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Delirio por M M

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Notas del capitulo:

Hola chicos

Les traigo el capítulo final. La verdad es que amé está historia aunque me desesperé un poco, es mi primera obra publicada y realmente no sabía si iba a gustar o no, me encanta escribir y más adelante pienso subir más obras pero talvez más pequeñas o más largas, jeje gracias por haber leído está historia.

Capitulo 46.
Delirio.




Se escucha el reloj de la pared haciendo un leve sonido por las manecillas, el silencio marcado dentro de la habitación no hace menos incómodo y sus miradas se  cruzan sin desear evitarlo. Casi como si fuera la primera vez que se vieran en toda su vida. Son personas totalmente distintas, nada hay de Hace 4 años, heridas y errores qué se cerraron a su propio ritmo y sólo un amor que se conserva en lo más profundo de sus almas. 
- Estás más alto…- Dice repentinamente Tony. 
- Y tú ya has envejecido un poco- Responde al Rubio con una sonrisa dulce.
- Cómo está papá y la empresa?- Pregunta el mayor.

-Papá está bien… Ha sido nombrado uno de los hombres más exitosos de todo el país, recuperó lo que había perdido en ese incendio, actualmente está saliendo con Meena… Tu mucama personal, ahora ella es su asistente personal y lo acompaña a todos lados, realmente lo veo feliz, ambos se entienden a la perfección y su relación avanza poco a poco, al principio me sorprendió un  tanto que comenzaran a salir, ahora ya me hice a la idea y realmente siento que se merecen el uno al otro… Deberías de verlo, sonríe con mucha facilidad- Comenta el rubio felizmente.

- Me alegro por él y me hace feliz que ahora esté con ella, se que sus  sentimientos crecerán y se cuidarán el uno al otro- Responde Anthony con voz amable.
- La empresa va bien, realmente no hay ninguna novedad con ella- Comenta adicionalmente Day.
Tony gira su cabeza en dirección a la ventana y mira como el sol cubre toda la ciudad y las verdes montañas.
- Tú… Tú cómo has estado?- Pregunta el menor tratando de ocultar su nerviosismo aunque no lo logra.

- Estoy bien gracias… Los primeros días fueron los más difíciles para mí, estuve internado en la clínica donde mi madre también estaba, ella falleció hace un año…- Dice aquellas palabras tomando un tono de seriedad, Day por un momento se arrepiente de haberlo preguntado.
- Lamento escuchar eso… Pero estamos en la misma situación, la mía también se ha ido… De eso ya hace un tiempo…- Menciona el joven Rubio llamando la atención del mayor.
- Lo lamento en verdad, a pesar de que ella nunca me agradó es triste la noticia- Tony dice cada palabra con un tono dulce reflejando madurez y amabilidad.

- Son cosas que inevitablemente pasan, Así que está bien… Después de todo, se ha quedado en el pasado… No le guardo ningún rencor- Day sonríe tranquilamente, de una forma pacífica relajando la preocupación que el mayor de ojos grises empezaba a sentir.
- Me alegra que lo tomes de esa manera, has cambiado bastante sabes? No sólo en el exterior, veo con Claridad cómo has avanzado en estos años y me siento orgulloso de la persona en la que te has convertido, sé que eres un hombre responsable… No necesito saber más de ti para poder asumir ello, siempre te gustó superarte a ti mismo… Es bueno ver que la Rebeldía en tus ojos no ha cambiado- Tony habla con tanta soltura en un estado relajado.

- Muchas gracias… Y desde cuando trabajas aquí? Para serte sincero me sorprendió bastante verte- Menciona Day alegre.
- Es extraño verdad? Alguien como yo trabajando en el área de servicio, es un empleo de medio tiempo ya que estoy pagando mis propios estudios en la universidad de esta ciudad, volví a retomar los libros y empecé en una carrera- Anthony mira el rubio feliz, le emociona comentarle a la persona que aún ama sus planes para el futuro.
- Me alegra que hayas vuelto a la escuela, Espero que mantengas notas altas…- Day menciona esto feliz Aunque su mirada empieza a derramar lágrimas.


