Capitulo 14
Postulación.
Hace unos días Day había mantenido una conversación con ese chico del mimo grado, Tony les había visto reír, mirarse y tocar sus manos de la manera más amistosa e inocente, pero ante los ojos de alguien como él… Eso era más que una ofensa, era un insulto a su amor, a su dedicación.
Cómo se atrevía a traicionarle así?
Le había dado cariño, había sido gentil con él!
Maldición!! hasta había dejado de ser rudo esos meses anteriores con tal de que Day sintiera más amor por él. Porqué? Porqué lo había hecho? Anthony se sentía herido, traicionado…. Humillado.
Y su orgullo no le permitía reconsiderar sus acciones ni sus palabras… Ese niño de ojos cristalinos le estaba envenenando el alma. Devoraba su corazón de todas las formas en las que aún continuaba vivo.
Day debía pagar su osadía.
-Quien ése? Porque mierda le hablas con tanta confianza?!-gritaba Anthony histérico mientras tomaba a Day de los hombros y sarandeaba su cuerpo.
-Es solo un compañero del otro salón!-respondió entre llanto al ser llevado a rastras a un salón vacío y luego tratado así.
Edward se quedó en la puerta cerrandola a sus espaldas, estoico y sin mirar lo que ocurría.
-Te ví! Lo mirabas con esos ojos! Esos ojos que nunca me miran así! Acaso no soy suficiente hombre para ti que tienes que buscarte amantes??-Anthony sarandeaba más bruscamente el cuerpo del menor exigiendo una respuesta satisfactoria.
-Te juro que nada pasa entre nosotros! Solo es un compañero de clases, solo hablábamos de carreras de autos te lo juro!!- decía entre lágrimas y gimoteos.
-Mientes! Ahora pretendes ser una puta en su totalidad?!-gritó colerico.
-No! Te juro que es verdad! No pasa nada entre los dos! Por favor Anthony… Me estás lastimando!-Las lágrimas de Day poco efecto hacían al arranque psicótico de Tony… Casi como una celotipia floreciente.
-Porque a él le sonríes así? Acaso ya no me amas? No quieres sonreírme a mi asi?… Planeabas abandonarme por él?!- la última pregunta sonó de voz quebrada y lágrimas del jóven Amo fluyeron.
-Anthony me lastimas! Por favor déjame ir!-El chiquillo solo trataba inútilmente de alejarse.
-Eres una puta a todas horas no es así?! Manipulandome con eso de que no quieres dañar a tu madre con nuestra relación pero sigues buscando quien te la meta, No es así?!- El adolescente mayor le miraba tan filosamente que dolió.
-Te juro que no somos nada! Solo trataba de ser amable… No tengo amigos… Yo solo quería hacer amigos-Day trataban de que Tony no le arrancara la piel de lo doloroso que era sentir las uñas
encajandose en su blanca piel.
-No necesitas amigos! Ya hablamos de este puto tema Day!! Yo soy todo lo que necesitas! Padre, Madre, Amigo, Novio, amante!! Solo me necesitas a mi!! Maldita sea Day todo tienes que arruinar!- la histeria de Tony se salió de control al golpear de repente una de las repisas de madera y romperla. Quería golpear al chiquillo pero decidió dar el golpe a lo primero que vió. Dentro de él… No podía lastimar más a su hermano, no quería…
Day miró asustado la repisa rota, pausando su llanto mientras Tony comenzaba a llorar, llevando su ensangrentada mano a la cabeza.
Los gimoteos de ambos eran todo lo que oía y sus miradas se evitaban con miedo por parte de ambos.
Porque todo tenía que ser así? Porque nada era como quería? Ese niño le tenía del cuello con una soga ajustada y el corazón en la mano de alguna forma poéticamente bizarra.
No lograba controlarse ni dejar sus deseos de monopolizarle de todas las maneras posibles, temía que se le escapara de las manos lo poco que había entre los dos.
-Te juro que nada paso… Tony porfavor tienes que creerme…-Day dió unos pasos hacia su hermano, con toda la valentía del mundo abrió sus brazos tratando de darle a entender un abrazo… Lento, tembloroso y lastimero.
El jóven Amo se sorprendió y se aferró a Day tan pronto como pudo.
-No me abandones…-dijo quedamente, el llanto se dejó venir como un torrente incontrolable.
