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Fugitivos III: La razón por diidi1897

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Notas del capitulo:

Hola <3

Les recuerdo que ésta es la tercera y última temporada de Fugitivos.

Pueden leer la primera temporada desde mi perfil de Amor Yaoi o en Wattpad (en Wattpad está la nueva versión, la versión editada)

Fugitivos I - diidi1897 - Wattpad

 

 

 

Capítulo 2: Reencuentro Pt.2: Buenos días.

En el capítulo anterior…

-¡Tom!-lo único que alcancé a ver fue cuando una mancha corría hacia mí. Pero no me asusté porque sentí unos brazos muy cálidos a mi alrededor.

Por poco y el tenedor con el que planeaba comerme mis waffles, se me resbalaba

-Dany…-lo único que pude hacer fue apretarlo entre mis brazos.

Su olor me pareció diferente. Su textura y su tamaño también me parecieron distintos.

¿Por fin…?

¿Por fin Dany estaba de regreso?

 

Narra Tomás

Dany frotó mi espalda con su mano extendida y la fricción provocó un calor que disfruté en demasía

-Tom…-murmuró y, después de nuestro abrazo, tomamos un poco de distancia. Fue poca distancia porque Dany colocó una mano sobre mi hombro-Te extrañé mucho-y lo vi sonreírme como nunca antes lo había hecho.

Yo no tuve palabras para nada.

Parecía un sueño.

Y estuve seguro de que, si Sean me pareció un completo extraño, Dany lo era aún más.

Un nudo se formó en mi garganta y lo único que pude hacer, además de volver a abrazarlo, fue llorar

-Yo también te extrañé-mi voz se quebró y lloré a gusto sobre su hombro.

No escuché ningún cometario sarcástico por parte de Sean y fue como si solo Dany y yo existiéramos sobre la tierra. Mientras me desahogaba, continué sintiendo su mano frotándose contra mi espalda y su calor corporal me hizo sentir nostálgico y feliz, pero al mismo tiempo extrañado.

Sabía que él era Dany, pero presentía, muy en el fondo presentía que no era el mismo Dany que recordaba.

Aún entre mi llanto, sentí su cuerpo firme y un poco más robusto. Ya no me pareció el saco de huesos en el que se había convertido tiempo atrás. Parecía que el que me sostenía era él y no mis piernas.

Conforme mi llanto empezó a disminuir, me sentí un poco avergonzado por mi acción tan repentina, pero la risita de Dany me hizo tener más ganas de llorar sin ninguna clase de pena

-Ha pasado mucho tiempo ¿verdad?-murmuró. No pude hacer nada más que asentir y abrazarlo con más fuerza.

Me tomó otro par de minutos calmar mi llanto y, solo cuando estuve seguro de que mi voz no iba a volver a quebrarse, me alejé de él. Limpié los rastros de mis lágrimas y Dany me sorprendió al tomar mis mejillas entre los dedos de sus manos

-¿Mejor?-sonrió y, de manera rápida, noté que la sonrisa le llegó a los ojos.

Sentí que mi corazón era oprimido.

Liberó mi rostro y asentí mientras aceptaba la servilleta de papel que me ofrecía. Soné mi nariz y limpié el resto de mis lágrimas. Sequé mis pestañas y continué ocultando un poco más mi rostro porque aún me sentía avergonzado ante la atenta mirada de Sean, quien se encontraba a espaldas de Dany

-¿Cómo supiste que los waffles me gustan mucho?-volvió a soltar una pequeña risa.

Y su risa se me contagió.

Se me hizo tan extraño escucharlo…

-¿En serio?-volví a sonar mi nariz-No lo sabía-elevé ambos hombros-Los hice porque a Ben y a mí también nos gustan-decidí oculta parte de mi verdadero objetivo

-No me hubiera levantado hasta después del mediodía, pero el olor me obligó a salir-liberó otra sonrisita y de nuevo me contagió-¿Tú eres Ben? La última vez que te vi eras un bebé-aparté la servilleta de mi rostro y me percaté de que Dany ya se encontraba de cuclillas frente a un Ben que permanecía escondido detrás de mis piernas.

Dany le ofreció su mano en forma de saludo, pero Ben no se movió de inmediato y me preocupé un poco porque, mientras lloraba, había sentido que sus dedos me apretaban con fuerza ambas piernas.

