-¿Cómo te sientes, Saga?-
-Bastante bien, gracias-
-Recuerda que sí sientes algún dolor o molestia, dinos a nosotros a alguna enfermera, y te darán los analgésicos que necesites-
-No se preocupe, señor Deuteros lo tendré en cuenta- Aquel rostro Adolecente posa sus Viridian ojos hacia alguien que se parece tanto a él, pero esta con un semblante cabizbajo –Kanon, ¿Tú estás bien?-
Escucha su nombre siendo pronunciado por quien casi pierde la vida solo por protegerlo, le hace sentir de nuevo ese miedo, al igual que una infinita tranquilidad de verlo a salvo, aunque sabe que no está por completo sano.
-Yo no importo ahora, sino tú- Rápidamente contesta, estando de frente al peli azul que yace en esa cama de hospital, con el brazo derecho roto, el pie izquierdo fracturado y algunas costillas quebradas.
La sonrisa que siempre le ha dedicado a su gemelo menor para calmarlo está presente en su rostro, al igual que intenta que su mano sana llegue a alcanzar la de aquel adolecente –Claro que importas, es más… ¿Cómo está tu corazón?-
Internamente solo se pegunta como alguien de su misma edad, solo siendo mayor por unos minutos… ¿Cómo se podría creer con la responsabilidad de tener que cuidar de él?
Saga estuvo al borde de la muerte por esos golpes, tardo días en despertar por todo lo que había pasado, como el cansancio, el estrés y el dolor…
Y lo primero que hizo al abrir sus ojos cansados, fue que con su débil voz lo llamaba, debieron estabilizarlo por la agitación que vivió al no ver al peli cobalto a su lado, hasta que logro estar bien ya consciente, pudieron verse.
-¡¡¡¿CÓMO TE PUEDES PREOCUPAR POR MÍ?!!!- Rompe en llanto, gritando sin tomar en cuenta en el lugar en que están, sus puños crispados, su labio inferior temblando, bajando la cabeza, sintiendo como su corazón se aceleraba, sabiendo que es mala señal para él -¡¡¡TÚ CASI MUERES, POR MI CULPA!!! ¡¡¡DEBES PENSAR EN TI PRIMERO!!! ¡¡¡YO…!!!-
Los dos adultos como el niño que los acompaña, solo miran en cierto silencio la escena de ambos gemelos…
Esas noches en que ambos debieron estar separados para que cada uno se recuperaba, fue más difícil para el menor… Debiendo descansar completamente en un lugar extraño y tan ajeno, en una casa en donde los gritos y maltratos no existían, pero… Fue complicado, el solo pensar que por su causa el peli azul se debatiera entre al vida y muerte.
Mientras uno de quienes los han empezado a amar como si fueran sus hijos se quedaba cada noche con Saga para velar su sueño, el otro se hacía cargo tanto del rubio menor y Kanon…
Consolando a este último, por las múltiples pesadillas que tenía, y la incapacidad de dormir, quedándose a veces en vela hasta que el amanecer llegara y pudiera ir con Saga, solo allí, estando en la misma habitación del peli azul, podía quedarse dormido en el sillón, acurrucado, sabiendo que a su lado esta su gemelo.
Sin duda han vivido momentos muy difíciles y complicados.
El hombre de cabellera azul y piel morena, solo aprieta sus puños con tanta desesperación, sintiendo como el odio por quienes habían hecho tanto daño a dos niños inocentes crece enormemente en su interior, siente una gran rabia, más de una vez deseo ir a golpear a ese sujeto que comparte su misma cara, pero siempre fue detenido por su amado ángel.
Diciéndole y haciéndolo entrar en razón, de que eso no valía la pena, y que lo más importante es cuidar a sus ahora tres niños
Sin embargo aún sigue sintiendo esa impotencia, de no haber podido proteger a estos dos niños antes de que esos golpes les causaran tanta devastación.
