Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una Segunda Oportunidad por Lucifer_2118

[Reviews - 30]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Sirius Black tapo rápidamente su boca para que el bostezo que daba en ese momento, no fuese visto por la profesora Sprout, sus ojos se pusieron húmedos debido a las lágrimas que estaban por salir; ya llevaba la mitad de la clase de Herbología bostezando. Los demás merodeadores no eran la excepción; bueno exceptuando a Remus, pues este tenía que pasar el día en la enfermería para así mantener las apariencias.

¿El por qué?... Pues el licántropo le había informado a sus amigos, que así como les ocultaba la identidad del tipo quien le daba la poción Matalobos a ellos, igual lo haría con Dumbledore, incluso no quería que nadie aparte de ellos supiesen que ahora tenía a la disposición la poción

Al comienzo tuvieron sus dudas pero al final cedieron ante su mejor amigo.

Sirius dirigió su vista hacia James; este no estaba en mejor estado que el, tenía el cabello mucho más alborotado que de costumbre, unas ojeras muy pronunciadas y su mirada parecía más estúpida que lo acostumbrado.

"No tanto como la tuya Sirius Black" fue lo que se respondió el chico

Debido a la luna llena no había tenido mucho tiempo a solas, no había tenido la oportunidad de hundirse en su miseria.

Desde el incidente en el gran comedor su cabeza había estado llena de pensamientos muy negativos a cerca de Severus Snape, pero no había podido expresarlos; así que toda esa frustración sumándole su desvelo le estaban pasando factura en ese momento.

No estaba prestando atención a la clase, su cabeza estaba centrada en ¿Que haría de ahora en adelante?

"¿Sigo con lo del admirador? ¿Pero ya no sabe quién es? ¡Oh puede que no me haya descubierto!... No, no lo creo, Severus no es estúpido como para no haberlo descubierto ya"

De repente el chico logró escuchar su apellido

-¡Joven Black! -Era la maestra Sprout la que al parecer le estaba llamando a gritos

-¿Si? -Contestó de manera tímida

-Veo que mi clase no le parece lo suficientemente entretenida que hasta se pierde en sus pensamientos -La voz de la maestra demostraba su enfado

-Lo siento mucho profesora Sprout, no volverá a suceder -Se disculpó el adolescente

-Eso espero porque si lo hace terminara en la enfermería con una fuerte irritación si esa planta le rocía con sus jugos fétidos -Le advirtió la profesora

James, quien estaba a su lado le miro un poco con burla

Sirius no tenía cabeza para seguir con la broma de James así que le ignoro y trato con todo su ser de prestar atención a la clase.

Pasado unos quince minutos su cabeza se volvió a desviar de su entorno y volvió a pensar en sus dilemas; una tras otra venían ideas muy raras a cerca de qué hacer con Severus Snape.

-No deberías de cortar en ese lugar -La voz de una chica le saco de sus pensamientos

-¿Disculpa?

-Que no deberías de cortar eso -La chica de Hufflepuff le señaló su mano, la cual estaba con una tijera; la cual estaba a centímetros de una de las ramas de la planta -Si lo haces terminaras en la enfermería

El chico se fijó en lo que estaba a punto de hacer así que dejó las tijeras en la mesa

-Gracias

-De nada -La chica le sonrió y siguió con sus cosas

La clase transcurrió sin mayores contratiempos y cuando por fin termino, Sirius Black soltó un gran suspiro de alivio pues no había hecho nada malo para terminar visitando a Poppy

Al salir del invernadero James le tiro uno de sus brazos por su hombro

-Por Merlin Canuto estoy que me caigo de sueño -Tras decirlo un gran bostezo salió de su boca -¿Iremos a ver a Remus?

-Yo iré a dormir, Remus me pareció que estaba bien y si no duermo por lo menos unas dos horas en clase con Macgonagall me ira como en rayos -Dijo Peter que en ese momento se les unía

-El pequeño Pet tiene razón; lunático me parecía estar bien así que sólo iré a ver si necesita algo y luego me iré a la cama ¿Y tú canuto, iras conmigo?

-Si vamos -respondió

Los tres chicos emprendieron el camino hacia la enfermería

Cuando estaban por llegar vieron salir al príncipe de las serpientes; Lucius Malfoy, les pareció extraño pero no era como si el chico fuera inmortal y no se enfermara.

