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Amor Entre Los Pasillos (ShunXJune) por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del capitulo:

Mis terrones de azúcar, aquí al fin... Publicando el ultimo especial de este día.

Jajajajaj al fin, vamos estando en Mayo, ufffff... Neta que mas de dos meses de retraso llevo con los regalos, pero bueno... Ya pronto estaremos al corriente o no...

Jajjajajaja veré que tal nos va en los próximos días.

De una vez les digo que este es un regalo para un terrón de azúcar que cumplió años en Mayo y es para Sofia14Sandoval.

Espero que tuvieras un lindo cumpleaños, me estuve contactando con nuestra amiga, para felicitarte.

Sin mas disfrute tu regalo.

---Unos Días Después---

Una joven rubia, con el típico uniforme de enfermería, blanco y en perfecto estado, se encuentra con una cara larga, suspirando, mientras mira su reflejo en el carro rojo donde está contando los utensilios que están destinados para el área de hospital del tercer piso.

-Espero que no se note mucho- Murmura estas palabras en voz baja, mientras anota los resultados de cada material que cuenta y así realizar su reporte diario.

-June, sabes que no está permitido que los internos y quienes hagan su servicio social usen algún tipo de producto de maquillaje- La voz suave de aquel enfermo que se volvió su mentor para los primeros meses de su estadía en este hospital.

Concentrado mientras cuenta cuidadosamente los medicamentos de una gran vitrina que se mantienen siempre bajo llave, y solo muy pocos tienen acceso a estos.

Dando un salto en su lugar, estremeciéndose de pies a cabeza, bajando su mirada un poco avergonzada –Eh… No sé… De que está hablando…- Intenta mentir lo mejor posible aunque sabe que no le va a funcionar de nada.

Sin siquiera apartar su vista y manos de su labor, solo lanza una pequeña risita, muestra de que claramente se divierte con la joven –Oh, ¿Enserió?-

Derrotada, frunce su ceño, mientras cierra la parte superior del gabinete móvil de color rojo, con el resultado de que todo el material está en orden y la cantidad exacta contando lo que se utilizó y verificando que por ahora no se necesita rellenar.

-Solo es un poco… No quiero que el moretón se siga viendo- Deja el registro sobre el mueble de color carmín, para alzar sus manos al nivel de su pecho en forma de puño e inflar un poco las mejillas –Es que… Todos se han estado burlando de mí, por tener este golpe y que “Casualmente”- Alza sus dedos en el aire para hacer comillas –Shun, el nuevo interno para médico General-Pediátrico o lo que sea, también tenga el mismo- Para este punto se señala la frente, justamente en medio, donde ahora no se ve nada por la buen base que está usando.

Al parecer ese joven peliverde, de mirada adorable, soñadora y bastante dulce, se ganó algo el desprecio de la rubia futura enfermera.

Que a plena vista solo puede enfatizar los dos malos momentos que la hizo pasar, las vergüenzas y algunas burlas de cosas mal intencionadas, además de pésimas interpretaciones de la situación.

Pues… Los compañeros tanto de enfermería, como residentes, no dejan escapar la oportunidad de burlarse y hacer preguntas poco agradables.

“¿Qué estabas haciendo con el nuevo interno?”

“Je, je, je, ¿Quién diría que buscarías carne fresca, June?”

“Ha, ha, ha. Pero si June tiene también poco tiempo de haber ingresado a su servicio social. No la juzguen como una vieja. Ha, ha, ha”

Tantas tonterías le dijeron en los almuerzos posteriores al accidente, también en momentos en que se debían reunir por cualquier razón, o que coincidieran la mayoría de los internos en donde Shun se encontraba, no se ocultaban los comentarios mal intencionados por la bajo.

Y considerando que ella quería verse como una joven dedicada a su estudio, a su labor y hermosa vocación, que solo quería aprenderla lo mejor posible… No deseaba estar en boca de todos con ridiculeces que no tienen importancia alguna.