-Kanon- Su voz es tranquila, suave y sin rencores, sonriente, simplemente llama al otro, estirando su brazo izquierdo, el cual solo tienes heridas leves, cubiertas por gasas para evitar que se abran, solo quiere alcanzar al otro, logrando rosar sus dedos de la mano derecha, que apenas si siente ese toque el menor sujeta con fuerza al contrario –Es lo que un hermano mayor hacer, proteger y defender a su hermanito… No iba a dejar que…- Sus ojos proyectan un cierto miedo, de solo recordar a ese hombre, pero quiere estar calmado, para tranquilidad a Kanon -Nuestro padre te lastimará, tú no podías soportar el olor del cigarrillo, además… Necesitabas ese medicamento para tu inhalador y… Debía hacer todo para que estuvieras a salvo- No importa como este, aunque su cuerpo este tan herido, sus extremidades superiores e inferiores rotas, como las costillas, con los golpes y cortes que aún se encuentran en su piel, solo piensa en seguir siendo quien proteja al menor, sin importar nada más.
Escuchar esas palabras, el como a pesar de casi perderlo el mismo día de sus cumpleaños que fue tan horrible, que por solo minutos se hubiera podido convertir en su muerte, pero también fue el momento en donde la vida se apiado de ellos, y pusieron tanto al hombre que comparte su sangre, como a Aioros en sus caminos, para que los salvaran.
Kanon, jama se hubiera perdonado el hecho de que el mayor muriera por su culpa, y mucho menos que el corazón de Saga se le fuera entregado, no habría permitido que eso pasara, preferiría también morir antes de robarle algo a la única persona que lo había cuidado y amado siempre.
No logra soportar más, cuando sus pies se mueven hacia el frente, para abrazar con cuidado al que yace en esa cama, derramando incontables lágrimas de alegría y dolor, aferrándose a él, dejando que todo lo que le preocupaba saliera en ese momento.
-¡¡¡ERES UN TONTO!!! ¡¡¡NO ME PUEDES DEJAR SOLO!!! ¡¡¡Y NO QUIERO TU CORAZÓN POR NADA DEL MUNDO!!! ¡¡¡ES TUYO, Y LO VAS A NECESITAR!!! ¡¡¡NECIO!!!- Le sigue gritando, aunque es su forma de expresarse por los terribles días que paso, sin poder verlo, sin escucharlo, o sin saber si se podría salvar.
Aunque ambos adultos le decían que todo estaría bien, que debía ser siempre fuerte y estar tranquilo, ya que… Si se llegaba alterar, su aflicción cardiaca, como el asma, le harían estragos en su débil corazón.
-Está bien, está bien, discúlpame ¿Si?- Le pide disculpas, mientras cómo puede y apenas incorporándose levemente, para acariciarle los largos cabellos cobaltos al otro, con su mano sana –Te prometo… Que jamás te dejare… Solo…- No puede evitar sentir como se cristalizan sus Viridian ojos, al recordar como en ese instante su cuerpo se sentía tan pesado y frio, que creía que de verdad su vida allí terminaría para siempre y que no podría seguir cuidando de Kanon nunca más.
Esta momento rompía el corazón de los allí presentes, bueno de los adultos, pues el menor solo le parecía algo curioso pero muy entendible, no tenía hermanos, pero igual si llegara a casi perder a alguien importante, se podrían igual o peor que ellos, claro que en diferentes maneras.
-Hermanito… Te prometo, que sin importar que tengamos que hacer para que ambos estemos bien, lo hare, sin dejarte solo y… Viviremos tranquilos sin tener que… Regresar a ese lugar… Yo… No sé cómo, pero te lo juro…- Su voz parece quebrarse, pero continua firme en su hablar lo más que puede -Te quiero mucho, Kanon… Y no voy a dejarte solito nunca- Una promesa de un adolecente de solo trece años recién cumplidos, que en tan poco tiempo de vida ha sufrido tanto, pero que no le importa en lo más mínimo ese hecho.
Al escuchar eso, mientras ambos gemelos se demuestran el cariño y amo que se tienen, uno con dulces palabras haciendo promesas en un débil llanto, y el otro deja su dolor expresarse con leves berridos que se ahogan en el pecho del peli azul, aunque debía irse calmando de a poco para que su corazón este bien.
Aunque, gracias a la nueva evaluación medica que recibió el menor, el cambio de medicamentos para su edad y peso, y además que el inhalador nuevo que tiene funciona mil veces mejor que el que tenía antes, le ha dado algo de fuerza, pero tampoco es para excederse.
