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SCAR por Walid

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Se tomaron de la mano y caminaron hasta llegar al pie de una montaña, allí JungKook llamó a un taxi que les llevó colina arriba, cerca de un castillo.


- ¿A dónde vamos?- preguntó.


- Es lo único que se me ha ocurrido...- dijo.


El taxi les dejó en lo alto de la colina, junto a la entrada del castillo y JungKook le llevó a la parte de atrás donde había un señor vestido de traje.


- Hola, ¿tienen una mesa para dos?- preguntó- queremos algo íntimo, donde no nos molesten y, a ser posible, donde él pueda ver el paisaje. No me va a importar pagar más- añadió. Vante fue a protestar, pero JungKook negó- es nuestra primera cita oficial- le susurró- tiene que ser bonito y especial.


El hombre había desaparecido escaleras arriba para luego volver a aparecer.


- Síganme, por favor.


Les condujo por unas escaleras de piedra bien iluminadas y llegaron a un restaurante, en piedra. Los llevó a un pequeño balcón con un calefactor y una mesa privada. Desde allí podían ver la playa, el horizonte y todo Newport.


- Esto es tan bonito...


- Me alegro de que te guste.


- ¿Cómo diste con este sitio?- preguntó.


- Cuando llegué a Newport estuve mirando en internet los mejores sitios para salir y conocer gente. Éste me aparecía como el indicado a dónde llevar a esa persona especial- comentó- un día vine y tomé algo yo sólo en la barra y pensé que, si algún día tenía a mi lado a alguien muy especial, le traería aquí.


- ¿Trajiste aquí a Angie?- preguntó Vante. No parecía celoso, sólo curioso.


- No, nunca me ha parecido especial. Quiero decir, yo le tenía cariño, significó algo para mí pero nunca significó lo que tú significas para mí.


- ¿Y qué significo yo para ti?- preguntó con timidez.


- No sabría definirlo- dijo- con ella todo era normal, ¿sabes? Hacía con ella lo que se supone que las parejas hacen. Es cierto que yo, al ser bisexual, aportaba ciertos cambios a nuestra vida... pero no me hacía enloquecer, ni pensar en ella a todas horas. Tú, en cambio... tú me tienes muy jodido Vante Tittensor- dijo y el chico sonrió y le besó- te dije que no me importa el sexo y lo mantengo- continuó- me basta con estar a tu lado. Tu sola presencia hace que me sienta completo y... soy consciente que la gente no va a entender eso... y es posible que nosotros tampoco entendamos que, dado el mundo en el que vivimos ¿cómo una pareja puede vivir sin sexo? Pero con verte cada mañana con ese pijama tan corto, yo ya soy feliz.


Vante soltó una carcajada y, aun así, se sintió inseguro. Por desgracia conocía demasiado bien los instintos de los hombres y, aunque JungKook fuera diferente, él querría tener sexo. Tarde o temprano se enfrentarían a ese problema.


El camarero llegó con la carta y les ofreció una carta adicional con los mejores vinos.


- Si me permiten, esta cortina puede correrse para mayor intimidad- dijo- sólo podrán pasar los camareros.


- Eso estaría bastante bien- dijo JungKook.


El camarero corrió una cortina de terciopelo rojo oscuro y los chicos quedaron en completa intimidad.


- Yo pediré el solomillo al punto- dijo Vante.


- Yo quiero el costillar- dijo JungKook.


- ¿Querrán vino o agua, tal vez?


- ¿Vino?- preguntó JungKook.


- Un par de copas de vino- dijo Vante y señaló en la carta el que quería.


- Excelente elección, señor. ¿Para usted?


- El mismo- dijo JungKook.


El camarero se fue y, al poco, volvió con las copas.


- Me hubiera conformado con cualquier hamburguesa en Anderson's- dijo Vante.


- Yo no quiero que nuestra primera cita oficial sea en Anderson's.


- Sé que fue ahí cuando me viste en mi peor momento- dijo Vante.


- Sí, ahí me di cuenta...- dijo JungKook.


- Ojalá te lo hubiera dicho yo- dijo Vante.


