Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sunflower por rkivexxxv

[Reviews - 32]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Reconocimiento

Los invitados empezaban a llegar uno por uno, y si Naruto pensaba que las vestimentas de la noche anterior ya eran caras, ahora sí que estaba seguro de que ni siquiera renaciendo mil veces podría usar algo como eso. Alguna que otra mirada se posaba en ellos, para luego susurrar entre sonrisas burlescas y fingir como si nada estuviera pasando. De no ser por Sasuke, Naruto ya se habría lanzado hacia a esas personas para preguntarles cuál era su maldito problema.

Pero cada vez que estaba a punto de dar un paso, Sasuke sostenía su mano con firmeza mientras le miraba con esa típica reserva y advertencia en sus ojos. Eso le hacía abultar los labios con impaciencia.

—Míralo de esta forma—intentó de nuevo persuadirlo, queriendo ir a patear algunos traseros Uchiha—. Es como en la escuela, yo haré que los matones dejen de meterse contigo.

Naruto le sonrió, pestañeó y le suplicó.

Y aunque estaban a la vista de todos, a Sasuke no le importó devolverle una sonrisa que parecía estar burlándose de él, pero era todo lo contrario; estaba fascinado con la idea de Naruto defendiéndolo tan ferozmente.

—Eres adorable—susurró, acercándose un poco a su rostro—. ¿Puedo besarte?

—¡Sasuke!—exclamó—. Estoy hablando en serio—formó otro puchero.

—No fui acosado en la escuela, Naruto—explicó, tratando de hacerle entender—. A menos de que se metan contigo, no haré nada al respecto.

Y con el rostro rojo por la timidez, Naruto suspiró rendido, al menos por ahora iba a intentar ignorarlo. Observó el panorama con atención, estaban alejados del tumulto de personas, involucrándose lo menos posible con los invitados. Cerca de la mesa donde se encontraba el pastel de bodas, algunas copas de champagne, caviar y más delicias en tamaño miniatura. Un banquete entero para la humilde ceremonia que se estaba celebrando con tanta alegría.

Era ridículo.

Eso era lo que aquella vocecita en su cabeza le decía, Sasuke viró los ojos en signo de agobio al divisar a un par de molestias acercarse a ellos, las sonrisillas maliciosas se hicieron presentes de inmediato. No sabía qué resultado esperar, en el pasado nunca quiso defenderse de aquellas palabras, porque en un momento dejó de importarle lo que su círculo familiar pensara de él; pero Naruto no era así, nunca pretendería hacer caso omiso e ignorar el problema.

—Tú debes ser Naruto.

El instinto de Sasuke le ordenó interponerse entre ellos y protegerlo, pero el rubio asintió mientras optaba una postura de alerta. Quizás en el fondo había decidido dejarse llevar por la impresión que tuvo de Fugaku y todas esas miradas que los juzgaban adonde sea que fueran, aunque lo sentía injusto, porque Itachi y Mikoto nunca fueron malintencionados con él en ningún momento.

—Soy Uchiha Shisui—se presentó—. Al tonto que ves aquí es Obito—recibió una mirada de enfado y un codazo por parte del mencionado.

Pero esta vez fue Obito quien habló—. Somos algo así como primos de Sasuke.

—¿Primos hermanos?—Shisui lo dijo con duda—. ¿Lejanos?

—Primos hermanos lejanos—Obito chasqueó los dedos, como si hubiera encontrado la respuesta correcta.

—¿Qué es lo que quieren?—Sasuke interrumpió tanta palabrería tonta.

Ambos se vieron con una sonrisa, se encogieron de hombros y miraron a la pareja con curiosidad—. Sólo queríamos confirmar lo que dicen todos.

Sasuke alzó una ceja, no sabía qué esperar. Era cierto que todos ahí parecían ponerles más atención de la debida, como si Itachi y Deidara pasaran a segundo plano; porque en el momento en que pisaron el jardín de aquella casa, él y Naruto se convirtieron en la atracción principal del evento.

—Entonces, es cierto que ustedes dos están saliendo—más que pregunta, Shisui lo afirmó.

—¿Tienes algún problema con eso?—Naruto habló por primera vez desde que se aparecieron frente a ellos.

