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¿Qué me faltó? por Kunay_dlz

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Notas del capitulo:

Katekyo Hitman Reborn pertenece a Akira Amano, la canción a sus respectivos autores.

 

miércoles 23, junio 2021.

Te dejo en libertad    

 

 

Hemos pasado tantas, tantas cosas, desde que nos conocimos de una manera poco convencional y sinceramente en ese tiempo no tenía la menor idea de lo que me esperaba en esa "reunión" a la que fui invitado. Solo los más fuertes asistirían. Un pase me pertenecía. Me sentí un tanto emocionado, que alguien me considerara tan fuerte como para ganar un pase a la reunión de los más fuertes del mundo.

Fui tan iluso.

Era una reunión con gente peligrosa, se les notaba un aura de poder inmensurable a primera vista; eran asesinos, mafiosos, traficantes de información y un científico con escasa moral. Yo solo era un artista de circo que por la incapacidad de morir con mi motocicleta en las pistas cada vez más difíciles inventadas por mis patrocinadores me hice famoso. Me sentí fuera de lugar. Incluso quise salir de tal grupo pero me fue negado... por pocos en realidad, todos creían que ese no era un ambiente en el que yo debería estar. Nadie protestó más fuerte ni más agresivo que el mejor asesino a sueldo que existía: Reborn.

Hubo misiones, hubo situaciones, hubo confusión y pánico cuando las misiones iban siendo cada vez más y más sanguinarias, por desgracia para ese punto ya sabía demasiado como para huir. No me quedaba más que mejorar, que ganarme un puesto en ese grupo liderado por Reborn y mi venganza hacia sus comentarios despectivos era actuar de la manera más ruidosa, exasperante e infantil que pude adoptar... me gané algunas palizas y los disparos eran cada vez más cerca de mi cuerpo. 

Una ocasión me tropecé con la mesita de café y la bala perforó mi pierna derecha. Todos estaban tan impactados como para reaccionar: Lal y Collonelo casi soltaron las armas que estaban puliendo en el sillón de la sala; Verde perforó el reporte que estaba escribiendo, luego empezó a escribir mirándome, creo que estaba analizando mi reacción (para él todo era un experimento); Viper pausó su conteo de dinero para dirigir su rostro a mi persona aunque con la capucha que siempre ocultaba su rostro no supe si en verdad su mirada estaba hacia la herida o hacia mi cara; Fon abrió sus ojos interrumpiendo su meditación, estaba claro que iba a ponerse de pie, si para socorrerme o para enfrentar a Reborn eso no lo tuve claro; Luce llevó sus manos a su boca cubriendo una expresión de asombro; Reborn seguía con el arma en mano y apuntándome, su rostro inescrutable no dio a conocer sentimiento alguno.

Contrario a lo que esperaban, reclamos, palabrotas o gritos desesperados por pánico, solo atiné a presionar el lugar que fue perforado por la bala con mis manos enguantadas y fui al cuarto que me fue asignado, ese cuarto que nunca usé pues era mi preferencia dormir al aire libre... saqué lo necesario del botiquín que tenía en el baño y procedí a limpiar, secar la sangre y con unas pinzas sacar la bala apretando mis dientes todo el tiempo.

Que no haya hecho un espectáculo no quiso decir que no me dolió. Claro que ocultaba algo, recuerden que a pesar de mis actos temerarios sobre mi motocicleta nunca me mataron no equivalía a que nunca hubo caídas o accidentes. Cada herida que llegué a tener, tras limpiarla y en ocasiones sacar lo que seguía enterrado como en este caso la bala en un par de minutos se curaba por sí sola y si no era tan brusca entonces no quedaba cicatriz. Aproveché el baño para tomar una ducha, tuve que quitarme el traje de todas maneras para remendar el orificio de la bala, mi cuerpo sanaba pero mi ropa no; enjuagué mis guantes, limpié mis botas y lavé mi traje con el jabón que usé para lavarme el cuerpo pues realmente me gustó el olor. No importa que digan que eso no se hace, me gustó el aroma y punto. Mientras escurría la ropa en el baño exploré el cuarto, en el closet encontré ropa cómoda: un pantalón negro tal ligero y suelto, me recordó a los que usa Fon, una playera de manga larga color violeta que a diferencia de mi traje la sentía muy floja, encontré calcetines blancos y agradecí el no tener que estar con solo una toalla cubriéndome; salí balcón y regresé al baño por mi ropa, la tendí en el barandal y me senté a observar el verdor del paisaje, me quedé dormido.