- Ahí me di cuenta de lo que sentía por ti- dijo JungKook- simplemente lo supe... cuando estabas en quirófano...- se le cortó la voz- no hacía más que pensar en lo que te había pasado, y eso que no sabía los detalles, en que te estaban interviniendo... yo pensé que sin ti no podría continuar- sonrió- mi madre solía decirme que la persona más especial de mi vida sería aquella capaz de acelerarme la respiración y paralizármela a la vez. Cuando estaba con Angie solía decirme a mí mismo que esto no era verdad porque no lo sentía. Cuando te conocí... bueno, supe que era verdad.


Se miraron y Vante le dio un beso por encima de la mesa.


- Gracias por no abandonarme, por tener paciencia... por darme mi espacio... por aguantar mis rarezas...- dijo.


- Me encanta todo eso de ti- dijo- pero me parece fatal, que siendo fotógrafo y pasando tus días fotografiándome, no tengamos una foto juntos.


El chico se quedó perplejo y sacó su móvil.


- No quedará igual, pero algo puedo hacer- dijo.


Vante comenzó a modificar los perfiles de su cámara fotográfica y estiró el brazo para hacerse una foto con JungKook.


- Que sepas que odio los famosos selfies- dijo- carecen de belleza fotográfica- añadió y JungKook rio. Se sentaron de espaldas al paisaje y Vante tomó la foto- ¿Qué te parece?- preguntó.


- Me encanta- dijo y le dio un sonoro beso en la mejilla.


- ¡Ay!- se quejó con una sonrisa.


El flash de la cámara de JungKook le cegó.


- Ésta es perfecta- dijo, mostrándosela.


En la foto aparecía JungKook sonriendo, dándole un beso en la mejilla a Vante y el chico estaba soltando una carcajada, tenía los ojos cerrados y aquella sonrisa cuadrada.


- Me encanta- dijo Vante.


JungKook puso aquella foto como fondo de pantalla de su teléfono y sonrió. Se sentía pleno. Eterno.


Comieron mientras hablaban de la familia de JungKook y de JiMin.


- Bueno, como sabes soy de Busan.


- ¡Aun no me has hablado con ese acento!- interrumpió y JungKook rio.


- Lo haré... algún día...- dijo- respecto a JiMin le conocí en la Universidad, en Seúl. Yo, al igual que tú, también sentí esa presión de mis padres para estudiar algo, así que entré en la carrera de Historia de la Música. La he terminado, a excepción del Trabajo de Fin de Grado, me he estado informando y lo puedo terminar yo solo y presentarlo aquí en Gales o en Corea. Cuando llegue el momento, lo haré- dijo- respecto a JiMin, me dijo que le recordaba a alguien...


- ¿A quién?


- Ni idea... el drama de JiMin- dijo y Vante sonrió y llevó un trozo pequeño de solomillo a su boca- cuando le conocí, me dijo que su novio le había dejado.


- ¡Pobrecito!- exclamó Vante.


- Sí, la verdad es que lo pasó mal cuando el chico se fue, se pasaba las horas llorando y hablándome de él. La verdad es que es una historia bastante triste, por lo que entendí, él nunca había tenido el valor de decirle que le gustaba y, cuando lo hizo, empezaron a salir y luego el chico se fue- JungKook se encogió de hombros- no solía preguntarle demasiado por aquella historia, quería que la olvidara porque se ponía bastante mal. Así como nos hicimos tan amigos.


- ¿Pasó algo entre vosotros dos?


- Para nada- dijo- yo nunca le he visto como algo más que un amigo... aunque hace tres años nos distanciamos...


- ¿Qué ocurrió?


- A mi... bueno, me gustaba YoonGi- admitió- solía enrollarme con él.


- ¿YoonGi no es el novio de JiMin?


- Sí.


- Ya veo. ¿Qué pasó?


- Estábamos enrollados pero no teníamos ninguna relación. Un día un amigo de YoonGi hizo una fiesta en su casa y yo fui con JiMin y allí se conocieron- dijo- desde ese momento, él cada vez me hablaba menos, ya no me pedía que fuera a su casa, cuando yo le pedía que fuera a la mía, él me decía que no... un día, YoonGi habló conmigo y me dijo que conoció a JiMin en la fiesta y que estaban muy interesados el uno en el otro. No me sentó mal, pero tampoco me sentó bien. YoonGi era mi ligue, no entendía porque JiMin tenía que fijarse justo en él cuando hay tantos peces en el mar- sonrió- ahora ya me parece una tontería.


- ¿Cómo fue tu relación con YoonGi después de eso?