—¡Por dios, claro que no!—exclamó nervioso—. Sólo es un poco...

—¿Un poco qué?—el rubio se paró recto, con los ojos entrecerrados y fijos en él—. ¿Raro? ¿Eso es lo que quieres decir?

Sasuke se sorprendió nuevamente al escucharlo hablar con un tono a la defensiva. Esa era una nueva faceta que salía a relucir en él.

—¡No! No lo malinterpretes—Obito interfirió con una sonrisa incómoda—. Él sólo trata de decir que está preocupado.

—¿Preocupado de qué?—Naruto podía imaginarse a qué se debía tanta molestia—. ¿De que quiera quitarle el dinero a tu familia?

Shisui tragó en seco, viéndose atrapado por el feroz azul de aquellos ojos desafiantes. Incluso Sasuke, quien seguía maravillado con la actitud de Naruto, no pudo evitar mirarlo con la estupefacción pintándose en su rostro.

—Es lo que dicen todos aquí—Shisui borró la sonrisa de sus labios, mostrándose real a sus intenciones—. Un chico cualquiera apareciéndose de la mano con el fracaso de la familia, ¿acaso no sospecharías de algo como eso?

Su tono era claramente despreciable cuando hablaba de Sasuke. 

—Oye, ya detente—aunque Obito parecía arrepentido de todo eso.

—Que Sasuke no quiera ser parte de este circo al que llamas familia, no lo hace menos que tú.

Shisui y Naruto se vieron como si estuvieran en un duelo de miradas.

El rubio tomó fuertemente la mano de Sasuke y lo llevó a arrastras por todo el jardín, buscando los lugares que Mikoto apartó para ellos en primera fila. Se sentaron sin decir palabra alguna, uno al lado del otro, como si nada hubiera pasado. Y esa sensación llegó rápidamente para aturdirlo, sintiéndose avergonzado por lo que había hecho y por cómo se había comportado.

—Lo siento—dijo después de un largo suspiró—, eso estuvo mal.

Sasuke apretó los labios en medio de una sonrisa, tratando de ocultarla—. ¿Qué parte estuvo mal exactamente?—murmuró sin quitar sus ojos de él—. ¿Cuando intercediste por mí, o cuando dijiste que mi familia era un circo?

Naruto se descompuso en una mueca apenada y cubriendo su rostro con ambas manos, esperó que con ese pequeño gesto se volviera invisible ante su novio. 

—No debí decir eso, perdón—su voz apenas salía a causa del bochorno.

—En realidad... estuviste increíble ahí.

Él bajó sus manos y lo miró con los ojos llenos de curiosidad.

—Hiciste lo que debí hacer hace tiempo—Sasuke observó a todos caminar a sus mesas, la ceremonia estaba por comenzar—. Bueno, no es así como la hubiera hecho, pero...

—En serio, en serio lo siento.

—Yo soy el que lo siente, aún si te dije lo que pasaría... no mereces esto.

—No tienes por qué decirlo otra vez—soltó en un tono preocupado—, ya te dije que todo está bien.

—Y lo voy a sostener hasta el final.

Naruto no pudo decir nada más al respecto porque un largo y profundo silencio se instaló en el lugar. Mikoto y Fugaku aparecieron para sentarse en la mesa donde estaban, el conjunto de instrumentos empezó la conocida marcha nupcial y los susurros de los invitados empezaron a disminuir detrás de la melodía. Itachi y Deidara caminaban juntos hacia el altar, sus brazos se entrelazaban y sus sonrisas sólo eran la prueba de la felicidad que los envolvía en ese momento.

Sasuke tragó duro cuando llegaron frente al juez, se sentía igual de nervioso que su hermano, porque a lo lejos podía notar cómo sus manos temblaban ligeramente desde la distancia. El canoso ajustó sus gafas mirando a la joven pareja, y con una sonrisa empezó a exclamar esas palabras que seguramente ya se sabía de memoria. Estaba genuinamente feliz por su hermano.

Aquel juramento que sólo en las películas había escuchado se proclamó fuerte y claro. De repente, el hermoso altar lleno de tulipanes rosas no importaba, Sasuke clavó su mirada en Naruto con un extraño sentimiento de anhelo.

En la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad... hasta que la muerte nos separe. 

