La doctora esperó a que Vante se serenara un poco.
- De verdad quiero que esto funcione y yo me esfuerzo... pero...
- Tienes miedo.
- ¡No sé cómo no tener miedo!- exclamó, destrozado. Las palabras de JungKook le habían dolido.
- Tu miedo está matando tu relación. JungKook es un chico paciente, pero en una relación son dos los que tienen que poner de su parte para que funcione. JungKook sabe que tienes miedos, sabe que no puedes tener sexo, sabe que tienes un pasado tormentoso... lo sabe y ha aceptado emprender este camino porque siente algo hacia ti.
- ¡Son tantas cosas! ¡No quiero perderle!
- Cuando JungKook se ha ido de aquí, yo lo que he tenido en mente ha sido sólo una cosa: JungKook se siente enfadado porque tus miedos se traducen en que dudas de sus sentimientos.
El chico se quedó en silencio y se secó las lágrimas, aunque éstas volvieron a salir.
- Usted puede mirarle a simple vista y puede darse cuenta de que es guapo, sexy... pero también es cariñoso, atento, entregado. No tiene sentido que se complique tanto la vida por mí.
- Él quiere complicarse la vida por ti, porque cree que mereces la pena, porque quiere llevar una relación contigo y...
- A menudo me siento como un trapo sucio y usado- dijo Vante, apretando los dientes- no puedo entender que JungKook... ¡JungKook, entre todas las personas! Pueda fijarse en mí. Es absurdo. Cada vez que veo como me mira... me hace sentir tan bien y, al mismo tiempo, me hace sentir... que no sé qué hace conmigo. No quiero perderle, pero tampoco quiero sufrir más.
- ¿Te arriesgarías por él? ¿Piensas que JungKook como novio merece la pena?
Vante pensó en todo lo que había pasado con JungKook desde que le conoció: como el chico se quedó a su lado tras saber que le habían violado, como respetó sus tiempos, como podía controlar sus crisis, pensó en la noche de ayer, la nota de hoy.
- JungKook merece demasiado la pena. Pero...
- Entonces es el momento de dejar atrás tus demonios, Vante- dijo la doctora- si tú no te haces cargo de tus demonios, de tus fantasmas, ellos se harán cargo de ti. Y de tu relación. De hecho, estos pequeños roces y discusiones que has tenido con JungKook son fruto de esos demonios y fantasmas.
- ¿Cómo los elimino?- preguntó Vante.
La doctora sonrió.
- Debo hablar antes con JungKook.
Vante salió y en la puerta se tropezó con JungKook.
- Eh...- dijo JungKook y le tomó de la mano, el chico le miró- lo lamento, no pienso que pongas excusas para terminar lo nuestro, sé que te esfuerzas, es sólo que a veces a mí también me cuesta. Lo siento- añadió y Vante le abrazó.
- La culpa es mía.
- No te tortures más.
- La doctora quiere verte.
- Bien, si necesitas algo, avísame- le dio un beso en la frente y entró en consulta.
Una vez entró, se hizo el silencio y se sentó.
- Eres un chico que perdona fácilmente y asume sus actos, eso es algo que a Vante le hace falta en su vida. Pero no debes consentirle tanto- dijo la doctora.
- ¡Yo no le consiento!- exclamó.
- Vante me lo ha contado- dijo, con una sonrisa- sus palabras textuales fueron "se pasa la vida consintiéndome y mimándome en todo".
- Bueno, puede que sea muy mimoso con él, pero... de verdad me importa y... de verdad quiero que funcione.
La doctora le miró y apuntó algo en su cuaderno.
- ¿Qué sientes en ocasiones como esta?
- Frustración y no lo puedo evitar. Quiero ayudarle, que esté mejor, avanzar en esto y...
- ¿No te has planteado que quizás tú avanzas a una velocidad que él también quiere pero no puede?- preguntó.
JungKook se quedó en silencio, no podía pensar eso porque significaba que, quizás de alguna forma había presionado a Vante.
- Yo... yo...
- Oye, quizás os falte comunicación respecto a la relación. Tú habrás estado en otras relaciones, pero ninguna con una persona como Vante. Y Vante, él nunca ha estado con otra persona.