Por lo cual, su panquea imagen de joven dedicada y seria que se formó en el poco tiempo que tiene allí, se derrumbó rápidamente con algo tan simple como un golpe por una caída y un intento de ayuda.

Sus pasos los dirige pesadamente hacia el área de control donde Mu se encuentra, pasando las hojas de registros hacia la carpeta de bitácora diaria, sin mayores ánimos empieza escribiendo la fecha.

-Es que… ¿Por qué pasa esto?- Sigue con el tema, hablándolo en voz alta, aprovechando que para esta hora son los primeros en llegar –No deberían estar pensando cosas sucias las demás personas. Eso de que Shun y yo estamos en algo así es una tontería- Los comentarios y chismes de esta índole que a veces rodean al cuerpo médico, producto de un estereotipo muy arraigado…

Algunos son ciertos, otros solo son inventos para un mal prestigió, que llegan a causar muchos estragos, que a veces no solo se quedan en el trabajo.

Usualmente, el enfermero de cabellera lila que se encuentra atada en una coleta alta, le dedicaría algunas palabras de ánimo o concejos a su joven pupila, pero… Esta vez, se encuentra absorto en su labor, ya que no podía entender una cosa, o mejor dicho… Los números no coinciden.

-Qué extraño- Su tono se vuelve algo serio, mientras sus esmeraldas se fijan en los estantes superiores.

Al escuchar eso, la joven que se encuentra sentada llenando el registro diario, se gira para saber a qué se refiere el mayor, pues noto muy raro su manera de expresarse -¿Sucede algo malo?-

Frunce el ceño, negando con la cabeza y revisando de nuevo la hoja que le habían entregado del turno nocturno –Según el conteo de anoche… Y el registro de uso de medicamentos del área, no deberían faltar ningún controlado, pero…- Hace para un lado la tabla que lleva apoyada en su brazo izquierdo –Faltan dos Alprazolam, tres Clonazepam en gotas y diez Sertralina-

Técnicamente, no era la primera vez que se ve esto en lo que fármacos controlados se refiere… A veces llegaban a faltar, y claramente esto se vuelve un problema enorme al momento de investigar a donde fueron destinados.

Aunque, poco tiempo después de eso, siempre aparecían los registros que “Casualmente” se habían traspapelado, y llegaban de nuevo a los documentos de registro.

Todo muy extraño y había estado pasando algunos meses atrás, pero no habían sido tantos de repente, y eso si solo se refiere a esta ahora, pues puede que otras tengan el mismo problema.

Sin pensarlo dos veces se levanta de golpe de aquella silla algo acolchonado, para dirigirse hacia donde su mentor, y ver con sus propios ojos lo que ha dicho –Pero… ¿No podría ser simplemente un error?- Se cuestiona de inmediato, con una cierta preocupación por la situación y el semblante del pelilila

-Un error seria que un medicamente no se registrara, pero… Están todos los que si se usaron de manera normal- Toma de nuevo los registros firmemente en su antebrazo, para señalarlos con su mano derecha -Pero estos ni siguieran tienen una prescripción de algún médico- Claro que le preocupado esto, y más porque es demasiado obvio lo que esta pasado aquí.

-¿Tal vez el área de urgencias necesitaron algún fármaco controlado?- Intenta darle alguna solución al enfermero, que sin duda no se nota tranquilo ante esto –Como la farmacia se debe cerrar de noche, y si llegaron pacientes con problemas psiquiátricos o descontrolados- Es la única posibilidad que encuentra.

Aunque la joven piensa exactamente igual como el hombre a su lado.

Había escuchado algunos rumores, sobre que esto ya tenía algún tiempo pasando, y no se encontraba una solución en sí, o mejor dicho a culpables…

Ya que siempre aparecían las hojas faltantes, pero justificar los controlados que no estaban… Esto ya era un completo descaro… Y todo el personal del hospital así lo pensaba.

Además de que los internos y pasantes siempre han sido los primeros en ser tachados de estos actos…

No es que este bajo el foco acusador, de hecho quienes lo podrá estar, serian quienes laboraron en el horario nocturno, pero tampoco le parece justo que acusen a personas inocentes, su nivel de justicia es alto sin duda, al igual que buscar soluciones.