- Rara. El sexo complica mucho las cosas...


- ¿Por eso prefieres no acostarte conmigo? Para no complicar las cosas más de lo que ya son...


- No me acuesto contigo porque respeto tu decisión de no hacerlo- dijo.


- ¡Pero yo quiero hacerlo!


- ¡Pero no puedes!- dijo JungKook, molesto- ¿Por qué tienes que insistir con el tema? ¿Eres consciente de que, en un día de relación hemos discutido repetidas veces por lo mismo? Vante, te lo pido... yo quiero que esto funcione, pero para que funcione, debes de dejar de insistir en este tema. Ya te lo dije, si quieres que veamos los dos juntos a tu terapeuta por este tema, lo haremos, pero no conviertas la relación en un "no puedo tener sexo" porque me haces sentir, y sé que no es tu intención, como que tenemos un lío de cama o de que sólo estoy contigo porque quiero follarte y no es así.


Vante, que había dejado sus cubiertos, miraba su regazo y una lágrima solitaria surcó su mejilla.


- He sido muy duro, lo siento- dijo JungKook y le abrazó. Vante negó.


- Me mimas demasiado, pero no está mal que me regañes cuando hago algo mal.


- Entiendo tus sentimientos, pero tú debes entender que yo no me voy a largar porque tú no puedas tener sexo. Tienes que confiar en mí.


Le miró, no se trataba de confianza, se trataba de que JungKook no lo entendía, pero ¿cómo iba a ser capaz de entenderlo?


- Disfruta de nuestra relación- le pidió- de todas las cenas, de los paseos, de los besos... y de todas esas veces que te tocaré en la trasero en la intimidad de tu casa o la mía.


El fotógrafo rio y terminó de cenar. De postre pidieron una copa de helado para compartir.


- Elige tú los sabores- pidió JungKook- a mí me gustan todos los de la carta.


- Fresa con tarta de queso- pidió.


- El helado de tarta de queso también lleva fresa- informó el camarero.


- ¡Excelente, entonces!- dijo y el camarero apuntó el pedido con una sonrisa y salió.


- Veo que te gustan las fresas.


- Las adoro. Me encantan.


- Lo apuntaré en mi cuaderno mental de cosas que te gustan.


- ¿Y a ti? A parte de mi trasero...- preguntó y JungKook sonrió.


- Me gusta mucho ver ropa, las películas de Marvel...


- ¡No lo creo!- dijo Vante y rio.


- ¡Iron Man es el mejor!- exclamó y Vante soltó una carcajada.


- Te regalaré un disfraz de Iron Man y luego te haré una sesión de fotos con el traje puesto- dijo- si quieres me pondré una peluca rubio rojizo y seré tu Pepper.


Llegados a ese punto, JungKook no podía parar de reír, le encantaba estar así con Vante.


- Nunca he visto ninguna película de Iron Man.


- ¡Empezaremos hoy! ¡Y también veremos Los Vengadores! ¡Veremos todo lo de Marvel!


- Vale- respondió, riendo- sí a todo. Con tal de seguir viéndote así.


Llegó el helado y Vante lo miró emocionado. Le habían echado nata montada y toneladas de sirope de fresa, incluso tenía fresas cortadas.


- Esto es un sueño de helado.


JungKook cogió un poco de nata y una fresa con la cuchara y la llevó a la boca de Vante. El chico saboreó la cremosa nata, notando que era artesana y no de bote.


- Esto va a ser muy caro, mi amor- dijo.


- Entonces será mejor que lo disfrutes- replicó JungKook. El chico le besó y volvió a ofrecerle una cucharada de nata con fresa.


Así pasaron el postre, mirándose a los ojos, dándose de comer el uno al otro y besándose. Al final, JungKook puso el pequeño cuerpo de Vante sobre su regazo y el chico sonrió.


- Es un sitio público.


- Desde allí abajo no nos verán y las cortinas están echadas, llaman antes de entrar y abrir la cortina- dijo cogiendo el helado con el dedo- es totalmente privado.


El chico quedó hipnotizado por la gota de helado que recorría el dedo de JungKook. Acarició su brazo para luego lamer y chupar su dedo sin apartar la vista de los ojos de su novio.


