¿Como reaccionar ante su amo? esté actuaba de una forma muy extraña para consigo, algo que no sucedía en su vida pasada. Si es verdad, que llegó a obtener un lugar envidiable ante todos sus seguidores, la mano derecha de su señor, un mago de gran poder mágico. Pero esto lo había logrado con el pasar de los años; con mucho esfuerzo de su parte, puede que sí haya realizado muchas cosas para este momento pero nada tal deslumbrante como para que el mismísimo Lor Voldemor le estuviese casi ¿Coqueteando?
¿Podría tratarse de imaginaciones suyas? No. No podía ser su imaginación, ese toque no era normal viniendo de parte de su señor, Severus dejó a un lado sus pensamientos y simplemente se quedó esperando que el hombre ante el le diese; no sé, alguna explicación.
Pero en vez de eso el hombre apretó un poco más su muñeca provocando que la marca recién hecha doliese como el demonio ¿Buscaba alguna señal de su parte?
-¿Señor? -Trato de que su tono fuese lo más inocente posible, mientras lo miraba a los ojos, noto que ese par de pupilas rojizas le veían como a una presa, un bocadillo el cual sería devorado en cualquier momento, un escalofrío le recorrió por su espalda; era terroríficos despertar eso en ese ser.
-No tengas miedo -Tanto su apariencia como su voz eran completamente diferente a su versión "Original" En este momento parecía un mago cualquiera tratando de llevarse a la cama algún ligue; pero no era el caso, quien está frente a Severus Snape no era, ni más ni menos que Lor Voldemor.
Lentamente esté se acercó hasta posar sus labios en una de las mejillas de Severus, el toque fue cálido y a la vez le produjo escalofríos para el chico. Después de ese acto desconcertante le tomó la barbilla con suficiente fuerza he hizo que le viese nuevamente a los ojos y en un instante la mente de Severus fue invadida; no se lo esperaba, los pensamientos danzaron sin orden alguno.
Logró salir del asombro en poco tiempo, pocas cosas se llevaron a ver con claridad, su madre maltratada era lo que más utilizaba para esos momento pero sabía que alguna imagen de su estadía en el colegio tuvieron que verse, esperaba fervientemente que Sirius no apareciera ante su señor.
Lor Voldemor no parecía enojado y eso le alivio un poco, si estaba tratando de conseguir más que pociones con él; no sería tan bien tomado su enamoramiento hacia un desertor como el mayor de los Black.
"¿Espera... Enamoramiento?" Con asombro se reprendió "un enamoramiento pasado" Se dijo, Severus estaba actuando de una manera muy descuidada para con lo que sucedía en ese momento; frente a sus ojos, lleno sus pulmones con suficiente a aire, enderezó la postura y hablo:
-¿Señor?...
-Espero que mis intenciones hayan quedado claras Severus -La serena voz del hombre se alzó antes de que Severus siguiese con sus preguntas.
Severus no sabia que responder de forma acertada, nuca se había plantado que su amo llegase a tener esas intenciones con el. Necesitaba tiempo, tiempo para analizar cuidadosamente este situación tan bizarra, tiempo para ver los pro y los contras.
Lentamente asintió ante el hombre y con su mejor actuación respondió:
-No... Mi señor le pido tiempo para pensarlo, yo nunca había pensado en que usted me viese de esa forma y jamás he pensado siquiera en ver la posibilidad de.... No se... Bueno -Su actuación podría ser muy tímida o muy poco creíble pero esperaba que ser su mejor discípulo le brindará una oportunidad de escapar de esta
Voldemort no dijo más y salió de la habitación.
Severus soltó un gran suspiro al quedar a solas, las manos le temblaban y sentía que su temperatura había bajado varios grados. El dolor de la marca recién impresa en su brazo podía hasta pasar desapercibido debido al gran asombro y terror que se mezclaban en su ser.
