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Una Segunda Oportunidad por Lucifer_2118

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Dejar el Castillo representaba una gran pesadilla para Sirius Black.

En el colegio se sentía felíz, comprendido, amado y sin que nadie le gritará cada 5 minutos que era una deshonra para el apellido Black.

Se encontraba aún en la cama, con su vista fijada en el techo de la habitación que compartía con sus mejores amigos, su baúl ya estaba listo, la noche anterior Remus los había obligado a prepara todo pues decía que no quería que los dejara el tren.

Su mente sólo se centraba en el disgusto que se llevaría al poner un pie en Grimmauld Place, así que su ánimo mo era el mejor de todos.

Se levantó de muy mala gana y se posó junto a la pequeña ventana que estaba en la habitación, fijó su vista en las tranquilas aguas del lago deseando con todas su fuerza que una lechuza llegará con una misiva de sus progenitores donde le comunicaban que se quedaría en el Castillo porque no lo querían ver en esos días.

-Canuto - La voz de James le saco de su letargo

-Mmm?

-Solo serán unos días amigo; mamá está preocupada por su prima, aunque yo le digo que no es para tanto - El chico con gafas hizo una pequeña mueca - Si todo sale bien en una semana estaremos de regreso y tu podrás ir a pasarla en mi casa ya sabes que eres más que bienvenido

-Lo se Cornamenta no te preocupes - El sabía que James no tenía nada de culpa de que sus padres fuesen una escoria

-Nos reuniremos muy pronto -Hablo Remus

- Yo no podré -Peter les había hablado de su sospechas

-Pues la pasarás genial de viaje eh Pet- Le hablo en tono animado James

-Me emociona mucho poder viajar- Los padres de Peter no eran muy propensos a gastar fuertes cantidades de dinero pero al parecer este año se querían dar su gusto

-Nos traes un recuerdo - Dijo James

-Y tú me tienes mi regalo- Le contesto este

-¡Oye! Siempre lo tengo - Se quejó

Y así transcurrió una hora en medio de risas y bromas.

Cuando ya por fin estaban dentro del expreso la angustia de Sirius había bajado un poco y aprovechó que James y Peter habían salido "En busca de víctimas"

- Cuando le envié el collar no vi que reaccionará ni un ápice -Había estado muy nervioso a la hora de enviar la lechuza y lo estuvo mucho más cuando presenció que está dejaba el paquete frente a Severus.

-Sirius, es de Severus Snape de quien hablamos - Le recordó

-Lo sé -llevo una de sus manos y se rasco tras la oreja derecha -Pero aún así, esperaba por lo menos duda sabes -Pues en el momento que la lechuza había dejado caer la caja, Severus sólo la había tomado, visto por un momento, dirigir su mira al estirado de Malfoy y luego sólo lo había metido en su mochila y ya

Remus le sonrió y volvió hablar

-Estábamos en el comedor, con miles de ojos puestos en todas partes; obviamente no iba a reflejar ningún tipo de emoción

El azabache dejo salir un gran suspiro acompañado de un pequeño grito

-Es tan frustrante -poso su vista en la ventana del compartimiento donde estaban -Quisiera darle los regalos en persona pero se que me hechizaria el trasero antes de poder estar a un metro de el

Remus se quedó en silencio

-¿Como harás en esta luna llena?

-Me ha dado pocion para eso, así que supongo que la pasaré dormido

Remus aún no le había revelado la identidad de ese supuesto "Maestro en pociones" y aunque aún dudaba de ese dichoso trato, no podía hacer nada ya que era decisión de Remus

Al poco rato los otros dos integrantes de los merodeadores regresaron al vagón entre risas y uno que otra queja

El viaje fue muy rápido para su parecer y estando ya abajo busco con la vista a cierto Slytherin pero para su desgracia no lo pudo ver.

-¿Ya te has despedido de tus idiotas amigos?