Anthony se sorprende de un momento a otro levantándose de su asiento para correr a su lado brindándole un pañuelo.
-Day Qué sucede? Te sientes mal?- Pregunta el mayor bastante confundido.
Day lo abraza instintivamente y sólo atinó a decir entre sus lágrimas.
- Realmente te extrañe… Lo único que deseaba es que fueras feliz, ahora que te encuentro si eres otra persona totalmente distinta sé que estarás bien y eso me da mucha alegría- Day habla entre su llanto.
Anthony corresponde el abrazo también comenzando a llorar.
Cuatro largos años de espera habían pasado y en esos años sus lágrimas se acumularon explotando en ese mismo instante para poder darle alivio al amor que empezó mal y que aún no concluía del todo. 

-Day… Perdóname por todo el daño que te hice, estuvo muy mal el que te dañara de aquella forma, era una persona tan egoísta y tan miserable que me negué a dejarte libre…  Perdóname por favor…- Tony le abrazo lo más fuerte que pudo dejando caer sus lágrimas sobre la coronilla del menor.
- Ya te he perdonado… No te odio y en verdad lamentó todas las cosas que pasaron entre nosotros… Lamento que no hayamos podido estar juntos y lamento la situación en la que terminamos… Ahora lo único que deseo es que ambos seamos felices y que sigamos nuestros sueños- Day le dice estas palabras mirándole directamente a los ojos.
Tony acaricia su cabello de finas hebras doradas y asiente con la cabeza mostrando una sonrisa sincera manchada con las lágrimas se dejó caer. 

Pasaron un rato así abrazados y aferrándose el uno al otro, ninguno de los dos hablaba  y sólo cerraron los ojos Disfrutando del calor mutuo que ambos se brindaban, del abrazo pasaron a una mirada y de la mirada pasaron a recostarse sobre la cama.
Sus rostros se acercaban lentamente y sus labios se unieron en un gesto dulce lleno de añoranza.
La ropa terminó por todo el suelo y sus cuerpos se fundieron en uno solo, casi como si ambos fueran vírgenes se tocaron con delicadeza dejando rastros de besos dulces por todos sus cuerpos. Caricias delicadas y gentiles gestos, no importaba la hora, no importaba el día y los años dieron un nuevo sabor de madurez y amor mutuo. 
Las espinas del rosal no dieron muestra de su presencia y era como si fuese totalmente otro amor al original. 

Day abrió sus ojos y de pronto notó que el sol estaba saliendo nuevamente por el horizonte, habían hecho el amor hasta el amanecer… Le pedía comida su estómago, y su cadera dolía un poco, río levemente a sus adentros pues había olvidado aquella sensación del día siguiente de aquel acto. Miró a la persona que se encontraba abrazándole entre las sábanas. El rostro de Anthony estaba relajado, y su expresión era tranquila.

Podía notar que el Tony obsesivo y posesivo que hace unos años le había destrozado la vida desapareció por completo, la persona que le abrazaba en esos instantes era un hombre completamente distinto y más maduro. Aunque debía de admitir que el haberse acostado después de tantos años de nueva cuenta con él no era la mejor decisión pero era algo que su corazón le había pedido. En si no se arrepentía de haberlo hecho, ya no le teme al futuro pues ahora era más fuerte y estaba decidido afrontar cualquier reto que la vida le pusiera por conservar su libertad y sus sueños.

Durante su estadía en aquella ciudad mantuvo contacto con Anthony saliendo de paseo a distintos lugares turísticos tomados de la mano como si una pareja de recién casados se tratase, sin importar nada más que aquel momento continuaron pasando sus noches juntos deseando que las cosas hubiesen sido así desde un inicio, tratando de aferrarse a esos buenos recuerdos que recién acababan de formar. 
Pero Day tenía que volver pues estaba próximo a iniciar su último año para poder ingresar a la universidad.

Su última noche fue más apasionada que las otras y terminaron por quedar en un reencuentro durante las siguientes vacaciones. No estaban del todo seguros si volvían a ser amantes después de aquellos días o simple y sencillamente se habían desquitado de todo su dolor y amor tan pronto como se encontraron de nueva cuenta en aquel hotel. 

Day se despidió con un beso dulce depositado esta vez con cierta esperanza pero sin apresurar las cosas, tendrían su tiempo y más adelante averiguarían si la relación podría formarse de nueva cuenta esta vez para algo más estable y más sano. Anthony por su parte estaba dispuesto a no cometer más errores y a esperar la siguiente época de vacaciones, estaba ansioso de ver qué era lo que les deparaba el destino y si es que la vida les permitía una segunda oportunidad para poder amarse de nueva cuenta ya sin mentiras ni más manipulaciones. 