Esas palabras que venían de manual eran pronunciadas con dulzura y felicidad. Qué decepcionado y sorprendido se habría sentido el antiguo Sasuke, y con qué rotundidad habría dicho que no consideraría tener una relación formal. Y ahora ahí estaba, pensando tan rápido como una máquina y suspirando como un completo idiota enamorado, todo eso a causa de la persona que estaba sentada a su lado, sosteniendo su mano por debajo de la mesa.

Antes eran sólo fragmentos que su imaginación enviaba a su cerebro tratando de convencerlo, y en este momento, podía ver un futuro en el que se encontraba en el mismo lugar donde su hermano mayor ahora estaba.

El rubio soltó su mano y una ronda de aplausos se oyó en el jardín en cuanto la palabra acepto se pronunció. Sasuke regresó al mundo real y pestañeó un par de veces sólo para darse cuenta de que el protocolo de la ceremonia había acabado, Naruto le miraba sonriente mientras aplaudía y los esposos eran felicitados por los invitados que se acercaban a ellos.

[...]

—Espero que no llegues borracho a la luna de miel—Sasuke se acercó a Itachi con un tono burlesco—, y espero que Dei no se haya dado cuenta de que tomaste antes de la ceremonia. 

Itachi disfrutaba de una copa de algún vino ostentoso mientras disfrutaba la vista desde una esquinita, observaba pacientemente a que su esposo terminara de ser saludado y felicitado por su familia. Había pasado al menos treinta minutos desde que comenzaron su vida de casados, todos parecían contentos de embriagarse y comer aperitivos diminutos, lo que hacía más que obvio que el principal platillo del evento era el alcohol, y uno muy caro.   

—No te preocupes, hermano—sonrió apacible—. Está tan feliz que no se ha dado cuenta, aún. 

Sasuke se acercó dudoso, sus manos escondidas entre los bolsillos de su pantalón de tela le daban un aire de niño regañado; algo que el mayor no había visto desde hace mucho tiempo. Aquello le hizo fruncir el ceño, dejó de lado el sabor agrio y dulce del vino para tomarse en serio su papel de hermano. 

—¿Qué tienes?—preguntó sin siquiera vacilar. 

Él suspiró—. Tenías razón, con lo de la insólita forma que tiene nuestro padre de preocuparse.

Itachi asintió, comprendiendo rápidamente lo que le preocupaba a su hermano menor. 

—Aunque lo único que le alarma realmente es el dinero de la familia, Itachi—dijo en un tono apagado.

—Pero tú ya has renunciado a eso, ¿no es así?

Afirmó con la cabeza en un estado pensativo—. Él piensa que Naruto no es lo suficiente bueno para mí, y que está conmigo por interés—se detuvo al lado de Itachi, dejando caer sus hombros con agobio. 

—¿Y qué piensa Naruto sobre eso?—el mayor entrecerró los ojos, algo a lo lejos llamó su atención.

—Dijo que todo está bien, me pide que no me preocupe—rascó su cabeza con frustración—, pero estoy preocupado. 

—Yo pienso que debes hacerle caso. 

—¿Qué?

—Creo que Naruto es más fuerte de lo que imaginamos—señaló hacia algún punto con su copa a medio terminar—. Mira hacia adelante. 

Y justo ahí estaba, en la mesa de aperitivos y con una mirada determinante dirigida a su padre, quien tampoco apartaba los ojos del rubio. Podía ver los labios de Naruto moverse de forma elocuente, pero no entendía lo que este le trataba de decir al adulto. 

La mandíbula de Fugaku se tensó a causa de las palabras de Naruto, pero no parecía molesto por lo que había escuchado, bajó la mirada sin regresar más palabras a su novio, el cual se inclinó levemente como señal de respeto. No importaba cuántas veces lo aceptara, Naruto seguía siendo todo un misterio para él, y lo supo inmediatamente desde que lo conoció, ese aura que había visto tan distinta a su persona. 

Era sorprendente, y el rubio no paraba de demostrárselo en cada oportunidad que tenía, especialmente ese fin de semana. 

Necesitaba beber y saber lo que había pasado. La mirada arrepentida de Fugaku Uchiha era algo que nunca se imaginó llegar a ver. 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).