Al pasar a su lado James y Sirius le dedicaron una fría mirada, la cual fue respondida de la misma forma.

Cuando ya entraron a la enfermería se dieron cuenta de que Poppy no estaba en ella y que Remus se encontraba parado frente a su camilla y tenía la respiración algo agitada.

-Remus ¿Qué te pasa? -Preguntaron sus amigos

El licántropo se dio la vuelta y en su rostro se deslumbró la preocupación y luego muto a su acostumbrada expresión de falsa tranquilidad

-Chicos que bueno verlos, pero ¿No deberían estar durmiendo?

-Ya después lo haremos, lo importante ahora es saber por qué estás en ese estado -James volteo su cabeza hacia atrás y se quedó viendo la puerta -¿Te peleaste con la serpiente albina?

-¿Qué? -Remus lucia preocupado

-Nos lo topamos en el pasillo -Hablo Sirius, respondiendo a la pregunta silenciosa de su amigo

-¿Qué te ha dicho es mierda? -La voz de James dejaba muy en claro que estaba dispuesto a salir y buscar al Slytherin y decirle un par de cosas por molestar a su amigo

-No es nada -Por fin hablo el licántropo -Solamente sus puyas de siempre

-Menudo cobarde -Respondió Pet -Aprovecho que no estábamos contigo

-Puedo defenderme solo Peter -La voz de Remus se escucho muy dura 

-Lo siento -Se disculpó es más bajo

-No Pet, yo lo siento por hablarte así; aún siento mis instintos a flor de piel

-No te preocupes hombre, es normal estar a la defensiva -Contestó James mientras abrazaba a Peter, el más bajo solo asintió tímidamente -¿Y Poppy? Es raro no verla aquí tratando de echarnos para que tu puedas dormir

-Tuvo que ir al despacho del profesor Slughorn por unas pociones que le hacían falta -Contestó él licántropo

-Bueno amigo -James volvió a bostezar -Nos iremos a dormir unas horas, en la cena volveremos y te traeremos algunos bocadillos -El chico con gafas sonrío y aún teniendo a Peter entre sus brazos; volteó hacia dónde estaba Sirius y dijo -¿Vienes?

Sirius solo asintió, todos se despidieron nuevamente y salieron de la enfermería. Pero antes de que todos llegaran al pasillo que los conducía al retrato de la Dama Gorda, Sirius frenó

-¿Qué pasó canuto, por qué te detienes? -Preguntó James

-Acabo de recordar que quede con una chica de vernos en la torre de astronomía -Mintió el otro

-¡Ni cansado té detienes eh! -Jugueteo su amigo

-Que daría yo por juguetear de ese modo -Se lamentó Peter

-Oh vamos pequeña ratita; esa chica caerá ya lo verás -Trato de animarlo -Si sigues mis consejos lo lograras

-Bueno mientras Peter y tú se van por el lado equivocado yo estaré disfrutando -Se mofó el heredero Black

-¡¡Cómo qué lado equivocado!! -Gritó el moreno mientras veía a su amigo tomar rumbo hacia su destino

Sirius no contesto y bajo las escaleras de los pasillos y en vez de dirigirse hacia la torre de astronomía se dirigió hacia la enfermería

Mientras iba caminando se puso a pensar en las reacciones de su amigo licántropo cuando ellos habían entrado a la enfermería y lo habían encontrado agitado y muy angustiado; como si temiese que ellos descubrieran algo y su instinto le decía que la serpiente albina estaría involucrado

Cuando ya estaba enfrente de las puertas de esta, una voz muy conocida para él se dejó escuchar

-Veo que tu constitución ha mejorado en estos dos meses -La voz era de Severus Snape; su amor no correspondido

Sirius muy impactado se quedo congelado en su sitio y trato de seguir escuchando

-Si, ahora ya no pierdo el apetito y no me siento tan fatigado como antes -Ese era Remus

-Espero que hayas respetado mis condiciones y no hayas cometido la estúpida decisión de revelar mi participación en tu vida

"¡¡Así que Severus es el creador de la poción de Remus!!" Sirius estaba muy sorprendido