El joven Rubio regreso a su ciudad para poder festejar la boda que se aproximaba de su mejor amiga, esa chica merecía lo mejor y el se encargaría de que nada del evento saliera mal, su corazón ahora se encontraba en un estado de paz bastante placentero Pues a decir verdad había solucionado el último de sus más grandes dolores, su ex hermanastro era una persona totalmente distinta y posiblemente podrían regresar a ser amantes y tal vez con el paso del tiempo a algo mejor.
No deseaba apresurar las cosas, se negaba forzar cada situación y con la frente en alto siempre se preguntaba qué sería lo mejor para su destino. Ya no tenía que presionarse a sí mismo para poder complacer a los demás, ahora cuidaba de su propia persona y se construía paso a paso para su felicidad personal. 

Un par de meses después de haber vuelto, acudió a la vieja heladería dónde solía ir para reencontrarse con una persona en particular…
A decir verdad no esperaba que le llamara tan repentinamente ni que le buscara después de tantos años y le causaba curiosidad lo que le fuese a decir.

Un hombre alto se encontraba sentado sobre la rosada silla del local, con mirada relajante y sonrisa juguetona le atrajo con un gesto de la mano.
-Mirate… Vaya que has crecido, estás muy guapo, pero venga! Toma asiento angelito- Claude le miró lascivamente.
-Claude… Dime porqué me has llamado?- Respondió directamente.
-Cariño no tienes que ser tan arisco, solo trato de ser amable- El pelirrojo le sonríe de nueva cuenta.
Luciendo un llamativo vestuario, gabardina negra y pantalones de vestir dorados, un collar bastante largo de diseñador y un labial rojo en los labios.
-Claude, han pasado tantos años, no entiendo el porqué me has contactado- Day le observa extrañado.

-Pequeño ángel… Solo quiero arreglar unos cuantos cabos sueltos del pasado, te invité a esta conversación porque también te concierne… Edward ha regresado al país sabes?- Dice el pelirrojo notando que ha llamado la atención del otro al mostrarle una fotografía.
Edward era otra persona totalmente diferente, un poco más alto y de musculatura ancha, su rostro había madurado más y sin duda alguna se había vuelto mucho más sexy. Day no supo de su propio sonrojo hasta que él mismo Claude se burló de ello.
-Angelito pareces una cereza! Controlate solo es una foto- Rió Claude al notar la molestia del rubio.
-Porqué me dices esto? Edward y yo hace años que no nos dirigimos la palabra, nuestra amistad concluyó y cada quien siguió con sus vida… Me alegra que haya avanzado el solo y que ahora es exitoso- Day mira a otra parte aún sonrojado.

-Has escuchado de él por lo que veo- dice aquello notando que el rubio se sonroja más. Claude afila su mirada examinando las expresiones del contrario.
-Edward es dueño de su propia negocio y es uno de los jóvenes empresarios más deseados, ha avanzado a pasos agigantados en muy poco tiempo, sabía que esa astucia de zorro le serviría algún día… Pero no estoy aquí para hablar de lo sexy que se puso o de su nueva riqueza personal… Estoy aquí para reparar un daño del pasado…-Claude continúo hablando mientras Day le volvió a mirar 
-A que te refieres con eso?- pregunta Day curioso.


Claude suelta un suspiro y acaricia su propio cabello rojizo.
-La paranoia de Anthony por un mensaje de texto fue lo que detonó su locura hace unos años, hasta a mí y a Edward nos culpó… Y al final nadie más preguntó por el tema ya que tus padres se divorciaron y tú loco hermanastro se fue…- Claude mira con atención las reacciones de Day dándose cuenta de que las cosas ahora encajaban un poco más.

-El día de la fiesta ví a tu madre hablando con uno de mis empleados, la verdad no le tome importancia hasta que Anthony me reclamó por el mensaje… Pero no fui yo, tampoco fue Edward hasta donde se, así que hablé con mi empleado y solo me mencionó que ella le había solicitado enviar un mensaje para alguien, el texto no era el mismo que tú hermano me reclamó ni el que Edward me exigió saber… Aparentemente era tu madre era la persona que lo envío para amenazarle… Pero… No me quedó del todo claro así que lo investigue después del divorcio de tus padres- Claude tomo un tono más serio mientras el rubio no dejaba de verle.

