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Mi estimado gatito. por Artemisa El Britannia

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Notas del capitulo:

Holaaaaa

Nuevamente yo, ahora no tarde tanto como la otra vez, muajajajajaja

 

No me maten por el capítulo por favor, pensé que iban a hacer 4, pero al final creo que seran 7 máximo 8, así que tomen eso en cuenta para no odiarme.

 

Así que como ya es costumbre en mí.

 

Espero que disfruten en leerlo como yo al escribirlo.

Capítulo 5.

 

-      Entonces Joey no sabe y Kaiba no quiere que le digamos - terminé de susurrar en la cocina, mientras “preparábamos el té”.

-      Exacto – Mokuba estaba vigilando la puerta esperando que Joey saliera del baño donde se estaba curando el tremendo arañazo que le había metido Kaiba para evitar que la regara.

-      Pero, ¿por qué? – Mokuba volteo a verme y sonrió.

-      Es obvio Yugi – sonrió con malicia y algo de cierta manera algo hizo click en mi cabeza, ¿acaso Kaiba estaba enamorado de Joey?, no era un secreto para nadie que Joey procuraba evitar a Kaiba, siempre que salía algún tema sobre él o iba con ellos acompañando a Mokuba, a Joey no se le veía ni el polvo, así que, si el CEO estaba enamorado de su amigo, era obvio que era la única manera de acercarse a él – mi hermano no quiere que Joey se burle de él – mi asombró no podía ser más notable… ¿Mokuba no habla en serio o sí?

-      ¿Cómo? – fue mi respuesta después del estupor.

-      Piénsalo Yugi, mi hermano siempre se jacta de ser perfecto y a humillado a Joey todo el tiempo diciendo que es un perro, no tiene educación, etc. Etc., entonces si ahora sabe que tú le advertiste que no lo hiciera y le salió todo mal en su experimento Joey tendrá una razón para molestar a mi hermano, así que él no piensa dejárselo tan fácil – me sorprendí de como Mokuba había unido los puntos de manera tan inocente, pero entendía porque no notaba la tensión en el ambiente entre ambos, no había convivido con su hermano y Joey en la escuela, así que no sabía que tan mal se llevaban, además de que no había notado como se evadían el uno al otro, fingiendo que no existían en el mismo universo.

-      De acuerdo… - no sabía que más decir, afortunadamente salió Joey del baño y el gato detrás de él, entró a la cocina y empezó a robarse la fruta de mi casa y comérsela, no lo voy a negar no pude disimular nada y me le quedé viendo a Kaiba de manera insistente, quería entender que planes tenía con mi amigo, Joey había evitado salir con otras personas desde siempre, no había tenido novio, ni novia, ni crush, ni amigo con derecho a roce, nada de nada y yo la verdad temía que el frío corazón del CEO lo lastimara, después de todo Joey era fuerte en muchos sentidos, pero estoy seguro de que su corazón, era más frágil que cualquier copa fina, el gato me miró de vuelta como tratando de entender porque lo veía así y solo noté como movía la cabeza de forma negativa, como si me advirtiera que no dijera nada.

-      Yugi, ¿todo bien? – salí de mi concentración y le sonreí a mi amigo.

-      No sabía que te gustaban los gatos – fue lo único que se me ocurrió, Joey en alguna ocasión se había dedicado a pasear perros y tenía talento para eso, parecía parte de la jauría cuando estaba con todos.

-      Ah bueno, es que él es especial – sonrió y abrazó al gato, Kaiba se dejaba hacer de todo por Joey– llegó a mi casa una noche y ha sido muy lindo desde que llegó, además de caprichoso, pero siempre bien portado, puse un letrero en el edificio de que lo había encontrado, pero nadie se ha comunicado conmigo, a este paso seremos los mejores amigos por siempre – volvió a abrazar al gato con añoranza, como si el minino fuera la sustitución de un oso de felpa.

-      Que bien – ahora me preocupaba que al momento de desaparecer mi amigo terminara devastado por el gato, vaya que esta jugada era cada vez más peligrosa, de verdad mataría a Kaiba si le hacía daño a Joey.

-      Bueno, pero ahora si a lo que vinimos Yugi, queremos ver si con la magia mística que siempre rodea a los dioses y eso, puedes encontrar las cartas, así podremos encontrar a Kaiba – Joey hizo ademanes graciosos al momento de hablar sobre la magia.

-      Supongo que podemos buscarlo con ayuda de Shadi – sabía que él se enojaría por la situación, pero al final no iba a negarse a ayudarnos, esto de verdad iba a ser una lata, ya me encargaría de que Kaiba pagara con creces el problema que había provocado.