-Podría ser…- Murmura el enfermero –Pero… Necesitamos ver las hoja de registró de ellos y compararlas con las de hospital-

-Yo puedo ir- De inmediato la rubia se ofrece para ir a verificar aquello, ya que igual sabe que esto se volverá un problema, aunque ya se tenga tiempo con este inconveniente.

-¿Estas segura?- Cuestiona, girándose a ver a la menor, aun con una expresión de molestia en sus orbes verdes.

Asiente entusiasmada, bastante decidida, para esta pequeña misión; la cual le serviría para despejarse de la molestia tan grande que le causa el hecho de pensar en cierto joven interno que solo la hace rabiar por los problemas en que la ha metido de manera accidental –Claro, solo iré a verificar los registros como ha dicho, y si están los faltantes se lo informaré de inmediato, así puede ir a verlos usted mismo- Da la opción de antemano, pues sabe que no puede mover documentos importantes fuera del área al menos que sea una emergencia.

-Muy bien, entonces ve y yo iré en un momento- Vuelve su vista hacia la vitrina, para revisar de nueva cuenta los registros nocturnos. Por si por mera casualidad se le pego algún papel que no vio –Debo estar seguro de que no cometí algún error al contar…-

No es que dude de su capacidad, pero sería mil veces mejor que fuera así, un error al leer o al contar, que el saber que esto sigue ocurriendo.

-Entendido- Asiente con determinación, mientras sin pensarlo más da media vuelta y se dirige hacia la salida del área de hospital, con un simple trote, ya que tampoco tienen permitido correr, solo si es una situación de vida o muerte, y esto claramente no califica como tal.

Mientras tanto, Mu se ha quedado sumergido entre los papeles de registro nocturno que se la han entregado, notando que no coinciden esos medicamentos controlados  en lo absoluto.

Cosa que sin duda debería ir a reclamar a los que terminaron el turno, pero… Eso significaría miles de horas en reuniones en donde se expondrá el tema de desaparición de medicamentos controlados.

Y que de repente los registros serán de nuevo encontrados, y nada se podrá hacer por que estará todo en un “Orden” aparente.

Este joven enfermero es alguien que solo quiere que los pacientes tengan las mejores atenciones, aquellas que merecen, ayudarlos a que sus enfermedades o conflictos físico que los aquejen sean aliviados.

Y si durante el proceso él puede ayudarlos a que tomen sus medicamentos a tiempo, y sean atentados de la mejor manera.

Ese siempre ha sido su gran sueño y vocación desde siempre, que todos los pacientes puedan recibir los cuidados que requieran, se supone que este hospital ofrece lo mejor de lo mejor, pero… Al parecer existen quienes no lo creen así.

Solo ven dinero y ganancia en artículos y suministro que se deberían destinar a los pacientes.

También que en sí en algún momento, el mismo personal lo requiera por alguna enfermedad de ellos o de sus familias, podrían ser utilizados, pero todo de forma trasparente y legal, que eso es lo principal y bueno…

No a escondidas.

Un suspiro escapa de sus labios –De nuevo este problema...- Niega con su cabeza, dejando a un lado la tabla con broche para sujetar papeles, mientras cierra la vitrina con llave, recargando su frente en esta, mientras sus manos sujetan el candado -¿Qué ganan al robar lo medicamentos?- Lanza una pregunta que nadie responderá, pero si es evidente la respuesta –Existen pacientes que los necesitan más que ellos…- Su ligero suspiró, mientras cierra sus ojos, intentando comprender la corrupción que está a plenas narices de todos, pero que nadie es capaz de hablar en voz alta –Se tiene que ser demasiado ruin para hacer algo si…-

-¿Qué cosa ha pasado, Mu?- Un tono grave, imponente y serio, pero con una cierta curiosidad que alarmaría a cualquiera que esté desprevenido.