Tal vez se encontraba preocupado ante mi repentino e inesperado llanto

-Ben, él es Dany-empecé con las respectivas presentaciones-También te hemos platicado de él ¿recuerdas?-mencioné.

A diferencia de Sean, Lucy y yo le habíamos platicado bastante a Ben sobre Dany. Le contamos cosas increíbles. Siempre nos centramos en platicarle lo mejor y dejamos de lado los problemas de salud para evitar que Ben llegara a hacernos muchas preguntas. Sabíamos que se trataría de preguntas a las que no teníamos respuesta, así que la mejor opción era evitarlas

-Hola Ben-dijo Dany sin retirar su mano-Me llamo Daniel-se presentó y a Ben le tomó un par de segundos armarse de valentía para salir de entre mis piernas y, tímidamente, tomar la mano que Dany le ofrecía.

En cambio, Dany la tomó con firmeza y se la agitó en modo de juego mientras le sonreía.

En ese momento, tuve la oportunidad de evaluar a Dany.

Pese a que llevaba un pijama que se veía muy abrigador por lo grueso que estaba, no le encontré ningún rastro de la extrema delgadez que tenía el último día que lo vi. Su rostro tenía color y ya no se veía agotado. Tampoco había ojeras y sus pómulos no resaltaban con preocupación.

El cambio en él, al igual que el de Sean, era notable. Era obvio que… en esos casi 3 años ambos habían cambiado bastante.

Tuve mucha curiosidad, ¿Qué más había cambiado en ellos?

Ya teníamos el cambio físico y su notable alegría ¿Qué más?

¿Qué más?

-Se parece mucho a Lucy-Dany volvió a enderezarse mientras que Ben salía corriendo de la cocina.

Cuando tuve a Dany de frente, me di cuenta de que su altura era similar a la mía, como la del día en que nos conocimos. Pero recordaba que, después de sus múltiples enfermedades, poco a poco empezó a andar encorvado y casi nunca lo veía de pie, así que, como era de esperarse, con el tiempo olvidé la altura que Dany poseía.

Aunque, por supuesto, su altura y la mía no se comparaban a la de Sean

-Sean dice que se parece a James-dije

-¿Qué?-Dany hizo una mueca graciosa-¿En serio?-volteó a ver a Sean

-Es una desgracia que se parezca a los dos ¿no?-Sean respondió mientras le daba un sorbo a su café humeante.

Inesperadamente, me encontré sonriendo ante su broma. Igual Dany sonrió y eso fue como un shock para mí.

Me había REÍDO por una BROMA de SEAN y, además, DANY la había ENTENDIDO.

En verdad… ¿De qué demonios me había perdido?

No había duda, de seguro el fin de los tiempos estaba cerca y toda la escena en la cocina iba a ser el epicentro de un terremoto que nos iba a…

-¿Tom?-regresé a la realidad gracias a la voz de Dany y al verlo lo sentía aún más como un sueño muy surrealista. Me di cuenta de que Sean ya estaba sentado en la isla de la cocina-¿Podemos empezar a desayunar?-sonrió con timidez

-Ah, sí-me espabilé-Claro-asentí y Dany sonrió con más ganas-¡Ben, ya vamos a desayunar!-alcé un poco la voz y los pasos apresurados rumbo a la cocina no tardaron en escucharse.

Saqué la miel y el chocolate líquido de la alacena mientras los demás se acomodaban alrededor de la isla. Me senté junto a ellos y los 4 empezamos a desayunar.

Cuando vi que Dany se servía 3 waffles en su plato, no dudé en hacer mi pregunta

-¿Está bien que los comas? Puedo buscarte otra cosa…-ofrecí al recordar que, tal vez, su dieta continuaba…

-No te preocupes-respondió mientras vaciaba chocolate sobre un waffle. Después volteó a verme-Ya no tengo dieta-con ayuda de sus cubiertos, partió un trozo de waffle y lo masticó con entusiasmo.

