—Duo
—No
—Lo siento, pero vi cómo te observaba
—¿Enserio Chang? —. Wufei sabía que si lo llamaban por su apellido era que le había hecho enfadar demasiado.
—No negaré que fuimos algo en la secundaria —. Habló Duo por fin volteándose a verlo— Pero ya no, para colmo tenías que besarme frente a todos sabiendo que se puso a hablar con Quatre.
—No puedes saber si lo hizo solo por ponerte coloso, además te miró de pies a cabeza ¡Te comió con la mirada!
—Cariño —. Duo se acercó colocando ambas manos en su rostro—. Solo es mi amigo ahora, tú eres mi novio...
—mm…— Wufei rodeo con sus brazos a Duo, acercándolo más a él, sin embargo, cuando Duo trató de dejar un besito en sus labios, el oriental se negó levantando la cabeza, haciendo molestar aún más al tensado, quien solo se alejó bruscamente de sus brazos.
—Muy bien Wufei Chang, hasta aquí llega tu rabieta, si no me crees entonces tal vez debería ir con Heero y pedirle que me abrace y me bese, créeme que lo hará sin…
Y el tensado fue callado por los labios del oriental, dándose así un lindo beso, conectando sus más íntimos pensamientos mientras que jugaban a una pequeña guerra de lenguas, oh vaya Duo era bueno en esto.
Terminaron en besos y mordiscos por parte del oriental "marcando su territorio" en el cuello y labio de su Duo.
(Una semana después)
Duo caminaba preocupado, llevaba una semana sin saber nada de Quatre. Le había marcado muchas veces, pero sonaba apagado. Incluso hubo días que fue hasta su casa, pero simplemente nadie le abría la puerta.
Un grito inesperado lo sacó de su ensoñación, al levantar la vista se dio cuenta que se encontraba en un callejón sucio, pero eso no era lo importante, sino que vio algo que lo dejó perplejo. Nunca se imaginó ser testigo de semejante porquería.
Ahí se dio cuenta que debía ir con Trowa, él vivía en frente del rubio, así que debería saber lo que sucedía. Sabía que Quatre no se habían mudado porque un par de veces logró subir al árbol del jardín de su amigo, y desde ahí logró ver el cuarto de este, todo estaba intacto.
Cogió su celular, tomó la foto de la escena que tanto asco le daba y se alejó en busca de Trowa, aparte de preguntarle por su amigo también debía conversar seriamente con él.
Duo era el único que podía arreglar el problema de ambos, estaba empezando a creer que Quatre ya no asistía por algo mucho peor que una rabieta. En el fondo el trenzado tenía el presentimiento de que su amigo estaba enfermo, unos días antes de su desaparición lo había visto un poco decaído. No se creía el cuento de que estaba estudiando mucho, los dolores de cabeza no son normales, menos si Quatre los sentía cada vez más intensos.
A pesar de todo Duo se negaba a no creer que era algo negativo.