Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Punto y Aparte por Mascayeta

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Harry se sorprendió al ver a Draco salir de la habitación de Ron con un pijama de seda gris plata igual que sus ojos, el desordenado cabello le daba la impresión de haber pasado una noche bastante movida.

—No te hagas ideas que no son Potter, Ronald está en la casa de Granger.

El ojiverde sonrió al verse descubierto, todo el mundo mágico rumoreaba que ese par tenía una relación y con la manera que se comportaban hubiese podido jurar que era verdad.

Malfoy le sugirió a Harry ir a la cocina y preparar café mientras él se aseaba, por un momento el Auror pensó que esas debían ser las mañanas de su hijo cada vez que se despertaba al lado de Scorpius, durante la fiesta McGonagall le comentó la situación de Al y el rubio, así como el movimiento que hizo con Rowle el cual le pareció arriesgado, pero por lo visto la pareja de jóvenes era tan consciente de su realidad, que escuchar la felicitación de Scorpius por la boda tampoco le extrañó.

Quince minutos después Ron entró con rastros de que la madrugada no trajo nada bueno, Harry le entregó la taza de café y le sugirió sentarse mientras preparaba unos panqueques y huevos revueltos.

Iban a ser las siete y media cuando Malfoy se hizo presente.

—Creí que te habías ido por el sifón, ¿Cuánto necesitas para arre…glarte?

Harry por estar sirviendo no lo había visto, al voltear comprendió que esa demora también implicó la búsqueda de unos documentos en su casa, ya que traía a un elfo cargado con ellos.

—Media hora Potter, yo procuro peinarme no como tú.

¿Cómo podía soportarlo Ron? Draco mantenía el carácter ácido de su juventud, aunque verlo agradecer a su elfo pidiéndole que regresara a la mansión con Narcissa, le hicieron aceptar que su esencia no podía perderse.

Tan pronto quedaron solos comenzaron a analizar lo encontrado.

Los tres hombres hablaron mientras degustaban lo preparado por el ojiverde, la profecía existía, debido a la batalla que tuvieron en el departamento de misterios, se tenía entre las que se destruyeron con el Reducto que lanzó Ginny, sin embargo, Harry se enteró que los Inefables guardaban pergaminos con los escritos de cada una de estas.

Lo cierto es que le tomó gran tiempo conseguirla, confirmar que era la correcta, y sin despertar sospechas, ya que no sabían quién estaba a favor y quién en contra. Por lógica asumieron, que alguno de los seguidores de Voldemort que trabajaba en el Ministerio la conoció, replicándola y con el tiempo se excluyó o modificó parte de la información original.

Una vez leyeron las dos versiones, el primero en caer sobre el sofá sobando su frente fue Ronald, llevaba casi 30 horas sin dormir, Draco y Harry lo observaron, el rubio miró al pelinegro para con la cabeza incitarlo a hablar sobre lo sucedido con Hermione. Por más que Malfoy se hubiese convertido en parte importante de la vida de Weasley, había cosas que correspondían a los integrantes del Trío de Oro.

El ojigris subió las escaleras, en la sala Harry se sentó junto a su cuasi-hermano.

—Hermione… algo anda mal con ella —exclamó el pelirrojo al borde la desesperación—. Discutimos por el anuncio de la boda, y por primera vez… por primera vez vi sus ojos vacíos, ausentes… ella no está bien.

—¿Crees que hay una maldición sobre ella? —cuestionó Harry con miedo, sabía que a su hijo le aplicaron un Obliviate.

Ron asintió, el problema radicaba en saber si el causante de que la castaña estuviese bajo el hechizo había sido su misma hija.

—¿En qué me equivoqué Harry? —sollozó el ojiazul—. Cuando nació supe que era lo más hermoso que había hecho en mi vida, traté de no cometer los errores que mis padres cometieron conmigo… ¿Para qué? ¡Para que mi hija fuese una ambiciosa y resentida con el mundo por no tener dinero e ir a comprar en las tontas tiendas muggle!

Harry no sabía ni que decir ante el razonamiento, era difícil mantener la calma cuando la misma Rose se estaba convirtiendo en un peligro para sus seres queridos.

El cambio en la ministra había sido progresivo, las decisiones que tomó muchas fueron por cuestiones políticas, e iniciaron una vez se hizo pública la muerte de Delphini Ryddle en Azkaban.