Sonreí

-¿De verdad?-claro que me alegré y quise preguntar más, pero aunque no noté ninguna mueca en su rostro, me abstuve de hacerlo porque tal vez era un tema que él no quería platicar en ese momento

-Sí-dijo Dany con notable emoción-De hecho, en Zúrich probé unas frituras que me gustaron mucho y por eso tuve que traerme unas cuantas porque no podría vivir sin ellas-dramatizó al poner una mano sobre su pecho-Cuando terminemos de desayunar, me acompañas a desempacar para que las comamos juntos ¿Si?-ofreció y le sonreí con más confianza

-Si hay golosinas de por medio, cuenta conmigo-aclaré y los dos sonreímos. Me sentí un poco más en confianza con nuestra conversación-¿Y qué tal es Zúrich? ¿Les gustó vivir ahí?-pregunté mientras comía un trozo de waffle

-Sí-Dany respondió mientras masticaba con muchas ganas otro trozo-El clima es igual de frío que aquí, pero fue agradable. Creo que soportamos las heladas porque teníamos una vecina de unos 60 años que siempre, siempre, nos llevaba pan recién hecho. Y la única manera de comerlo era junto a un chocolate caliente o café ¿verdad?-volteó a ver a Sean y él asintió

Cuando observé a Sean, me percaté del momento en que cortó un waffle en pedazos para que Ben lo comiera con más gusto.

¿También se había vuelto servicial?

Vi a Ben comer los trozos de waffle y me espabilé para retomar la conversación

-¿Su casa era como ésta?-pregunté mientras daba una mirada global a la cocina

-Para nada-dijo Dany-Era muy diferente-

-¿En qué?-

-En todo-le presté atención a Sean-Vivíamos en el cuarto piso, el último de un edificio. Y eran 6 apartamentos en total. El lugar era pequeño y el cuarto de lavado era compartido-enumeró algunas diferencias y asentí

-¡Oh, por cierto!-le presté atención a Dany-¿Puedes creer que hay un bunker en el sótano?-

-¿Un bunker?-pregunté-¿Un bunker de guerra?-Dany asintió con emoción

-Sí, eran utilizados para que las personas se refugiaran durante la segunda guerra mundial. Ahora solo son bodegas-y empezó a platicarme sobre los bunkers y sobre todo tipo de cosas que guardaban en ese lugar.

Mientras lo veía platicarme con mucha emoción sobre los bunkers, no pude evitar recordar que, en la fábrica, también tuvimos un bunker. Ese bunker fue utilizado por Sean como su área de monitoreo de la información que le enviábamos de los laboratorios. También fue en donde planeamos el rescate de Dany.

Observé a Dany y lo encontré muy ensimismado hablando sobre ese pequeño dato curioso. Entonces, me sentí triste. ¿Él ya no recordaba el tiempo que vivimos en la fábrica?

¿No recordaba que en ese lugar también había un bunker?

Lo único que pude hacer, mientras Dany continuaba hablando, fue sonreírle y escucharlo con atención.

El desayuno transcurrió entre más pláticas de las curiosidades de la zona en donde vivían.

Lo que más resaltó de nuestra plática fue el parque que había frente a su edificio, las calles angostas de Zúrich que iban en bajada o en subida y algunas otras anécdotas con sus vecinos. Yo sabía nada sobre Zúrich, pero al escuchar las descripciones tan detallas de Dany, me pareció un lugar familiar que quise conocer más a fondo.

En general, Dany y Sean vivieron en el distrito 8 de Zúrich. Su apartamento tenía cocina, sala, 2 habitaciones y 1 baño. Nada más. No me tomó mucho tiempo encontrar las notables diferencias de ese apartamento con la casa en la que nos encontrábamos.

Vivieron en un lugar más pequeño y al escucharlos, me pareció que eso no les fue una gran molestia

-¿Y a dónde fueron Lucy y James?-Dany preguntó justo cuando terminábamos nuestro desayuno

-A trabajar-respondí-Lucy trabaja en un restaurante y James sigue en el hospital-di una mirada de reojo a Dany, pero otra vez no encontré ninguna mueca ante la mención de la palabra “hospital”

-¿En dónde está el restaurante?-preguntó Sean

-A unos 20 minutos de aquí, en auto-dije mientras acomodaba nuestros platos sucios en el fregadero y ayudaba a Ben a bajar de la silla. Él podía subir sin ningún problema, pero bajar le resultaba un poco complicado además de peligroso.