-No te preocupes Severus, nadie aparte de mi lo sabe -Le respondió su amigo

-Y espero que así siga, como has de saber tal poción es muy delicada por lo tanto no es muy recomendable tenerla mucho tiempo sin tomar; por lo tanto tendremos que seguir en constante comunicación, un día antes de la luna te haré llegar una nota para que vayas por ella. No es necesario que te recuerde que debes de tener mucho cuidado y no ser descubierto, pues si eso llega a pasar da por sentado que tu tormento volverá -La voz de Severus sonaba muy estricta

-Lo tengo muy presente -Respondio el otro de manera calmada -No pienso decirle a nadie que tú eres el que me ayuda

-Bueno si lo tienes claro -Después de esas palabras Sirius sintió que la conversación llegaba a su fin así que camino lo más silenciosamente hacia algún pasillo para ocultar su presencia, con suerte pudo esconderse detrás de una estatua y pudo ver que Severus salía de la enfermería y caminaba a paso rápido

Se quedó en su escondite por unos minutos más, analizando todo lo que había escuchado; se sentía muy sorprendido de haber descubierto quién era la persona que ayudaba a uno de sus mejores amigos; pues no imaginaba que Severus era la clase de persona que iba por la vida ofreciendo una de las pociones más difíciles y caras del mundo mágico

Podía comprender el silencio de Remus, pues si les revelaba la identidad de Severus, James nunca hubiese reaccionado bien y sobre todo estaba muy claro que Severus se lo tenía prohibido

No sabía qué hacer, ahora ya no era unas dos cosas las que le agobiaban; ahora se habían transformado en muchos problemas

La situación de la serpiente albina había pasado a ser el problema más pequeño, ahora el más grande era que no sabía cómo actuar desde ahora. No sabía si perjudicaría a Remus si seguía con su misión imposible de conquistar a Severus, pero muy en el fondo quería seguir con ello, no quería darse por vencido, tenía la ridícula esperanza que en algún momento sería correspondido

El joven dejó salir un fuerte suspiro y salió de su escondite y empezó a caminar sin rumbo alguno.

 

Severus Snape en los últimos días había estado inmerso en sus pensamientos; había tratado de dejar de lado el absurdo tema de Sirius Black, pero su testarudo cerebro no le obedecía y la mayor parte del día pasaba pensando en el.

Hasta había recibido un llamado de atención por parte de un profesor ¡A él! Le había reprendido en medio de una clase de encantamientos. Ese hecho le sacó su mal genio, de por sí como si fuese difícil tal acción, no había querido que sus amigos sí quiera le mencionaran ese hecho; lo único que había logrado bajar su humor era el hecho de que el susodicho no había estado presente.

Hasta había permitido que Barty consiguiera un favor de él y sin pedir nada a cambio.

En medio de esos días no había querido sobre-analizar las acciones del Black, había querido concentrar sus pensamientos en Regulus y su desdicha. Pero por más que quería no lo lograba.

Hacia todo lo posible por evadirlo y sobre todo pasar desapercibido en tal acción pues tampoco quería que el otro averiguara que ya estaba enterado de todo.

En sus primeros años había jurado y perjurado que dejaría atrás toda clase de sentimentalismos; sentimientos que no le beneficiaban en nada, que solo le traían dolor.

Ya había dejado de auto culparse por su estado físico, su mala fama, su pobreza y su situación familiar.

Ya no se ponía a fantasear que de un momento a otro el chico que le gustaba se giraba hacia él y le pedía perdón por todo el daño que le había infringido y que después de las disculpas venía una ardiente confección de amor.

No, ya no era ese niño metido en sus alocadas fantasías.

Ahora era un hombre adulto con 43 años; lo único adolescente era su cuerpo, ya no podía dejarse llevar por estupideces. Ahora en sus manos pendía la vida de muchas personas.

Con ese claro pensamientos decidió ir donde el licántropo se encontraba, quería comprobar que su identidad siguiera anónima para el resto de su grupo, no quería que sus planes se viniesen abajo.

La charla no fue tan larga, solo reiteró sus exigencias y luego se marchó, sabía que no tendría dudas o reproches a cerca de la poción pues llevaba años preparándola y mejorándola.

