Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Inevitable Destino (Resubido) por Menma_Lightwood

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Resubiendo!!

 
Las alturas por lo general tienen la virtud de aclarar las ideas con más velocidad que en otras circunstancias. Deidara podía comprobarlo ya que muchas de sus buenas ideas se le ocurrieron volando. Claro que el querer pelear con Sasuke Uchiha también se le ocurrió en pleno vuelo y todos sabían que esa no había sido precisamente una buena idea. No obstante, no dejaba de tenerle fe al método.

Justo ahora estaba pensando con tranquilidad en lo que había hecho y...

Y...

¡Ah, al carajo! No tenía ni puta idea de que pensar.

Es decir, si. Pain se había convertido en su primera opción por muchas razones, entre que tenía la facilidad para hacerle sentir cómodo y que tenía la disponibilidad de volverlo más fuerte, juntandole esa increíble maña suya ponerlo a temblar como flan a medio enfriar con un solo beso... Aparte tenía mucha información sobre Akatsuki que le podía ser útil para escapar, es decir, no por algo era el líder. Puede que las figuras le vayan a hacer el camino libre, pero ser precavido sobre sus planes le podía dar la posibilidad de mantenerse aún más seguro.

Ahora, con Sasori...

El...

Bueno, lo anterior se había sentido bien, el problema era ahora, se veía la ropa que tenía puesta y no podía creer lo que estuvo a punto de hacer. Estaba confundido porque pensaba que una vez que decidiera hacerlo se sentiría en paz, pero era todo lo contrario, no se creía capaz de hacerlo. Si tuviera la oportunidad de volver estaba seguro de que más bien haría lo contrario. Tenía unas fuertes ganas de meter la cabeza en la tierra ¿Se estaba arrepintiendo acaso? "¡Vamos, ahora no!" Se dió un golpe seco en la cabeza, ¿Porque le daba por dudar ahora? Todo había sido bueno, nadie le había intimidado... ¿Porque no sentía la ilusión de volver a verlo para terminar lo que habían empezado? Quería ver a Sasori después de esto, claro que sí. Pero... ¿Hacer eso de nuevo? ¿Podía? O mejor, ¿Quería? ¿Lo quería? ¿Con Sasori?

- ¡Agh! - Se estrelló la frente contra el ave de arcilla - ¡No entiendo nada!

Tuvo que poner su drama mental en segundo plano, sin embargo. La segunda aldea estaba muy cerca y necesitaba con urgencia despejarse en poco si no quería llegar sufriendo por sus sentimientos y hacer una escena. Estaba a punto de decidir bajarse para terminar el tramo faltante caminando cuando su ave se sacudió de forma extraña.

"¿Que...?"

- ¡Pequeño rubio imbécil! - Gritó con furia su creación, volteando la cabeza para mirarlo como hacen los muñecos en las películas de terror.

Un par de enormes ojos marrones le miraron con ira y él pego un grito tremendo.

La impresión fue tanta que terminó resbalando del ave y cayendo de espalda desde una altitud considerable. Su cabeza hubiera ido a parar al suelo de no ser porque estaba entrenado. Si se cayó con algo de dureza por el factor sorpresa, pero lo hizo sobre sus dos pies y con el cráneo intacto, eso era más de lo que podía pedir en estas condiciones.

Su ave aterrizó un segundo después y le chilló con rabia.

- ¡Eres un malagradecido!

Deidara saco cuentas lo más rápido que pudo. El apodo de "rubio", los ojos marrones con pinta de desequilibrados y la vocecita conspiradora...

"Ah, jodeer..." ¿Porque su suerte era tan jodida? "La figura número tres"

El ave le puso los ojos en blanco, como si pudiera leer su mente.

- Felicidades, eres psíquico. Ojalá y tuvieras la misma capacidad mental para elegir amantes. Eres un total malagradecido.

- ¿Malagradecido porque? - Alucinó totalmente el rubio - ¡Tú y tus hermanas o lo que sean ustedes me pusieron aquí! Estoy siguiendo las reglas y acepte su estúpida apuesta, ¿Que más quieres de mí?

- ¡Que escojas bien, rubio escandaloso! ¿Sasori? ¿Enserio? - El tono despectivo en su voz era evidente.