Una vez que estuvo de regreso en el piso, corrió hacia la sala

-¿Y podemos ir a verla?-preguntó Dany

-Ben y yo hemos ido a almorzar algunas veces, pero hoy están muy ocupados porque van familias enteras-expliqué-Después le avisamos y ella nos dirá-

-Bien… -Dany suspiró-¿Y en qué trabaja? ¿Es mesera?-negué

-Ella es la ayudanta principal del chef ejecutivo, pero como cocina muy bien, no dudo que en algún momento ella obtenga el puesto principal-estuve seguro de mis palabras

-¿Y James? ¿En qué área está?-mi atención fue hacia Sean. Él ya se encontraba lavando los trastes mientras que Dany y yo solamente estábamos en medio de la cocina

-Aun trabaja para Iván-de nuevo, no noté ninguna mueca en el rostro de Dany ni en el de Sean. Entonces, decidí aventurarme-¿Iván ya sabe que regresaron?-con esa pregunta, obtuve una mirada cómplice entre Sean y Dany

-No, aún no-Dany respondió-Pero después iremos a verlo-asintió varias veces y cuando nuestras miradas se encontraron, sonrió-¿Me acompañas a desempacar?-

-Claro, vamos-dije y ambos salimos de la cocina-¿Vienes con nosotros, Ben?-lo invité mientras pasábamos detrás de él y, sus ojos, que habían estado atentos a la televisión, se colocaron en mí, pero no dijo nada. Solo se levantó, tomó al Sr. conejo y corrió hacia mí para tomarme de la mano

-¿Y ese peluche?-Dany preguntó mientras los tres subíamos las escaleras al ritmo de Ben

-Es el Sr. conejo-respondí y Ben no tardó en presumirlo

-¿Te gustan los peluches?-preguntó Dany

-¿Qué si le gustan?-ironicé-Los adora-Dany sonrió

-Es mi mejor amigo-dijo Ben mientras agitaba al Sr. conejo

-Creí que yo era tu mejor amigo-me hice el indignado

-Sí, también-Ben respondió como si nada justo cuando llegábamos a la habitación de Sean.

Y entonces, pensé en algo que podría ser obvio

-¿Vas a seguir durmiendo en la habitación de Sean? Si quieres, puedo dormir en la sala para dejar tu habitación y…-

-No-Dany me interrumpió-No te preocupes-sonrió mientras ingresábamos a la habitación-Por ahora dormiré con Sean, pero después vamos a buscar otro lugar-

-¿Otro lugar?-cerré la puerta a mis espaldas

-Sí, no planeamos vivir aquí-Ben corrió hacia la cama que ya estaba arreglada y se aventó sobre ella

-¿Cómo?-no entendí a la primera

-Estas semanas vamos a buscar otro lugar en el que podamos vivir. Queremos un lugar más pequeño-Dany tomó asiento en el piso, a un lado de la cama y empezó a abrir el cierre de una maleta

-¿Pero por qué van a irse a otro lugar? Ésta es casa de Sean. Bueno, él la compró-eso era lo que yo tenía entendido

-Sí, pero…-Dany detuvo cada acción y volteó a verme-¿Qué sentido tiene regresar al mismo lugar?-

-No te entiendo-Dany suspiró mientras dejaba caer la maleta para terminar de abrirla y empezar a revisar su interior

-Solo… vamos a vivir en otro lugar porque no queremos vivir aquí-

-Pero aquí estamos nosotros ¿No quieres que volvamos a vivir juntos?-¿No quería que viviéramos juntos como lo hacíamos en la fábrica? Quise decir también eso, pero me detuve a tiempo

-Queremos un lugar más pequeño-repitió. Elevó sus hombros y, pese a que no terminé de comprender sus motivos, dejé el tema de lado.

No era como si planearan marcharse sin avisar, otra vez.

¿O sí?

Dany empezó a sacar algunas prendas de ropa y con un vistazo, me di cuenta de que la ropa no eran solo pijamas. Era ropa normal, casual. Ropa del día a día

-¿Ya no utilizas pijamas?-me acosté en la cama y le presté atención. Ben se me encimó al poco tiempo

-Solo para dormir-sonrió mientras lo veía sacar un par de pantalones de mezclilla-Pero ya me visto como un chico normal-volteó a verme y le sonreí-Solo tengo dos pijamas. La que estoy utilizando y otra que viene en no sé dónde-

-Aún tienes aquí los otros pijamas. No los hemos tirado ni nada-aseguré.