-No fue una casualidad que tú padrastro llegará a aquél restaurant donde trabajaba tu madre… Ese día tenía una comida de negocios con una persona solo que está no llegó y así fue como ambos se conocieron, el día de la cena de compromiso fallaron los frenos de la motocicleta del profesor Snow… Además esa persona también le hizo llegar más tarde, me fui dando cuenta que conforme a todos los sucesos que pasaban al rededor de tu familia eran ocasionados por la misma persona… Cómo si moviera los hilos desde las sombras para que se llevaran a pie de la letra los hechos… Incluso el último matrimonio de tu madre y su deceso… Ella murió por una enfermedad aparentemente… Pero sabes porque le surgió esa enfermedad?- Claude dijo aquello mirando con seriedad a un Day desconectado.

-Estas diciendo que todo lo que pasó hace años lo causó alguien? Claude esto no tiene sentido, Cómo va una persona a ocasionar un matrimonio o que la gente se enamore o que sucedan encuentros y todo salga como si fuera planeado? De qué estás hablando?- Day tomó una postura incrédula.
-Tranquilizate angelito, que te desplumas… Lo que te digo es verdad, no tengo ahora algo que ganar así que no tiene sentido que te mienta- El pelirrojo hablo amable.

-Claude es que no tiene sentido… No puedo creerte- Day se levanta de la silla molesto dispuesto a marcharse pero cuando dirige la mirada hacia la entrada se detiene en seco. 
-Edward?… - Day se queda estático mientras Claude se incorpora.
-Hola Day- El hombre delante de él le abruma repentiemente.
-Edward…. Ed…- balbucea el rubio.
-Hola….- Sigue respondiendo amable al acercarse más y más.
Dónde está el adolescente de fría mirada y sin emociones? 
Su rostro cambió, ya no es duro ni apagado… Edward es tan atractivo que le había dejado enmudecido.
-Sientense los dos que la gente está comenzando a mirarnos- Dice el pelirrojo cansado.

-Tambien te iba a mencionar que él vendría pero parece que este tipo no se pudo quedar quieto al saber que te vería… Ah bueno como sea- Claude deja que ambos sigan mirándose.
Es verdad que nunca logro entrar en corazón de Edward y que deseaba ser amado por el adolescente de aquel entonces, pero las cosas cambiaron y prefirió dejar de intentar. No tenía sentido seguir tras de él cuando la vida y las circunstancias le indicaban que jamás podría ser. Todo se quedaría en un amor frustrado de la adolescencia y así se quedaría.

-Day… Has crecido mucho… Estás tan cambiado, te queda bien- Dice el hombre de ojos cafés.
-Y tú… Estás tan alto… Eres todo un adulto- Responde nervioso.
-Tú rostro se hizo más hermoso, me alegra mucho verte… Estaba por llamarte… Quería decirte que volví a la ciudad…- Edward se sonroja levemente pues la belleza de Day incremento con los años.
-Tú también estás muy guapo…- El jóven rubio siente su cara arder. Es mágico de cierta forma y deja que el calor de su rostro se esparza por su cuerpo hacia su corazón.
-Ejem! Sigo aquí!- Protesta el pelirrojo.

-Eh? Ah… Perdón… Me decías de aquello- Day balbuceo nervioso de nueva cuenta.
-Day… Esto es serio… Le comenté todo esto a Edward hace un tiempo y ambos acordamos no involucrarnos más en el tema, pero antes de irme de la ciudad me gustaría darte está información- Claude toma de nuevo su tono de seriedad.
-Edward… Sabías de esto?- pregunta nervioso de volver a lo mismo. Más mentiras y manipulaciones.

-Sí, aunque no me concernía más el averiguar el porque de aquel mensaje lo hice para tener la verdad… Si no te lo mencionamos antes fue por no querer lastimarte de nueva cuenta… Tu avanzabas tan tranquilo y yo siempre supe de ti a lo largo de este tiempo… Y después de la muerte de tu madre yo dejé de cuidarte más… Disculpame por esto…- Edward baja la mirada y con un dulce gesto besa la mano del rubio quien aún no termina de entender.