El tono en que le hablaba su hermano era tranquilo y impregnado de odio muy bien disimulado

-¿Y tú? ¿Ya te despediste de la escoria con la que te juntas? -Su rostro mostró una sonrisa cínica

Regulus no contesto y procedió a caminar hacia el lugar donde normalmente sus padres aparecían por ellos.

Sirius le siguió de muy mala gana

En una acera un poco apartada de todo el murmullo de gente se encontraba una pareja muy bien vestida.

La mujer llevaba una túnica color verde oscura con pequeños revueltos en el cuello, en las mangas se podían notar bordados de plata, sus manos delgadas y muy bien cuidadas había uno que otro brazalete con incrustaciones de piedras preciosas, su cabello gris estaba recogido en un elegante moño y en su rostro tenía una expresión de puro fastidio.

El hombre a su lado, era muy atractivo a pesar de su edad, un poco más alto que su madre, llevaba una túnica elegante color negro, sus manos cubiertas por un par de guantes, su cabello estaba muy bien peinado pero en su rostro no tenía ninguna expresión de fastidió más bien se le veía aburrido.

-Padre, Madre -Saludo Regulus a la pareja

Sirius en cambio permaneció callado y unos pasos más apartado

-Hijo -Su madre se acercó al chico y le dio un beso en la mejilla

Orión Black en cambio le tendió la mano

-Al parecer hasta tus modales han desaparecido - La fría voz de Walburga se dirigió a Sirius

- Un gusto para mi también el volverlos a ver -Fue la respuesta del chico

-Menudo descarado -Hablo de nuevo su madre - Si tan sólo fueses la mitad de lo que tu hermano es; todo sería tan distinto y no tendría que pasar por estas vergüenzas

-Walburga -Su padre había interferido - Esto hay que hablarlo en casa

La mujer alzó la barbilla y le dirigió una mirada a su padre de desafió

-Hay muchos magos presentes para hacer está clase de escenas -Termino por decir su padre.

-Esta bien, tomad la mano de ese chico - Le indicó a Regulus y este así lo hizo y en un parpadeo se encontraban frente a su querida y tenebrosa casa

Número 12 de Grimmauld Place.

Rápidamente se soltó del agarre de su hermano menor y dirigió su vista a un seto de atrás de el

Su padre hizo un movimiento con la varita y la casa apareció ante ellos; procedieron a entrar

Estando dentro su madre siguió con sus reproches

-Menuda vergüenza haces pasar al apellido Balck, una de las familias más poderosas de Gran Bretaña y tu con tus estúpidas ideas de igualdad sólo haces de hazme reír de toda la sociedad mágica

El en cambio no contesto y procedió a subir su baúl hasta su habitación

-Deberías de aprender algo de Regulus. El es el ejemplo perfecto de lo que un Black debe de ser; pero no, lo que haces es juntarte con esa escoria de sangre sucias y traidores a la sangre en vez de cultivar buenas amistades que te podrían servir en el futuro, eres una vergüenza para el apellido

Al subir por las escaleras los gritos de su madre se empezaban a escuchar más lejanos y el creciente enojo que sentía empezaba a bajar.

Estando ya en su habitación cerró con seguro la puerta, tiro el baúl a una esquina; luego se acostó en su cama y puso su almohada sobre su cara.

"Que largos y tortuosos serán estos días" fue lo que penso.

 

Muy lejos de Grimmauld Place, más específico en un pueblo muggle se encontraba una casita muy apartada de las demás, allí vivía el matrimonio Lupin, Lyal y su esposa Hope.

Era un matrimonio muy tranquilo y reservado, no contaban con riquezas pero si con un gran corazón. Los pueblerinos los conocían de lejos y muy rara vez convivían mucho con sus vecinos pero cuando lo hacían se podía notar su amabilidad.

La vida del matrimonio había girado en torno a mudanzas y trabajos de muy mala paga para así mantener un perfil bajo.