Dany solo asintió a ese dato

-Y… ¿Desde hace cuánto tiempo que te vistes “normal”?-pregunté después de unos segundos que estuvimos en silencio

-Creo que… ya van a ser dos años-respondió mientras sacaba otro par de pantalones que se veían aún más cómodos que los de mezclilla. Después empezó a sacar unas cuantas playeras y poco a poco acomodó sus prendas en un solo lado del clóset que había en la habitación.

De nuevo quise preguntar más cosas, pero preferí guardar silencio mientras veía a Dany desempacar y moverse de un lado a otro de la habitación para acomodar cada cosa. Ben se entretuvo encimándose sobre mí y hablándole al Sr. conejo como si estuviera loco

-Deberíamos poner un poco de música ¿No crees?-Dany propuso después de unos segundos en silencio total

-Voy por mi celular…-mi voz quedó en el olvido cuando vi que Dany sacaba un celular de la mochila negra que empezaba a revisar-¿Es el de Sean?-

-No, éste es mío. Sean me lo regaló en mi cumpleaños-

-¿Sean te regaló un celular en tu cumpleaños?-me levanté de la cama y me acerqué a él

-Sí. Fue en diciembre, hace un par de meses. No tiene mucho-¿diciembre?

Hice un poco de memoria y recordé que, de acuerdo al acta de nacimiento que Miriam nos había entregado, el cumpleaños de Dany era el 5 de diciembre. ¿Hace poco tiempo había cumplido los 23 años?

Tomé su celular entre mis manos y no soporté las ganas de empezar a revisarlo hasta que caí en cuenta de algo que, desde un principio, me pareció sorprendente

-Dany…-volteé a verlo-¡Tienes un celular!-celebré-Creí que nunca ibas a tener uno…-Dany se carcajeó

-Sí ¿verdad?-sonrió y ambos tomamos asiento en una esquina de la cama. No dejé de revisar su celular tanto físicamente como su contenido, pero para mi sorpresa, no encontré mucho sobre Dany en ese aparato inteligente

-No tienes muchas cosas…-

-Por ahora solo tengo música y unas cuantas fotos que tomé-se encargó de abrir su galería y me las mostró-Este es el parque que está frente al edificio-señaló una fotografía y, al verla, lo único que pude hacer fue empezar a reír.

Me reí con ganas. Muchas ganas

-¿Quién tomó esa foto?-continué riéndome

-Yo ¿Por qué?- preguntó con su rostro lleno de duda-¿Por qué te ríes?-su rostro cambió por una ligera sonrisa.

Me reí otro poco más hasta que me calmé

-Se ve borrosa ¿Te temblaba la mano?-Dany también se rió al percatarse de lo evidente que le decía

-Fue la primera foto que tomé. No sabía cómo sostener el teléfono-tomó su celular entre sus manos-Pero, mira-de nuevo me enseñó la pantalla-Éstas ya se ven mejor ¿no?-estuve de acuerdo.

Juntos empezamos a ver las escasas 15 fotografías que tenía. Me di cuenta de que en 6 de ellas Sean apareció, pero se le veía distraído; me dio la impresión de que habían sido hechas sin que se percatara del lente

-¿Cómo conseguiste éstas fotos de Sean? Siempre creí que él era de las personas a las que no le gustan las fotos-

-Y no le gustan-dijo-Se las tomé sin que se diera cuenta-la sonrisa que dio me pareció como la de un niño cuando hacía travesuras-Pero no le digas que tengo fotos de él-

-¿Por qué?-aunque le dijera a Sean el secreto de Dany, sabía que él jamás se molestaría con él

-Porque se las tomé sin permiso-obvió y sonreí

-¿Quieres que te enseñe un truco?-Dany me observó con duda, pero cuando le sonreí, él también sonrió

-A ver-accedió y de nuevo tomé su celular. Me encargué de poner la contraseña del wifi que teníamos en casa y descargué una aplicación de filtros-Manejas muy rápido el celular. Yo aún me tardo en encontrar la aplicación de Youtube en el menú-me reí y, después de que hice un par de cosas más ante la atenta mirada de Dany, hice el truco que quería enseñarle.

Le mostré la foto de Sean que edité y Dany empezó a reírse. Me uní a su risa

-Se ve gracioso-continuó riendo-¿Cómo le hiciste?-tomó su celular y revisó a detalle la foto

-Le apliqué un filtro que se llama “ojo de pescado”-expliqué y ambos continuamos riendo por la foto editada de Sean.