Provoca que salga de sus pensamientos  de forma repentina el pobre pelilila, girándose hacia quien le ha hablado, estremeciéndose un poco de los hombros, para encontrarse con unos orbes de color Viridian, que lo parecieran inspeccionar perfectamente de pies a cabeza, con un coqueteo evidente -¿Eh? ¿Director Saga? ¿Qué hace aquí?-

Una singular sonrisa se dibuja en aquel rostro de ese peli azul, acercándose un poco hacia el pelilila que se nota bastante incómodo por la cercanía del contrario, pero disfruta bastante este comportamiento tímido e inocente del otro -¿Tengo que tener alguna razón en especificó para verificar que el hospital del que estoy a cargo se mantenga en las mejores condiciones?- Un pregunta que deja ver una ligera burla, aunque su acercamiento sigue siendo invasivo, pero discreto.

Las esmeraldas se fijan en el peli azul, no será irrespetuoso con quien dirige este hospital, pero si antepone sus límites como siempre lo ha hecho, dando unos pasos hacia atrás, con una sonrisa nerviosa, para de inmediato tomar los papeles en donde existen las incongruencias –No, no… De verdad no existe nada de malo en eso- Traga saliva, para dar algunos pasos hacia el escritorio más cercano y empezar a escribir el reporte de faltantes, estando el enfermero de pie.

Saga se ha encargado de conocer muy bien a ese enfermero de preciosa cabellera pelilila, que desde la primera vez que lo conoció, cuando ingreso en esta institución a trabajar, siempre le ha llamado demasiado la atención, al grado que solo quisiera tenerlo a su lado, aunque este hermoso hombre siempre le deja muy en claro que no está interesado con sus acciones, pero no se dará por vencido.

Teniéndolo de espaldas, notando que intenta concentrarse en los papeles que tiene enfrente y al estar a solas, sabe que puede acercarse un poco más… Aunque si estuvieran más personas presentes no le molestaría que se comenzara algún rumor que los relacionen a ambos, como una pareja o amantes, pues en efecto eso y más quisiera que se hiciera realidad.

-¿Tienes algún problema?- Se acerca al de piel nívea, casi rosando su hombro, pues el peli azul doctor es un tanto más alto que Mu.

Sentirlo invadir su espacio personal, lo hace moverse a cómo puede hacia otro punto del escritorio, para quedar de frente a él, mostrándole de nuevo una sonrisa de incomodidad, pero tratando de ser lo más cortes posible.

Sabe muy bien las intenciones de este hombre, pero fuera de estos acercamientos, y ciertas invitaciones que ha rechazado con anterioridad, no lo había molestado de otra forma, ni atrevimientos de otra índole, sin embargo eso no quita que es incómodo y bastante acosador.

Pero Mu creer poder manejarlo.

Asiente, mientras toma de nuevo los registros y los empieza a hojear delante del peli azul, o más bien de frente a él manteniendo su distancia y postura, pues es algo muy importante del trabajo.

-De hecho, si… Existe un grave problema aquí- Serio, muestra sus notas y las nocturnas –Si se fija en estos números, y lo que se utilizó de medicamentos controlados, hace falta varios que no se usaron o registraron- Explica de nuevo la situación que se ha estado viviendo desde hace algunos meses atrás.

Alza una ceja, y con un semblante bastante serio toma con cuidado los papeles, rozando las delicadas manos del Doncel, para ver aquellos registros con mayor detenimiento.

-¿Estás seguro que urgencias no utilizo algunos?- La pregunta que siempre es la primera opción en el área de hospital de cualquier piso.

-June fue a verificar eso- Informa el paradero de la joven interna que tiene bajo su cuidado –Pero aun así- Sin pensarlo se acerca al peli azul, con una clara molestia en su rostro –Tantos medicamentos sacados, sin ninguna justificación…- Su mirada es de completo desconcierto –La única explicación es que llegaran varias persona que sufrieran algún colapso o que no hubieran tomado su medicación o estuvieran haciendo destrozos, pero…- Su explicación obviamente suena de lo más absurdo del mundo.