 

Al final logré contactar a Shadi y pedir ayuda, había pasado casi 3 horas en el teléfono recibiendo un regaño de proporciones mayúsculas por MÍ descuido y a pesar de que había expresado toda su decepción en la llama, estoy seguro de que igual me seguiría regañando en cuanto nos viéramos, vaya que ser responsable de cosas milenarias y poderosas era un verdadero dolor de cabeza.

Al terminar mi martirio vi como Mokuba estaba con Joey leyendo algo en su computadora, el gato también estaba leyendo, al asomarme vi que investigaban al sujeto que se había robado las cartas, según el historial ese tipo ya había hecho grandes robos y nunca había sido atrapado, tenía un excelente repertorio de disfraces.

 

-      Yo vi en una película que esta clase de criminales son apoyados por gente de dinero, por eso son imposibles de encontrar – Mokuba hizo el comentario con tanta seriedad que era imposible reírse, más que nada por la inocencia del comentario.

-      Supongo que podría ser una posibilidad – cuando vi que Joey tomaba en cuenta el comentario de Mokuba hizo que mi boca acabara en el suelo, ¿era enserio?

-      Mi hermano tiene muchos enemigos en los altos círculos, así que no podemos descartar que alguien quiera robarle la idea y por eso necesite estas cartas – cuando recordé que Kaiba no era un mortal más del montón entendí porque ellos si creían en las conspiraciones.

 

Seguimos con la investigación hasta que sonó el timbre de mi casa, al abrir la puerta vi que era Shadi y me veía con enojo en el rostro, bien, ahora iba a pasar otra hora seguramente siendo sermoneado sobre mis descuidos y sobre la importancia de las cartas, ese día iba a ser bastante largo.

 

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

 

Joey y yo estuvimos todo el día investigando al sujeto y me sentía todo un hacker profesional, ya que había invadido ciertos sitios de la policía para buscar información, no lo iba a negar me sentía emocionado por la situación, ya que nunca había podido ayudar a mi hermano las veces que había tenido problemas, él siempre enfrentaba el problema solo y salía adelante como podía, manteniéndome a raya del peligro o de las situaciones, lo entendía hasta cierto punto, pero me sentía un inútil cuando la situación lo requería.

Pero en esta ocasión estaba al filo de la situación, en el ojo del huracán, listo para poder ayudar a mi hermano y demostrarle que ya no era un pequeño de 12 años, si bien aún no era un adulto ahora tenía conocimientos y era más fuerte que antes, podía sobre llevar cualquier situación que se me presentara.

 

-      Mira, si emitieron la alerta y hay al parecer lo vieron en el puerto – Joey señaló el recuadro rojo donde tenían el reporte del sospechoso, ambos nos levantamos y tomamos a Yugi y a Shadi, corriendo a la camioneta que nos había llevado por la mañana.

-      Vamos, el tipo trata de huir – Yugi corrió sin saber a dónde íbamos y Shadi por su parte activó su magia para poder seguir el rastro de las cartas, al parecer íbamos en buena dirección, pero el sospechoso nos llevaba la delantera, además a dónde íbamos era un lugar bastante amplio, buscarlo sería difícil.

-      No puedo creerlo – Shadi habló mientras dejaba de señalar el camino – está bloqueando mi magia – Yugi parecía sorprendido, al parecer no enfrentábamos a un enemigo normal, sino a uno relacionado con el antiguo Egipto.

 

Al llegar al puerto vimos que había muchas patrullas alrededor y varias personas estaban paradas esperando a que la policía dejara de investigar en todo el lugar, pero era obvio que, si el sujeto había podido esconderse durante tanto tiempo, no lo iban a encontrar ahora.

 

-      Yo vi en una película que el sospechoso siempre corre hacia los policías o testigos para esconderse y huir – Yugi y Shadi quedaron en silencio, pero como siempre Joey me apoyo.

-      Buena idea, ¿dónde escondes un árbol?, obviamente en un bosque – así que Joey bajó de la camioneta, le pedí a mis guardaespaldas que estuvieran atentos a la salida y así podrían atrapar al criminal si trataba de escabullirse entre la muchedumbre.

 

Cada quien tomó un camino y empezamos a recorrer todo el lugar, me fijaba bien en cada una de las personas, tenía buen ojo para las caras, pero en estos momentos me sentía inseguro de mi propia vista, pensaba que, si no los veía bien, directo a los ojos podría perder al sospechoso en cualquier momento. La gente tampoco ayudaba mucho, se movía junto a los policías para poder enterarse del chisme, así que tenía que ver hasta 3 veces la misma cara.

 

-      Hola, ¿buscas a alguien? – volteé sorprendido y vi al hombre del video, me tomó del brazo mientras seguía a toda la gente, fingiendo ser parte de la comitiva – serás mi boleto de salida, así que no grites o te ira mal – sentí el cañón del arma en mi espalda.