Si él llegaba a ver eso, seguramente iba a estrangularnos. A estrangularme, mejor dicho

-No tienes fotos tuyas-dije-Tomémonos una-ofrecí y solo atiné en pasarle un brazo sobre sus hombros y extendí mi mano para tomar una foto. Tomamos un par hasta que Ben se nos unió y empezamos a tomarle muchas a él.

Los tres nos reímos al revisar cada una de las fotografías y después reímos aún más cuando las editamos como la de Sean.

Los tres tuvimos que tranquilizar nuestra risa cuando la puerta de la habitación fue abierta

-¿Qué hacen?-Sean ingresó y cerró la puerta a sus espaldas

-Mira esto-Dany corrió hacia él y empezó a mostrarle nuestras fotos editadas. Me sorprendí cuando vi una sonrisa en el rostro de Sean.

Después de muchas otras risas, Dany y Sean volvieron a dedicarse en desempacar sus cosas. Dany se encargó de poner música y fue cuando conocí su gusto musical que iba desde el pop a algunas bandas de rock indie. Las bandas que resaltaron fueron las de Coldplay y The temper trap, porque de ambas tenía álbumes completos.

Y, mientras las canciones pasaban, vi a Dany moviendo su cabeza con ritmo y cantando en voz baja algunas partes. Fue extraño verlo de esa manera.

Me había acostumbrado tanto a verlo con la mirada perdida y hablando casi nada. También se me hacía extraño verlo moverse de un lado a otro porque su imagen de sentado en el sofá o acostado en su cama, estaban grabadas en mi mente. Pero no me estaba costando verlo de esa nueva manera.

Se veía como un chico de su edad. Por fin se veía sano y feliz.

Era una nueva y mejor versión de él. Al igual que Sean

-Mira Tom-le presté atención a Dany y lo vi sostener una bolsa de frituras entre sus manos-Son mis frituras favoritas. Pruébalas-por poco y no me daba cuenta del momento en que me aventó una bolsa de frituras.

Las atrapé en el aire y revisé la envoltura. Me encontré con un diseño verdoso junto a la imagen de una fritura y, al lado de esa fritura, estaba la imagen de lo que parecía ser era un aderezo

-Pruébalas-Dany insistió y por fin abrí la bolsa.

Comí una y, con el simple contacto que tuvo la fritura con mi lengua, me enamoré

-No puede ser…-mi boca salivó inmediatamente después de que tragué una. No esperé más tiempo en comer otra y luego otra y otra-No puede ser posible…-repetí mientras elevaba a lo alto la bosa-¿Qué clase de manjar es este?-exageré el tono de mi voz y agité un poco la bolsa

-Ricas ¿verdad?-asentí varias veces-¿Puedes creer que a Sean no le gustan? Dice que están muy saladas-dijo Dany con una mueca

-Y están muy saladas-dijo Sean mientras salía del baño después de haber dejado su toalla. Volteé a verlo con indignación

-¿Cómo te atreves?-fingí desagrado-Prueba Ben-le ofrecí y él no tardó en hacer una mueca

-Saben feo-ni siquiera se terminó de comer la fritura que tomó

-¿Qué? Pero si están deliciosas-no me resistí en comer otras hasta que, después de que comí 10 en un solo bocado, caí en cuenta de la sonrisa que Dany tenía

-Te dije que estaban ricas-sonrió con más ganas y yo también le sonreí

-Tenías razón-

_________________________________________________________________________ 

No podía enfocarme en ver la película que estaba pasando en la televisión por estar viendo, de reojo, a un Dany que sí parecía estar disfrutándola junto a Ben. Ambos comían palomitas del mismo paquete y reían casi al mismo tiempo.

Sean, por su parte, se encontraba bañándose.

Escuché una risa escandalosa de Ben y lo noté hablándole a Dany sobre una escena. Y Dany le respondió con una sonrisa que, otra vez, le llegó a los ojos.

Me convencí de que, en definitiva, Dany sí se veía más alegre.

Pero aún no podía creerlo.

Aún no caía en cuenta de ese gran cambio tan obvio que estaba justo frente a mis ojos.