Desperté con la sensación de ser observado, me encontré con un par de ojos negros que me miraban fijamente, era Reborn. Admitió ser amenazado para curar la herida que él mismo había causado, le dije que no era necesario, me dijo que me veía diferente sin maquillaje cargado y sin mi traje de motociclista, le dije que regresara con los demás, me dijo que nadie le decía qué hacer y lo miré levantando una ceja cuestionando su estadía ahí, me dijo insolente y se recargó en el barandal. Cambiaron las cosas en adelante, seguí recibiendo palizas y balazos pero extrañamente ahora sí sentí que encajaba.

Siguieron las misiones. Nos volvimos un poco cercanos. Llegó un punto en que Reborn y yo iniciamos una relación romántica. No hubo favoritismos. Siguió diciéndome idiota cada metía la pata en misiones o que ignoraba cosas "esenciales" del bajo mundo pero lo nuestro funcionaba. Luego, todo volvió a cambiar. Fuimos maldecidos. Todos nos separamos. Pasaron los años y de vez en cuando nos cruzábamos con unos o con otros, rara vez nos vimos todos juntos, tuvimos que adaptarnos a nuestros cuerpos de infantes y al igual que Lal y Collonelo, Reborn y yo pausamos nuestra relación.

Supe más de la Mafia.

Reborn se convirtió en tutor.

Cada uno siguió con su camino.

Reborn tomó la misión de preparar al siguiente líder de la Familia más poderosa, estuvo en Japón y sí, todo volvió a cambiar. Peleamos. Nos reunimos los infantes más fuertes del mundo. Peleamos. La maldición fue rota por alumno de Reborn. Y poco a poco fuimos recuperando nuestra apariencia original. Se reestablecieron las relaciones y simepre recordaré la expresión de la décima generación al enterarse que Reborn y yo éramos pareja. El tiempo siguió su curso, muchos seguimos cercanos a los Vongola y los vimos crecer. Hubo otro cambio, esta vez solo para mí y Reborn.          

 

Siento que me desconoces

Siento que tocarme ahora te de igual (te da igual)  

 

Nunca fue el más sensible o táctil, toda muestra de cariño siempre fue en nuestras habitaciones, sin testigos más que nuestros ojos... sin contar con el tiempo en que estuvimos maldecidos y todo se sentía erróneo en muchos sentidos, ahora, adultos de nuevo retomando antiguos hábitos... me di cuenta que eran sólo hábitos los que nos mantenía juntos. Como dije, el tiempo pasó, el alumno de Reborn creció y todo el mundo podía ver lo cómodos que eran el uno con el otro. El joven Vongola era lindo, era mable, era el mejor estudiante que Reborn tuvo por lo que nunca le faltó poder para regir en el bajo mundo, además el joven Vongola era conocido por no solo convertir en aliados a quienes buscaron su muerte sino por lograr alianzas con otras Familias que antes se declararon neutrales. Era todo un santo. 

