Capitulo 36.
Expulsión.
Muchas eran las cosas de las cuales se arrepentía, los idilios que había tenido durante su juventud, su corta juventud. Y es que realmente no había nada que le satisfaciera, nada que le llenará el alma. Todo era vanidad, intentos superficiales de belleza y amor que apenas duraban a las cuantas semanas. Estaba cansado de vivir ese tipo de vida, pero era todo lo que conocía Y todo lo que tenía, amar era realmente lo que aún no comprendía.
Ese amor incondicional aún no llegaba a sus manos, siendo cuidado muy pequeño por personas totalmente ajenas a él, siendo su mucama Meena la única figura materna que conocía. Debía darle crédito a ella pues si no hubiese sido por sus intervenciones ante su padre él no es encontraría vivo a esas alturas.
Le constaba que decepcionaba a todos y cada uno de los seres que depositaban su confianza en él, Empezando por su padre quien siempre se empecinaba en que se pareciera más a James, casi como si anhelara tener al otro como su hijo y no a él que si era de su sangre.
Se rindió al cabo de un tiempo sabiendo que nunca superaría lo talentoso y sobresaliente que Snow había sido toda su vida.
Estaba apunto de perderse en su propio mundo, de seguir llevando el ritmo que llevaba hasta ahogarse en sí mismo y no tener conciencia más allá te lo banal y superficial .
Cuando su padre le informó que pronto tendría una nueva madre y un nuevo hermano, al principio le causó molestia y prefirió ignorar el tema. Sabía que tenía bastante competencia con el pretencioso de James y ahora tendría que batallar con el hijo de esa trepadora.
Le había visto en varias ocasiones muy pegada a su padre, tratando de verse como una pareja feliz importándole poco a ella el conocerle bien a él como hijastro, Por ende simplemente la ignoró esperando a que se largara en algún punto dejándolo nuevamente con su vida. Ni siquiera le había interesado asistir a la boda, un desperdicio de dinero y tanta gente a su alrededor qué asfixiaba. Optó esa noche por acostarse con una de sus tantas chicas en turno, Aunque ninguna de ellas le satisfacía.
Se molestaba al mirarlas, cada una de ellas buscaba sólo un trozo de él, a ninguna le importaba su corazón y nunca iba más allá del placer carnal. Pero las cosas cambiarían…
Aquella hermosa figura No era como todas esas mujeres, brillaba por inocencia, adornado por su castidad y sin estar manchado por el mundo en el que él había crecido.
Day era una joya invaluable muy rara de encontrar en estos días pues La pureza y la Rebeldía que adornaban a su pequeño hermano menor terminaban por constituirse una corona resplandeciente de un posible verdadero amor. Anthony sabía de su propia torpeza pues nunca antes había tenido una relación seria y sólo conocía lo que había aprendido. Dudaba un poco de la exclusividad en una relación pero lo había intentado desde que conoció a su valioso tesoro.
Realmente en aquella infidelidad solo se había acostado con una chica para callarle la boca pues ella había visto un beso entre hermanos y le había chantajeado con hablar del tema al director si no recibía un favor a cambio. Eso fue con la única mujer qué le engaño durante la relación incestuosa que aquellos hermanos mantenían. Ya que desde que lo conoció atrapado entre los Rosales, no había estado con otra mujer más que con él, exceptuando a la chica de hace un mes que le chantajeó.
Sabía que eso era infidelidad, una traición que no quería cometer pues lejos de ser placentera apenas había durado unos minutos el encuentro por la precocidad de ella y el asco que le tuvo. Juraba que lo había hecho para proteger a su amado, sin importar las circunstancias Anthony deseaba conservar el único amor que tenía dentro de su corazón.
Pero tenía miedo…
Miedo al abandono, miedo a perderle, miedo a que su relación terminara tan rápido como empezó. Le constaba que había sido rudo, salvaje, amenazante y abusador. Quería hacer todo lo que estuviese a su alcance para aprisionar a su pequeño hermano, no entendía porque querer conservarlo para así mismo estaba mal.
Casi como un pequeño niño aferrado a una prenda que no le queda Pues a sus ojos Day era el amor que siempre espero. No permitiría que nadie los separara, y al no saber cómo mantener una relación sana actúa por mero impulso como si de un lobo salvaje se tratara, buscando proteger a su cachorro de todo aquel que quisiera apartarle de su lado.