-      Veré que nadie te persiga, pero necesito esas cartas – lo seguí para evitar cualquier peligro, ya sea para mí o para las personas a mi alrededor, pero mientras lo seguía estaba inspeccionando todo su cuerpo con mis ojos, debía saber dónde estaban las cartas y tomarlas.

-      Me asegurare de salir de aquí, contigo o sin ti, pero nunca sin las cartas – el sujeto me empezó a jalar hacia una zona donde ya no había tanta gente, no me resistí, ya que aún necesitaba ayudar a mi hermano, él tampoco dudaría en arriesgar su vida por mí, así que yo también lo haría por él.

Mientras nos alejábamos, íbamos ingresando poco a poco a una zona algo rara del muelle, parecía que solo había cajas viejas, tiradas y con muchas ratas corriendo por todos lados, los policías si habían revisado esa zona, pero al no encontrar nada, ahora estaban alejados de ahí, me obligó a entrar por un hoyo que daba directo a una alcantarilla, llena de agua, desperdicios y más ratas, el olor era nauseabundo, pero el sujeto no me dejó ni vomitar a gusto cuando empezó a empujarme para empezar a caminar.

 

-      Bueno – escuche el celular sonar y el sujeto contestó casi de inmediato – si ya las tengo, también tuve que obtener un rehén para poder salir de esta maldita ciudad – se escuchaban murmullos y no tenía la opción de escuchar lo que decía al teléfono – tranquilo, tengo las cartas, al fin podremos robar el poder de los dioses y volver a traer el mundo de las sombras – me asuste y entonces empecé a planear como huir, sería complicado, pero estaba seguro de que no era imposible, debía de quitarle las cartas y salir de ahí de inmediato.

 

*-*-*-*-*-*

 

Llegamos al punto de reunión que habíamos acordado antes de separarnos, pero no había llegado Mokuba, eso me preocupó, ahora no solo estaba perdido Seto, sino también su hermano.

 

-      Seguramente lo encontraron estoy seguro – Yugi estaba viendo por todos lados, pero no lograba divisar la cabellera negra.

-      Sus guardaespaldas están en la salida, no pudieron pasar por ahí sin ser vistos, así que siguen aquí, solamente hay que seguir buscando – me sentía nervioso, sentía que Mokuba era mi responsabilidad, no debí haberlo dejado solo, mientras seguíamos buscando el cielo empezó a oscurecerse, pero no era normal, por la época del año que era debería estar soleado todo el día.

-      Es el poder de Slifer – dijo Shadi al ver el cielo y cuando te fijabas en las nubes parecía que su silueta se reflejaba en las mismas – está molesto, esto podría causar una catástrofe.

 

Volteamos a ver al mar y era verdad, las olas empezaban a golpear el muelle de manera muy violenta, todos los que había estado de chismosos corrieron lejos del mismo, ya que el agua estaba tomando fuerza incluso tirando a algunas personas a su paso, mi instinto de mamá gallina se activó y empecé a buscar con más esmero a Mokuba, si esa tormenta lo tomaba por sorpresa podría acabar perdido en el mar y jamás me lo perdonaría.

Al parecer Shadi pudo determinar de dónde venía el poder y seguimos por arriba del muelle en una zona donde había muchas cajas rotas, era bastante difícil caminar por ahí, no me imaginaba que ambos pasaran por las cajas sin llamar la atención de la policía, debían de haber tomado un atajo.

 

-      Yo vi en una película que en esta clase de muelles hay cloacas y los sospechosos siempre huyen por ahí, para evitar las miradas curiosas – mis amigos no parecían muy convencidos, pero me apoyaron de todas maneras.

-      Sí es cierto lo que dices, entonces ese lugar no sería de los primeros en llenarse de agua – cuando Yugi hizo ese comentario me espanté, era verdad, si era un desemboque para toda la basura del puerto entonces ahí era el peor lugar para estar en ese momento.

-      Tomándolo por el lado positivo, eso significa que tendrán que salir y podremos verlos – Shadi me sorprendió, jamás pensé que fuera positivo, al contrario, él siempre veía el lado malo de las cosas, como si todo fuera una calamidad.

-      Entonces debemos estar en el punto más alto, para asegurarnos de poderlo ver.

-      Yo me subiré a esos contenedores y les diré si los veo – corrí rápidamente y subí como todo un experto, mientras veía a los alrededores mis amigos seguían el poder de Slifer.