- ¡Es mi asunto! Además, creí que yo tenía que decidir.

- De que tienes, tienes - Se echó en el suelo con pesadez y meneó la cabeza - Pero estás escogiendo mal, ¿Tienes idea de la cantidad de ninjas que tuve hipnotizar para que atacarán la base?

¿Whaaaat?

- ¿¡Que hiciste que!?

- ¡Fue necesario! - Se excusó la figura ave - ¡Estabas a punto de cometer el peor de tu vida!

- ¡Sacrificaste la vida de más de doscientas personas para evitar que me acostara con Sasori! - La sangre se le subió a la cabeza, dió un paso lleno de ira - ¿¡Te fumaste la droga vencida o que!?

La figura tres echo la cabeza atrás con un parpadeo.

- Uy, discúlpame señor Yo-nunca-he-matado-a-nadie. Ah, que no, si has matado gente - Puso mala cara - No seas dramático.

- Mejor ser dramático que un demente, ni siquiera yo hubiese echo esa locura. El que quieras ganar la apuesta no significa que debas sacrificar vidas humanas. Juega sucio si te da la gana, pero no metas a más personas en esto, porque si obtener una vida libre depende de que cientos de personas pierdan la vida, entonces no acepto. Prefiero irme al infierno.

- Oh, por el amor de Dios - Suspiró, entendiendo que Deidara jamás confiaría en el si seguía con sus instintos homicidas latentes - ¿Sabes que? ¡Bien! los revivire y les daré una mejor vida si con eso puedes dormir tranquilo.

Deidara le miró con escepticismo.

El ave echo los ojos a un lado y se las arregló para chasquear los dedos... O las plumas.

- Listo, están vivos de nuevo.

- ¿Y pretendes que te crea y ya?

- ¿Quieres que también te mandé sus estados de Instagram o que? Si te digo que todos están vivos es porque lo están, puedes preguntarle a cualquiera de las otras dos para confirmarlo.

Bueno, teniendo en cuenta de que más que hermanos esas tres parecían ser más como vecinas que se odian a muerte, si la número tres ofrecía que las otras dos le certifiquen, supuso que sería verdad. Porque no se imaginaba a ninguna solapando a la otra, sobretodo teniendo en cuenta lo mucho que les gustaba delatarse.

- De acuerdo, te creo.

- Perfecto - Dejo su cara de angelito inocente para volver a poner su cara de malas pulgas - Ahora si ya terminaste de reclamarme ¿Podrías decirme qué estupidez estuviste a punto de hacer allá?

Deidara tomó asiento en el suelo y se recostó contra un árbol. De haber sabido que todo esto sería tan difícil hubiera escogido el infierno.

- ¿Que quieres que te diga?

- ¿Porque Sasori?

- Estoy bastante seguro de que tú y las otras chismosas ya le echaron un ojo a esa escena - No es que estuviera muy cómodo con la idea, por supuesto - Así que me figuro que también oíste todo lo que dije, eso te debe dar buena una pista.

- Algo así.

- Pues entonces pregúntame mejor algo que no sepas.

- Bien - Aceptó. Un segundo después pego un brinco, sacando la única duda que le interesaba - En ese caso ¿Que pasó con Pain?

- ¿Que pasó con él?

La tremenda vena que le salió a la figura en forma de pájaro era imposible que fuera más grande.

- ¡La última vez estuviste a punto de entregarte a ese pedazo de hombre y ahora te andas restregando al titiritero de segunda!

El blondo se obligó a armarse de paciencia, nunca era fácil dialogar con una figura y mucho menos cuando parecía que andaba en sus días del mes.

- Con Pain tenía algo - Terminó por decir, intentando rememorar todo lo que tenía con ese hombre tan temperamental - Pero hubiera sido muy difícil.

- A ver, ¿Porque?

- Con el comencé bien, pero tuvimos demasiados problemas y tu lo sabes. Puede que se haya redimido últimamente, pero tiene demasiado carácter. Apenas puedo lidiar conmigo mismo a veces, no se como haría con estando con él. Además, imagínate que lo hubiese hecho, imagínate que de verdad me hubiera acostado con Pain. Lo más probable es que se terminara encaprichando demasiado conmigo y no me diera espacio para escaparme despues.

