El modelo, por su parte, sentía como Vante le arañaba el torso y, en el momento en el que sintió como todo el cuerpo del chico temblaba, también sintió como su mano se empapó. Le abrazó con fuerza y cayeron a un lado de la cama.
- Shh...
Vante temblaba y lloraba. JungKook le abrazaba con fuerza.
- Tranquilo, mi amor, estoy contigo.
- Abrázame...
- Shh, mi amor... no deseo estar en otro lado...
Durante un momento sólo se escuchó los leves sollozos de Vante. JungKook no estaba del todo preocupado, podía entender porque Vante estaba así, sabía lo que el sexo podía haber ocasionado en él.
- He sentido- admitió, al fin. JungKook le abrazó y guardó silencio, dejándole su espacio, como hacía siempre, esperando a que el chico se expresara- he sentido y... he tenido... vergüenza... miedo... pero- suspiró y sintió que no podía decirlo- yo... te siento... aquí- dijo, torpemente, señalándose el pecho.
Volvió a abrazarle con fuerza y sonrió.
- Lo entiendo. Te entiendo, Vante- dijo- yo siento lo mismo.
- ¡No es así! ¡A ti no te da vergüenza desnudarte frente a mí!
- ¿Crees que, porque no soy virgen, no me da vergüenza desnudarme frente a ti? ¿Crees que no he sentido miedo durante el sexo? Oh, y ni se te ocurra rebatirme que esto no es sexo, porque acabamos de hacer el amor- dijo y Vante le miró.
- ¿Lo... acabamos de hacer?
- Nunca he sentido tanto en toda mi vida- confesó JungKook- la forma en la que te entregabas a mi sólo con tus besos... ¡me tienes tan jodido!- exclamó y el fotógrafo sonrió y le abrazó.
- ¿Te ha dado vergüenza desnudarte frente a mí?
- Muchísima- admitió- de hecho, siempre he tenido complejos por mi cuerpo.
- ¡No te creo! ¿Tú te has visto? ¡Eres un Dios Griego, esculpido en piedra y hecho hombre!
Soltó una carcajada, no podía creerse que estuviera así con Vante.
- Agradezco las palabras, pero siempre he tenido complejo con mis piernas y mi trasero.
- Pero JungKook, si tu trasero...- bajó la mano hasta el trasero del chico y lo agarró- no creo que haya algo más duro que esto... bueno sí- miró hacia la entrepierna del chico- pero ahora no estamos hablando de eso- sonrió y JungKook le besó.
- Tú me has conocido así y me ves así, pero yo me sigo viendo como ese chico delgado y esmirriado... supongo que todos tenemos complejos...
- Oh, mi amor, ojalá pudieras verte como yo te veo- dijo Vante- porque no sólo te veo como alguien increíblemente sexy, sino tan fuerte y decidido en lo que quieres en la vida. Así has sido conmigo, con nuestra relación.
- ¡Qué curioso! Tú quieres que yo me vea como tú me ves y yo quiero que tú te veas como yo te veo- sonrió y le besó- hoy he tenido miedo- admitió- no quería hacer nada que te hiciera sentir mal, quería que todo te gustara, quería que sintieras placer, pero... ¡te juro que he sentido tanto miedo!
- Tengo que confesarte algo y... ahora que lo pienso...- se echó a reír, se sentó y se puso unas sábanas entre las piernas para tapar su hombría. JungKook le imitó- te he visto bastante mal esta semana, muy estresado, agobiado... cuando la prensa se acercaba a mí, parecía que te iba a dar un infarto.
- ¡Te juro que los quería matar!
- Luego aquella oferta que llegó a la empresa donde nos proponían una exclusiva...
- ¡Sabes que no era tanto por la exclusiva sino por lo que pedían en ese exclusiva!
Vante guardó silencio, en aquella exclusiva les pedían hablar de su vida privada, incluyendo el sexo. Obviamente aquello fue lo que colmó la paciencia de JungKook, ¿qué se habían creído?