 

Con la lluvia se había vuelto difícil ver entre las cosas, no sabía diferenciar entre escombros o personas, el agua movía todo, se estaba dificultando, pero entonces reconocí algo entre todo el escombro, eran unos ojos azules inconfundibles, entre en pánico por un momento juraba que veía a Seto ahí parado, pero no, era el gatito que estaba cuidando, al ver sus ojos me quedé pasmado y nuevamente sentí que me hablaba con su mirada, como si me dijera que lo siguiera, baje de inmediato para seguir al gato, pero algo en mi interior me gritaba que no era un simple gato, era demasiado listo, tenía actitudes muy humanas, no había perdido de vista a Mokuba, pensaba como yo y tenía los mismos ojos que Seto, no quería creerlo, ya que eso significaba que ya conocía todos mis sentimientos.

Me dolía el corazón al pensar que pasaría después de “encontrar a Seto”, pero algo dentro de mí también anhelaba que gracias a esa convivencia se pudiera dar algo diferente, algo nuevo, llegue a la misma altura del gato y me agache, tenía una vida de pandillero que me ayudaba a poder enfrentar esta clase de situaciones, el gato era más pequeño y menos obvio así que se adelantó y cuando vio que era seguro me volteo a ver para que lo siguiera ambos hacíamos un gran equipo.

 

-      Esto sonara raro – el gato se detuvo y volteo a verme – también sé que no es el momento, pero… ¿tú eres Kaiba verdad? – y el gato pelo los ojos, esa era suficiente respuesta – verte en la lluvia me abrió los ojos.

 

El gato se quedó tieso, pero reaccionó al escuchar a un sujeto quejarse estaba saliendo de una alcantarilla junto a Mokuba, ambos estaban mojados hasta los interiores y por como olían no precisamente de agua de mar, el gato se movió rápidamente para llamar la atención de Mokuba el cual notó de inmediato quien era, por supuesto él sabía que era su hermano, por eso me llevó a la mansión, me dolía que me hubiera mentido, pero sabía que lo hacía para evitar que yo huyera como todas las veces que lo hice cuando hablábamos de Seto.

El sospechoso obligó a Mokuba a recostarse sobre el suelo y empezó a buscarse en los bolsillos y sacó las cartas de los dioses, se aseguró que estuvieran intactas a pesar de la lluvia, pero antes de que pudiera tomar su arma le salté encima y aplicando una llave lo deje inmóvil sobre el suelo.

 

-      Mokuba toma a tu hermano y corre con las cartas – el pelinegro me hizo caso de inmediato, así que tomó al gato, las cartas y salió corriendo a cualquier lugar donde estuviera a salvo.

-      Maldito – el sujeto era más alto que yo así que tomó fuerza y me lanzó lejos, ahora sin Mokuba en la mira de ese mono subdesarrollado podía enfrentarlo sin miedo, ya había peleado con gente armada, más grande ya sea en peso o estatura, ese tipo no me iba a intimidar.

-      Te metiste con mi amigo y eso te va a salir caro.

 

Empezó la pelea y nos agarramos como los callejeros que somos, puños, patadas, rodillazos, golpes bajos, nos dimos con todo, el sujeto se veía casi entero, pero en su mirada podía notar que ya estaba más inconsciente que otra cosa, un golpe más y le habría ganado, la policía iría por él y podríamos ayudar a Seto, sería el héroe de esta historia, el tipo caminó hacia delante y después callo de rodillas, me acerque para poderlo noquear de una patada, pero no contaba que hubiera hecho su movimiento apropósito para acercarse al arma que estaba en el suelo, así que mientras yo lo pateaba él disparó.

Terminé en el piso por el cansancio, pero sonriendo por haber ganado, había podido cumplir mi promesa de ayudar a Mokuba, así que al menos podía descansar por ahora, tomé mi teléfono y le marque a Yugi, mientras lo escuchaba sonar mi vista se estaba volviendo borrosa, mi amigo me contestó y le dije que veía a mi alrededor para que pudiera encontrarme, le dije que Mokuba estaba a salvo junto a las cartas y junto a Seto, le confesé que sabía que el gato era él y mi amigo solo se rio.

Entonces ya no escuche su voz, en mi oído se escuchaba un zumbido bastante molesto que me impedía escuchar lo que me decía, le pregunte varias veces que decía, ya que no lo escuchaba, entonces mi vista se nublo más, ya no veía borroso ahora veía todo como sombras grises, toque mi estómago, ya que se sentía frio y al alzar la mano vi una mancha roja en mis manos, a diferencia de todo lo demás si podía diferenciar la sangre.

 

-      Joey – escuché mi nombre a lo lejos, pero no sabía de donde venía, sentí una mano sobre la mía y algo caliente en mi estómago – Joey – el pitido no me dejaba oír nuevamente, que molesto sonido – Joey… - creo que necesito descansar, mejor duermo un poco.

 

Continuara…

Notas finales:

Dicen que nadie muere por dejar un RW.


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