Y si tenía que acostarse con esa asquerosa niña, lo tendría que hacer para poder asegurar la estabilidad en su vida.
Todos sus actos se desencadenaron golpeándole más allá de lo físico, posicionandole entre la espada y la pared. Tantos años de malos tratos, burlas hacia los demás y que él usara las personas para su propio beneficio tendrían que pasarle factura tarde o temprano. Y ello comenzaba a ocurrir.
La puerta de la enfermería se abrió Pero no por ello volteó a mirar quién entraba…
- Pase por aquí Señor Worthington, Anthony se encuentra recostado en camilla tome asiento por favor- La voz dura del director y el escuchar el apellido de su padre llamaron su atención.
- Muy bien profesor estoy aquí dígame qué fue lo que ocurrió, Por qué mi hijo está así de golpeado?- Su padre se hallaba molesto y un tanto preocupado.
- Vera señor… En este instituto tenemos reglas, reglas bastante firmes e inflexibles que aplican a todo miembro que labore o estudie dentro de estas instalaciones, usted como nuestro máximo benefactor merece saber lo que está ocurriendo, no queremos manchar su impecable imagen por los actos desmedidos de su hijo- el director sonaba firme conciertos tintes de molestia.
- No entiendo que está pasando- dice el Señor Frederick frunciendo el ceño.
- Lo que está ocurriendo ya todo el mundo lo sabe para desgracia… Pues alguien subió las fotos de las actividades que realizaba Anthony dentro del instituto a la página estudiantil que aquí tenemos, en ellas se ven a su hijo manteniendo relaciones sexuales con distintas alumnas, cabe decir que es deshoronso y no podemos mantener esto escondido, nuestro instituto no permite tener este tipo de alumnos o empleados por más tiempo y debido a la grave falta su hijo será expulsado- El Director miró con seriedad al Señor Frederick Y ambos hombres dirigieron sus ojos al adolescente a un recostado sobre la camilla.
Tony ahora terminaba de entender todo lo que ocurría, las fotos de los vídeos de seguridad del instituto no habían sido borradas eso totalidad y alguien las había subido a la página de la escuela. Que ya se daba una idea de quién había sido por las palabras de Claude hace apenas un par de días, admitía que lo había subestimado en sus capacidades pero lo que le molestaba no era ello sino el hecho de que su amante se diera cuenta de lo que estaba ocurriendo sino es que ya las había visto.
- Esto es verdad? Te acostaste con todas esas chicas?? Y en la escuela?!! Qué está pasando contigo?! Estás mal de tu cabeza? Cómo se te ocurre hacer este tipo de cosas dentro del lugar donde estudias?!- su padre se levantó abruptamente de las silla donde se encontraba sentado tirándola en el proceso. Se acercó molestó a su hijo y comenzó a gritarle nuevamente.
- No eres más que una vergüenza para mí! Todo el tiempo y todos mis esfuerzos por hacer de ti un buen hombre se han ido a la basura, te he dado un hogar, una familia y tú nos pagas haciendo este tipo de obscenidades dentro de tu propia escuela! Me das asco!- El Señor Worthington sujeto de la camisa a Anthony y lo zarandeó un tanto agresivo mientras continuaba gritándole al rostro herido.
- Has deshonrado a tu familia, no puedo permitirme tener un hijo tan sucio como tú, te he dado todo y tú no has sabido apreciar la vida que tienes, No te preocupas por nada ni por nadie! Incluso dejaste tu hermano Al cuidado de tu amigo cuando era tu responsabilidad al no estar Susan o yo presentes!- gritaba su padre molesto, Tony sólo escondida la mirada entre los cabellos que bajaban hacia su frente perdiendo sus ojos grises en aquella nube de su propio cabello.
- Señor worthington por favor cálmense- dijo el Director temiendo que golpeaste ahí mismo al alumno.
- No me respetas como padre! Cómo pasó por tu cabeza el hacer esto? Tienes idea de los problemas en los que estás metido? Crees que los padres de esas jovencitas no van a venir a reclamarte lo que hiciste? La mayoría de ellas son menores de edad estúpido! Tú ya tienes 18 y eres un adulto ante el gobierno, es que acaso ni siquiera sabes en dónde estás parado?! Crees que porque tu padre es rico vas a salir ileso y no asumir las consecuencias de tus actos? Maldita sea Anthony! Respóndeme- su padre seguía zarandeandolo furioso por las tonterías que hacía su hijo con regularidad.