- Has defendido con uñas y dientes nuestro hogar- dijo Vante- sí, digo nuestro hogar porque, aunque tú tengas tu casa y yo la mía, pasamos la mayor parte del tiempo aquí y...
- Nuestro hogar suena muy bonito- dijo JungKook- he guardado el dinero de la exclusiva con Eileen, lo destinaré para nuestro hogar. Algún día podremos comprarnos una casa con eso- propuso. El fotógrafo se subió al regazo del chico y le abrazó- ¿No me ibas a confesar algo?
- Sí... como te veía tan mal... quería hacer algo por ti, pensé en cómo podía satisfacerte...- confesó y JungKook ensombreció el rostro.
- ¿Has hecho esto porque...?
- He hecho esto porque eres mi novio y no soportaba verte así, quería hacer algo para que te despejaras- se mordió el labio inferior- pensé que iba a ser como la última vez, ¿sabes? Un par de besos y, después de masturbarte, a dormir. No pensé que yo...
- ¿No tenías ganas cuando me lo dijiste?
- Creo que... empecé a tenerlas... unos segundos después...
- No lo entiendo...
- Cuando vi cómo me mirabas... sentí que había conseguido excitarte y me pareció de locos- sonrió y una lágrima solitaria surcó su mejilla.
- No es de locos, es lo que causas en mi- le dijo- pero, dime... estás tomando tus medicinas y has podido...
- ¡Lo sé!- dijo y JungKook le acarició la cabeza y besó su frente.
- ¿En qué estabas pensando cuando te tumbaste en esta cama y casi provocas que me dé un infarto con las piernas así de abiertas?
- En ti, sólo quería complacerte, hacer algo para que te sintieras mejor.
- ¿Tuviste miedo?
- No me lo planteé, sólo pensaba en ti, además pensaba que sólo iban a ser unos besos... masturbarte... empecé a sentir miedo cuando me pediste permiso para chupármela.
- A mi chico le gusta llevar el control- dijo y le besó- puedo ser un sumiso por ti- confesó. Vante le besó y JungKook agarró su trasero- ¿Aprendiste la lección?- preguntó.
- ¿Qué lección?- preguntó, a su vez, volviendo a besar los labios del menor.
- Nada de tener miedo- dijo JungKook- esto que ha pasado hoy, ha pasado porque no has tenido miedo.
Tomó aire y asintió. JungKook sabía que, aunque el chico estuviera asintiendo con la cabeza, todo en su interior volvería a entrar pánico en el momento en el que algo se saliera de su límite, de lo conocido.
- Cariño, una observación- dijo JungKook- hoy me he dado cuenta de que eres realmente flexible.
- Oh, sí- respondió. Con una sonrisa, se apoyó con las manos en el colchón en hizo un perfecto spagat lateral.
El modelo vio las piernas totalmente estiradas del chico, su miembro aun flácido en el centro y aquella sonrisa. Sintió que le faltaba el aire y se tumbó.
- ¡JungKookie!- dijo Vante y se tumbó sobre él.
- Hyung, me has matado.
Vante sonrió apoyó su cabeza en el pecho del chico y, escuchando los latidos de su corazón se quedó dormido.
A la mañana siguiente, ambos estaban desnudos y tumbados uno sobre el otro.
- Bueno días- dijo JungKook, tapando al chico y apagando el despertador.
- Hoy tenemos cita con mi terapeuta- dijo Vante.
Protegiendo su desnudez, se separó de JungKook y el chico le puso una bata sobre los hombros y luego le dio un beso en la mejilla.
- Me voy a mi casa a ducharme y vestirme, estaré aquí en media hora, te dejaré tu café preparado.
- Me mimas demasiado.
- No deseo hacer otra cosa- dijo y Vante le abrazó y le besó.
- Después de la Fashion Week podríamos adelantar todo el trabajo y tomarnos una semana de vacaciones, ¿qué te parece? O quizás media, jueves, viernes, sábado y domingo. Quiero desconectar del mundo, estar en un sitio, solos tú y yo.
- Solos tú y yo. Eso suena muy bien.