No habían dicho nada, decidieron guardarlo en secreto los adultos, solo lo habían compartido con su hijo, el cual le parecía la mejor idea de todas, aunque lo demostró con una sencilla sonrisa y palabras en donde revelaba que algunas veces se preguntaba que se sentiría tener un hermano mayor.
-De hecho, chicos… ¿Si nos lo permiten?- El moreno es quien toma la palabra, acercándose a ambos.
Sin duda los dos adolescentes, no podían negar que el parecido entre ese hombre con su padre, es bastante aterrador, pero se dieron cuenta, sobre todo Kanon que no era como él en lo más mínimo.
Saga, aun se siente algo intimidado, pero muestra suma atención al llamado, aunque el menor sigue ocultándose un poco para no dejar ver sus lágrimas a los demás.
Al ver esos ojos, Viridian y turquesas con cierto miedo, incertidumbre, y un poco de paz por ver que ambos están bien, le reconforta mucho.
-Hemos estado pensándolo mucho, y hablado con las personas necesarias, para… Bueno, saber… Tener la posibilidad, o mejor dicho… La confirmación, solo si ustedes quieren…- Se siente bastante nervioso al decir estas palabras, inhala profundamente y exhala por la boca, mientras lleva su mano derecha hacia su nuca, para rascarla levemente, intentando encontrar el valor para continuar.
Aunque la adquiere al momento en que siente como su mano libre es sujetada por la del Doncel rubio que le ha dado tanta felicidad y apoyado en todo, como en este instante en donde ambos conocieron todo el problema que esos dos niños tenían, no lo dudaron ni un momento.
Entiende que debe ser natural, no forzar las cosas, sonriendo al solo recordar la idea que se tiene -¿Les gustaría ser adoptados por nosotros?- Suelta le información de golpe, mirando atento la reacción de ambos.
Que claramente no se hace esperar la sorpresa y confusión de parte de ambos adolecentes.
-¡¡¡¿QUÉ?!!!-
-¡¡¡¿CÓMO DICE?!!!-
Lo han escuchado y aun así no lo logran entender, si es que de verdad oyeron bien esa propuesta que no debería tener razón de ser.
-Lo hemos estado pensando desde que los conocimos y…- Aquel rubio es quien habla ahora, para ayudar a su esposo en este tema que claramente es difícil manejar para él –Al saber lo que sucedía en su entorno, y bueno… Ya que Deuteros es su tío, al igual que lo soy yo de forma política, pensamos que sería lo mejor, si vinieran a vivir con nosotros, claro que de forma legal los adoptaríamos- Explica todo lo que ha conllevado la toma de decisiones, más que nada haciendo un muy sintetizado resumen de todo.
-Mi hermano Dohko, se está encargando de todos los papeleos necesarios para que ustedes sean adoptados por nosotros. No tendrían que preocuparse por nada… Es solo si ustedes quieren, claro- Ríe algo nervioso, recordando las veces que los dos gemelos y Deuteros se vieron, claro que deben existir dudas entre los menores, pero no en los adultos.
-Además, ya que ambos trabajamos en este hospital, no deberán preocuparse por nada, el tratamiento para Kanon seria gratuito al ser hijos legítimos nuestro, por lo tanto para que pueda recibir el marcapasos, solo sería cuestión de que siga las indicaciones recomendadas, tome sus medicamentos y no se esfuerce demasiado, y además… También tendrías que seguir una dieta especial para que estés muy sano y conforme a tu peso, bueno para que ambos lo estén- Con una sonrisa el rubio habla, ese Doncel tiene ese don con los mas jóvenes para calmarlos y hacer que sus miedos desparezcan, lo logro hacer un poco con Kanon, en esas noches que lloraba por Saga.
Al escuchar esa información, el hecho de saber que con ellos el peli cobalto podría estar a salvo, tener una oportunidad de que su condición mejore y no deba sufrir o estar al borde de un colapso todo el tiempo.
