Una Segunda Oportunidad por Lucifer_2118

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Remus había observado extraños comportamientos en uno de sus mejores amigos. Sirius era un chico muy activo, reía, gritaba y se emocionaba con cualquier tontería; tenía citas con chicas y chicos cada dos por tres y tenía una gran apetito.

Pero desde hace unos tres días atrás se había estado comportando taciturno, no comía bien y estaba seguro que no dormía lo suficiente, se parecía tanto a él después de la transformación en luna llena. Era muy extraño pues cada vez que el chico tenía algo que le preocupara solía recurrir a él por consejos y en esta ocasión se había encerrado en si mismo.

James también lo había notado y había tratado de hablar con él pero no había salido tan bien que se diga pues Sirius había reaccionado de manera violenta y le había pedido de manera no muy amable que no se metiera donde no lo llamaban. Peter por otro lado había preferido no tocar el tema.

Por eso Remus había optado por dejar que el solo le buscara. Tarde o temprano Sirius lo buscaría y si no lo hacía en un par de días lo iba a encerrar en una habitación para que hablara por fin de lo que le atormentaba.

Ese sábado sería la primer salida a Hogsmeade y Severus ya tenía escrita y sellada la carta que le enviaría a Dumbledore, había gastado pergamino al tratar de que su carta pareciera creíble y no un cuento de un niño de 5 años. La guardo en su cómoda y trato de dormir pero cuando estaba por quedarse dormido sintió unos toques en la puerta de su habitación. Se levantó un tanto enfadado pues creía que se trataba de Lucius el que molestaba a esa hora.

Pero el que se encontraba frente a su puerta era Regulus Black, el chico no espero que le diera el paso entró y cerró la puerta. Camino hasta su cama y se tiró en ella soltando un gran suspiro después.

-¿Qué te pasa?. -Pregunto Severus, él sabía que era lo que le agobiaba pero tenía que dejar que el menor confiara y le revelara todo.

-¿Por qué no soy mestizo como tú sev? - Pregunto con gran agonía.

-Porque te toco una familia sangre pura.

-En ocasiones deseo ser un mago de sangre mestiza, pues ustedes no tienen que cumplir con las expectativas de nadie.

-No tengo que cumplir expectativas de nadie pero sufro la marginación de los sangre puras. - Le recordó el pocionista.

-Esta vida es una mierda.

-Te doy la razón. - Fue su respuesta.

-Sabes... Mi madre... pues. -No se atrevía a comentarle lo que le había tocado vivir ese verano. Él quería mucho a Sev y no quería que este pensara que él no lo veía como su igual.

-¿Tu madre?.

-Sev sabes que yo no pienso igual que ella, se que tengo prejuicios con ciertas cosas y que en ocasiones parezco uno de ellos.

-Lo se Reg. No es tu culpa pensar eso, has sido criado en esas creencias y se que te es difícil pensar distinto. -

-Como sabes desde hace unos meses se vienen oyendo unos rumores de que pronto surgiría una nueva jerarquía donde los sangre pura gobernaran sobre todo el mundo mágico. Mi madre me ha pedido que me una a ellos.

-¿Has aceptado?.

-¿Como no hacerlo? Si desde que el idiota de Sirius renunció a ser él siguiente cabeza de familia esa responsabilidad me cayo a mi. Y no me queda de otra que hacer lo que madre pida.

-Y ahora te toca seguir a un loco.

-Bueno tan loco no está. Ya asistí a unas cuantas reuniones y he de decirte que no todo lo que dice es descabellado, me gusta la idea de no vivir escondido de los muggles pues estos para mi son como animales.

-Los muggles son peores que los animales. Pero eso de que un solo mago gobierne todo el mundo mágico y que mate a todos aquellos que no son sangre limpia no me párese bueno.

-No mata a todos, los rumores son exagerados el solo elimina aquel quien se le opone.

-Gran diferencia. ¿Lo has visto?.

-Aún no. Aparece con una gran túnica y una máscara plateada como todos los integrantes de las reuniones. Pero si se siente su presencia mágica y déjame decirte que es un mago muy poderoso.

-Ya me imagino, pues cualquier mago no haría esos destrozos así porque si.

-¿Me puedo quedar a dormir aquí?. - Pregunto el menor.

-Claro. - Camino hasta su cama y ambos se acomodaron, platicaron una que otra cosa con respecto a sus clases y luego de una media hora Reg fue el primero en quedar dormido y Severus se quedó pensando en todo lo que le había dicho su amigo.

Regulus aún no sabía el requisito obligatorio para formar parte de las filas del señor oscuro. El cual consistía en matar a un muggle y así recibir la marca tenebrosa. Y eso lo llevaba a un tema el cual había querido evitar, si quería destruir todos los Horrocrux del señor tenebroso tenía que unirse a él pues no contaba con la ubicación de todos ellos.

Si sus cálculos no eran erróneos hasta el momento debía de tener 6 en total, pues el séptimo había sido un accidente. De los cuales sólo sabía la ubicación de dos, los otros aún no sabía su paradero; pues el diario que Lucius había infiltrado en el segundo año de clases del niño que vivió dudaba que estuviera en su poder ya que en ese tiempo apenas y era un seguidor y no la mano derecha del señor oscuro, la copa de Helga Hufflepuff no podía estar en la cámara de Bellatrix porque aún no era la loca desquiciada que contaba con la confianza del mago, el guardapelo aún no se lo había entregado a Regulus y por último la serpiente que debía de estar junto al señor oscuro. Y si no sabía la ubicación del mago no sabía el paradero de la serpiente.

Por más que quisiera evitar unirse a los mortifagos no iba a poder ya que si quería evitar la muerte de sus amigo y todas aquellas víctimas de ambas guerras debía destruir los Horrocrux antes de que la profecía fuera dicha y así vencer al señor oscuro.

Cada decisión que tomaba le producía un gran miedo a equivocarse. Pero aún con ese miedo se había propuesto a arreglar todos sus errores.

Tenía tantas cosas por delante, que simplemente sentía que esa vida no le sería suficiente.

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