Con un último beso, se despidieron y Vante fue al baño, JungKook se quedó en la cocina, haciendo el café. Cuando Vante se miró al espejo se sorprendió, tenía el pelo despeinado, grasoso por el aceite que JungKook había utilizado para lubricar sus miembros, en algunas zonas de su cuerpo aun sentía ese aceite y sentía que le hacía falta una buena ducha. Cuando entró en la bañera, sonrió al sentir como el agua caía por su cuerpo y no pudo evitar recordar los sucesos del día anterior, había tenido sexo con JungKook... bueno, él no lo terminaba de considerar sexo a pesar de que JungKook sí. Pero si había logrado hacer todo aquello, estaba seguro de que, con un orden y unas normas, podría llegar a acostarse con él de verdad.
Cuando llegó a su tocador, JungKook ya no estaba en casa, pero un café humeante en el termo estaba allí con una nota con la letra de JungKook: "Lo de anoche fue increíble, tú eres increíble, me conviertes en la persona más afortunada del mundo. Tu novio: JungKook"
Vante soltó una sonrisita y cayó en la cama, rendido de amor por JungKook, se sentía como todo un adolescente, sujetando aquella nota. La puso en su tocador, al lado de la cámara que el chico le regaló y sonrió. Mordiéndose el labio inferior se fue hacia ese lado de su armario donde guardaba su colección de pantalones cortos que tanto le gustaban a JungKook, se puso unas medias transparentes y unos pantalones por encima de mitad de muslo. En otra ocasión, hubiera escogido otros más cortos, pero teniendo en cuenta que iba a ir a ver a su terapeuta, le pareció que lo mejor era no ir demasiado provocativo. Usó una camisa ancha y blanca, con un cinturón tipo arnés que remarcaba su cintura, se rizó el pelo, se maquilló y se puso unos mocasines con algo de plataforma. Estaba terminando de arreglarse cuando JungKook llamó a la puerta y luego, con su copia, entró.
- Sabes que no es necesario que llames al timbre y luego entres, ¿verdad?- preguntó Vante, poniéndose los pendientes y escogiendo los anillos.
- No quiero asustarte... ¿puedo pasar?
- Un minuto...- dijo. Se puso los anillo y salió- ¿Qué tal estoy? ¿Te gusta?
El modelo estaba sin palabras, aunque toda su sangre comenzaba a concentrarse en la misma zona.
- Tomaré eso como un sí- dijo, sonriente. Fue a la cocina a servirse más café en el termo y notó que JungKook le perseguía.
- Desde luego necesito esas vacaciones... solo... contigo.
En el momento en el que Vante sintió el miembro duro de JungKook en su trasero, se quedó rígido y JungKook se apartó de él, levantando las manos.
- ¡Lo siento! ¡No lo pensé!
- Ese es el problema, conmigo siempre tienes que estar pendiente de todo- dijo, abatido.
JungKook, que veía venir otra inseguridad, otro miedo por parte de Vante, se armó de valor, lo iba a superar, iba a ser otro puente que iban a salvar, estaba claro. Él se había dispuesto tener a Vante en su vida. Y el precio le daba igual.
- Hay miles de personas y miles de parejas y no todas son iguales- dijo- ¿esta relación que tengo contigo es diferente a mis relaciones anteriores? Sí. Y con diferencia. Pero ello no significa que sea peor- Vante fue a abrir la boca pero JungKook le interrumpió- vamos a ver a tu terapeuta.
El camino hacia la consulta fue bastante silencioso, Vante no hacía más que pensar en el incidente de la cocina, no había sido para tanto, confiaba plenamente en JungKook, pero fue un acto reflejo de su cuerpo, algo que no pudo frenar.
JungKook, por su parte, no quería que Vante tuviera miedo otra vez, aunque sabía que nunca había dejado de tenerlo. No quería venirse abajo y pensar que sus miedos nunca tendrían fin.
Cuando llegaron a la consulta no había nadie, posiblemente Vante era el primero de la mañana. La secretaria de la doctora Prescott salió a llamar.