En su joven mente, las cosas están más que claras, tanto que sin pensarlo dos veces, se apresura para hablar, aunque sus lágrimas aun escapen de sus orbes, sentir como su corazón late desesperado, por no perder esta oportunidad única.
-Entonces…- Habla rápidamente, fuerte y claro, aunque temiendo un poco, porque cree que esto signifique que se va a tener que alejar del menor por su bien, inclina su cabeza levemente, como si suplicara como pudiera -¡¡¡POR FAVOR, ADAPTEN A KANON!!! ¡¡¡SI NO TIENEN MÁS ESPACIO O SOLO PUEDEN CUIDAR DE UNO…!!! ¡¡¡QUE SEA KANON!!! ¡¡¡YO ESTARÉ BIEN!!!- Deja salir débiles sollozos en su voz, pero cree que debe ser fuerte, aunque ya no sea él quien cuidé al menor, sin importar que hace minutos le prometió que estaría a su lado –Yo… Puedo volver… A esa casa… Solo…- En su joven mente, cree que es lo mejor para su hermanito, a quien quiere con todo su corazón.
Solo ve por el bienestar del peli cobalto, el cual se queda mirando atento al otro, sorprendido de que Saga este haciendo esto, de nuevo no viendo por sí mismo primero, sino solo por él…
Pero antes de que siquiera el menor protestara o digiera algo, que ganas no le hacen falta.
Aquel moreno, se posiciona delante de ambos adolecentes, bajándose hacia el nivel de ambos, para sonreírles y queriendo darles una enorme confianza que sabe que es lo que necesitan en esta vida, volver a confiar en los adultos, cuando quienes debieron protegerlos, los han dejado con terribles secuelas emocionales.
-Saga, no estamos diciéndoles eso, para que pienses que vamos a escoger a uno, o deban ustedes decidir quién se ira con nosotros- Sin pensarlo dos veces, y con cuidado posa ambas manos en cada una de las cabelleras de los gemelos menores, dedicándoles un cariño que de seguro él también anhelo a esa edad recibir –Queremos que ambos vengan a nuestra casa, y que se vuelva suya también, si los adoptamos, serán a los dos… Ambos necesitan cuidados, mucho amor y tranquilidad, que sé que mi ángel, mi angelito y yo podemos darles- Desea con todo su corazón que sus palabras llegan a ambos menores.
Los entiende muy bien, como hubiera querido que alguien a esa edad le tendiera la mano, para darle otra oportunidad, aunque solo debió esperar un poco más tiempo para que lograra obtener una felicidad que no esperaba sentir nunca.
La diferencia aquí es… Que Saga y Kanon, no tiene formas de defenderse, Deuteros lo hacía porque podía pelearse a las golpes contra su hermano mayor, y sus padres preferían más ignorarlo a hacerle caso de algún tipo, si bien recibió bofetadas o alguno que otro golpe, no era un niño o alguien enfermo, estaba sano… Está bien para enfrentarlos…
Así que no permitiría que ellos sufran ni un solo día más.
-Pero… ¿Cómo…? ¿Por qué?- No es que no les crea, es solo que no entiende como es posible que todo pasara tan rápido, que de haber sentido golpes, patadas y reproches, y ahora este recibiendo cariño y amor por dos adultos que aun les teme un poco, bueno… Solo a quien se parece a su padre.
-Saga, yo creo que es una buena idea- Una sonrisa se refleja en el sonrojado rostro de Kanon, que se encuentra así por tallar su cara contra las ropas de hospital del mayor y a la vez con su antebrazo, para que no vieran sus lágrimas.
Se sorprende al escuchar esto ya que de entre los dos, siempre ha sido más reacio en confiar en los demás -¿De verdad lo crees?- No deja de sostener la mano del menor, aunque se siente bastante cohibido por la mano del adulto en su cabeza.