El miembro de JungKook saltó en sus pantalones y, mientras seguía dándole el helado a Vante con su mano, viéndole como lamía sus dedos de forma lasciva, comenzó a acariciarle la espalda y a besar su cuello.


Pronto, se quedaron sin helado y Vante se sentó a horcajadas sobre JungKook, besándole salvajemente, notando el sabor de la fresa en la boca ajena. Sintió las manos del modelo sobre su trasero y su miembro erecto. Quería hacerle sentir placer, quería ver a JungKook sentir placer por algo que él le hiciera.


- Señores, ¿puedo pasar?


Se separaron y Vante se sentó en su asiento. Ambos se acercaron mucho a la mesa para tapar sus erecciones y bebieron agua.


- Sí, pase- dijo Vante, acomodando su pelo.


- Disculpe la molestia- dijo- como es tarde, vamos a cerrar pero se pueden quedar el tiempo que deseen, incluso pueden arrendar alguna de las habitaciones de hospedaje del castillo.


- Vivimos cerca- informó JungKook- muchas gracias por todo. ¿Podría traernos la cuenta?


- Claro, les retiraré la copa de helado. ¿Les ha gustado?


- El mejor helado de mi vida- respondió Vante y miró a JungKook.


El chico sonrió y el camarero se retiró para volver al poco con la cuenta. JungKook estiró el brazo para pagarla, pero Vante se lo impidió.


- No te vas a hacer cargo tú sólo de la cuenta.


- ¡Quiero hacerlo!


- Y me parece perfecto, pero que quieras hacerlo no significa que lo vayas a hacer- replicó y el camarero salió del balcón para darles privacidad.


- ¡Es nuestra primera cita!


- Mi amor, es nuestra primera cita y, para mí, es mi primera cita en toda mi vida- confesó haciendo que el modelo se quedara en shock- y a mi edad no hace falta que me invites, podemos pagar a medias, ir a casa, ver una peli y tumbarnos juntos... o llegar a casa e ir derechos a la cama.


JungKook sonrió y dejó que Vante pusiera su tarjeta de crédito sobre la de él. El modelo llamó al camarero y cargo la mitad de la cuenta en cada tarjeta.


- Cuando sea un modelo famoso y rico te llevaré a una isla desierta- dijo.


- ¿Y qué harás conmigo ahí?- preguntó.


- No empieces esa conversación, de aquí a que yo sea famoso y rico pasará tanto tiempo que serás capaz de montarme- soltó y Vante rio.


- Trabajaremos para que eso se haga realidad- le dijo- le diré a mi psicóloga que estamos juntos y que queremos una cita con ella para comentarle el problema. Nos dará una guía de como empezar a tratar el problema- comentó, mientras hurgaba en su bolso toallitas para limpiarse las manos. JungKook se fijó en el carácter ordenado de Vante. Para todo necesitaba un control, incluso para el sexo- ¿En qué piensas?- preguntó.


El modelo se había quedado absorto, pensando en Vante y en su carácter.


- En realidad estaba pensando en ti.


- ¿En mí? Estoy a tu lado- dijo, con una sonrisa, sin entender


- Hay algo de ti de lo que me he dado cuenta... te gusta controlar todo y llevar un orden de tu vida.


- No es malo.


- No. Me gusta que lo hagas. Me aporta tranquilidad- reconoció- en mi relación con Angie, ella iba un poco sobre la marcha y eso me provocaba que yo también lo hiciera. Al extremo de que, a veces, no sabíamos cómo llegar a fin de mes. Sin embargo, tú eres organizado. Sin embargo ese afán de controlar todo...


- No lo vas a poder cambiar.


JungKook le miró. Su tono de voz había sido duro. Suspiró, se paró en seco y tiró de su mano para que se girara.


- No quiero cambiarte y espero que tú no quieras cambiarme a mí- dijo- sé que hay cosas en nuestros respectivos comportamientos que serán esquirlas en nuestra relación y las limaremos hasta formar el perfecto engranaje que sé que podemos formar- dijo y el fotógrafo le miró y le abrazó.


- Vamos a casa- dijo Vante, al ver que había gente en la otra acera que los miraba.


No comentó nada, sólo se fue con su chico a la intimidad del hogar de Vante y allí se dieron una ducha por turnos.


