La espalda le dolía horrores, pasar la noche en el piso duro y frío no era la mejor idea de todas.
A su lado seguía dormido Remus, su entrecejo se veía un poco arrugado; posiblemente por la mala posición. Realizó un tempus para verificar que no se hayan saltado la primera clase o peor aún el desayuno, eran las 7:15 Am aún tenían tiempo para un baño y pasar por algo de comer.
-Moony -Dijo mientras sacudía a su amigo en el suelo -Ya es hora que bajemos
-Mmm? -Medio reaccionó el castaño
-Vamos que se nos hace más tarde -Se levantó de su pequeño lugar y estiró su cuerpo, escuchó como alguno de sus huesos tronaban
Al poco los dos chicos salían a hurtadillas de la Torre.
Llegaron sin ningún contratiempo a su sala común; habían pocos alumnos ya estudiando, los cuales no les prestaron mucha atención, subieron y vieron que James ya no se encontraba en la habitación y que Peter estaba arreglándose él uniforme.
-Hola chicos -Los Saludó el rubio -¿Donde se habían metido?
-Fuimos a buscar unas chicas -Bromeó el heredero Black
-Llévenme para la próxima -Medio siguió la broma a pesar de su expresión de desagrado
-Claro jajaja -Medio contestó el Licántropo
Ambos chicos buscaron sus respectivos uniformes con sus artículos de aseo y tomaron rumbo hacia los baños.
Luego de unos minutos ya estaban en el gran comedor charlando con sus compañeros acerca de las clases que cada uno odiaba.
Remus se sentía extraño, normalmente para esos días se sentía muy irritado, triste, cansado y muy muy asustado.
Pero esa mañana solo sentía una mezcla de tranquilidad con ansia.
¿Se debía a la poción Matalobos?
Por supuesto que esa mezcla de sentimientos se debía a la poción que cargaba en su mochila. Snape le había prometido una transformación fuera de peligro y de dolor.
Ahora que volvía a pensar en ello no había decidió si decirle a Sirius que le acompañara o no, se prometió que al final del día tendría ya una decisión.
No muy lejos de allí se encontraba tal chico con su vista fija en cierto alumno perteneciente a la casa de las serpientes de cabello liso y oscuro.
Sirius al entrar al gran comedor había tratado de no buscar a Snape a la primera pues creía que si lo hacía podría levantar sospechas ¿En quien? No lo sabía pero era mejor evitar que lamentar.
Pero no mucho le había durado la iniciativa de ser discreto, al poco tiempo ya lo había buscado con la mirada y no había dejado de verlo, su objetivo estaba en una de las esquinas de la mesa de Slytherin; como tenía por costumbre, mientras Regulus le comentaba algo.
Había descubierto que podía llegar a tener celos de su propio hermano menor, Regulus era una de las pocas personas que eran cercanas a Severus Snape.
De pronto su vista se cruzó con un par de ojos color negro ónix que no le veían precisamente con alegría, decidió evadir la mirada y no hacer ningún tipo de cara extraña para que este no creyera que se estaba burlando. Fijó su vista en el vaso lleno de jugo de calabaza que estaba frente a él y así disimular su episodio acosador.
Cuando creyó que ya era suficiente tiempo viendo el vaso volvió a levantar la vista y se sorprendió ver qué Snape aun le estaba viendo y que elevaba una de sus cejas, no sabía que hacer y estúpidamente meneo una de sus manos; la cual volcó uno de los vasos que estaban a su lado, provocando un gran escándalo pues el contenido del dichoso vaso había terminado en la túnica de una chica un tanto chillona.
Tuvo que disculparse por su despiste y tratar de realizar un hechizo de limpieza; en los cuales no era muy bueno que se diga, la chica se había enfadado mucho pues repetía y repetía que esa era una de sus nuevas túnicas, cuando por fin se vio librado de todo el escándalo ya había terminado el desayuno y la mayoría de alumnos se estaban poniendo de pie para ir a sus correspondientes clases, volvió a buscar a Snape en la mesa de Slytherin pero ya no le están viendo solo estaba organizando sus cosas para salir.
-¿Qué fue todo eso? -Pregunto Remus
-Que además de idiota soy un bruto -Fue su respuesta
-¿Cómo?
-Pues eso, que Snape se me ha quedado viendo y yo he tirado un vaso con jugo sobre una chica -Los dos iban rumbo a transformaciones, Peter y James iban por delante de ellos; tratando que uno de sus compañeros de casa cayera en una de sus pequeñas bromas
-Jajaja oh Sirius -Medio río el castaño pues nunca había escuchado hablar a su amigo así -El gran Casanova de Hogwarts vota un vaso de jugo por que la persona que le gusta lo voltea a ver.
-Vamos Remus que no ayudas mucho -Mientras caminaban le dio un pequeño empujón
-Me parece hilarante que tú te pongas nervioso -El chico le dio un par de pequeñas palmadas
-Y eso que me ve con odio, me desmayo si me sonríe -Se empezó a reír tras su broma y Remus le siguió
Para Severus esa mañana comenzaba extraña tras descubrir al idiota de Black observarle con gran detenimiento; y eso que no era la primera vez, pero en esta ocasión había algo más extraño pues Regulus igual lo había notado.