-Si- Asiente, permitiendo disfrutar una pequeña muestra de afecto que les hacía mucha falta sentir –Sabemos que el señor Deuteros tiene el rostro igual que el de ese…- Aprieta su puño, pero respira profundamente, para clamarse y no alterar su corazón, tal y como Asmita le enseño –Maldito loco… Pero, no es como él… Ninguno lo es, lo sé… Porque, cuando tú estuviste inconsciente… Estaba muy preocupado por ti, incluso no se separaba de tu lado cada noche que has estado en el hospital, y el señor Asmita tampoco durante el día, aunque yo intentaba cuidarte al quedarme cerca- Releva tranquilo esta información, que si bien aún queda mucho que decir lo principal está allí –Además, Shaka es muy tranquilo y es bueno escuchando también- Unas cuantas palabras para lo que ha compartido con el menor de esa familia.
-¿De verdad, hizo eso?- Como si no lo pudiera creer, mira a los ojos azules profundos, que por primera vez nota que tienen ese destello paternal de amor, y no de odio.
-Es lo mínimo que puedo hacer por mis sobrinos- Les sonríe, mientras limpia unas lágrimas que escapan de los orbes Viridian, como de sus propios ojos
-¿Entonces, que dicen niños? ¿Les gustaría vivir con nosotros?- Asmita les dedica una gentil sonrisa, mientras instintivamente, posiciona sus manos sobre los hombros de su hijo, que se mantiene atento pero callado ante la situación.
Los dos adolescentes sienten que esto es parte de un hermosos sueño, en donde tal vez ambos puedan ser felices, sin tener que alejarse uno del otro, sin importar lo que pase, puedan vivir en paz, sin preocuparse de estar lejos uno del otro, como el mayor pensó en un principio.
Solo dejando ver su miedo, pensando en el menor… En que esta sería su mejor oportunidad, pero… Esa luz es para ambos.
Ya que sin un gemelo a lado del otro, ninguno de los dos podría ser feliz.
Ambos unidos de las manos, sintiendo un pequeño lazo que apenas se está formando entre el adulto peli azul, que es su familiar de sangre, que aunque comparta apariencia con esas personas que debieron cuidarlos, no posee el mismo cruel corazón que ellos, ahora lo están entendiendo, mientras les caricia las cabezas a ambos para darle confort de alguna forma.
-Si… Nos gustaría…-
-Por mi estaría muy bien-
Ambos adultos suspiran tranquilos, pensaban que la situación podría a ver sido mucho más difícil, aunque entienden que pasara mucho tiempo antes, para que los dos chiquillos se puedan sentir bien con este nuevo cambio en sus vidas, que dejen sus temores y entorno atrás…
Claro que ahora todo lo posible para que sean felices y estén muy cómodos en todo momento.
-No se deberán angustiar por nada, solo en ser muy felices y sanar… ¿Lo entiende?- El rubio les habla con calma.
-Sí, pero… ¿Creen que sea fácil la adopción?- El mayor de nuevo demuestra que su mente aún tiene rasgos de ese miedo.
-De eso no se angustien- El tono del moreno rápidamente se vuelve serio y enérgico, aún sigue tan furioso por estas atrocidades –A ambos les hicieron una evaluación física, y claro que deberán tener una psicológica, pero les aseguro que…- Tan solo recordar a esa gente le hace hervir la sangre como no se tiene una idea, sin embargo se controla por tener a quienes lo necesitan tranquilo –Ni Aspros, ni ninguno de los Gemmin, los van a tocar, de eso me voy asegurar muy bien- Decidido en su mirada, se nota que no va retroceder en lo que ha jurado.
-Pero esos locos, tienen mucho poder y… Podrían, hacerles daño a ustedes- Demuestra que en estos días, les ha tomado algo de cariño a los tres.
-No se angustien por eso, el padre de mi Deu, se está encargando de las demandas contra ellos, que van desde abuso infantil, negligencia y hasta intento de homicidio- Habla firme, pues tampoco puede sentirse del todo tranquilo, de solo pensar que un padre sea capaz de lastimar a sus propios hijos de cualquier forma le revuelve el estómago –Ellos no se volverán a acercar a ninguno de ustedes-
-¿De verdad?-
-Sí, enserio- Sonríe para darles la mayor confianza y jurando en su corazón que esa promesa se cumplirá, como aquella en donde igual a su hijo jamás ninguno de esa maldita familia lo molestará de ninguna manera –Mi padre y hermano, son los mejores abogados de esta ciudad, incluso puedo decir del país, así que… Solo será cuestión de unos días y los papeles estarna listos, para cuando te den el alta Saga, iremos todos a nuestro hogar- Ya no es tiempo de pensar en cosas desagradables, sabe que es mejor hablar de otros temas.