Ni siquiera el mismo pelilila lo puede creer, solo son suposiciones de que algo así llagara pasar para justificar este desfalco de medicamentos, pero eso ni siquiera llegaría a ser respaldo de este acto.

Desde un inicio, Saga se interesó por este enfermero, no solo por su preciosa apariencia, sino por ese noble corazón que posee, uno que desearía hacer suyo por las buenas, causándole bastante gracia que actúe de esa manera por una situación de esta índole, aunque igual es algo que debe tener en cuenta.

-No es suficiente para que se cometan esos errores- Comienza el otro, mientras sigue hojeando los papeles y admirando de forma discreta al pelilila -¿Quienes estuvieron anoche de guardia?-

-Tengo entendido que Marin, junto a los internos de enfermería y médicos que ya están en sus últimos dos meses aquí- Habla bastante intranquilo, pues aunque esto es algo a lo que le gustaría tener respuesta, no cree capaz a nadie de los que ha mencionado.

Baja los registros, para acercarse hacia la vitrina y notar que en efecto los faltantes se pueden apreciar aun estando cerrada –Tendremos que citar a una reunión a todo el personal de base y notificar esta situación- Es lo único que logra pensar como opción, pues igual… Es la opción más factible y políticamente correcta.

-Pero siempre se hace eso, y al final los faltantes se encuentran en documentos que casualmente estaban tirados o en otros lugares, y nadie se hace responsable de ese descuido- El tono de inconformidad y enfado se nota en el joven enfermero –No es justos Director, si existe alguien del personal que está haciendo esta clase de cosas, merece ser encontrado, y que page por todo lo que ha estado haciendo; Ya que afecta a los pacientes que a nadie más y…- No tiene oportunidad de continuar, pues alguien se lo impide de una manera que no se esperaba Mu.

Siempre le ha pareció demasiado adorable cuando se ponía hablar sobre justicia, y su preocupación por los pacientes, lo considera como un noble gesto y demasiado irresistible, por ende no se cree capaz de evitar tomar ese delgado mentón, para hacer que sus miradas choquen, y notar aún más ese adorable nerviosísimos que caracteriza al pelilila.

-Entiendo cómo te sientes- Habla con un tono bastante seductor, aunque elegante, no caerá en lo vulgar ante el hermoso Doncel de sus sueños –Pienso lo mismo que tú, debe pagar cualquier persona que esté haciendo algo tan atroz- Claro que quisiera robarle un beso, le gustaría hacerlo, pero…

Si lo llegar hacer solo provocaría que el enfermero más codiciado de este hospital se asuste y trate de alejarse más de él.

De por sí ya es un completo atrevimiento lo que está haciendo, pero por ver como esas mejillas se tiñen de un ligero sonrojo, y las esmeraldas se abren de par en par.

Aunque poco le dura el espectáculo…

Cuando bruscamente el pelilila se aparta, mostrándose algo asustado ante este gesto y a la vez aun algo incrédulo.

Lamentablemente no fue lo suficientemente rápido para evitar que unos ojos azules brillantes, que demuestran una enorme sorpresa, ya que jamás se hubiera esperado apreciar este tipo de escenario protagonizado por estas dos personas.

Notas finales:

Buenos días, tares, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Yo me encuentro super bien.

Aquí publicando un regalo para nuestro terrón de azúcar Sofia14Sandoval

Espero que te guste y lo siento si voy super rápido, pero ya debo irme en cuestión de minutos, así que estoy casi contra reloj.

Pero claro que te vamos a cantar la canción oficial de la familia terrón de azúcar.

Y uno, y dos, y tres...

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Sofia14Sandoval, tu cumpleaños si que si.

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Sofia14Sandoval, tu cumpleaños si que si.

Espero que te la pasaras bien y comieras mucho pastel.

Les agradezco de todo corazón el estar apoyándome, leyendo, contaminándome y votando.

Son los mejores del mundo y los mega quiero a todos.

Por favor manténganse a salvo.

Ammu se va.


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