-De que están hablando? Claude hace poco dijiste que alguien manejó las cosas y que mi madre enfermó por otra razón… No entiendo- Day en lugar de alejar su mano la tomo más aferradamente.
-Tu padre biológico… Se vengó de tu madre al paso del tiempo, aunque siempre te procuró… Él era la persona con la que se iba a reunir tu padrastro, el conocía a Snow de más tiempo y tu padre al saber la relación que ustedes como hermanos mantenían arregló que fuera Diana la que le enviara el mensaje para amenazarlo, tu padre quería alejarte de todos ellos pero al pasar tanto tiempo lejos de ti y al sumergirse en su deseo de vengarse ya no supo cómo regresar a tu vida y al final terminó envenenandole la sangre a Susan… Toda esta información tarde tiempo en recolectar aunque nunca nos quedó claro el porqué buscaba vengarse- Edward acariciaba la mano blanca del rubio quien aún intentaba procesarlo todo.


-Mí padre está vivo? De qué están hablando?!- Day se alteró luego de un momento de estar estático.
-Tú padre no estaba muerto como Susan te dijo… Creme que incluso a nosotros nos sorprendió saberlo y por lo mismo no supimos si era prudente darte está información, Edward no tiene nada de culpa ya que fui yo quien le pidió el no decirte nada hasta no saber más… Mi intención no es dañarte tampoco, mi odio era a tu hermano no a ti- Claude habla sincero mientras Day se levanta de la silla y sale de la heladería sin mirarlos.
Ambos hombres sale tras de él tratando de seguirle el paso, de hacer que el rubio escuche sus palabras.

-Nada de eso tiene sentido!! Cómo me puedes mentir de nueva cuenta Edward?! Tú!! Tú lo prometiste!!- Day trata de correr pero el mayor lo alcanza aprisionandole en un abrazo a sus espaldas.
-Tú padre ya se ha ido… Él se alejó y no pudimos encontrarle de nuevo y cuáles sean las razones que haya tenido no puedes dejar que esto te hunda de nueva vez… Tú mereces la verdad… Me revés saber quién manejo tu vida… Tu no tienes que cargar con las mentiras ni vivir engañado- Edward abraza con firmeza a Day mientras oculta su rostro en el hombro del menor.
-No es verdad!… Mi padre murió… Él… Él murió…- Dice Day entre lágrimas.

No entiende que está pasando ni porque ocurrió todo y solo deja que su corazón procese lo que a escuchado trata de calmarse y respira agitadamente.
-Él desapareció nuevamente y no pudimos hacer nada para atraparlo, hace meses que no hayamos su rastro… Se desvaneció… Pero ahora tienes la fuerza para aceptarlo, no eres ese niño que la gente necesita proteger… Lo ví al mirar tus ojos…-Claude toma su mano y dice aquello con firmeza.
-Day…Está bien si no nos crees,  Está bien si me odias… Está bien si no quieres volver a verme… Solo… Tenías que saber la verdad- Edward le abraza con mayor fuerza y luego deshace el abrazo dejando que el rubio deje escapar un jadeo.


-No te odio… Es que… Solo no puedo aceptarlo ahora… Yo… Debo irme-  terminó de decir Day y se alejó de ambos sin mirarles. Ambos hombres solo le observaron partir y que su figura desapareciera entre el resto de la gente.
-Crees que estuvo bien haberle dicho la verdad?- Pregunta Edward con un nudo en la garganta.
-Ha vivido entre tantas mentiras y no puede continuar así… Si en verdad lo amas no lo dejarás solo, pero por ahora deja que se despeje su mente… Debe aceptar y dejar ir- Dice Claude seriamente. 

Day caminó perdido entre la demás gente tratando de ensamblar las ideas dentro de su cabeza, tratando de hacerce a la idea o de rechazarla. Era verdad que las cosas de dieron de una manera poco común y que Susan se amaba demaciado como para no cuidarse tanto, si era verdad lo que Claude y Edward le habían dicho significaba que sus padres eran un par de locos.