- Eso lo íbamos a resolver nosotros...

- Pero no resolverían la confianza - Interrumpió, pensando sus palabras con mucho cuidado - A Pain en este mundo le tengo mucha estima, le admiro incluso. Pero todo el asunto de su conflicto interno y su personalidad me dificulta confiar plenamente en él. Sasori es la única persona en la que confío realmente y no veo porque no hacerlo con alguien que se ha preocupado por protegerme.

- Tu no necesitas protección - Casi se rió burlón.

Deidara alzó el mentón.

- Tienes razón, no la necesito. Puedo defenderme muy bien por mi cuenta. Pero al menos si Sasori se comportó como un idiota lo hizo por mi, no como tú elección que sencillamente no sabía que hacer con su vida, mucho menos preocuparse mi, o por protegerme aunque no hiciera falta.

- ¿Hablas enseeeeerio? - Fue como si la figura explotara, el ave se desfiguró y cambio de color hasta volverse negra y para cuándo se lo cuenta ahora tenía a una versión de la figura tres de su tamaño. Y muy furiosa, además - ¿¡Acaso no te diste cuenta!?

El rubio frunció el ceño.

- No comprendo.

- ¡Los entrenamientos, rubio! ¿Acaso no los recuerdas? La manera que Pain encontró para protegerte fue enseñandote a hacerlo por tu cuenta.

¿Ah?

- El es un líder - Prosiguió la número tres con cada de obviedad - Te protegió de la manera en la que un líder lo haría, ¿Que esperabas? ¿Que se pusiera en frente de ti y te tratara como una damisela en apuros? ¡No! Te dió las armas necesarias para defenderte y que así no tuviera que hacer precisamente lo que aquel idiota hizo. Jamás se alejó de ti porque no fue necesario, entrenó contigo día y noche para volverte fuerte y que ambos pudieran trabajar y pasar tiempo juntos ¡Dejo que trabajarás con Sasori aún cuando le resentia que por su culpa casi pudiste morir! Vale, que lo de magnificar el veneno fue culpa mía, pero yo no le dije a él que te atacase por la espalda, no hubiera funcionado la mentira que hice si el no te hubiera atacado en un primer lugar, así que disculpa si no entiendo porque carajo lo prefieres a él cuando incluso Pain te perdono que le insultases y le faltases el respeto en su cara como ningún otro en esa organización porque esta convencido de que eres especial ¡Te hizo hasta preguntas personales que nadie se había tomado el más mínimo interés por hacer y tú le respondiste porque te dé la gana de admitirlo o no, el tipo te gusta y solo estás eligiendo al cabeza de fósforo porque te quieres ir por el lado fácil!

Verga.

Simplemente: Verga.

De acuerdo, puede que a lo mejor se hubiese precipitado en una que otra cosita. ¡Pero! El que la figura tuviera un par de buenos argumentos no significaba que tenía toda la razón.

Deidara se tomó su tiempo para procesarlo.

- Tienes razón en algunas cosas sobre Pain, puede que a veces le juzgue mal - Le concedió con calma - Pero no elegí a Sasori porque fuera la opción fácil, ni tampoco me tomaré como halago la preocupación de Pain por mi cuando fue él - Y se encargó de remarcar muy bien ese detalle - El que casi me mata en más de dos ocasiones.

- Hombre, pues para ser alguien con tan poca paciencia yo digo que el tipo se lo tomó lo mejor que pudo, me refiero a que nunca cierras la boca.

- Puede ser - Rodó los ojos con fastidio - Pero con Itachi tampoco mantuve la boca cerrada y no trato de matarme.

- ¿Entonces porque no lo elegiste a él? - Le pinchó con altivez - ¿Si el Uchiha tampoco se portó mal contigo porque no te fuiste con él? ¿Porque no lo elegiste?

- Yo...

A lo mejor y fue algo en su rostro, en ese pequeño atisbo de preocupación honesta, en la manera en que desvío los ojos intentado evitar su mirada, pero fuera lo que fuera, hizo que la figura le observara con los ojos brillantes de astucia.

- En ningún momento lo elegiste ¿Verdad? - Casi podía ver su línea imaginaria de boca ensanchandose hasta formar la representación perfecta de una sonrisa triunfante.

