Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Punto y Aparte por Mascayeta

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Segundo capítulo de actualización.

Scorpius se mantuvo en silencio mientras el Auror le colocaba al tanto que ningún estudiante había sufrido percance, la prueba dentro del bosque tenebroso todavía no acababa y se tenían varios agentes dispuestos a proteger a los participantes.

El rubio asintió con la cabeza, llegaron a la habitación especial que McGonagall dispuso para la persona que debía atender, el rostro de Hermione Granger lucía tan pálido como el de un muerto y su respiración superficial era débil junto con el pulso.

Pasó la varita sobre el cuerpo de la bruja, en Koldovstoretz los últimos meses tomó varios talleres y seminarios dirigidos a medimagos, un regalo que obtuvo debido a su promedio escolar, sus profesores le recomendaron ir como parte de la preparación que requería para la educación superior.

Las pociones de miss Pomfrey mantendrían a Granger descansando por unas horas más, minutos que aprovecharía para identificar los ingredientes de la poción y hacer el antídoto. Le gustaría tanto tener ayuda, pensó en Hugo, pidió a la Directora que el pelirrojo se reuniera con él tan pronto pudiese, dio otras indicaciones y salió rumbo al salón de pociones, esperaba no encontrarse con Delphini.

En el bosque Tenebroso la atmósfera que respiraban los campeones por lo visto era diferente a la que tenían alrededor, tanto aurores como infiltrados los podían oír hablar y gritar apuntando a cosas que no existían, por el momento el mejor librado era el estudiante de Durmstrang, Rick y Zachary que por seguridad de sus parejas optaron por dejarlos con George y Lupin, parecían analizar exactamente que buscaba el ministerio.

Mikhail Poliakov llegó a lo que parecía el final del camino, se secó el sudor que estaba en su frente y miró con desconfianza la entrada a una cueva que expedía un olor nauseabundo.

El joven hasta el momento había luchado con el dolor de ver a sus padres morir, con el rechazo de los familiares que le acogieron hasta que pudo huir al instituto y convertirse en lo que era, un orgulloso estudiante con una fortuna propia debido a la ayuda y patrocinio al programa de Talentos Especiales que comenzó con el director Víctor Krum.

Lumus máxima —la varita no respondió, por segunda e incluso una tercera vez Mikhail repitió el hechizo.

Sin poder utilizar la magia sólo les quedaba defenderse con las herramientas a mano, es decir, con lo que pudiesen encontrar en el camino.

Aunque para el campeón de Durmstrang era un fastidio esa situación, para su dos guardaespaldas se convertía en la oportunidad de seguirlo sin ser detectados.

Como pudo consiguió unas varas de madera y dándose cuenta de la utilidad del bolso que les entregaron al inicio de la prueba, untó de aceite un trapo e hizo una antorcha rudimentaria.

El camino descendía en pendiente, una que se hacía más peligrosa y que con cuidado debió bajar el joven, quien lanzó la luz para poder calcular la distancia del fondo y que había allí, una maniobra arriesgada que pudo costarle la vida.

Al llegar al fondo notó una gruta más pequeña, y dentro de esta un altar, con sigilo probó si existía alguna trampa. Sobre la roca un recipiente transparente que permitía ver un reloj dentro de una sustancia similar a la miel.  

—¿Cómo cogerlo sin morir? —una sombra que fue tomando la forma de una hermosa mujer le preguntó mostrando el inocente rostro y una sonrisa que prometía más de un placer.

Mikhail tragó en seco pensando cómo sería el guardián de la francesa, sacudió su cabeza y enfrentó a lo que sin duda era la verdadera prueba.

—Dime que debo hacer y lo haré.

La estrategia era saber realmente que protegía la pista de la siguiente prueba y recogerla. La mujer no habló, el muchacho revisó su bolso por segunda vez, en este se encontraban dos manzanas, agua y una daga. Con caballerosidad ofreció la fruta a su acompañante, quien en vez de cogerla le pidió dejarla sobre el altar.

Mientras se escuchaba la voz del joven búlgaro, los dos Slytherin arribaban al fondo de la gruta por una ruta diferente, no podían ser tan evidentes, si los descubrían estaban perdidos.

—¿No comes? —bebió un poco de la botella y se la extendió a la dama que la aceptó cogiéndola con las mangas de su camisa. Un movimiento rápido y el campeón tenía contra el piso a la guardiana.

Lo que fue un rostro angelical se convirtió en uno desagradable, un ser con cuerpo de ave de rapiña, orejas de oso y afiladas garras.