Pensaba que después del matrimonio se había calmado un poco de sus típicas fechorías, pues ya no había recibido alguna queja de alguna otra persona desde que Susan y Day habían llegado a sus vidas.
- Lo lamento papá… No puedo ser tan perfecto tu adorado James- masculló apenas audible Tony quién aún mantenía la mirada oculta entre su cabello.
- De qué tonterías estás hablando? James no es mi hijo tú sí, no importa cuánto lo aprecie el jamás va a sustituirte, Hiciste todo esto para llamar mi atención? En verdad no entiendes la realidad?- el señor Frederick dejó Anthony libre y se sentó de golpe sobre la camilla a un lado de las piernas de su hijo, entre decepcionado y triste.
- Perdóname por ser tu hijo… Si yo pudiera cambiar el pasado lo haría de esta manera No tendríamos que pasar por esto…- la voz calmada y pérdida de Tony mostraron su verdadero arrepentimiento, pues la realidad le había golpeado duramente en esta ocasión y en verdad lamentaba sus anteriores actos.
- Tú no entiendes que lo que has hecho no se puede borrar, has puesto a tu padre en vergüenza Te he perdonado muchas veces y pese a ello nunca te has esforzado por cambiar… Cuántas veces más piensas lastimarnos? Anthony… Por qué no me dejas acercarme a ti y sólo haces esto una y otra vez esperando a que yo lo arregle?…- El Señor Frederick trató de ocultar un par de lágrimas que se derramaban sigilosamente por sus mejillas, Aunque trataba de aguantar su llanto estaba cansado de ser decepcionado una y otra vez por el adolescente.
- Lo lamento mucho papá… En verdad lo lamento- Anthony por primera vez en sus 18 años de vida decidió abrazar instintivamente a su padre por la espalda, escondiendo su rostro amoratado en la espalda de aquel hombre triste.
-Anthony…- masculló su padre con un nudo en la garganta.
-Señor…. Lamentablemente no puedo hacer nada por su hijo, será expulsado definitivamente del instituto y el motivo por el cual será destituido se tendrá que hacer un boletinado a las demás instituciones educativas, Aunque por usted haré una excepción… Anthony solamente será expulsado del Instituto Jefferson y podrá Ingresar a cualquier otra escuela sin el boletinado en su historial- dice el director sintiendo un poco de pena por el padre.
Pues él también tiene dos hijos y entiende que es difícil muchas veces educarlos, un padre hace todo lo que puede e incluso no es suficiente en ocasiones.
- Se lo agradezco el Director….- dice Anthony sin mirarle a los ojos aún abrazando su padre por la espalda tratando de no llorar.
- Por el momento descansa puedes recoger tus cosas más tarde pero a partir del día de mañana martes ya no eres más alumno de esta institución, tu título de presidente estudiantil será delegado al vicepresidente Claude Benson, Espero que tengas suerte y más adelante ya no tengas este tipo de comportamientos… Me retiro tengan una buena tarde, de verdad lamentó que sea en estas situaciones La despedida- dice Por último el director marchándose de la enfermería.
Una vez que se cierra la puerta, el señor Frederick se levantó de la camilla seco sus lágrimas un pañuelo que traía puesto en su traje gris y procede a decir:
- Realmente falta poco para que termine el año, irás a otra escuela… Te mandaré a un internado que se encuentre lejos de aquí, tu hermano no puede también pasar por esta vergüenza Así que él también ya no asistirá a esta escuela-.
El señor Frederick dándole la espalda sin mirarle a los ojos.
- Nos mandaras juntos al mismo internado?- Tony pregunta sin ocultar repentina felicidad.
-No Anthony… Day regresará su antigua Escuela y tú te irás al internado que yo decida, esta será tu última oportunidad para que te redimas y me demuestres que en realidad vas a cambiar- Pronuncia el Señor Worthington serio, no quiere mirarlo Así que toma su gabardina y sale de la enfermería sin cerrar la puerta.
Anthony cae dentro de sí, percatándose nuevamente de su realidad pues en sus absurdos intentos por mantener a su hermano menor siempre a su lado monopolizandole desmedidamente está a sólo unos sucesos de perderlo todo.