Cada vez hay más temores
Crece como hiedra la inseguridad  

 

Esa frase la dije en voz alta y Reborn me escuchó, con su pose altiva me dijo lo mucho que debería honrarme el estar ante la presencia de su alumno quien ha tomado cada una de sus lecciones y ejerció su poder e influencia para cambiar la Mafia o morir intentándolo. Repetí la frase, que era un santo, Reborn apretó su mandíbula y salió del cuarto. Sí, me sentía celoso. No, tampoco era justo verter mis frustraciones en el joven Vongola quien de hecho hizo muchas cosas además de liberarnos de la maldición que estaba por matarnos. Estaba confundido. Por primera vez desde el término de la maldición tomé mi motocicleta y salí del cuartel principal de los Vongola... necesitaba pensar. 
   

 

Y me lastima ver que intentas rescatar
Lo que un día
En el alma nos unía
Ya no está  

 

Llegué a Dinamarca cuando decidí detener las ruedas, con los campos verdes y amplios cielos me tumbé a ver las nubes y las estrellas que iban apareciendo. Hacía mucho tiempo que no hacía algo similar. Hacía mucho tiempo que no me sentía así, libre. Libre de las peleas. Libre de las armas. Libre de las órdenes. Libre de ojos que juzgan mi falta de entendimiento del bajo mundo. Libre de los Arcoballeno. Libre de la Mafia. Libre de Reborn. Este último pensamiento me sorprendió. No recordaba momentos donde fuera una presión estar con Reborn... no después de la maldición. Tal parece que sí cambiamos aunque pretendiéramos que no.

 

Aunque estas
Es momento de afrontar la realidad  

 

Dejé el maquillaje, el traje y la motocicleta de lado, fui empleado en Havfruekiosken, lugar cercano al monumento de un escritor, en mis ratos libres solía contemplar esa estatua, pensaba si ese personaje de ficción hizo bien o hizo mal; seguir su corazón la llevó a convertirse en piedra mirando siempre al horizonte por el amor de un príncipe que no la supo amar. Quizá, tan solo quizá si esa chica hubiese abandonado su lucha por ese amor sí habría vivido, se habría casado, hasta formado una familia, pudo haber envejecido y ser recordada por sus seres queridos en lugar de extraños que pasan por la calle Langelinie y se detienen a observarla, inmortalizada, con su corazón cubierto de piedra. Me encontraron un día con mis ojos prendados en la estatua, mi larga ausencia provocó que salieran a buscarme, Fon me encontró... al parecer sólo se dejó llevar por el viento que llevaba al norte y lo trajo hasta aquí. No me pidió que regresara, me pidió que no cortara comunicación y que a alguien avisara el lugar donde estuviera, tampoco me habló de Reborn.
   

 

Tu me quieres pero yo te amo
Esa es la verdad  

 

Pasaron dos semanas más, el joven Vongola vino a buscarme, se veía conflictuado y hasta podría decir que un poco apenado. Nos sentamos en una de las bancas que dan buena vista de la estatua y me contó de lo que ha sido su vida como Décimo Vongola, de lo mucho que sufrió a manos de su espartano tutor y de lo bien que sus enseñanzas le han ayudado como Capo. También me dijo, con pesar en su voz y su rostro, de lo cercanos que empezaron a ser últimamente, de la extraña atracción y de un beso que ocurrió hacía poco. Se sentía culpable. Yo sentí un vuelco en mi pecho, lo inevitable había llegado. Le dije que entre Reborn y yo no había nada más.

Tu presencia aquí me esta matando
Sentirte a la mitad  

 

Estuvimos juntos luego de la maldición porque no sabíamos cómo estar de otra manera. Le dije que por eso me alejé, porque era tiempo de saber cómo éramos estando lejos, le dije que me alejé porque sentí celos de él mismo pero que más tarde comprendí que era sólo hábito lo que había su tutor y yo. Le dije... que no se sintiera culpable de sentir algo por Reborn o que sintiera pena por mí.

Me eh cansado de intentar y no lograr
Que te vuelva a enamorar  

 

Más tarde apareció Reborn. Era evidente nunca dejaría desprotegido al joven Vongola. Siempre estoico, elegante y peligroso, me miró con sus ojos fijos en busca de la verdad del lenguaje corporal, él sabe lo maleables que son las palabras por lo que suele pasarlas de largo. Había algo que deseaba preguntar se notaba en la manera en que movió su cabeza ocultando el sol de sus ojos, le dije lo mismo que al joven Vongola; entre nosotros no había más que hábitos y costumbres.