- Vante Tittensor, puede pasar.
Vante entró con JungKook y la doctora los miró feliz.
- Me alegro de conocerte, al fin, JungKook. Tomad asiento.
Los chicos se sentaron y miraron a la doctora.
- Bueno, ¿algún problema?
Vante guardó silencio y apartó la mirada, no quería hablar, se sentía mal. Sus ojos se inundaron en lágrimas, ¿por qué todo era tan complicado con él?
- Vante...
JungKook le abrazó pero Vante se apartó, gesto que JungKook notó y se sintió notablemente dolido.
- Quizás... lo mejor es que os deje solos...- dijo JungKook.
- No- dijo Vante y cogió un pañuelo para limpiarse las lágrimas. JungKook siempre luchaba por aquella relación, ahora él también iba a empezar a luchar para sacar adelante la relación y sabía que tenía que hacerlo luchando contra sus demonios- ha sido culpa mía. Pero ni siquiera sé qué hacer.
Le contó a la doctora la increíble noche que habían pasado, lo feliz que se sintió de poder estar de aquella manera tan íntima con él, todo lo que sintió a su lado, la felicidad que sintió cuando vio aquella nota en la mañana y luego como volvió a estar alerta cuando le abrazó desde atrás.
- Vante es una persona muy dominante en todo- informó JungKook- en el trabajo es él quien lleva la voz cantante en todo ¡y a mí no me molesta! Pero en nuestra relación, es igual, no le preocupa que yo pueda tocarle siempre y cuando él haya venido a mí. Ayer él llevo las riendas en la cama y creo que por eso estuvo tranquilo. La única vez que le vi con miedo fue cuando le practiqué sexo oral.
- Desde la posición en la que le abrazaste, ¿Quién diríais que es la persona dominante?
- Yo- dijo JungKook.
La doctora Prescott se tomó su tiempo para hablar.
- Debido a tu accidente, Vante, tienes ese comportamiento tan dominante, que en verdad se traduce como querer controlarlo todo porque una vez te controlaron a ti de la peor forma.
El chico se levantó molesto.
- ¡Se supone que con JungKook no me debería pasar! ¡Yo confío en él! ¡Nunca me ha faltado el respeto o me ha obligado a nada! ¡No entiendo que me pase eso con él!
- Es un acto reflejo de tu cuerpo, Vante, no lo puedes controlar de la noche a la mañana... poco a poco tu cuerpo irá cediendo...
- ¡No lo entiendo!- dijo Vante, triste- te juro que confío en ti- dijo, desesperado.
- Te creo- dijo JungKook y se levantó.
- No se trata de una cuestión de confianza, se trata de que llevas demasiados años con las alarmas encendidas respecto a tu cuerpo y ahora las estás apagando para JungKook. Pero eso no quita que algunas tarden en apagarse.
- ¿Entonces esto me va a seguir pasando?
- Me temo que sí.
- Yo siempre tengo mucho cuidado- dijo JungKook- sé que no puede tener a nadie encima, así que siempre está encima de mí; llamo al timbre antes de entrar, a pesar de tener llaves; siempre le pido permiso antes de hacer cualquier cosa... pero supongo que esta vez no fui tan cuidadoso...
- Y a mí me da miedo que te canses de mi por esta situación- dijo Vante.
JungKook trató de no poner los ojos en blanco, realmente le desquiciaba el carácter de Vante cuando se ponía así.
- Te da miedo que me canse de ti por tus miedos, te da miedo que me canse de ti porque no puedes tener sexo, te da miedo que me canse de ti porque tienes un pasado igual que el resto. A mí lo único que me da miedo es pensar que a veces buscas una excusa para acabar lo nuestro.
La doctora se levantó y los miró a ambos.
- Voy a hablar primero con Vante, luego hablaré contigo y luego con los dos.
JungKook salió, estaba furioso, no había sido justo, pero a veces le daba esa sensación. No obstante, como le recriminaba una voz en su cabeza, Vante no era una persona común, por tanto, no podía guiarse por ese sentimiento o sensación.