- No quiero que se sienta mal, no quiero que esté mal.
- Ese comportamiento que tienes con él de consentirle todo, impide que supere aquello que afecta vuestra relación. ¿A que cada vez que él está mal tú le proteges en lugar de ayudarle a enfrentarlo?
- No lo había pensado.
- No lo sabías y no pasa nada, pero eso hay que cambiarlo.
- Y otra cosa...- se mordió el labio inferior- una cosa es que Vante sea una persona de reconocido prestigio en su trabajo y otra muy diferente es que sea el novio de una persona pública.
- ¿Qué quiere decir?
- No puedes controlar a la prensa, tampoco a las personas de a pie que hablan a diario de él, ya sabes cómo es Vante con los juicios ajenos hacia su persona. ¿Qué vas a hacer con los cientos de cadenas televisivas que hablan sobre vuestra relación? ¿Qué va a pasar cuando indaguen en la vida de Vante? Sabes que lo harán, sabes que lo están haciendo...
- Sí, por eso le pedí a Niall que diera el comunicado para proteger nuestra intimidad, no quiero que salga a la luz lo que le hicieron.
- Yo tampoco, porque si hay algo que terminará de hundir a Vante, será eso.
- Pensaré en ello.
- No tienes mucho tiempo.
La doctora salió de la consulta para llamar a Vante, quien estaba mucho más contento ahora que había hecho las paces con JungKook, se sentó a su lado y le tomó la mano.
La mujer volvió a su asiento y bebió agua con mucha calma.
- A pesar de que no lo sepáis, o quizás no lo penséis, necesitáis más comunicación. Vante, por lo que te pasó, sueles encontrarte de tal manera que JungKook necesita saberlo, tú sólo le estás mostrando el lado bueno para poder contentarle y llega un momento en que no puedes seguir ese ritmo porque estás fingiendo- dijo- y JungKook, no es malo que le consientas y le mimes, pero vamos a poner un freno a eso, él tiene que aprender a resolver sus problemas por sí mismo. Una cosa es que recurra a ti para apoyarse en ti, pero otra es que seas tú quien le solucione los problemas- explicó- los problemas que ahora mismo estáis teniendo son choques porque tú, Vante, estás tratando de seguir un ritmo en la relación que no es el adecuado para ti y JungKook lo ha seguido porque piensa que estás preparado.
- ¿Había algo para lo cual no estabas preparado?- preguntó JungKook.
- Es que... era inevitable- dijo Vante.
- Dar lo nuestro a conocer.
- ¡No me quiero esconder!- dijo Vante- quiero salir contigo, ir de la mano, besarte cuando quiera. Para mi hubiera sido peor estar escondiéndome de la prensa. Sin embargo, no es lo que más me preocupa ahora, la verdad, ellos van a lo suyo y, si no veo lo que hacen, es como si no existiera.
- Os aconsejo a los dos no mirar la prensa, ni las redes- dijo la doctora- en realidad, le doy la razón a Vante, si no lo veis, es como si no existiera. Además, es cierto, era inevitable- suspiró- en cuanto al sexo, imagino que apenas has tenido erecciones desde que te puse la medicación.
- Sí... ¡pero, aun así, pude hacerlo ayer!
- Voy a empezar a quitarte las medicaciones- dijo- va a ser un proceso muy largo, tomará varios meses, prácticamente un año, va a ser tedioso y tendrás que poner de tu parte porque va a ser muy duro- añadió y el chico tragó saliva- empezaremos por retirar la que tomas por la mañana- continuó- empieza retirando un cuarto de pastilla, a los quince días, retira otro cuarto y así sucesivamente, tardarás dos meses en retirarte esa medicación. Quiero que te levantes pronto y salgas a hacer ejercicio, tendrás crisis de ansiedad porque tu cuerpo te pedirá esas medicinas, haz ejercicio- le dijo y Vante asintió- si todo va bien, retiraremos la que tomas por la tarde y luego nos pondremos a fondo con las dos que tomas para dormir- sentenció- en cuanto al sexo, yo descartaría la penetración, por lo menos hasta que te vea un urólogo y te diga que puedes tener relaciones, mientras tanto, si habéis tenido relaciones a vuestra manera, seguid así, intentar ser lo más creativos que podáis, es vuestra relación íntima, son vuestras normas y vuestros límites, lo que vosotros queráis. Vosotros, vuestro dormitorio y vuestras normas. Yo os aconsejo hacerlo siempre en el mismo sitio para que asociéis ese sitio a vuestro lugar íntimo, pero también os aconsejo que habléis de sexo entre vosotros, de lo que os gusta y lo que no. Que escojáis un día: un viernes o un sábado en la noche y lo dediquéis a vosotros, vuestra relación. Habléis de lo vuestro, de sexo, de lo que queráis, pero relacionado a vosotros.