-Me tienes aquí… Somos familia-respondió sumiso y con un nudo en la garganta.
Maldición, si Susan lo viera así que pensaría? Su madre le ayudaría?
"Mamá ayúdame, no se que hacer" pensó el chico mientras lloraba abrazando a Tony como si él y sus manos cubiertas por su propia sangre fueran el lugar más seguro del mundo.
-Te amo Day…-soltó tan cálidamente que el chico dejó de llorar.
-Tony… Vamos a casa- masculló abrazando con más fuerza al tosco y llorón adolescente que se aferraba a su cuerpo delgado.
Después de aquel incidente Anthony seguía molesto, más inseguro que antes y algo paranoico. Todo esto se volvió molesto para Edward, apresar de ello seguía arreglando todo de manera sería y discreta. Solo se detenía a mirar de reojo a su amigo y suponer que todo estaría bien siempre y cuando Day no llegara tarde al evento, si ese pequeño mocoso se atrevía a "dañar" nuevamente la estabilidad de la rutina en la escuela Edward tendría que arreglarlo y eso le fastidiaba.
Al termino del discurso de Anthony y de responder las preguntas de los estudiantes, Edward notó que Day aún no se encontraba presente, esto le traería problemas además de que Diana estaba en el fondo del backstage. Esa maldita chica no dejaba de estar persiguiendo a Anthony apresar de las amenazas, pero supuso que no se detendría solo con ello.
En sus huesudas manos ella sostenía una especie de bolso, en dónde sacó fotos y una USB lista para exhibir en la pantalla trasera del podio. La mirada de odio y los labios rojos apretados denotaban la rabia contenida.
Ahhh que molesto era lidiar con esta clase de cosas.
Rápidamente caminó posicionándose tras de ella, en un rápido movimiento cubrió su boca con un pañuelo y la arrastró tras una cortina entre cajas de utilería.
-No te advertí sobre tu comportamiento vulgar Diana?- dijo al oído de ella.
La pobre chica le miró asustada, tratando de recomponerse de aquellos movimientos tan rápidos y dandose cuenta de la posición en la que se ayaba.
-Mnh- trato de decir algo que Edward ignoró. Una mano se deslizó ágilmente entre el bolso sacando las fotos y la USB en dónde se notaba Anthony con ella encontrados en una situación "vergonzosa".
Un vistazo vasto para que Edward chasqueara la boca molesto, al parecer la chica había planeado algo más que solo ser la novia de Anthony, un seguro en caso de que el la rechazara, alguna amenaza planeada tan infantilmente. Patético.
-Una señorita como tú tratando de exponer al respetable hijo mayor de la familia Worthington? Diana no te dije acaso que eras estúpida?-La mirada del chico se volvió fría, penetrante.
-Ambos sabemos que si sacas a relucir estas fotos acabarás con tu misma reputación, tus padres te desheredaran y con lo tradicionales que son no permitirán tener a una hija que les haga pasar vergüenza entre sus círculos sociales-El chico le soltó la boca pero no las manos que sujetaba fuertemente.
-Ah! Si no me sueltas gritaré! Gritaré y todos se darán cuenta de las cosas que hacen! De como me lastimas y de las cosas que le encubres a Tony…-La altivez le invadió el rostro y su tono de niña caprichosa regresó.
-Planeas amenazar de nuevo?-preguntó sereno.
-Lo que planeo es hundirlos a ambos, mi familia es rica y poderosa, son tan estúpidos que me protegerán… No dejarán que nada malo me pase, en cambio es Anthony el que debe pagar, me utilizó… No importa que pase al final- el maquillaje de la chica comenzaba a escurrirse, tal vez por el sudor o por las lágrimas de su propia miseria.
-Se que tienes una copia, no son las únicas fotos, pero déjame decirte algo Diana… Yo siempre estoy un paso delante de todos- dijo al oído de la chica para luego empujarla al suelo de madera sintética.
-De que demonios hablas?-preguntó la mujer desconcertada.
Edward sacó del bolsillo en su saco del uniforme un celular delgado con la pantalla prendida, una llamada estaba ya en curso y la conversación se había escuchado del otro lado del teléfono.