El menor estaba con su pantalón de pijama, secándose el pelo y echándose las cremas hidratantes cuando Vante entró en el dormitorio. Si en aquel momento hubiera estado bebiendo algo, posiblemente lo hubiera escupido. El chico llevaba un pantalón de satén de seda negro tipo culote que dejaba entrever la mitad de sus nalgas y una camisa a juego de tirantes.


Desde luego, ninguna mujer lucía la lencería tan bien como Vante.


- ¿Vienes?- dijo, bajando las sábanas y los edredones.


JungKook dejó todo lo que estaba haciendo y fue a la cama, se tumbó y Vante se tumbó encima de él. En ese momento, sus labios se unieron y comenzaron a besarse. Sólo se escuchaba en aquella casa el sonido de sus besos húmedos y los pequeños jadeos que, en ocasiones, JungKook soltaba cuando Vante se movía sobre él.


Los labios de Vante bajaron hasta el cuello de JungKook y el chico no pudo evitar bajarle aquel culote y agarrarle el trasero.


- ¡Vante!- gimió.


Sintió como el chico, encima de él, se quedaba ligeramente tenso.


- ¡Lo siento!- dijo y le acomodó la ropa interior. Incluso le puso una sábana por encima y puso sus manos en su cintura, por encima de la sábana. Vante, por su parte, sonrió y se quitó la sábana de encima.


- Me ha sorprendido, eso es todo, pero... me ha gustado.


JungKook bajó sus manos lentamente hasta el trasero de Vante y las metió por debajo del pantalón.


- ¿Mejor así?


- Sí. Así perfecto.


- Bien...


El modelo volvió a besarle y, aunque al principio el chico no estaba tan entregado como antes, poco a poco sí lo estuvo. JungKook comenzó a acariciar sus piernas, su espalda y su pelo. Lentamente, sintió al chico abrirse de piernas y relajarse sobre su regazo. Le encantaba cuando estaba así, cuando podía relajarse y disfrutar de los besos, del roce, de la sensualidad entre ambos y ¿por qué no? La sexualidad. Porque aquello también era sexo. Aquella era su forma de amarse.


Vante comenzó a besarle con desespero y él acarició sus testículos.


- ¡Ah!


El chico rompió el beso y gimió, arqueando su espalda. JungKook sonrió, era esa clase de gemidos los que le gustaban, pero tampoco quería abusar de la confianza, no notaba a Vante excitado, estaban pegados el uno al otro y no notaba su miembro duro, no quería que se sintiera forzado.


Tampoco podía negar que, cuánto más le besaba y más empeño ponía, más frustrado se sentía. Obviamente él no iba a obligar a Vante a nada, pero en su estado de excitación le provocaba frustración la situación.


Con un último beso y una caricia, Vante se retiró de encima de él y se tumbó de lado, esperando a que JungKook le abrazara.


- Voy al baño, ahora vuelvo- dijo.


El chico le dio un beso en la mejilla y se levantó, totalmente excitado, y fue al cuarto de baño. Si hubiera ido más pendiente de algo que no fuera su miembro, se hubiera dado cuenta de que su novio le seguía. Cuando cerró la puerta, Vante pegó la oreja a la puerta.


Gemidos. JungKook estaba masturbándose él sólo ahí adentro porque su novio era un completo inútil que no podía satisfacerle.


Aquello le hundió. Perdería a JungKook.


De pronto, su vista se fijó en las hojas que le había escrito apenas un días atrás y que seguían allí. No, no le iba a perder. No quería perderle.


Abrió la puerta del baño, sin siquiera llamar y JungKook casi se cae de la taza del retrete.


- ¡Lo siento!- dijo JungKook, tapándose.


- Vamos a la cama- ordenó.


El chico se arregló los pantalones como podía, estaba asustado, Vante parecía enfadado. ¿Y si le echaba? ¿Y si le dejaba?


- Cariño, lo siento...


Pero el chico no hacía más que empujarle hacia el dormitorio y, una vez allí, le empujó sobre la cama.


- Escucha, estarás enfadado, pero... ¡Vante!


El chico le había empujado sobre la cama y, sin decirle palabra, le había bajado los pantalones y estaba masturbándole.


- No... espera... tú no... tú no... quieres... ah... esto...


Vante le besó y continuó masturbándole.


- ¿Te parece que no lo quiera?


- No lo hagas... por mi...


- Disfrútalo.


Y quizás fue su mirada, que se había tranquilizado, pero lo hizo, lo disfrutó y vaya que sí lo hizo.