-Sabes Saga, su casa es bastante grande y bonita, además… Preparan un rico flan- Habla también entiendo que el tema debe cambiar, sin duda no desea ver el rostro deprimente de su hermano mayor.
-¿Enserio?-Entiende que así deben ser las cosas, porque… No vale la pena la molestia de mencionar a gente desagradable.
-Si quieres cuando estén en casa, les preparare un rico flan, además nos tendrán que decir que platillos les gusta a ambos-
-Mi padre es un muy buen cocinero. Además su habitación ya está casi lista… Aunque les dije que podía darles la mía, ya que es la segunda más grande después de la de ellos- Shaka agregando esta pequeña información, sintiéndose también algo cómodo hablando con los dos gemelos.
Se mantuvo callado porque creía que al ser un tema muy difícil e incómodo, no era necesaria su intervención, pero ahora que el ambiente se vuelve más calmado, puede que sea bueno hablar también
-Oh, pequeño Shaka… Pero si no es necesario eso…- Como el ambiente se ha relajado, y además que ha pasado tiempo con ese niño, ya se siente un poco cercano a él.
-Pero van a ser como mis hermanos mayores, y ambos compartirán habitación por ahora, hasta que mis padres construyan una segunda habitación para que cada uno tenga la propia. Así que tener una más amplia es necesario para ustedes- Su lógica no tiene fallas sin duda.
Ambos hombres, que ahora están juntos admirando a los niños, Deuteros decidió que sería bueno que los tres niños se relacionen, pues ahora estarán pasando más tiempo juntos, y de solo recordar que su pequeño rubio, se emocionó por la idea de tener dos hermanos mayores, aunque no lo demuestra mucho.
Sin duda los mayores ríen levemente pues la sorpresa que tendrían para ambos con el pasar del tiempo se ha arruinado.
-¿De verdad?- Un poco sorprendidos.
-Señores, no tienen que hacer eso, Kanon y yo podemos compartir habitación- Saga aun recostado en su cama, sin lograr hacer mucho movimiento por sus vendajes y férulas.
Sin duda aun faltaría mucho para que ambos los llamen tíos, como es su relación con ellos, pero… Poco a poco saben que eso se llegara a dar de forma natural.
-No se deben molestar por eso ahora. Lo único que debe ocuparlos es que se mejoren y piensen que les gustaría cenar- Asmita de inmediato les dedica miles de sonrisas, para que todo vuelva a una relativa calma.
-Además, también nos gustaría saber de todo lo que disfrutan hacer- Deuteros habla, acercando una silla para que su ángel se siente, al moreno no le importa permanecer de pie, si su familia esta cómoda, todo esta bien, es lo único que le importa.
Simplemente, eso dos gemelos que en un abrir y cerrar de ojos se encontraban en un mundo lleno de maltratos, odio, palabras duras y golpes, ahora están perteneciendo en una familia muy amorosa, tranquila y atenta, en donde se nota que los miembros de esta no están locos o llenos de maldad, solo de alegrías y comprensión.
Aun les falta mucho camino que recorrer, para sentirse cómodos y tranquilos, pues las marcas del pasado de una familia abusiva han dejado en sus corazones y mentes muchas perturbaciones aun.
Pero, con esta nueva oportunidad, en donde sus dos tíos y un pequeño primito que aunque serio, también se muestra muy comprensivo a su corta edad, les dedica sonrisas y todo su apoyo.
Ambos sonríen, asienten, y mientras Shaka se encuentra sentado en medio de ambos gemelos, comienzan una conversación en donde todos participan con comentarios y risas.
Al fin de cuentas los turnos laborales de ambos adultos ya han acabado aunque la noche se presenté, saben que ya son una familia, solo falta hacerlo formal por firmas y legalidades.
Por qué en esta ocasión, Deuteros no dejara que nadie sufra de esa maldad, se prometió que no volvería a permitir que nadie de esa familia tocara a los que ama, y eso incluye ahora a Saga y Kanon.