Camino hasta su sala común, pues en ese momento tenían un pequeño descanso, al llegar a esta se sentó en uno de los cómodos sillones de esta y decido leer uno de sus tantos libros sobre ingredientes para pociones. Su lectura no prosperó pues después de unos minutos Bella y Narcissa entraban a la sala común y Severus sabía que Bella no se quedaría tanto tiempo callada y realmente no tenía tiempo para estar escuchando sus estupideces

Salió de sala común de Slytherin sin llamar mucho la atención

Cuando ya estaba fuera de las mazmorras pudo sentir en sus brazos la calidez de los escasos rayos del sol, se sintió un poco en paz

Pensó en su siguiente clase y no tenía muchas ganas de tomarla; historia de la magia era una de las clases más aburridas que podían tener en el colegio, sobre todo esa clase la compartiría con Gryffindor; decidió no ir.

Los pasillos del colegio se vaciaban a una rapidez muy acostumbrada, faltaba muy poco para que la siguiente clase empezara y todos los alumnos ya se dirigían a los salones correspondientes. El en cambio caminaba sin un rumbo fijo, tenía muchas cosas en la cabeza y las clases eran lo de menos; de repente una fuerte ventisca se coló por donde pasaba, sus mejillas ya estaban un poco enrojecidas debido a la falta de su bufanda, después de soltar un estornudo sacó su varita y realizó un hechizo calentador en su cuerpo; así evitaría pescar un resfrío

Siguió caminado por unos minutos más hasta que se topó con la persona que menos deseaba toparse; Sirius Black, no podía creer la suerte que tenía, lo había estado evadiendo en todo ese tiempo y ahora se lo topaba cara a cara

Mantuvo la calma y decidió seguir caminado, al parecer el chico aún no le había visto, pues noto que este venía con la mirada hacia el suelo

 

Sirius se sentía muy desanimado, había estado analizando todas sus posibilidades y había llegado a la conclusión de que no podía ser tan egoísta como para que Remus volviera a sufrir con su transformación, no podría perdonárselo nunca.

Su amor no correspondido se quedaría tal cual, tan metido estaba en sus pensamientos que ni siquiera sabía que camino había tomado, levantó su mirada y lo primero que vio fue un par de ojos color negro ónix muy conocidos para él, se sobresaltó pues creía que era algún tipo de alucinación

-De tanto pesar en el hasta estoy teniendo alucinaciones -Hablo en voz alta mientras se llevaba una de sus manos hacia su frente -Joder debería ir a ver a Poppy

Severus se sintió irritado al escucharlo, pero decidió no contestar y seguir caminando, tal vez con un poco de suerte el Gryffindor seguiría creyendo que todo era ocasionado por su cabeza. Siguió con su cometido pero de repente sintió que era tomado de su brazo izquierdo

-Espera ¿Eres el verdadero? -La voz de Sirius sonaba aterrorizada

Severus sacó su varita en acto reflejo y la colocó en la yugular del otro

-Eso parece -Severus sentía que su pulso se aceleraba, eso solo hacía que se enfureciera más

-N...No... ¿Me has escuchado? -Sirius se había empezado a poner pálido

Severus decidió no contestar; guardó su varita y quizo seguir caminando pero su brazo aún seguía sujetado por el otro

-No.. No es lo que parece -Sirius trató de justificarse -La verdad es que hablaba de alguien más, si eso; estaba pensando en alguien más y de repente tú apareces y me confundí -Hablaba tan rápido que hasta costó entenderle

Severus se estaba enojando más y más

-No me importa en quien pienses -Fue su respuesta

Sirius no haya que hacer o qué decir, sentía que si dejaba ir al Slytherin no volvería a tener una oportunidad. Lo que había decidido hasta hace unos momentos ya se le había olvidado

-Suéltame si no quieres terminar sin un brazo -Lo amenazo la serpiente

El en cambio afianzó más su agarre

-Necesito hablar contigo -Soltó de pronto

Severus se le quedo viendo de pies a cabeza

-No -Respondió

-Por favor -Y antes de que contestara el otro, empezó a caminar llevando al otro en contra de su voluntad

Aunque sí Severus hubiese querido detener toda ese espectáculo lo hubiese hecho en un santiamén

Se dejó llevar hacia algún salón vacío; cuando ya estuvieron a solas el Gryffindor parecía más nervioso que antes, Severus se estaba impacientando

-Tu y yo sabemos que ya estás al tanto de todo, no es necesario mencionar mi vergonzoso comportamiento en el gran comedor -Empezó Sirius

-No sé qué hablas chucho -Severus a demás de enojado los nervios le estaban jugando una muy mala pasada "Como si no fuera el mejor espía del mundo mágico" se regaño a sí mismo