"Carajo..."

- Yo... - Quería negarlo pero fue inútil, estaba atrapado - No.

- Pero entonces... ¿Que pasó allá? Tú... - Se detuvo de pronto para examinarlo con arrogancia - No habías hecho tú elección aún ¿Verdad?

En vista de las circunstancias y de que sinceramente no valía la pena mentirle a una criatura capaz de destruir el universo con un solo berrinche, pues...

- No - Dijo al fin.

- ¿Y entonces que fue lo que...?

- Fui a hablarle a Sasori porque se lo debía a tu hermana ¿Okey? - Mejor decirlo todo antes de que se lo sacara de una u otra forma. O peor, que eso generase un problema entre los dioses - Luego simplemente me deje llevar y las cosas terminaron así, pero yo no había escogido a nadie aún. O al menos no pensé que fuera necesario en vista de que la apuesta iba a terminar ahí - Añadio con cierta acidez, pero la otra apenas y la escucho.

- ¡Es perfecto! - Chilló alegre, ahora lamentaba haberse convertido de nuevo en ella misma, con el pájaro al menos hubiera podido agitar las plumas para mostrar su felicidad - ¡Es más que perfecto!

Deidara alzó una ceja.

- ¿El que arruinases mi momento?

- Ñe, no te pierdes de nada - Casi le pudo sacudir una mano en plan desdeñoso - Lo importante es que aún no eliges a nadie y hasta que no lo hagas, aún puedo ganar la apuesta - Suspiró en tono soñador.

- ¡Oye, eso no significa que...!

- ¡Ah, tengo tantos planes por hacer! - Comento de lo más alegre sin prestarle absoluta atención al rubio. Luego como si se acordará de algo, soltó - ¡Me debo ir! ¡Tengo muchos planes en mente para ti antes de que pierdas ese virgo!

- ¿¡Que!? - Saltó en su sitio - ¡Oye!

Pero fue inútil, la figura ya se había ido, y él se había quedado plantado allí, con muchas más dudas que antes.








OoOoOoOoOoOoO









- ¿Que haces aquí, rubito? - La voz chillona y molesta de Kisame lo recibió. Estaba de pie en unos árboles con la espada preparada como si estuviera a punto de brincar para partirle por la mitad.

- ¿Quien creíste que era? - Arqueó una ceja al verlo tan a la defensiva.

- Hay muchos locos sueltos por ahí en estos días, ¿No crees? - Sonrió en lo que guardaba su arma en su espalda - Solo soy precavido.

- Aha.

Una ojeada rápida al lugar y notó que el bijuu sin cola de Akatsuki se encontraba solo. Mejor, así no tenía que lidiar de nuevo con el Uchiha y mucho menos ahora.

Tomó asiento en un tronco y estiró los brazos hacia arriba, apuntando los dedos al sol para sacar toda la tensión de los músculos, aún no había dormido y vaya que necesitaba hacerlo, porque gracias al castigo de su jefe se había matado entrenando. Dormir no le vendría mal.

- Escucha, hubieron problemas en la base. Un grupo grande de ninjas atacó en la madrugada - Informó sin dejar de estirarse. Sus huesos crujieron cuando giró algo más su brazo derecho.

Kisame abrió ligeramente de más los ojos.

- ¿Oh? ¿Y quiénes fueron los idiotas que tuvieron esa brillante idea?

- Ninjas de la niebla, nada muy relevante.

- ¿ Y necesitan refuerzos? - La pregunta fue más una burla que otra cosa. Todos sabían que el líder era bastante capaz de acabar con todos de un solo ataque.

Deidara echo los ojos a un lado.

- No. Ellos tienen todo bajo control, Pain estaba furioso pero lo superará. Lo único que quieren es que vayamos a la segunda base y acomodemos el área para que todos lleguen.

- ¿Segunda base? - Ahora Kisame sonaba de lo más confundido, logrando sacarle un suspiro al artista.

- Si.

- No tenía información de la existencia de una segunda base, mucho menos dónde queda.

- Aparentemente el Uchiha sabe la ubicación - Miró hacia ambos lados con algo de curiosidad - ¿En donde está, por cierto?

El hombre recostó la espalda en un árbol y sonrió, enseñando a relucir esos dientes de tiburón.