Remus se sentía mal, cuado en vacaciones los visitaba; pues estaba consiente que si el se mantenía en el Castillo sus padres no tenían que estar preocupados por si los vecinos los descubrían. Desde que había entrado a Hogwarts sus padres habían dejado de mudarse y el miedo a que sus vecinos los descubrían había menguado

Pero como en cada visita tenía sus transformaciones el miedo regresaba, aunque en esta ocasión sería distinto pues llevaba con el la pocion matalobos y por primera vez en su adolescencia se sentiría en paz con sus padres.

- Mi niño -Hope era una mujer muy cariñosa con su único hijo - Estas más alto que la última vez

- Yo no siento que haya crecido mucho -Contesto el

-Tu madre y yo si lo notamos muchacho -Lyal terminaba de entrar en la pequeña casa y se quitaba la bufanda que había llevado con él - Hasta tienes más masa muscular -Sonrió

-Eh cambiado un poco mi dieta -Mintió

-Me alegra saberlo -Su madre estiró sus brazos hasta posar sus delicadas manos en su rostro y con sus pulgares acariciar sus mejillas - Mi bebé estas creciendo tan rápido -Sus ojos se empezaban a tornar cristalinos

-Vamos mujer no llores por ello - Le regaño su esposo

-Tu calla -Le reprendió ella

Ese día conversó mucho con sus padres, tomaron una taza de chocolate caliente mientras veían televisión, se sintió cómodo y amado.

En su habitación no había nada fuera de su lugar; colocó su baúl bajo la cama luego cambio su viejo guardarropa por un par de pantalones de mezclilla y un suerte rojo. Al dirigirse a la cocina vio como su madre preparaba la cena

-¿Te ayudo en algo? -Pregunto

-¡Claro! Puedes ayudarme pelando esas patatas

Tomo el cuchillo y procedió hacer la tarea

-¿Y papá?

-Ha ido al pueblo por un encargo

Cuando la cena estuvo hecha su padre apareció por el camino hacia su casa

-Algo me dice que está noche nevará -Al entrar a la casa sacudió su cuerpo debido al frío que hacia fuera -Tendremos que utilizar la chimenea si no queremos morir congelados -Después de decir aquello se empezó a reír un poco

Mientras cenaban un tema delicado fue tocado

- Este año he reforzado el sótano -Su padre trato de sonreír después de decirlo pero era muy difícil pues el se consideraba el culpable de que su familia sufriera por esa maldición

-Papá  -Empezó el castaño -Esta vez no sera necesario -Sus padres tenían una expresión de confusión - En el colegio tengo un amigo que es un genio pociones y me ha dado la pocion matalobos

-¿Cómo has dicho? -Hablo su padre -¿La pocion Matalobos? ¿La que hasta hace poco fue descubierta y que cuesta una pequeña fortuna conseguir?

- Si

-Remus John Lupin ¿En qué te has metido? -Su madre se mantenía callada pues al ser muggle no comprendía muy bien la magnitud de lo que su hijo les estaba informando

- En nada peligroso no te preocupes - No le gustaba mentir pero tenía que hacerlo -Ha sido un trato equitativo pues es una persona que es un genio en pociones y quería recrear y hasta mejorar dicha pocion y como al ser el único hombre lobo en el colegio hemos acordado que yo sería su conejillo de indias y si la pocion funcionaba el me proporcionaría la pocion por el resto de mi vida - La verdad es que no sabía hasta cuando Snape le daría la poción pero en ese momento tenía que tranquilizar a su padre

-¡Por las barbas de Merlín! ¡Sabes lo peligrosa que es tomar esa pocion mal hecha! -Su padre empezaba a elevar la voz -¡Pudiste haber muerto!