De inmediato la soltó por el terror a que le tocara, agradeció que el ser se elevó un poco para poder extender las alas antes de volver su rostro a él. Con rapidez tomó la mochila y sacó la daga, empero lo hizo demasiado lento, la harpía en segundos clavó las uñas en su muñeca hiriéndole, tumbándolo en el frío suelo. La asquerosa lengua se deslizó a pocos centímetros de su rostro para dejar la boca abierta y que la saliva con lentitud se deslizara, Mikhail lo sabía, una gota y su piel se podriría hasta carcomer el alrededor.

El terror en los ojos del chico le impedía moverse, de pronto algo impactó en la harpía, notó un segundo guijarro, un ruido seco proveniente del fondo de la cueva, un tercer proyectil llegó directo a su cara haciéndola chillar, el campeón se tapó los oídos, pero ya no la tenía encima, daga en mano corrió al altar, el reloj rodeado de una sustancia café y viscosa, el olor era similar al azufre, con la punta del arma se las ingenió para sacar el objeto y depositarlo en la mochila, un nuevo chillido le espantó, al levantar la cabeza las garras del ser venían directo hacía él, por instinto cogió el recipiente y se lo lanzó, podría jurar que entre los gritos de dolor por la quemadura escuchó una voz, giró y vio luz, no lo dudó, corrió a la salida. Concluyó la prueba, deseaba que los otros lo hubiesen hecho sin salir lastimados.

Esa noche los campeones cenaron en sus respectivas alcobas, por su parte Hugo tan pronto supo que Scorpius estaba en el colegio corrió a su encuentro, cuando el reloj dio las once, el rubio y el pelirrojo colocaban la sustancia mediante una sonda a Hermione, quedaba sólo esperar y rogar porque la magia hiciera efecto.

Lejos de allí en la antigua casa del profesor Severus Snape, Draco despertaba con Rabastan Lestrange y Delphini Ryddle frente a él.

Se sentó revisando con su mano la parte de atrás de la cabeza, la leve cicatriz aún se sentía, tenía sed y hambre, y por la penumbra en que se hallaba la habitación asumió que ya era tarde o incluso anochecido.

Sin modular palabra encaró a los anfitriones. El viejo mortífago le solicitó que le acompañara al estudio de Snape, se puso en pie siguiéndolo en silencio, avanzó revisando los lugares de la modesta casa, allí creció uno de los mejores magos que había conocido, y que lo protegió a pesar de las veces que lo despreció cuando creía que quería convertirse en la mano derecha de Voldemort y le culpaba de meter a Lucius en Azkaban.

Rabastan abrió una puerta y le invitó a pasar, Delphini que iba detrás de ellos fue enviada por el hombre a buscar los papeles que necesitaba y marcharse a Hogwarts, mantenerse al cuidado de la Ministra. La bruja arrugó el ceño, sin embargo, cumplió con la orden dejando a los dos hombres.

—Hablaré con ella mañana, no entiende muy bien porque te estoy cuidando.

—Ella no conoce toda la profecía —afirmó con curiosidad en su tono, negando la copa que Rabastan le ofrecía vio como el mortífago sonrió condescendiente—. ´Quiero saber el rol que cumplimos Scorpius y yo en esto.

Lestrange pronunció un nombre apareciendo un elfo que traía la cena, con presteza sirvió para retirarse, Draco comió con gusto, por lo menos no fue a Azkaban, con un día en los calabozos del ministerio y ya sentía que iba a morir de hambre. Sus labios formaron una ligera curva recordando el apetito de Ronald, él podría hasta disfrutar de la celda, pero quitarle la comida sería su peor castigo.

—Delphini nació a finales del quinto año de tu estadía en Hogwarts, días antes de que Lucius fuera puesto en cautiverio.

Draco entendía que Voldemort no podía sentir amor por nadie, así que no dudó en preguntar como la procrearon con Bellatrix.

La respuesta fue sencilla y contundente, magia oscura a través de uno de los tantos artefactos que estaban en Malfoy Manor.

—Perdón, en Weasley Manor —el sarcasmo implícito en la frase no incomodó a Draco—. Desconoces el poder dentro de tus manos, esto va más allá de un nuevo régimen, no me importa ser el dueño del mundo mágico, lo que quiero es evitar que desaparezcamos, esa es la profecía.

El rubio bebió de la copa de vino, claro que no quería el mundo mágico, Rabastan quería el planeta completo.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).