-¿Por qué me has llamas así? -Preguntó extrañado el otro

"Vaya ahora solo falta que le diga que soy un viajero en el tiempo"

-No estoy para estar malgastando mi tiempo en este lugar y mucho menos con semejante compañía -El Slytherin trató de salir pero la puerta del salón abandonando estaba cerrado -Ábreme -Exigió

-Lo haré hasta que escuches lo que tengo que decir

-No quiero escuchar nada de ti

-Pues lo harás -Sirius tomó una profunda respiración y empezó su discurso -Se que desde que nos conocemos no he sido más que un estúpido, arrogante, abusivo y un matón de lo peor. Te he hecho la vida imposible; no me he medido al hacerte daño, me encargue que muchas personas te vieran con lastima y asco a la vez... Te he insultado de mil y un maneras he incluso he provocado que visites la enfermería más de una vez...

La voz de Sirius se sentía cada vez más pesada; Severus permanecía quieto y viendo hacia una de las ventanas del salón

-No he sido más que una mierda contigo y no tengo derecho alguno de pedirte perdón y mucho menos querer algo más... Por mucho tiempo no profundice en el Por qué De mis acciones, ¿Por qué era así con un chico que prácticamente nunca me había hecho nada? Solo me conformaba con las excusas de James; nunca busqué las propias

Severus aún permanecía callado

-Hasta hace un par de meses lo descubrí; descubrí por qué he sido un gilipollas contigo -Sirius había empezado a sudar frío -Mi reputación en el colegio nunca ha sido la mejor y en parte ha sido mi culpa. Una noche quede con una chica de Ravenclaw, esta me llevó a un salón en desuso... En la torre Oeste, un lugar muy cómodo y perfecto para esa clase de encuentros, pero dicho lugar ya tenía un dueño y lo descubrí de la peor manera

Severus había apuñado sus manos y en ese momento sus nudillos estaban muy blancos, debido a la fuerza con la que los apuñaba.

-Nunca me imaginé semejante escenario; me sentí muy confundido, ver esa faceta de ti... Y Lugo sentí un odio desmedido hacia el imbécil de Malfoy, no entendía porque me sentía de esa forma... -Sirius se detuvo, no quería relatar que después de verlos se había ido a masturbar a uno de los baños más cercarnos al lugar -Luego me pase los siguientes días en un constante bombardeó de recuerdos y sentimientos que en su momento me parecieron extraños y aún así decidí ignorarlos.

Sirius bajo la mirada y la fijo en la punta de sus zapatos

-Descubrí que no era odio lo que sentía por ti... Si no más bien a... Qué me gustabas -Finalizo el Gryffindor

Sirius se quedó esperando alguna reacción del otro pero pasaban los segundos y este seguía con su mirada hacia la ventana y sin decir nada

-Severus... -Trato de hablar pero fue interrumpido

-No se atreva a llamarme por mi nombre, no tenemos ese nivel de confianza -Después de decir eso sacó su varita y abrió las puertas selladas pero no salió de inmediato -No sé qué es lo que espera de mí, viene me trae en contra de mi voluntad a este lugar, luego se pone a decir toda esa sarta de disparates ¿Qué espera? Que le diga que le perdono, que no me importa todo el daño que ha hecho en esta vida; que a pesar de tener hasta cicatrices en mi cuerpo debido a sus bromas pesadas; aún así correré a sus brazos y le corresponderé. Esta vida no es una historia de amor Joven Black, la vida es dura y  si cree que con un "Lo siento" las cosas se resolverán y será feliz, esta muy equivocado.

-Lo sé...

-No usted no sabe, no sabe cuánto dolor me ha ocasionado en estos 5 años, no sabe la clase de pensamientos que puede llegar a tener un niño de 11 años al ser abusado sin ninguna razón aparente, no sabe el sufrimiento que se llevan las víctimas solo para que usted estuviera entretenido. Esto no se soluciona con un discurso venido a menos, no me importa qué clase de sentimientos usted haya desarrollado por mi; ese es su problema y espero que con esto quede claro que no pienso corresponderle, jamás lo haré.

Severus salió del salón sin siquiera darle una mirada.

Sirius había estado consiente que una respuesta positiva jamás la hubiese obtenido.

Se dejó caer en el piso y con sus manos cubrió su rostro, se quedo todo el resto del día sentado y derramando una que otra lágrima por su fallida confección. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).