Camino aceleradamente hasta llegar al cementerio donde descansaba su madre y al entrar corrió para llegar a su tumba. Cayó hincado y las rosas secas que había dejado hace un par de días atrás las destruyó en un arrebato de furia. Si todo está verdad eso quería decir que después de todo Susan su sabía de qué su padre vivía y que lo había ocultado. 
-Tú!! Tú y él destruyeron mi vida!! Yo era su hijo!! Maldita sea… Cómo pudieron hacerme participar en su ridícula venganza?! Tú eras mi madre!! Me usaste y él también… - Day miró al cielo y soltó un grito que hace años guardaba.
-Parece que el incesto estaba en mis venas verdad?… Es por ello que no dijiste nada también?- Day se inclinó y poniendo su frente hacían la tierra continúo llorando hasta que la luz del sol termino con convertirse en algo lejano.
-Mamá… Él se fue así como tú… Pero sabes qué?- Day se incorporó y secó sus últimas lágrimas entrando de pie.

-Yo no soy como tú… No soy como él… No los necesito para poder continuar con mi vida, les agradezco por darme el poco amor que pudieron y eso será todo… De ahora en adelante no pensaré más en tu recuerdo…- Day soltó un suspiro dando una última mirada a la sencilla tumba y regreso a su casa notando que en realidad la vida siempre tendría este tipo de situaciones en dónde su firmeza y fortaleza estarían a prueba.
Ya no era más un niño y aprendería a menejarlo a su ritmo tal y como en el pasado lo había hecho, estaba bien y lo estaría más adelante.

Al llegar a su casa abrazó fuertemente a Allen y a Frederick quien había venido de visita, habló con ellos y le brindaron su apoyo en totalidad, esto le sirvió para poder mantener su determinación y no dejar que le apagará sus deseos de salir adelante.

Así pasaron las semanas y Day avanzó con su propio ritmo aprendiendo más cosas, conociendo nueva gente y dejando libre su dolor para no guardarlo más en su corazón. No dejaría que el odio o el rencor por viejos errores le arruinara los deseos de vivir a plenitud. 
Y así después de terminar la escuela media Day estaba listo para ingresar a la universidad, aunque antes de ir debía realizarse la boda de Lizzie donde él la había ayudado hasta que llegara el momento y así fue.
La boda se llevó acabo perfectamente, miles de rosas por todas partes y sonrisas marcadas en cada uno de los novios. Los señores Park estaban muy felices y compartían su alegría con todos los invitados. Mientras Day estaba a un lado de su mejor amiga contento por ella y la nueva faceta de su vida.
Es chica se merecía todo lo bueno del mundo y agradecía que le estuviera yendo también, Allen se apróximo al rubio notando que sus facciones estaban decaídas. A lo largo del tiempo siempre estuvo conciente de que sin importar lo mucho que se esforzara Day tenía un vacío que era casi imposible de llenar, era más factible dejarle pelear sus batallas ya que era solo asunto suyo pero siempre permanecer a su lado.
Allen tomo su mano y le sonrió cariñosamente, el menor correspondió y continuaron mirando el primer baile de aquel nuevo matrimonio.
-Day si quieres sal al jardín… Te veo cansado- Dijo Allen amable.
-Estoy bien, no te preocupes… Saldré en un momento- responde con un ligero suspiro.
-No te estreses tanto… Relajate y convive con los demás, no olvides que sin importar que siempre nos tendrás a nosotros- Allen termina de decir y besa la coronilla de su cabeza.
El menor sonríe al grato gesto de cariño, ese hombre era casi como una madre para él y le llenaba el corazón de una forma especial. Miró a la demás gente y acepto la idea de salir al jardín, tal vez era mejor que su padre biológico desapareciera y que su vida continuara con estaba, siempre pudo anteponerse a todo y así seguiría. Dentro de poco Anthony regresaría a la ciudad y le volvería a ver, además de que su padrastro planeaba proponerle matrimonio a Meena en un tiempo. 
Dirigió su mirada a un rosal blanco, eran solo botones los que estaban por florecer, acarició con sus dedos las rosas hasta que una espina pinchó su dedo índice. Miró la sangre caer a una rosa ya abierta, la primera de todo el rosal, la sangre se esparcía casi como si estuviera tomándose su tiempo para terminar de teñirla. Repentiemente una mano tomo su dedo herido y al mirar quien le tocaba un par de ojos cafés se encontró con él. Metiendo el dedo herido a la boca ajena este bebió el resto de la sangre y lambió un poco haciendo que Day se sonrojara.