Harry comprendió que el problema venía de antes, ¿Cómo no lo había visto?

Revolvió los papeles y leyó la profecía que le dieron en el Ministerio, «la sangre pura del rey recuperara su trono», todo era cuestión de poder, eran la única familia de los Sagrados Veintiocho que se mantenía pura y con la posibilidad de perpetuar la herencia mágica que para muchos estaba desapareciendo por el cruce entre muggles y magos.

Uno de los Inefables se lo dijo, el problema radicaba en que el legado se disolvía en el tiempo, Scorpius desde antes de nacer fue elegido para romper el lazo entre los dos mundos, y el Torneo de los Tres Magos concluiría con la muerte de Albus.

«por eso debes destruir al hijo del que sobrevivió».

—¡Malfoy! —el mencionado descendió como el príncipe que era—. Lo sabías desde el principio ¡Maldito! ¿Ese era tu plan? ¡¿Hundirnos desde adentro?!  

Weasley no comprendía la acusación de su amigo, Draco había visto a su hijo sufrir por las acciones de Rose, conocía la profecía, la estudió con Minerva y era consciente de que faltaba algo en ella, esa pista que evitaría que se cumpliera.

—Piensa lo que quieras Potter, para ti todo lo que tenga que ver conmigo termina en la misma conclusión, haz lo que no pudiste en sexto año con el Sectumsempra.

Al ver los ojos del Salvador del Mundo, supo que no lo atacaría por respeto a Weasley, ¿tan poca cosa era para Potter?; el rubio recogió sus objetos personales, miró a Ronald avisándole que aceptaría cualquier decisión que tomara después de hablar con “su amigo”, pero recalcándole que se arrepentía de creer que el imbécil de Harry podía ayudarlo con Granger.

Se desapareció más que indignado, resignado por seguir siendo tachado de traidor y de buscar lo que menos le importaba, al llegar a su casa, Narcissa le dio la bienvenida. El cálido abrazo de la rubia le permitió llorar, ¿era tan difícil para Potter darse cuenta que la muerte de Albus significaba la muerte de Scorpius?

El niño-que-vivió-y-venció por lo visto no conocía lo que para algunos es el verdadero amor, uno que esos dos adolescentes le mostraban a diario.

Por su parte, Ronald escuchó la deducción de Potter dándose cuenta de las erradas conclusiones del pelinegro.

Cogió las dos profecías, las sobrepuso y luego cuidado cortó las oraciones separadas por comas y puntos. El rompecabezas de palabras se fue armando con paciencia, tan pronto lo tuvo listo, las leyó, era cierto que nunca fue el más inteligente del grupo, pero si algo le enseñó trabajar con George y entrar a la bolsa, es que no todo lo que se ve es lo que parece.

Le pidió que realizara una nueva lectura de la profecía completa, explicó que cuando la miró de lejos después de sentarse, se dio cuenta que nunca omitieron cosas, lo que Delphini les dijo y lo que le dieron los Inefables, eran dos partes de lo mismo, era un acertijo.

El Auror se dirigió a la mesa de centro para hacer caso a su amigo.

—Te quiero, pero si hay alguien que pierde en esta historia es a quien acabas de acusar, de nuevo, de traidor, ojalá algún día te des el tiempo de conocerlo.

—¿Lo defiendes por encima de tu propia familia y amigos?

—No, sucede que aprendí que debemos vivir con el pasado, pero no atados a este —repuso Ron que hizo un hechizo uniendo el picado en un solo papel, enrolló el pergamino y lo guardó para despedirse—. Recuerda la frase con la que señalaron a Draco, el-niño-que-no-tuvo-opción.

—Peor aún, justificas cada una de sus acciones, ¿de verdad no estas enamorado de él? Mira que Hugo…

—Vete antes de que la ira de saber que te equivocaste, obligue a tu lengua a decir algo que no es.

Ronald al ver que no se movía, hizo un hechizo verbal expulsando a Harry de su casa y cerrando las entradas para no ser molestado, debía descansar por los pendientes a realizar antes de volver a Hogwarts, en dos días tendrían la primera prueba, y si corrían con suerte, no sería la que cobraría la vida de ninguno de los participantes.

Suspiró, pero supo que era lo correcto, invocó un Patronus para enviar la razón a Draco, él sabría qué hacer con la información.