- Durmiendo adentro.

- Fabuloso - Deidara bufó, de seguro el muy bastardo había dormido de lo mas tranquilo mientras a él le interrumpía su momento y a parte le privaban de dormir, ¿Porque siempre las mejores cosas le pasan a las peores personas?

- Tu también deberías tomar una siesta - Agregó Kisame con una risita - Te ves fatal.

Pudo replicar pero lo cierto es que tenía razón, estaba cansado por el entrenamiento pero sobretodo hambriento, no había probado bocado desde el almuerzo del día anterior y bastante falta le hacía alimentarse. Así que iría primero por algo de comer y luego si quedaba tiempo dormiría una o dos horas para recuperar fuerzas.

- ¿Dónde se puede comer por aquí? - Le pregunto levantándose en lo que el otro apuntaba con el dedo a su derecha.

- Hay una tienda a dos kilómetros en esa dirección. Son pueblerinos, no te descubrirán.

Suspiró.

- Vuelvo en una hora.

Hacer de nuevo el ave para volar fue algo extraño, sobretodo porque esperaba que en algún momento se le revelara de nuevo como si estuviera poseída, pero tuvo suerte y no hubo ninguna criatura con ganas de molestarlo. Eso no le quitó el trauma, sin embargo. Llegó lo más rápido que pudo y voló a una distancia baja, solo por si acaso.

Fue a la tienda que le menciono Kisame, era pequeña pero al menos tení lo suficiente. Deidara comió todo lo que pudo como si no hubiese un mañana y regreso antes del tiempo previsto.

A Kisame no lo vio por ningún lado pero no hizo falta. Se iría a dormir a la cueva y ya le despertarían después, de todas maneras la única ventaja de Akatsuki es que todos tenían obligación con todos, nunca dejaban nadie atrás. Sabía que no le dejarían botado, no al menos que quisieran lidiar con la lengua del líder después.

Con un respiro tranquilo, cerró los ojos y se sumió en el sueño que tanto ansiaba.

Pero entonces... tuvo un sueño extraño.

Estaba flotando un mar de color rojo, parecia sangre pero no sentía que lo fuera. Había mucho calor al rededor y algo incómodo le estaba presionando la cintura y el cuello con fuerza. No podía tragar ni moverse, y tampoco podía respirar. Era extraño que pudiera sentir y ver todo eso porque tenía los ojos cerrados y le costaba el solo intentar abrirlos. Era como si estuviera y no estuviera a la vez.

- ¿Que tienes planeado hacer?

Esas voces... ¿De dónde escuchaba esas voces? Las oía muy cerca pero a la vez tan lejos, como si estuviera sumergido en agua o encerrado en una caja...

Una risa algo histérica resonó en sus oídos, causándole escalofríos.

- Ganaremos está guerra, ya lo verás.

"¿Guerra? ¿Cuál guerra?"

La cuerda que sujetaba su cuello comenzó a arrastrarlo hacia abajo, como si quisiera hundirlo hasta el fondo de dónde fuera que estuviese. Comenzó a desesperarse, no podía mover los brazos pero intento agitar la cabeza con fuerza hacia todos lados, y cuando al final la desesperación pudo más todo, abrió ligeramente un ojo. A través de esa misteriosa marea roja, se encontró con una escena horrible.

Lo que le tenía atado eran raíces que se enredaban en su cuerpo flotante, casi inconsciente en medio de un océano de lo que ahora reconoció como sangre ligada con mucho chakra, pero de diferentes tipos. Casi como si fuera de miles de personas. Supo de dónde provenía cuando a su al rededor vio muchísimos cadáveres. Ninjas que sabía que eran de diferentes partes del mundo por la venda que usaban, no reconoció a casi nadie, pero si visualizo a algunos conocidos.

Kakuzu...

Sasori...

Itachi...

¿Nagato?

Cuando elevó la vista hacia el frente, unos ojos amarillos de serpiente aparecieron en su mente y le observaron de cerca. En esos ojos se vio reflejado, igual de asustado, igual de confundido. Ah, pero sus propios ojos...

Su ojo era totalmente negro, salvo por el iris que mantenía un opaco color azul.

"Edo Tensei..."

