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Broken por Sh1m1

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Lucius se sentía morir, literalmente. Ni siquiera había tenido fuerzas para ponerse a mover su plan. Quería irse de allí, quería separarse de Remus.

Su veela no paraba de llorar, de quejarse, de ser una patética criatura con la que él no quería tener nada que ver. Pero le estaba enfermando la cercanía con su destinado, que le había rechazado y le estaba rompiendo por dentro.

—Por favor, cálmante—le pedía una y otra vez Lucius a su veela, pero ni se calmaba ni le dejaba moverse de allí.

A ese ritmo si no era Remus el que se iba estaba la opción de que su parte veela le matara de pena.

Odiaba a Remus, odiaba al veela y se odiaba a sí mismo por sucumbir a algo tan ilógico como un amor destinado.

Y lo peor de todo eran sus miradas culpables, era cuando intentaba tocarlo, un estúpido gesto que le valía una mierda para consolarle.

"¡¡Acéptame!!" Gritaba su veela dentro de sus oídos cuando Remus estaba cerca, eso y una sarta de idioteces románticas para luego ponerse en modo destrucción y querer arrancarle la cabeza al lobo pero no teniendo ni fuerza para levantarse de la cama.

Cuando vio a su mujer Lucius se desmoronó, Narcisa le abrazó, le besó la frente y le acarició su larga melena. Olía a casa, olía a amor, olía a ella.

—Sal de aquí, bestia inmunda—le gritó a Remus cuando este entró amasándose las manos de pura preocupación. Y obedeció, vaya que si obedeció.

o0o

Remus estaba ya desquiciado, su parte lobuna y su parte humana se habían abrazado hacía muchos años, pero aún recordaba cuando estaban disociadas. El dolor, la voz de lobo en su cabeza, sus llantos.

Y ahora parecía que volvía a oírlo, que le gruñía, quería ir y lamer a Lucius, pero su mera presencia parecía enfermar al rubio. Por eso había recurrido a Narcisa, ya no sabia qué hacer. Pero tampoco había servido mucho.

Por eso había decidido tomar medidas desesperadas, las llamas verdes de su chimenea se encendieron esa noche.

—Hola, Harry.

—Hola, Remus, ¿qué ha pasado?—preguntó el joven, a veces era difícil no ver a su viejo amigo en él. Muy difícil.

—Lucius ha enfermado, y creo que tengo la culpa.

Después de contar cosas que jamás pensó tener que contarle a Harry, este se quedó callado demasiado rato para su gusto.

—Harry.

—¿Tú quieres estar con él?—Menuda pregunta.

—Yo...

—Si es que no, quizás no sirva. No lo sé la verdad, yo en el fondo siempre quise estar con Draco aunque me doliera lo que hizo.

—Es complicado, yo tengo una relación con Tonks, o la tenía, ya no sé en qué punto estamos.

—¿Y si no tuvieras una relación con ella?

—Sí— dijo tan rápido que quedó como un estúpido ante sí mismo y ante Harry.

—¿Entonces no sería mejor que no siguieras manteniendo esa relación con Tonks? No parece muy justo para ninguno si sientes algo así por el señor Malfoy.

No, no parecía muy justo y era tan tonto que no lo estaba viendo.

—Yo fui a visitarlo todos los días cuando enfermó, hablaba con él de los deberes de clase, de lo que hacían nuestros compañeros, cosas que no tuvieran que ver con nosotros—comentó Harry—, aún estaba muy dolido con él. Pero poco a poco fue mejorando.

—Pero él sufre más cuando estoy allí.

Harry miró a ambos lados, como si quisiera comprobar que nadie le escucharía.

—Creo que son un poquito dramáticos cuando se les rechaza o ellos piensan que se les rechaza—sonrió un poco tímido—. Puedes hacerle pequeños regalos, yo le llevé unas flores que recogí yo mismo. Y caca de dragón.

—¿Cómo?

Harry se rió, y le dijo que lo olvidara, pero que si quería apostar por Lucius no dejara de estar con él.

Narcisa estaba como una perra de presa con sus cachorros y le miró mal cuando entró de nuevo.

—No te lo dejo para que le hagas daño—le dijo venenosa.

Miró al rubio, y sintió que era lo más hermoso que había visto en su puñetera vida y que su lobo movía el rabo cuando estaba cerca.

—A partir de hoy cuidaré de él, prometo que nunca más volveré a herirle.

Esa promesa no era ninguna tontería, ni la magia que desprendieron sus palabras. Narcisa extrañamente sonrió complacida. Remus pensó que tendría que luchar con uñas y dientes contra ella, pero solo se levantó, besó la frente de Lucius y le dijo algo al oído. Después se fue, de la habitación y de Grimmauld place.

Lucius y él volvieron a quedarse a solas. Pero Remus no se fue de su habitación, le hablaba aunque el rubio le diera la espalda, leía, hasta incluso le cantó una canción horrorosa que hizo que Lucius sonriera y le pidiera por favor que se callara.

Era hora de tener una conversación con Tonks, no sabía si era debido a ser la pareja destinada del veela, o porque siempre le había gustado, pero llegados a ese punto ya no le importaba. Solo quería estar a su lado todo el tiempo y hacerle confiar de nuevo en él.


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