Y su amigo le había advertido estar muy alerta pues ese extraño comportamiento solo traería problemas.
Cuando ya las clases habían acabado Remus se sentía exhausto, sentía que le dolía cada hueso de su cuerpo y que la mochila donde cargaba sus útiles le pesaba una tonelada. Más el estrés que James causaba con sus peleas con Sirius no le ayudaban mucho.
Estos habían tenido una no tan pequeña discusión pues James había vuelto a sacar el tema de Snape y Sirius le había contestado que en vez de buscar formas de lastimar al Slytherin mejor buscara formas de mejorar como persona para que Evans no le bateará.
Dicho comentario aumentó la ira de James y se empezaron a decir pullas entre ambos hasta que ninguno pudo más y cada uno se fue por un camino distinto.
Ahora se encontraba en su habitación en compañía de Peter pues este le había comentado que tenía que terminar una tarea muy importante.
-¿Está luna llena la pasaras solo verdad? -Medio escuchó la voz del chico pues ya casi se quedaba dormido
-¿Mmm? -Medio respondió
-¿Qué si vas a pasar la noche solo? -Volvió a preguntar el chico; se le notaba un poco incómodo
-Sirius me va acompañar -Ya lo había pensado bien y aunque aún tenía un poco de miedo había decidido confiar en Snape, pues no creía que la poción no funcionara si como objetivo tenía dejarlo en deuda con él.
-Mmmm -El chico medio había dejado salir un pequeño suspiro, desde el incidente Peter había estado actuando muy nervios y asustadizo a su lado, era comprensible pues por primera vez en años había herido a uno de ellos.
Sus ojos se cerraron a los pocos segundo y cuando volvió a despertar se dio cuenta que ya había empezado a oscurecer y que se encontraba a solas. Lentamente movió su cuerpo pues lo sentía muy pesado y adolorido.
Tomó su mochila junto a la capa de invisibilidad y tomó rumbo hacia el sauce boxeador; no le fue muy difícil llegar ya que la mayoría de alumnos estaban rumbo a sus salas comunales o incluso ya en busca de la cena, al llegar al pie del gran árbol con su varita elevó una pequeña piedra con la cual le dio a un nudo en particular del árbol logrando así dejarlo completamente inmóvil, bajo por un oscuro agujero y caminó por un pasadizo que conducía a la Casa de los Gritos en Hogsmeade.
Al entrar a la vieja casa se sintió de repente asustado como si presintiera que algo saldría mal, sacudió su cabeza y alejó todas esas ideas pesimistas, la poción haría efecto y mantendría la lucidez aún si había dolor no le importaba.
Subió hasta donde estaba su pequeña habitación, la cual contaba con una pequeña cama donde descansaba tras su transformación; un pequeño armario y una mesa de noche donde dejaba su varita bajo llave.
El pequeño cuarto contaba con una pequeña ventana la cual estaba hechizada para que desde afuera se viese como si estuviera completamente sellada con grandes tablones de madera pero por dentro si se podía ver claramente. El cielo está despejado y se podía ver muchas estrellas.
El cansancio y el dolor muscular se estaba incrementando a cada minuto que pasaba, realizó un tempus para saber cuánto le faltaba para tomar la poción que tenía entre sus cosas; al hacerlo vio que faltaban 20 para las 11:30, rápidamente fue hasta el armario y buscó entre sus cosas el pequeño recipiente que contenía la poción Matalobos. Snape le había recomendado tomarla minutos antes de su transformación para tener mejores resultados, él había escuchado y leído acerca de esa poción y las recomendaciones de Snape eran completamente diferentes a la información que él había leído pero debía recordar que esta era una poción mejorada.
La tomó de un solo trago y su paladar sí sufrió, era repugnante estuvo a punto de regurgitar la poción pero tomó valor y no lo permitió, cuando lo peor había pasado empezó a desvestirse y ponerse una bata, así su uniforme no quedaría destruido tras la transformación.
No mucho después por la ventana se podía ver claramente la luna completamente llena y brillante; sus pupilas se dilataron y tomaron un color amarillento; su cuerpo empezó a crujir, cada hueso de su cuerpo se partía y cambiaba de poción; el dolor que sentía era muy diferente a sus transformaciones anteriores; pelo empezó a surgir de sus brazos; vio garras en vez de uñas, Colmillos y un gran hocico eran ahora en vez de una boca humana, sus extremidades se alargaron a consecuencia su altura había aumentado.
Normalmente su transformación duraba al rededor de una hora; una hora llena de gritos desgarradores debido al dolor que le provocaba, pero esta vez había sido un dolor soportable y además aún en su forma lobuna podía pensar con claridad.
La poción había funcionado y eso significaba estar en deuda con el creador.
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