- Vante...


Tocó sus brazos y la cara del chico, disfrutando el momento.


- ¡Me corro!


- Déjalo ir, entonces.


JungKook alzó las caderas y se corrió, manchando su vientre y las manos del chico. Antes de que pudiera descansar del orgasmo o terminar de disfrutarlo, se levantó y fue al tocador de Vante a por toallitas desmaquillantes y cogió un par para limpiar las manos del chico.


- No era necesario- dijo y Vante soltó un grito de hastío.


- ¿Cómo crees que son mis pensamientos contigo respecto al sexo, JungKook? ¿Crees que en lo referente al sexo contigo, para mi es una obligación?- preguntó, enfadado- ¿Realmente crees que no tengo deseo sexual contigo? ¡Claro que lo tengo! ¡De hecho, nunca me he acostado con nadie, nunca he tenido sexo de verdad con nadie! ¡Y mi novio es demasiado caliente! ¡Tengo ganas de que me folles en esta cama! ¡Y sobre la encimera de la cocina! ¡Y en el estudio! ¡Quiero gritar tanto que hasta los vecinos escuchen el jodido cabecero de la cama contra la pared! Tengo tantas ganas de que tú...- lloró y abrió su mesita de noche sacando unos botes de medicinas- ¿sabes que esto es lo que me impide empalmarme? No he tenido una erección en años y, sin embargo, contigo soy capaz de correrme y perdón si te insisto, pero tú has tenido a quien has querido, no has tenido este problema. Si tú, el día de mañana no puedes follar conmigo, te joderá, pero sabes lo que es el sexo. ¡Pero yo no lo sé! ¡Lo único que sé sobre el sexo fue cuando me violaron y no es justo que sea lo único que sepa! ¿Puedes entenderlo ya?


JungKook se levantó y le abrazó.


- Perdóname, mi amor, perdóname- dijo y Vante lloró, le empujó y le dio un leve golpe a la altura de los pectorales.


- No quiero una solución provisional, no quiero que la solución sea que yo te folle a ti, quiero que seas tú quien me haga el amor a mi porque... te he escogido a ti, JungKook. Porque sé que no me harás daño- dijo y JungKook volvió a abrazarle.


- Iremos a ver a tu psicóloga, iremos a un doctor especialista para que vea si tus heridas sanaron bien y puedes llevar una vida sexual plena... haremos todo lo que sea necesario.


- Quiero dejar de tomar esta mierda- dijo, lanzando la caja de pastillas sobre el colchón- quiero que me toques y poder correrme, joder, no es mucho pedir.


- Me parece excitante cuando hablas así- dijo JungKook- resérvatelo para la cama- añadió y Vante sonrió.


- ¿Cuándo tienes la próxima sesión?- preguntó.


- En dos semanas, pero puedo llamarla y comentarle lo ocurrido y decirle que iremos los dos. No habrá problemas.


- Estupendo.


Se quedaron un rato de pie, abrazados.


- Mi amor.


- Mmm...


- Masturbas de puta madre.


Vante soltó una carcajada y se alejó de él, riendo. Salió a la cocina y preparó la tetera para una infusión.


- ¿Me dejarás hacerlo más a menudo?


- Todas las veces que tú quieras- dijo, cogió una bata y se la puso encima a Vante para que no se resfriara y le abrazó.


- ¿Cuándo esté bien me follarás?


- Oh, claro que sí- respondió y ambos rieron.


- Me alegro de que lo entiendas.


- Perdón por no haberlo entendido antes.


- No me expresaba con claridad, el error fue mío. Sigo encerrado entre mis miedos- admitió- tuve miedo de entrar en el baño y... masturbarte. Pensé que te iba a perder, que te ibas a cansar de mí.


- Te lo dije, aunque no tengamos sexo, no me cansaré de ti. Yo antes pensaba que no íbamos a hacerlo porque no podías y porque no querías y que, en cierto modo, te estabas obligando a ti mismo a hacerlo por mí, por eso me negaba a cualquier forma de acto sexual, pero ahora entiendo porque es tan importante para ti poder hacerlo.


Se sentaron en el sofá, acurrucados, mientras tomaban una infusión. A pesar de que era tarde, estuvieron viendo una comedia romántica y no se durmieron hasta las tres de la madrugada.


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