-Lily escúchame!!!! -James Potter tomó de la mano a la pelirroja, la cual estaba tratando de alejarse del chico con gafas
-¡¡No James!! No puedo creer que me hayas hecho venir hasta aquí solo para hablar de tonterías -La chica forcejeo hasta que pudo liberarse del agarre
-No son tonterías es la verdad!!!
-¡¡Severus no es malo!!! -Gritó la pelirroja - Por todos los dioses James, deja en paz a Severus
-Es porque tú nunca lo has visto haciendo sus maldades -Se excusó el chico -Yo sí lo he visto hasta e experimentado en carne propia de lo que es capas
El temperamento de Lily estaba llegando a su límite, ingenuamente había llegado a pensar que James la había invitado a una cita, con la carta que le había llegado y la forma en la que había sido escrita, cualquiera podría deducir esa clase de intenciones; bueno al parecer no.
-Lily te digo la verdad, ese idi...chico es uno de ellos -James se mordió la lengua para no insultarlo delante de su chica
-¿Solo para esto me has llamado? -La voz de Lily era calmada pero por dentro estaba que echaba humo
-No... Bueno si, no espera, también te quería ver -James trató de hablar con rapidez pues veía que Lily se quería marchar -Te extraño -Tartamudeo mientras su rostro se sonrojaba
Lily suspiro de manera muy exagerada y contó hasta cinco mentalmente
-Nada de Severus -Sentenció
James hizo una mueca ante sus palabras pero al final terminó aceptando.
Los dos Gryffindor dejaron los temas problemáticos a un lado y decidieron disfrutar de la salida, aún no tenían nada dicho pero ambos estaban consiente que simples amigos ya no era la etiqueta que los definía.
-Regulus -Sirius llamó a su hermano, este no se detuvo -No importa cuánto me ignores, eso no cambiara lo que pasa -De pronto el heredero Black se encontraba tirado en el suelo pues su hermano menor le había estampado un puñetazo en la cara, tomándolo completamente desprevenido.
Sirius estaba más que asombrado, jamás había llegado a creer que su hermano fuese capaz de responder de semejante forma, lentamente se levanto, mientras una de sus manos se dirigía a su boca para así poder limpiar la sangre que brotaba de su labio.
-Vaya así que al final si existo -A pesar del dolor que sentía en su rostro, Sirius no detuvo las pullas; necesitaba más que un golpe de su hermano menor
Regulus en cambio apretó con más fuerza (si es que era posible) sus puños, sentía una gran rabia hacia aquel que una vez fue su hermano
-¿Te quedaras callado? -A pesar de su apariencia no dejo que el otro escapara -¿No piensas decir nada? No puedes vivir ignorando que ahora soy el nuevo cabecilla de la familia
-¿Familia? -Después de muchas semanas, incluso meses, al fin el menor de los Black le dirigía unas palabras a Sirius -¿Desde cuándo somos una familia?
-Siempre lo hemos sido -Contestó él mayor -Tu y yo siempre seremos familia -De repente vio cómo su hermano menor se ponía a sonreír ese acto lo desconcertó pues era lo que menos esperaba -¿Qué es lo gracioso?
-Me causa gracia que tú te refieras a nosotros como familia -El chico dejó de reír y relajo su postura, como si el enfado se hubiese esfumado en un parpadeo -Cuando fuiste tú mismo el que abandonó a un niño con de 10 años que creía ciegamente en su hermano mayor
-Yo no te abandone!!! -Respondió con rapidez Sirius
-¿No? -Regulus se acercó hasta su hermano y con su dedo índice le presionó el pecho -Cuándo te nombraron un Gryffindor, me abandonaste Sirius, dejaste que nuestros padres me aprisionaran mientras tú vivías la vida con tus amiguitos. Yo me tuve que quedar aquí en esta gran casa -El chico extendió sus manos y señaló a su alrededor -Preguntándome porque mi hermano no me escribía, por qué mis cartas eran devueltas sin siquiera haber sido leídas, por qué en Navidad mi hermano; mi mejor amigo... No me hablo ni me dio mi beso de buenas noches. Por que envió una carta donde decía que ya no me hablaría porque él ya no pertenecía a esta familia y que si me atrevía a dirigir mi voz hacia ti, tomarías a Kreacher y harías que se tirará de la ventana más alta para que muriese.