Se que no me quieres lastimar

¿Estás seguro que no sientes nada más? preguntó Reborn. Puedo preguntarte lo mismo, contesté. Él miró al cielo y quedó en silencio. Yo miré mis pies y ahogué un suspiro, las cosas con Reborn nunca son fáciles.  

 

Pero tengo que soltarte

Sé que aún me quieres, dijo, por eso te fuiste de la mansión; por celos. Si lo sabes, por qué preguntas entonces, señalé, sin embargo también sé que me sigues queriendo, bajó su mirada y sus ojos se cruzaron con los míos, pero a él lo quieres más, concluí.   Hoy te dejo en libertad   ¿Vas a decir que por mi bien y el de Tsuna, te haces a un lado? preguntaba casi curioso. Digo que no quiero aferrarme a un amor que de antemano sé no es para mí, no quiero terminar de piedra después de todo, contesté.    

 

No te odio no hay rencores
Simplemente el corazón
Ya no está (tu corazón ya no está)  

 

Por inercia su vista buscó la estatua que visité todo este tiempo, comprendió y con asentimiento de cabeza se alejó, dijo que recordara mantener la comunicación con los Arcoballeno y decir en qué lugar estoy cuando decida viajar nuevamente y se fue al fin. Esperé media hora más, la noche había caído y al fin me permití derramar lágrimas... claro que me dolió. No soy una buena persona, sigo sintiendo dolor, celos y resentimiento pero no tendría caso actuar para saciarlos. 

 

Se han perdido los colores
Ya tus manos no me tratan de buscar  

 

La llama entre nosotros menguó, nunca fuimos los mismo tras la maldición y al volver fue solo para notar que el tiempo alejados no cambió nuestro físico ni lo que éramos capaces de realizar en la intimidad. Los encuentros fueron cesando, no era lo mismo pero tampoco era mejor, tuve más satisfacción armando una nueva motocicleta que al terminar una noche con él. 

 

Y me lastima ver que intentas rescatar

Lo que un día en el alma nos unía

Ya no está  

 

Las pláticas en la noche, el café al amanecer, acurrucarnos frente al ventanal de una tarde lluviosa o un par de horas de entrenamiento dejaron de ser lo que más buscábamos hacer, incluso esas tardes calurosas en las que salíamos a nadar dejaron de ser una escapada divertida. No, no estoy buscando culpables pues recuerdo que seguimos haciendo algunas de estas actividades, ambos en busca de lo que un día fue.

 

Aunque estás
Es momento de afrontar la realidad  

 

Me limpié los rastros de un adiós de la cara e hice los arreglos para iniciar otro viaje. Uno impensable: viajé por Rusia. Inmensa. Compleja. Llena de montañas y fantásticos paisajes y hielo por doquier y auroras boreal en el norte... cuando Collonelo me encontró cabalgando esas las empinadas colinas de Arka Apka cuestionó mi sanidad mental. Pronto logré hacer que aceptara un reto de subir y bajar un par de colinas y terminamos cansados, sudorosos y llenos de tierra por las veces que caímos. Tomamos un barco, se decidió a acompañarme por unos días, y llegamos a Sapporo, Japón. Subimos a varios trenes y recorrimos gran parte del país sin pisar tierra por más de un par de horas, a veces no íbamos dentro de los trenes sino en la parte de arriba, estábamos por llegar a Tokyo que le pregunté cuándo pensaba regresar a la base, me dijo que más adelante. Fueron tres meses los que me acompañó.   

