Los días ya eran iguales, iba a clases y al volver debía enfrentarse a tsukasa, en ciertos momentos, parecía ser un miembro del ejército de kuga, hasta ese dia no se había percatado de ese pequeño detalle. Varios miembros habían perdido su lugar entre los diez consejeros, entre ellos estaba Kuga.
Esa noche el director Nakiri llegó para presenciar el avance de Soma al estar rodeados de los consejeros sin embargo los resultados no fueron lo que azami esperaba, el joven sería siendo tan molesto como en el inicio, sin embargo también estaba consciente de que habían sido pocos días los que tenía en central.
— La salida a Hokkaido será en cinco días para el resto de alumnos, ustedes irán más tarde ocho días más tarde siendo exactos. y mientras tanto, tienes que perfeccionar más tu cocina.
Estaban en la cocina, rindo, eishi el director y soma, y al único que apuntaba el azabache era a soma. Era la primera vez que lo pensaba pero estaba sintiéndose muy cansado, todos los días se golpeaba contra el muro de eishi, y aunque alguna veces parecía subir la caída era más fuerte.
Aquel cansancio no pasó inadvertido por el director, el cual les hizo una señal a kobayashi y Tsukasa para que desalojaran la cocina, quería hablar un poco con el joven soma en privado.
—Soma no estás dando todo tu potencial, tienes madre como saiba-sempai, pero estás frenando tu poder, he probado tus platos de todos estos enfrentamiento. y no creo que seas tan malo como afirman los demás consejeros. quizá joichiro no te enseño bien.
el director colocó algo de té en un pequeño vaso, para luego acercarlo al soma, haciendo que primero lo inhalara y después lo bebiera. aquellas hierbas le dieron un golpe de energía, aunque se podía notar lo mareado que estaba.
—¿Qué cosa fue eso?
—No es nada malo, es solo un té de hierbas, te hará descansar ahora vete a dormir, estás muy cansado.
El director dejó ir al muchacho, solo para después dirigirse a la sala común, la mayoría de los consejeros estaban ahí.
—a partir de mañana, todos ustedes sin excepción van a retar a soma. Yo me voy a encargar de dar sus clases.
—con todo respeto, de que nos servirá enfrentarlo, está lejos de nuestro nivel.
—Soma tomó algo que le ayudará a clarificar sus pensamientos, mañana vendré de nuevo, y veremos si lo que dices es lo mismo Nene.
Luego de eso el director tomó camino a la salida, algunos de los consejeros se habían quedado confundidos, pero optaron por dejar ese tema y seguir con sus actividades.
Azami estaba yendo camino a la residencia nakiri, tenia entendio que su hija se las estaba ingeniando para preparar a los novatos para el examen de hokkaido, tan linda su niña, iba a llevarlos a la tumba ella sola.
A las diez de la noche era la cena en la residencia de Central, pero le pareció muy extraño a Kobayashi que soma no saliera para comer, el chico le caía bien, a diferencia del resto, sin duda le agrada. y decidió apartar algo de su cena para llevarla a Yukihira.
Cuando entró a su habitación un olor le atacó la nariz por lo que tuvo que cubrirse con una de sus mangas, había aroma de Datura en el cuarto, aunque no estaba infestado la habitación, debía de ventilar el cuarto.
—¿Qué diablos está planeando Azami?
Al día siguiente el director dio todas las clases asignadas a los estudiantes, tenía una sonrisa en su rostro, de cierta forma algo perturbadora, la cual mantuvo hasta el fin de día, eran las seis cuando estaba camino a la residencia de central.
Pero al pasar la puerta fue una enorme sorpresa ver mucho silencio, más del podido. en la cocina se podía ver luz, y un delicioso ahora salía de ahí.
tsukada y soma estaban enfrentandose, y aunque no había ganado ni una vez, se podía ver a Eishi más cansado de lo usual, a su lado kobayashi también se veía agotada, al parecer sus planes habían funcionado, mantener este ritmo harían que su edén estuviera cada vez más cerca de ser realidad.
Los consejeros habían retado a soma desde temprano, y aunque no logró vencer a nadie, los dejado bastante agotados, algunos incluso se habían ido a dormir del cansancio.
—Soma, ya veo que estás más enfocado que otros días, Eishi, te vez cansado, ¿no quieres parar un poco?
en esta ocasión fue el director quien probó aquellos platillos, y logró notar ese avance en soma. mando a dormir a los dos consejeros y se quedó de nueva cuenta solo con soma.
—Soma mejoró muy rápido ¿no te parece eishi?
Eishi no le contestó, estaba absorto en su mundo, el venado se había vuelto muy agresivo, y embestía sin titubear, parecía que le habían dado más armas para atacar. llamaba su atención ver hasta qué punto podía mantener su cordura y no caer en el Azura como su padre.
—Será interesante ver su nivel.
—Es extraño, parecería que estuviera intentando llamar tu atención.
—No entiendo.
— jajaja, olvidalo son cosas mías.
Ambos jóvenes fueron a sus respectivas habitaciones, luego de un baño por parte de eishi se acostó en su cama para poder descansar, sin embargo unos ruidos lo despertaron horas después.
Escuchaba ruido en la cocina, siendo presa de la curiosidad, se levantó y fue a ver de qué se trataba, ya eran las doce de la noche y la poca luz de la luna hacía figuras extrañas en la pared.
—¿Soma?
La persona que estaba haciendo ruido era soma, aunque más bien parecía un zombi, estaba encorvado como si ocultara algo, y sus ojos parecían malignos, era la primera vez que Eishi lo veía de ese modo, sin duda un escalofrío le recorrió su espina dorsal.
—Sempai, que bien que sales, quiero que pruebes ¡esto!