Sabe que su padre lo mandará Al otro lado del país, lejos de su amado y él volverá a su vacía vida insatisfecho y abandonado por las acciones que el mismo cometió.
Maldición!! Quería llorar, quería gritar con todas sus fuerzas, romper todo lo que estuviese su alcance y si era necesario armar un berrinche sobre el suelo. Trato de contenerse, de entender que la situación no la podía manejar, todo se había salido de sus manos y ni la astucia de su amigo Edward le podría salvar. Se sentía sofocado, aprisionado, el corazón le dolía demasiado y no podía pensar en otra cosa que no fuese su adorado niño.
Mientras él se debatía lo que ocurriría y lo que perdería no se percató de otra presencia en el marco de la puerta, pues continuaba sumergido en sus pensamientos derramando lágrimas de manera silenciosa con un nudo en la garganta que parecía ser permanente.
- Vaya que sí eres un desgraciado… El poderoso Anthony no tiene salida alguna?- preguntó esta voz que ya conocía logrando que el jóven Amo levantaste su rostro lleno de moretones y rasguños siento manchados esta vez por las marcas qué las lágrimas dejaban a su paso.
- Te comió la lengua el gato? No me digas que también por los golpes ahora no puedes hablar? Qué lástima, tenía ganas de escuchar tu voz molesta- Claude se acomodó el cabello utilizando una postura elegante y un tono de voz donde se podría destilar veneno.
-Tú… Todo esto lo hiciste tú, tú arruinaste mi vida- dice Tony tragándose sus propias lágrimas.
- Por supuesto que lo hice yo… Creíste que me iba a quedar con los brazos cruzados después de todo el daño que me has hecho a mí y a mi prima? Diana se ha vuelto loca los últimos días, sino aceleraba esto ella no estaría bien, todo esto lo ocasionaste tú tanto La locura de ella como tu propia expulsión…. Es irónico que a pesar de que te cuidaras tanto terminaras traicionado- sonrisita burlona logró molestar a Tony.
- Tú solo sabes decir palabrerías y atacar por la espalda… Yo no tengo la culpa de que Diana no haya entendido en lo que se basó nuestro breve encuentro- Su mirada gris se clavó en el adolescente pelirrojo.
- No sólo digo palabrerías, también muerdo si es necesario… Sabes? Me preguntó que va a pensar tu hermano sobre tu infidelidad…- dice sonsacarronamente.
- Qué?- Anthony sólo atinó a decir en medio de su molestia.
- Se de buena fuente que ustedes dos mantienen una relación, Ya te la había mencionado… Pero se que acabará Tan pronto se entere que te acostaste con esa mujerzuela… Te imaginas que cara pondrá? Comenzar a llorar o te gritara primero? Me muero por saber qué es lo que dirá- Claude no oculta su felicidad y comienza a reír un poco más alto.
-Tú!! hijo de puta…- dueña bastante molesto Aunque conciente de que no puede evitar la verdad llegué a los oídos de su hermano.
- Cuidado con tus palabras, te la has pasado todo este tiempo humillando y diciendo maldiciones sin medirte… Ahora que la vida y yo te estamos dando una lección debes aprender… No debes hacerte de enemigos más poderosos que tú- sonríe el pelirrojo cruzándose de brazos.
- Eres demasiado rencoroso- Tony masculla triste e irónico.
- No sólo yo soy rencoroso… Debes de cuidarte las espaldas a partir de ahora, ojalá y tengas una buena vida lejos de mí… Aunque si no es mucha molestia me gustaría que me platicaras Cómo fue que reaccionó tu hermano, Es que en serio me muero de la curiosidad- Terminó de decir para soltar un beso tronado al aire y meneando sus caderas se iba enfermería.
Anthony de nuevo sintió el nudo en su garganta oprimiendole también el corazón…
Tomó sus cosas me salió de la enfermería, debía regresar a la mansión pronto Y tratar de evitar que su hermano mirara se aquellas malditas 36 fotos y si no lo lograba tenía que darle la verdad. Pues esta vez no quería mentirle para redimirse Y obtener por completo el amor de Day aunque le llevaste años, aunque le llevase la vida entera No renunciaría a él. No sin luchar.
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