, para estar a la altura de su futuro esposo.
Su cabello hermosamente peinado, suelto pues es como le queda mejor, aunque fue acomodado para que ninguna hebra salga de su lugar, con el velo puesto, para el descubriendo de su resplandeciente belleza se dé al finalizar.
Incluso su amigo peli celeste, le hizo un ramo tan hermoso, con rosas aguamarinas con cerúleo, una combinación de ambos, el que llevaría con orgullo por todo ese caminar.
Es demasiado para lograr soportar, Camus no puede pensar con claridad en este momento, desde luego está dispuesto a casarse con su bichito, pero… Teme que cometa una torpeza y se caiga en medio del pasillo.
Y perder la apariencia de joven serio y sereno.
Los nervios en una boda por parte de la novia o doncel son muy normales, aunque estuviera en un punto donde el aire acondicionado está dando muy bien, siente que está sudando, sus manos temblorosas y respirando agitado.
Su papá, desde luego estando con él, ya que esta sería la última vez que tendría la clasificación de hijo de familia, pues se volviera ahora esposo de Milo y lo cual significa que iniciaría su propia familia.
Un sinfín de emociones están también Degel, pero quiere que su hijo disfrute este instante que no se volverá a repetir y si bien, ambos son iguales en su carácter timada.
-¿Estás listo?- Le pregunta acariciando su rostro, y dedicándole una sonrisa.
-Si… No… No se… Tengo algo de miedo- Baja la mirada, mordiéndose el labio inferior.
-¿De qué tienes miedo?- Su tono delicado y suave para que su pequeño se calme.
-No dudo del amor y vida que Milo y yo llevaremos, pero… Ahora temo que al hacer esto… Haga el ridículo, arruine la boda o sea un desastre… Todos se han esmerado tanto y quiero que sea… Perfecto- Demuestras su angustia plena, con unos ojos violetas mirando fijamente ahora a su progenitor.
-Con que ustedes lo estén felices y contentos con el gran paso que van a dar, los demás salimos sobrando- Le dedica un beso en la frente a su niño –Quiero que estés tranquilo, no tienes nada de que temer, este es tu día y el de Milo, nada malo ocurrirá-
-Sé que eso es lo importante, pero… Tenga muchos nervios-
-Es normal… Yo también tuve nervios, creía que me caería al estar solo caminando, pues me temblaban las piernas, pero…- Sonríe recordando cuando fue su día de bodas –Al ver a tu padre, esperándome en el altar, sonriéndome y…- Suspira –Estaba llorando de emoción, me dio más confianza y algo de risa-
-Siempre ha sido así padre…- Le dio también gracia el relato, al menos servía de algo.
-Lo que trato de decir, es que cuando camines por ese pasillo, de la mano de tu padre, solo mira a la persona con la que compartirás tu vida, en el encontraras la calma que necesitas, pues ambos se complementan… Así como él al verte sentirá toda la emoción contenida, tú encontraras la calma que necesitas-
Palabras dichas desde el fondo de su corazón y de la experiencia, con la enseñanza, que a veces tu pareja y tú pueden se comporten diferentes, pero en el momento que necesites un poco de él o recordar lo importante, solo con una mirada hacia quien amas es suficiente para regrésate al camión, con emoción y calma….
Palabras que bien pueden describir a los dos jóvenes hombres.
Las campanas comienzan a sonar, dando el inicio del mayor evento.
El momento que se esperó por fin está llegando…
Los nervios se pueden ver por parte de los jóvenes que hoy se casan, pero es ahora o nunca.
Milo espera a su hermoso cubito en el altar, sus manos tiemblan y sudan, pero las emociones se le escapen en gotas saladas el momento de ver como de aquella imponente puerta, se dejaron ver antes la típicas parejas que van en pareja haciendo un honor a la novia o doncel.
Claro que igualmente un pequeño niño deja caer los pétalos de flores, esos cabellos rojizos herencia de sus abuelos y los ojos azules, de su padre que quedan bien con las peculiares cejas de su papá.
Y detrás de todos ellos, junto a su padre del brazo, el símbolo que la familia entrega a su único hijo a la persona que deberá de ahora en más cuidarlo y protegerlo de todo mal.
Claramente el peli cerúleo de tan solo ver a Camus, las lágrimas se comienzan a escapar, sonriendo emocionado pues están cumpliendo su sueño de ser esposos al fin.
Al principio claramente los nervios invadieron al de ojos violetas, sintiendo que en cualquier momento tropezaría, pero al ver el rostro de quien más ama en este mundo, sintió lo que su papá le dijo, la calma que necesitaba para dar los pasos más firmes.
Las familias y amigos presentes, algunos compañeros de trabajo, admirando como los dos son verdaderamente atractivos, que sin duda cuando tengan hijo serán tan lindos como ellos, si no es que más.
Kardia entrega la mano de Camus a la del peli cerúleo que aun poseía lágrimas de emoción en sus ojos.
El padre desprendiéndose de su pequeño, pues otro lo protegerá con su vida y en eso confía.
-Te ves tan hermoso, Camus… Te amo…- Su voz entrecortada, sintiendo que está en el mismo cielo.
-Tú también luces bien…- Sonrojado como su prometido, pero le intenta sostener la mirada, dándose cuenta que su casi esposo es tan guapo como siempre –Te amo…-
Con estas palabras que fueron susurradas entre ambos, la ceremonia da inicio.
Palabras de quien consagrara la unión, pasajes donde el poder del matrimonio es sagrado y que nadie debe sepáralo, que deben siempre luchar por ese sentimiento que los ha traído a este momento.
Sujetos los dos de las manos, luciendo tan felices, de que al fin culminen este hermoso momento.
Casi una hora después, claramente han dicho sus votos y promesas que cumplirán al pie de la letra.
Colocándose entre ellos, el anillo de matrimonio, de un color dorado sencillo con una piedrecita en cada uno, el de Milo es color rojo y el de Camus aqua.
Aunque en la mano del doncel ahora en su dedo, de la mano izquierda ahí dos anillos ahora, los usara con orgullo.
Se recitan unas últimas palabras.
-Lo que hoy nuestra Diosa a unido, que no lo separa el hombre-
Se escucha como todos aplauden porque significa que al fin están unidos de por vida, pues se encuentran casados, las lágrimas de emoción de los parientes se puede notar, las parejas ya formadas se toman de las manos, sintiendo de vuelta la emoción de cuando se casaron o imaginan cuando eso suceda.
-Puede besar a su esposo- Menciona quien ha oficiado el matrimonio, dándole la indicación a Milo.
Ya no podía esperar más, solo se detuvo escasos segundos para retirar el velo del delicado rostro de quien es suyo como lo es de él.
Sonrojado, sabe que es feliz desde el momento en que acepto ser su novio y ahora lo será aún más.
Camus lo mira, sus pálidas mejillas están rojas, pero dedica una sonrisa, y siente el corazón latiéndole a mil por hora.
Sin más, se funde en un casto, suave y tierno beso en donde sus labios apenas rosan, es delicado y tan hermoso.
Que desde luego nadie pierde la oportunidad de tomar miles de fotos, del primer beso de los recién casados.