-Pero no lo estoy

-Remus no seas inconsciente -Su padre se llevó una mano hasta su cabello y lo trato de peinar - Esa decisión ha sido muy irresponsable de tu parte

-Papá por favor, no pienses cosas que no han sucedido; yo me encuentro bien y ahora con esa poción no sufro tanto como antes

-Lyal - La voz de su madre se dejó escuchar -Calmate por favor, Dime Remus ¿Te encuentras bien de salud? -Pregunto algo angustiada

- Si mamá estoy más que perfecto -Fue su respuesta

-Entonces todo está bien -Estiró su brazo izquierdo y tomo la mano de su esposo - Puede que la decisión de Remus no haya sido la más segura pero el está bien cariño, así que no hay que pensar en que pudo salir mal y mejor hay que escuchar como la ha pasado con esa poción ¿Si?

Su padre le dirigió una severa mirada y luego cerró los ojos y dejo salir todo el aire contenido en sus pulmones

-Esta bien ¿En qué te ayudado la poción?

Las siguientes horas Remus Lupin se paso explicándoles a sus padres como se sentía bajo los efectos de la poción matalobos.

 

-¡James charlus potter! - Le reprendió su madre

-James esas no son formas de contestarle a tu madre - Le regaño igual su padre

-Pero es la verdad -Dijo el chico

-¡Todos los años Charlus!, Todos los años son igual ¿Acaso quieres que te expulsen -Su madre elevó todos los pergaminos que le habían llegado en esos meses, pergaminos donde decían que el no era el mejor alumno de Hogwarts y que debía de cambiar su actitud o tendrían que tomar cartas en el asunto

-No me llames asi -Reprochó el chico con gafas -Sabes que me gusta mas James

- Yo te llamaré como quiera ¡Me has oído!

No contesto

-¡Que si me has oído!

- Si mamá - Se obligó a responder

-James tu comportamiento va de mal en peor -Empezó su padre -Te has metido hasta con niños menores que tú y eso no es una buena imagen para el heredero Potter

-Solo son simples bromas - Se justificó

-Pues a mi en lo personal esto ya es abuso

-Oh vamos padre -Se quejó el chico -Solo estamos jugando

-Pues si esto sigue así tendremos que ponerte mano dura -Volvió a hablar su madre -Te sacare del equipo de Quidditch

-¡¿QUE!?

-Como lo oyes, si no cambias tu forma de ser no te dejaré jugar -Rara vez su madre se ponía estricta con el

- ¡No puedes hacer eso!

-Claro que puede -Razonó su padre -Te quitaremos la escoba que tienes y mandaremos estrictas instrucciones a tu jefa de casa, Minerva.

-E..Ella no lo permitiría

-¡Somos tus padres y nosotros decidimos que tienes permitido y que no! -Hablo Euphemia

-Pero esto es demasiado

-Pues eso debes de reflexionar en tu forma de ser -Hablo su padre - No vamos a permitir que nuestro único hijo sea un abusivo

-¡Pero no lo soy! ¡Son sólo bromas!

-Pues estas a muy poco de serlo -Su madre se llevó una de sus manos hasta sus ojos -Nunca me puse a pensar en el daño que te hacíamos al permitirte todo

-Mamá...

- No James. Yo no te crié para que fueses al colegio abusar de los que son débiles, creo que mi idea era todo lo contrario; quería que fueses un hombre amable, cariñoso y sobre todo respetuoso con los demás -Soltó un suspiro -Pero con lo que me topo es un chico se se aprovecha y humilla a todo aquel que no se puede defender

James Potter se mantuvo callado.

-Reflexiona en tus acciones -Y tras decir esas palabras su madre se levantó del sillón donde había estado sentada y se fue a su habitación

-Tu madre tiene razón James -Hablo Fleamont -Tienes 16 años y tus privilegios no te dan el derecho de molestar a los demás -Su padre igual se puso de pie y colocó una de sus manos en el hombro izquierdo de su hijo y suego salió tras su esposa.

James se quedó pensando en la conversación que había tenido con sus padres

 

En otro continente un chico con algo de sobrepeso disfrutaba de la playa muy a gusto con sus padres.

 


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