- Eso suena bien- dijo Vante.
- Muy bien- dijo JungKook y le dio un beso en la sien.
No obstante, en la semana sucesiva, nada fue bien, Vante comenzó a retirarse la medición y las crisis de ansiedad en los primeros días eran insoportables para el chico. JungKook solía tomarle de la mano por la mañanas y corrían por los parques a toda velocidad y esto era lo único que calmaba al chico. Por las tardes, solía hacer yoga y, cuando no, trabajaban.
- Eres muy sexy cuando haces yoga- dijo JungKook, como si nada.
- ¡Guárdate eso para el día que tengamos que hablar de nosotros!- dijo Vante, riendo.
Llevaba un pijama común, se había duchado y estaba ayudando a JungKook a hacer la cena. Tal como la terapeuta Prescott les había indicado, no tenían el televisor encendido, ni miraban las redes sociales, solo eran ellos ajenos al mundo.
- Hoy me han mandado un correo para confirmar mi asistencia a la Fashion Week, ¿iremos juntos?
- Por mi sí, ¿cómo te encuentras para ir?
- Llevo mejor la ansiedad, creo que para la semana que viene estaré bien. Aunque me gustaría hacer ese viaje, los dos solos... de verdad, estoy muy agotado.
Le abrazó y le dio un beso en la frente.
- Tú conoces esto mejor que yo- dijo y le dio su teléfono- reserva el viaje y una casita para una semana.
- ¿Una semana?
- Una semana.
Sonrió y se abalanzó a los brazos del chico.
- ¿Sabes que desde que llegué a Newport hace siete años nunca me he cogido vacaciones? Sólo tomaba un día libre al año...- dijo, en pocas palabras.
- Cariño...
- Me hace mucha ilusión éste viaje, es mi primer viaje desde lo que me pasó y es contigo. Así que sé que será increíble.
El fotógrafo cogió el móvil de JungKook y sonrió al ver que su fondo de pantalla era la foto que ellos dos se tomaron en el castillo, en aquella cita romántica. Sonrió al ver su cara, tenía los ojos cerrados y sonreía ante el beso improvisado que JungKook le estaba dando.
De pronto, sintió un flash y levantó la mirada, JungKook le había sacado una foto con su propio móvil.
- Te veías tan bonito sonriendo de esa forma que tuve que quitarte el móvil para sacarte una foto- se excusó.
- Estaba viendo nuestra foto- dijo, mostrándole la pantalla- no sabía que tuvieras esto de fondo de pantalla.
- Me encanta tu sonrisa.
Sintiéndose en una nube, Vante compró los vuelos para una zona un tanto apartada de Gales, era un pantano y había varias casas rurales. Escogió una que estaba entre árboles, cerca de la montaña y cuyas vistas daban al lago. Obviamente no pondrían un pie en el lago, pero las vistas serían bonitas.
- Ya está- dijo y le devolvió el teléfono- en verdad no conozco la zona, pero he oído que es muy bonita.
- En verdad sólo voy a verte a ti en esa semana- dijo poniendo la comida en ambos platos- ¿Qué día te gustaría que utilizáramos para hablar sobre nuestra relación?- preguntó.
- Sábado en la noche- respondió- no somos de ir a fiestas, solemos pasear, cenar por ahí o ver películas en casa, creo que sentarnos los sábados en la noche y hablar de nosotros, puede ser una buena idea... no sé, quizás nos ayude a acostarnos más tarde- dijo y le dio un beso en la mejilla.