Por más que pasé analizándolo al acomodar su equipaje, no creía que esa persona que estaba sentada a mi lado era Dany.

¡Pero sí era Dany!

Aunque no le encontrara explicación alguna, él era Dany

-Oye Dany…-llamé su atención y la obtuve después de que intercambió algunas palabras con Ben-¿Sigues en tratamiento?-me atreví a preguntar lo que tanto quería saber.

No lo había visto en casi 3 años, así que sabía nada sobre todo lo que vivió durante ese lapso de tiempo, pero lo que sí sabía es que Dany se marchó pese a que continuaba en tratamiento médico y en terapia.

¿Había dejado por completo la terapia?

¿Cómo se había convertido el antiguo Dany en éste nuevo Dany?

-Físicamente, ya me recuperé-respondió mientras desviaba su mirada. Noté cuando una de sus manos apretaba su muñeca izquierda-Y… sí. Aún continúo en terapia-relamió sus labios-Pero ya es solo una vez al mes-volteó a verme y sonrió sin mostrar los dientes-No te preocupes. Ya estoy más estable-asintió varias veces

-Bueno… para serte sincero, te ves muy bien. Se nota la mejoría-Dany sonrió otro poco más-Pareces otro Dany-

-Soy el mismo Daniel-elevó ambas cejas-Pero mejorado-ambos nos sonreímos

-Eres la versión dos de ti-

-Yo diría que soy la versión tres-por unos instantes puso los ojos en blanco

-Sean es la versión 100-dije para continuar con la broma y conseguí que Dany girara su cuerpo hacia mí con notable emoción

-¿Verdad que sí?-asentí-Él dice que no es la gran cosa, pero de hecho, hace ejercicio todos los días. Hace mucho más que yo-

-¿Tú haces ejercicio?-pregunté incrédulo

-Claro que sí-se jactó y elevó un poco su barbilla-Todas las mañanas salgo a trotar junto a Sean-

-Hoy no lo hicieron-aclaré

-Porque hoy nos dimos un descanso-me enseñó la lengua y tuve la impresión de que ese nuevo Dany me estaba agradando-Pero tal vez mañana salgamos ¿Quieres ir con nosotros?-me invitó y tuve que negarme de inmediato

-Yo me tomo muy en serio los descansos. Pero muy en serio-Dany se rió con ganas

-Se nota-ironizó

-¡Oye!-me hice el indignado colocando mis puños en mi cintura-Ben es mi entrenador personal, él me mantiene en forma. Intenta cansar a un niño de 5 años y ya veremos ¿Verdad Ben? ¿Verdad que siempre estamos corriendo por toda la casa?-lo busqué con la mirada y, cuando lo encontré, lo noté entretenido con la película-¿Ben?-lo llamé

-Te cansas muy rápido-respondió y elevó ambos hombros.

Lo único que conseguí fue la risa de Dany y me sentí solo un poco avergonzado.

Entonces, decidí admitirlo

-La verdad es que, cuando apenas corro 3 metros, empiezo a respirar como un señor obeso de 56 años-

-¿Estás seguro de que es solo la respiración?-Dany empezó a carcajearse y no me resistí en darle varios golpes con una almohada del sofá

-Nuevas noticias, Daniel-avisé mientras me encimaba en él para continuar golpeándolo con la almohada. Dany solo pudo reír y cubrirse de los golpes-Ahora que estás recuperado, me tomaré el derecho de golpearte cada que me den ganas hasta dejarte morado-y continué con los golpes hasta que le di unos cuantos remates y tuve que detenerme porque me cansé.

Cuando ambos volvimos a nuestras posiciones iniciales y con nuestras respiraciones agitadas, Dany volteó a verme

-¿Qué? ¿Eso fue todo?-elevó una ceja y, en un movimiento brusco, ambos nos levantamos del sofá al mismo tiempo.

Los dos empezamos a correr por la sala. Dany huyendo y yo persiguiéndolo.

Ben solo nos vio, con emoción, desde el sofá.

Perseguí a Daniel hasta que empezó a darme el típico dolor insoportable en el costado derecho y, cuando me detuve, vi que se encontraba escondido detrás de un Sean recién bañado que aún se encontraba secando su cabello con ayuda de una toalla.

En ese instante, me di cuenta de que no tenía ninguna oportunidad.

 

 

Notas finales:

Gracias por leer <3


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