Deidara despertó totalmente agitado en la cueva. Estaba solo y jadeaba por aire como si acabase de salir del agua, no tenía ni la más mínima idea de que había sido eso, pero ya fuese por el efecto de la pesadilla o algo más, el cuello le dolía demasiado, y cuando trataba de respirar parecía que su estómago no podía expandirse lo suficiente.

Se llevó una mano a él y trató de calmarse, pero como acostado se estaba empezando a sofocar, se levantó, tratando de respirar lo más hondo posible. Daba pasos pequeños al rededor de la cueva mientras trataba de hacer que su estómago se expandiera a donde tenía que hacerlo. Pero no lo hacía ¿Porque no lo hacía?

Una hora después salió de la cueva y verifico que no había dormido ni cuarenta minutos, puesto que todavía era demasiado temprano. Estaba agitado, agotado y ahora con mucho sueño pero sin poder dormir. En esa misma posición, de pie y con la cabeza gacha es que lo encontró Kisame media hora después, aún estaba solo y venía con una cara que dejaba mucho que desear.

- El Uchiha se ha adelantado a la segunda base - Informo en voz alta, su ceño fruncido - Nosotros iremos a pie hasta allá.

Aún jadeando un poco, el rubio dió un paso.

- ¿Porque se fue solo?

- Dijo que tenía que acomodar un par de cosas en el lugar antes - Chasqueo la lengua como si la idea le molestara - Tenemos que viajar por un día, me supongo que irás volando.

- Si, yo...

Entonces paso algo mucho más raro aún.

Trato de usar su chakra, así fuera para ser algo pequeño como la versión más pequeña de su pájaro de arcilla, pero nada le respondió. Estaba como bloqueado en más de un aspecto, y fuera loco o no, sentía como si tuviera una soga en el estómago que le estuviera jalando. Lo intento de nuevo solo para verificar, pero parecía que por más que trataba solo conseguía atragantarse.

- Iré caminando - Se resignó con pesar. Ya podría resolver todo cuando llegaran allá.

Kisame lo vio extraño pero le resto importancia.

- Entonces vámonos.










OoOoOoOoOoOoO









- Hablo enserio rubio ¿Que te pasa?

La voz del Akatsuki fue sería y fuerte, sus minúsculos ojos anormales se habían entrecerrado y le observaban con sospecha.

- Nada - Dijo Dei con la voz ahogada de quién se esfuerza, y el otro torció la boca.

- No es mi asunto, chico. Pero pareciera que estuvieras muriendo.

Deidara estaba semi recostado en un árbol, tenía una mano en el estómago y otra en el cuello ¿Porque aún le dolían tanto? Gotas de sudor caían por su cuello y estaba comenzando a sentir mucho frío ¿Sería fiebre? A lo mejor y se había resfriado y no se dió cuenta.

- Descansaré en la base - Con mucha dificultad se enderezó y comenzó a caminar - Ya se me pasará.

Y burlón como siempre era, Kisame se puso a su lado con una risa alta.

- Si mueres sería toda una sorpresa que no fuera en una explosión - Comentó enérgico, le gustaba hacer conversación y siempre era divertido burlarse de ese chico que no aguantaba nada - Todos apostamos dinero ¿Sabes? Así que no te mueras hoy, aposté una fortuna con Kakuzu a que moririas explotado tu mismo.

- Me alegra saber que todos se preocupan - Se las apañó para sonar sarcástico.

- Nada personal, rubio - Sonrió con todos los dientes - Pero hay que buscar la manera de divertirse por aquí.

- Si así es siempre no quiero ver qué harías aburrido.

Kisame largo una amplia carcajada.

- No quieres saberlo - Continuó riéndose, y enfatizó su alegría dándole una palmada en el hombro a Deidara.

El único problema es que apenas y podía mantenerse a flote por su cuenta. Así que apenas la mano chocó en su hombro cayó con dureza al suelo. La cuerda en su estómago se retorció hasta dejarlo sin aire y el corazón le comenzó a doler, jamás había tenido un infarto pero eso ciertamente tenía que ser alguna cosa similar.

"¿Que es esto?" Pensó al sentir como con cada latido su pecho ardía. Tenía una llama dolorosa en su corazón que no quería apagarse.