-Es una lastima que su hija Diana haya caído tan bajo, les recomiendo que si no quieren problemas con los Worthington o con el resto de sus allegados en los negocios controlen a su hija… Mantengamos esta conversación y estos sucesos en completo silencio, después de todo fue ella la que planeó esto desde un inicio-Edward miró con altivez serena a la chica en el suelo mientras sostenía el teléfono con el altavoz activado.
-Tú!! Maldito- pronunció conteniendo el llanto la adolescente.
-Diana… Regresa a la casa sin causar más problemas, como te atrevas a desobedecer yo mismo te mato-La penetrante voz de su padre por el celular le hizo temblar.
Diana se sintió humillada, derrotada y con un nudo en el estómago, miró con resentimiento a Edward y se puso de pie. Aún conservando su altanería y falta de modales.
-Si papá- masculló impotente.
La llamada se terminó en un pitido y Edward tiró a la basura el pañuelo usado en ella anteriormente.
-Te sugiero que seas más prudente y dejes de ser una niña mimada… Mujeres como tú hacen quedar mal a las de tu mismo sexo- con esas últimas palabras Diana salió corriendo del lugar chocando levemente con un chiquillo rubio al cuál ignoró.
-Edward… Qué ocurre?-Day miró toda la situación extrañado.
-No te preocupes pequeño… Solo estoy atando cabos- El mayor le miró de reojo y el niño solo pudo asentir sin entender muy bien lo que ocurría.
Al menos la situación se controló y solo debía mantenerse al tanto de más cosas. Day se fue al fondo del backstage buscando sin la presencia de la chica mientras Anthony se acercaba a Edward ya con todo terminado.
-Bien, ha sido duro pero pronto veremos los resultados-dijo el asistente del jóven Amo animadamente.
-Espero que estos idiotas voten por mí Edward, me cansa tener que sonreírles por horas…-dice entre dientes el mayor de los Worthington.
-¡Jajaja! Así será, solo relájate- Edward le responde animándole, no podía dejar que el humor de su amigo se fuera.
-¿Dónde esta Day? No lo eh visto, ¿Llego a tiempo?-La voz de Anthony se torna agresiva, más que molesta o celosa. Su amigo frunce el seño ligeramente… Ya de imaginaba esas preguntas.
-Esta aquí-señala Edward al chico que se encuentra con las manos sudorosas y la mirada baja al fondo de el backstage.
-Estuvo aquí desde que iniciaste el discurso, parece ser que desde antes- sonríe con calma el moreno al otro más alto que él.
Mentir sería más simple, aquel chiquillo le causaba problemas y algo de curiosidad.
-Mnnh…- Emite molesto el adolescente celoso.
-¿Ocurre algún problema Tony?-pregunta Edward al futuro presidente estudiantil que parece estar molesto de nuevo por lo mismo de siempre.
-¿Quieres que se revisen las encuestas antes de que termine el día?-trata de cambiar el tema para Tony.
-Mnnh…- Solo dice sonoramente al ahora distraído candidato.
Sabe que examina con la mirada al menor y el solo por curiosidad también le mira, Anthony es el chico más guapo de todo el Instituto pero está obsesionado con su hermano menor.
Edward no entiende ese sentimiento aunque no deja de pensar en que Day realmente tiene algo mágico en él. Quizá si un día se diera la oportunidad el podría pintar a Day un cuadro retratando la belleza de tan pequeño cuerpo. Si tan solo Day no fuera propiedad de su amigo… Las cosas serían más interesantes.
-¿Sabías que el nombre de Day significa “Día”?- pregunta sin rodeos a Edward quien le mira desconcertado y luego extrañado temiendo ser descubierto de alguna forma.
-Sí, ¿Por qué lo dices Tony?-responde el joven moreno, la mirada de Anthony le inquieta.
-No. Por nada en realidad… es solo que, me parece ser un nombre más de mujer que de hombre- las vagas palabras de Anthony le resultan raras, anormales. Esa pasión descontrolada le consumirá algún día supone Edward.
Pero en fin… No sobre analiza más la situación y deja que ellos dos de hagan cargo de sus propios sentimientos, después de todo no es algo que sea de su incumbencia. El idilio de aquellos solo le causa estrés, curiosidad sí… Pero estrés al final de todo.
De retira de la presencia de ambos hermanos y acomoda su cabello negro de forma ligera.
Que fastidioso de día.
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