Sirius estaba en completo shock. ¿Qué era todo eso de lo que hablaba su hermano? ¿Cartas? - Yo nunca recibí ninguna carta de tu parte -Pudo apenas responder -Y jamás escribí esas amenazas
-Claro -Regulus se dio la vuelta y quizo subir a su habitación, ya había pasado por mucho en ese día como para seguir discutiendo con el idiota de Sirius.
Sirius en cambio se quedo plantado en medio de la sala de aquella lúgubre casa, no terminaba de asumir lo que su hermano le había contado.
De por sí ya había tenido suficientes problemas en esos meses, los estudios; su madre, la pelea con James. Y todo ello empeoraría desde ese mismo día pues ya contaba como el líder del apellido Black.
Su padre; no de muy buena gana, esa misma mañana le había tenido que entregar por mandato de sus ancestros el "Mando" de todo. Obviamente faltaba mucho por recorrer pero con que haya dado ese paso era suficiente para el Gryffindor, ya que significaba salvar a sus seres más amados.
Pero con todo lo que había mencionado Regulus estaba hecho bolas, tenía que averiguar de qué era lo que su hermano hablaba y para ello tenía que acorralar a su progenitora.
-Que sea rápido -El mago de cabellera platinado no se detuvo en minimices, al poco de aparecer en aquellas destartalada cabaña se empezó a quitar su costoso guardarropa.
El licántropo que en ese momento estaba recostado en un sillón de la misma, no se movió, sencillamente se dedicó a disfrutar la vista.
El cuerpo de aquel que era su Mate era una gran vista, su piel clara y cuerpo bien torneado hacían que su entrepierna reaccionara. Deslizó su vista desde los pezones hasta donde muy pocas veces el sol iluminaba en todo su esplendor. Lucius ya estaba animado, su erección empezaba a palpitar de emoción por el acto que pronto se llevaría a cabo.
Cuando el platinado se encontró completamente desnudo, miro a su amante y este no se movía de su lugar; elevó su ya característica ceja, espero una reacción y al no obtenerla soltó un suspiro y camino hacia el, hasta colocar sus piernas al rededor del otro, tomó su rostro y dijo:
-No más de una hora -A continuación le beso de forma desesperada
El par de amantes se dedicaron esa hora a devorarse uno al otro, era poco el tiempo pero era suficiente... Oh eso era lo que ellos mismos se repetían en su soledad.
Poco después uno se bestia presuroso mientras el otro seguía desnudó en la cama.
-No podré venir este fin de semana, tengo que viajar con mi padre -La verdad es que ambos Malfoy estarían ocupados cumpliendo las órdenes de su señor
-Mmm -Un escaso sonido fue la respuesta del otro
Lucius no dijo más, aunque su parte bestia se muriese de coraje por la falta de atención de su otra mitad, no diría nada. Era el instinto sobrenatural el que le hacía sentir de esa forma y el no se dejaría vencer.
Lucius Malfoy se desapareció a los pocos segundos.
Remus por fin se levanto y empezó a buscar su ropa; la cual estaba regada por el piso, dejó salir su frustración con un gran suspiro, actuar con indiferencia ante su mate le estaba costando caro, los celos y el enojo eran algo a lo que ya estaba acostumbrado desde ya hace años, pero el miedo era algo nuevo.
Su lobo aullaba por ir tras su pareja y ponerla a salvo, pero era algo que no podía hacer, estaba atado y la llave la tenía el mismo. No podía traicionar a Severus, no podía decir nada por Lucius; estaba claro que si lo hacía lo único que obtendría seria un "rompimiento" de lo que sea que tenían.
La vida se le complicaba más y más. Sus mejores amigos estaban distanciados, Peter se hallaba en otro país. Su mate estaba metido en cosas peligrosas y sus padres estaban muy curiosos por la falta de correo de todos ellos.
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