Luego de eso, se dirigió a dormir en la habitación de invitados, porque como se imaginaba, Draco debió dormir en la suya y estaría desordenada.

Al entrar se dio cuenta que utilizó las dos, recogió los paquetes de frituras y sacudió la cama que por lo visto Malfoy no removió porque detestaba hacer cualquier labor manual en su tiempo de descanso así supiera como se ejecutaba, apagó el televisor y se echó en la cama. Tras moverse varias veces en el duro colchón, lo golpeó para ir a su alcoba, debía comprar uno nuevo, el rubio tenía razón, nadie podía dormir sobre esa roca.

—Estúpido hurón, difícil no hacerte caso —rió para acomodarse y ser relajado por el olor a menta y yerbabuena de las sábanas.

 

Ajenos a la situación, Albus despertó a su pareja con besos en la blanca espalda, aún las marcas de los anteriores estaban en su cintura y en el pecho, por él gritaría al mundo que amaba al platinado.

Scorpius se removió para abrir los ojos y sonreírle, Potter llegó a la madrugada después de dejar a Rose en su casa, se dedicaron a disfrutar de las pocas horas que disponían para consentirse y jurarse amor por encima de cualquier mentira que dijeran, serían tres semanas sin tenerse.

—Son las nueve y media, pronto inicias tutorías y yo tengo que ir a trabajar.

—No quiero dejarte —el puchero logró que Scorpius lo atrajera hacía si y le diese un beso en los labios pidiéndole bañarse juntos.

—Lamento que eso no se va a poder —exclamó una voz conocida para ambos jóvenes—. Te necesita la directora Potter, y dentro de poco viene tu jefe, hijo.

Los chicos no comprendían como podía aparecerse Draco, si se suponía que Hogwarts estaba protegido evitando eso precisamente.

El mayor de los Malfoy ayudó a Albus lanzándole un hechizo de limpieza y pasándole la túnica, recalcándole que debía ir con rapidez donde Minerva, el pelinegro se despidió de Draco y le lanzó un beso a su novio.

Tan pronto salió el ojiverde, Draco lanzó un encantamiento muffliato, la expresión en su rostro alertó al menor.

—¿Qué sucede padre?

—El tiempo se acaba Scorpius, Ronald descifró la profecía completa —el mensaje enviado por Weasley y transcrito por el exSlytherin fue leído por el chico que negó de inmediato con la cabeza abrazándose a su progenitor.

—Granger aparentemente está bajo un hechizo, pero lo de anoche marcó el comienzo de la profecía —separó a su hijo y le sonrió, cada uno tenía una labor en ese juego—, procura ser prudente, tu abuela sólo te tendrá a ti cuando nos lleven, no tienen pruebas, pero conmigo la cosa es diferente.

Los golpes demostraron que Draco tenía razón, Scorpius vio a su padre desaparecer para que pudiese recibir al recién llegado, el mensajero del Tribunal Mágico le entregó un citatorio, a las once debía estar en el Ministerio.

A la hora señalada entró en el redondo salón, reconoció que se encontraba en el antiguo y recién reinstaurado Tribunal de los 10, el cual lideraba la Hermione Granger.

—¿Sabe por qué se encuentra aquí? —Scorpius negó con la cabeza—. Usted será sometido a pruebas por parte del departamento de Aurores para establecer si la información suministrada por los mortífagos el día de ayer, es verdad.

—¿Se puede saber cuál verdad?

—Scorpius Hyperion Malfoy Greengrass, se le acusa de conspiración contra el Ministerio de Magia y de planear junto a Rick Snyde, Zachary Murk, y con el apoyo económico de su padre Draco Malfoy —en la medida que se nombraron, los acusados fueron arrastrados al salón y dispuesto a su lado—, una conspiración para eliminar del Mundo Mágico a los mestizos.

Los hombres se miraron entre sí, bien le dijo su padre, el único con suficientes pruebas y a quien podían “despellejar” quitándole su fama, fortuna y metiéndolo a Azkaban, era a él.

—¿Algo que decir en su defensa?

—Que en ese grupo faltamos dos señora Ministra —del fondo del recinto la voz respondió fuerte y claro, a la vez que se mostraban dos personas que Hermione nunca imaginó tener allí—, yo Hugo Weasley…

—Y yo, Lily Luna Potter Weasley.

Granger palideció, su familia la iba a odiar.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).