- ¿Eh? - La voz del Akatsuki sonaba extrañada - Pero si no te di tan fuerte.

Se le quedó mirando en lo que el rubio se levantaba con extrema dificultad, apenas y podía mantenerse derecho para este punto, era una suerte que solo faltaran unos cinco minutos para llegar, porque lo único que quería era encorvarse y dejar de caminar.

- Estaré... bien - Dijo apenas, no le alcanzaba el aire en los pulmones.

- Mmm...

Sin más comentarios, terminaron por llegar a la segunda base. Terminó siendo un alto edificio oculto entre el follaje, las plantas enredaderas se adherían a las paredes, pero del resto todo se veía en buen estado. Al menos para el hombre tiburón, porque el más bajo apenas y noto como era todo, llegó directo adentro y se acostó en la primera habitación que encontró. Sintiendo como algo trataba de partir su alma en dos. Estando boca arriba quiso voltearse para estar más cómodo, pero con terror se dió cuenta de que las manos ya no le obedecían, ni ninguna extremidad, de hecho. Solo podía mover la cabeza.

En medio de su agonía pudo escuchar voces provenientes de afuera.

- ¿Que sucedió? - Reconocería esa voz neutra en cualquier lugar: Itachi.

- ¿Con la base? Ninjas estúpidos en busca de su propia muerte, supongo. Los demás vendrán pronto.

Tras un segundo de silencio, la voz del Uchiha hablo de nuevo.

- ¿Y Deidara?

- Adentro - Kisame soltó un gruñido bajo como si hubiese hecho una mueca, y entonces soltó - Creo que se va a morir, Uchiha.

- ¿De dónde sacas eso?

Apenas se perdió la respuesta de Itachi, la cuerda en su estómago se retorció tanto que ya no pudo seguir respirando, literalmente. Su corazón estaba ardiendo como si alguien le estuviera cocinando, tenía la garganta cerrada, ya no podía hablar. No podía moverse, apenas y podía sentir. Un frío devastador comenzó a trepar desde la punta de sus pies, y una lágrima descendió por su mejilla cuando entendió que quizás Kisame no estaba equivocado.

"¿Voy a morir...?"

- Tendrías que verlo, pero ni siquiera hace falta. No tiene casi nada de chakra y apenas podía caminar - Hizo una pausa - No se lo que habrá sucedido allá, pero no lo va a lograr.

El frío se expandió por su cuerpo hasta llegar al centro de su corazón, y tardo un segundo en darse cuenta que llevaba un minuto entero sin respirar. Algo parecido a un vacío comenzó a embargarlo.

- ¿En donde está? - Reitero el Uchiha, algo más serio está vez.

- En la primera habitación a la izquierda.

Sintió sus ojos cerrarse con lentitud, su corazón latía cada vez más lento, tartamudeaba en los latidos como si ya no tuviera fuerza para vivir.

"No entiendo..." ¿Acaso las figuras no le habían prometido que viviría si cumplía las reglas? ¿Acaso había hecho algo mal y le estaban castigando? ¿Porque ninguna de ellas le hablaba ahora? ¿En donde estaban?

- ¿Dei? - Unas manos calidas sostuvieron su rostro, y alcanzo a ver de nuevo ese último atisbo de humanidad de nuevo. Se veía... preocupado - Hey ¿Que sucedió?

Sentía que no le quedaba tiempo, que algo le estaba terminando por jalar a un lugar muy lejos. Con lo último que tenía abrió la boca para decirle algo, tenía que hacerle saber una última cosa.

- T-Te... - Aspiró con fuerza el poco aire que podía - Vence... re la proxima... vez.

Y entonces su corazón se detuvo, se sintió como si de pronto el vacío le hubiera rodeado hasta el alma, arrastrandole a una oscuridad profunda y desconocida. Sus ojos se cerraron mientras captaban la última imagen de Itachi Uchiha, el mismo sujeto que le había puesto allí, con los ojos abriéndose de sorpresa y una expresión de horror naciendo en su rostro.

- ¡Deidara!

No escucho nada más, se dejó caer entre las manos invisibles que lo jalaban hacia el fondo, en donde la más profunda de las oscuridades le dió la bienvenida.



















Continuará...

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).