Sus miradas continuaban enlazadas y su corazón se aceleró.

-Ten cuidado… Puedes lastimarte más- Dice Edward con voz gruesa en tonos amables.
-No sabía que vendrías…- Responde el jóven rubio sonriente.
-Solo quería despedirme, mañana debo viajar al país del sur a arreglar unos negocios… Quería mirarte antes de partir- Edward acaricia las hebras doradas y le mira sonrojado.
-Te irás mañana?… Cuándo volverás?- Day siente una punzada en el pecho y aún tomando la mano del contrario fuerza el agarre.
-No lose, en un par de semanas… Depende de cómo resulte- Edward de acerca más al rostro del menor de forma peligrosa.
-Y cuando vuelvas… A dónde irás?- Pregunta el menor mirando los labios entre abiertos del hombre frente a él.
-Tú dime a dónde debo ir cuando regrese…- El hombre moreno acerca al chico con su otro brazo libre acortando cualquier distancia.
-No lo sé…- Masculla nervioso.

Edward le mira con profundidad dejando salir todo su anhelo por tenerle a través de la vista, el rubio se sonroja aún más.
-Me darás una cosa para mí despedida?…-Pregunta de forma dulce y sensual.
-Qué es lo que deseas?…- Day está a solo milímetros de sus labios y algo en su interior le pide no alejarse más.
-Un beso… Solo eso deseo de ti- Edward corta la distancia y sella ambos labios, el beso se profundiza y sus lenguas de acarician entre jugueteos como si fingieran pelear. Sus brazos se mueven y se aferran el uno al otro, la boda de su mejor amiga pasa a segundo plano y la partida de mañana también. 

Day se deja llevar de nuevo por ese sentimiento de pasión desmedida, casi como si deseara que algo así regresara a su vida. 

Profundo
Profundo
Profundo
Profundo
Profundo

Mientras la Luna permanece sobre el cielo y la gente se sumerge en el evento, dos cuerpos se unen haciéndose uno mismo. Firmes y feroces estocadas, con caricias acumuladas y besos arrebatados todo ello con tintes de cariño y dulzura. 

"Ahh… Se siente tan bien"
 "Mhnn… Aprietas rico"
"Ahh   ahh   ahh   ahh"

Al final ambos se separan y se miran con dulzura, no esperan nada sobre aquel encuentro y si algo en el futuro. Edward sabe que Day es libre y que si así lo desean volverán a estar juntos como en esta ocasión, alberga en su corazón sentimientos de una fuerte pasión y sueños de algo hermoso.
Day le mira feliz sintiendo su corazón adormecerse, no sabe si esto tendría algo bueno para el futuro y no piensa en ello mucho, sabe que Anthony vendrá dentro de poco y ellos aún se deben palabras.
Se viste de nueva cuenta y ambos parten lejos el uno del otro.
Edward vuelve a su auto y maneja feliz por la carretera su espíritu se siente extasiado y su cuerpo relajado, un auto gris pasa a su lado en dirección contraria.


Day se despide de Allen y está por marcharse hasta que llega el auto gris y aparca frente a él. Al bajar del auto mira a su ex amante con rosas rojas en las manos y una muy amplia sonrisa. Day se siente más feliz y corre a su encuentro dejando que el jóven Amo le cargue cuál princesa. Juntan sus frentes y se miran con calidez.


I Love You
I Love You
I Love You
I Love You


Las rosas dejan caer un par de pétalos dejando que el viento se los lleve y por la brisa una marca del sexo se asoma por el cuello del rubio, marca que nadie más ve.
Anthony está feliz de poder volver a verle y tiene firmes sueños de no alejarse más. Day es y siempre será su preciado tesoro, su más grande sueño y el amor de su vida
Day está feliz de verle de vuelta, quiere que las cosas avancen a su ritmo aunque aún siente escurrir semen por su entrada. 
Mira al cielo y a sus adentros solo puede dejar escapar palabras en silencio….

"Mamá… Ya no necesito que nadie más me salve" 












FIN.
Notas finales:

Gracias por haber leído mi historia, por favor dejen sus comentarios que amo leer. Cuidense mucho besos!! :3


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