El menor le miró y sonrió. Cenaron en calma, viendo una serie que JungKook tenía descargada y, cuando terminaron de ver un par de capítulos, se acostaron a dormir.
En los días sucesivos, tanto Vante como JungKook estaban expectantes de que llegara el sábado, por un lado, quería que llegara y, por el otro, ¿de qué iban a hablar? Pero, mientras ese día llegaba, los chicos tenían más cosas en mente.
- Tengo que hacerte esa sesión con el hanbok puesto- dijo Vante- va a demostrar que sigues amando tu cultura, de cara a Corea será algo muy importante.
- Mmm... no lo sé. Me he declarado abiertamente gay... o bisexual, que para el caso... allí no es algo que esté muy bien visto. No sé si, de cara a Corea, hacerme una foto con el hanbok después de hacer una entrevista diciendo que tengo una relación amorosa con un hombre... es posible que no se lo tomen bien- suspiró y le besó- de todos modos, ahora vivo aquí, estoy contigo, mi vida profesional es Wings, no me importa no hacérmela.
- Bueno, si piensas así, no pasa nada, no la haremos entonces. No obstante... te quería comentar una cosa- dijo, un tanto incómodo- la Fashion Week es pronto, la prensa sabe que estamos juntos y se imaginarán que iremos juntos, me gustaría hablarlo con Niall... no quiero encontrarme siendo avasallado por la prensa en el aeropuerto.
- Estás preocupado- dijo JungKook.
- Bastante- dijo y JungKook suspiró.
- Hablaremos con Niall, a ver qué solución nos puede aportar.
Así pues, aquella tarde, quedaron con su compañero de trabajo. Cuando llegaron, el hombre había arreglado su despacho, había enmarcado su título de la universidad, había puesto un cuadro de un paisaje, había tapizado las sillas, incluso tenía sobre la mesa una plaquita con su nombre: Sr. Ailish.
- Me extraña que no haya empapelado la pared con cuadros- bromeó JungKook.
- O las sillas- corroboró Vante.
- ¿Venís a decirme que ahora vais a adoptar un hijo?- preguntó, con su típica voz grave, pausada y masculina.
- No somos esa clase de pareja- respondió Vante- venimos por negocios.
- Soy todo oídos- dijo y los miró.
- Tengo un pase doble para la Fashion Week- dijo- ya he dicho que voy a ir y he dicho que voy a ir con JungKook. Es una oportunidad para él. Pero la prensa...
- La prensa os perseguirá queriendo capturar el momento en que Vante Tittensor esté junto a Jeon JungKook.
- El momento, o los momentos- dijo JungKook.
- Tú lo has dicho, chico. Lanzaré un comunicado oficial en el que diré que, efectivamente iréis a la Fashion Week, eso supondrá la confirmación por parte de la empresa. Habrá prensa en el aeropuerto, llamaré a una agencia de guardaespaldas para que cuatro de ellos vayan con vosotros- repiqueteó los dedos en la mesa- no puedo hacer nada con prensa que estará en el aeropuerto, simplemente haré que un coche os deje en la puerta del aeropuerto, posar para ellos, responder algunas preguntas y pasar el registro. No veo problemas con el aeropuerto de Newport, donde veo problemas es con el aeropuerto de Londres, llegaréis a Heathrow, la prensa allí será más insistente, de ahí los guardaespaldas.
- ¿Cuatro serán suficientes?
- No lo sé, chico. No tengo forma de saber cuánta prensa habrá...
- Si ocurre cualquier cosa, que protejan a Vante- dijo JungKook. El chico fue a protestar, pero su novio se lo impidió- no me preocupa que me pregunten a mí, que traten de entrevistarme o me digan cosas... pero ¿tú estás preparado para todo eso?
No, la verdad es que no lo estaba y menos aún con la bajada de la medicación, así pues, agradeció que JungKook pensara en él de aquella manera.
Salieron del despacho de Niall y Vante seguía muy silencioso.
- ¿Qué te pasa?
- Es que... no quiero que te lleves tú la peor parte, eso es todo.
- No me estoy llevando la peor parte, me llevo la parte que puedo soportar- resolvió- vamos a casa, tenemos que coger la ropa de deporte.
¡Odio hacer deporte!