 

Tu me quieres pero yo te amo
Esa es la verdad  

 

Nos despedimos en Ibusuki donde tomé un empleo como montacargas, viajé a las islas cercanas al traer y llevar cargamento y a veces turistas, distraer mi mente en estos viajes funcionó, descubrí cosas que no sabía podía llegar a realizar, aprendí nuevas cosas, aprendí a disfrutar de la soledad y también de la compañía de Collonelo en esta ocación. Contemplé la noción de volver a Sicilia, luego el joven Vongola estaba en el puerto mirando las aguas tranquilas, supuse que tenía algún problema, también supuse que Reborn estaría cerca.   

 

Tu presencia aquí me está matando
Sentirte a la mitad  

 

Le ofrecí un café, le pregunté si visitó Namimori con su Nube, le pregunté si necesitaba de mi ayuda y fue que contestó; peleó con Reborn, salió volando y entre vuelo y vuelo llegó hasta Japón, recordó a Collonelo que dijo dónde me encontraba y se animó a buscarme. Alguien le comentó que cuando Reborn estaba realmente enojado solamente yo podía calmarlo, le dije al joven Vongola que no era mi presencia sino el hecho que nunca hui de su ira, su frustración o enojo.  

 

Me he cansado de intentar y no lograr

Que te vuelva a enamorar  

 

Le dije que no porque fue su tutor tiene que seguir aceptando su palabra como absoluta, más bien tiene que saber diferenciar cuando aceptar su consejo como antiguo maestro y sus errores como pareja; Reborn lo formó, sí, pero como pareja también comete errores ya que no es perfecto por mucho que se jacte de lo contrario. No temer a su temperamento, seguramente le puede dar una paliza si se lo propone por muy gran asesino a sueldo que sea. Al fin sonrió y terminó su café.

 

Se que no me quieres lastimar
Pero tengo que soltarte  

 

En la tarde se despidió diciendo que visitaría Namimori, una hora después apareció Reborn. Me dijo que no aconsejara a Tsuna, que esa relación era de dos y que yo no estaba en ningún de esos dos papeles. Le dije que recordara sus propias palabras cuando trate con el joven Vongola, una relación es de dos no de uno guiando al otro para que siga ciegamente guía.  Que elija si desea seguir teniendo a su alumno que nunca cuestionará, que lo seguirá y hará todo lo que le pida... o, que elija una pareja con la que aprenderá, crecerá y recorrerá un camino en el que irán de la mano... que no debe forzarse a tener los dos o después podría quedarse sin ninguno.    

 

Me hace más daño seguir contigo  

 

Hablas como si en verdad me conocieras, dijo, no lo hago, contesté sin dejarle claro a lo que me refería.

 

Y ver que aun con mi calor

No es en este momento donde intentas recuperar lo que un día tuvimos, cuestionaba, ya quisieras, contesté, en este momento es donde vas con el joven Vongola y decides a quién quieres a tu lado, el estudiante o a tu pareja, finalicé.  

 

Tu sigas teniendo frío  

 

A veces me pregunto lo que hubiera sucedido si me amaras a tal grado de haberte enfrentado a Tsuna por el derecho de permanecer a mi lado, soltó su pensamiento disfrazado de sarcasmo.

 

Tu me quieres pero yo te amo  

 

O tal vez me hubiera propuesto enamorar al joven Vongola, así tu enorme ego habría menguado un poco, dije, me gané una mirada gélida yo solo encogí los hombros.

 

Esa es la verdad  

 

Lo vi alejarse otra vez, ya seguro que no podría escuchar fue que solté esas palabras: es porque te amé demasiado que pude dejarte, convenciéndome que lo nuestro no habría funcionado, que nunca sería tan grande como lo será lo tuyo con el joven Vongola.  

Me llevará tiempo, dolerá menos y tal vez un día pueda regresar a Sicilia, mientras... mientras me gustaría seguir conociendo más cosas de mí mismo, seguir aprendiendo cosas nuevas y un día volver a enamorarme.      

 

 

 

 

 

 

 

 

 

FIn.  

Notas finales:

Gracias por leer.


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