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Dulce venganza. por RLangdon

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¿Cuánto tiempo se necesita para sanar cierto tipo de heridas?, Sasori solía preguntárselo a menudo, casi a diario lo hacía pero jamás encontraba una respuesta concreta que terminara de satisfacerlo. Fue hasta dos días atrás que lo vio sonreír de nuevo, su hermosa sonrisa volvió a relucir y él sintió un gran alivio cuando aquella barrera entre ambos se desvaneció por completo. Había cruzado los límites al cometer aquel crimen que, pese a todo, no le ocasionaba remordimiento alguno, sino todo lo contrario, un inmenso goce y una sensación de tranquilidad al saber que Naruto estaría a salvo en adelante


Tal vez era un individuo carente de escrúpulos en ese sentido pero de tener la oportunidad, estaba segurísimo de que repetiría sus acciones, aun si no estaba del todo consciente, si su mente estaba adormilada y sumida en la bruma de la ira, era algo que no le importaba en lo mas mínimo


Una suave ráfaga de viento le alborotaba el cabello, cada vuelta le exigía mas esfuerzo, tanto físico como mental, si estuviera plenamente centrado en la actividad, podría realizarla más fácilmente, sin embargo, sus pensamientos se dividían entre lo ocurrido en el pasado y el presente. Justamente se cumplía un mes, un mes en el que intentó por todos los medios sacar a Naruto de su ensimismamiento, recordarle lo mucho que lo amaba y sobre todas las cosas, animarlo de cualquier modo, era menester que Naruto no se culpara de lo sucedido y aunque lentamente, comenzaba a aceptarlo


-Maldición- jadeó agotado y se detuvo para abrir la botella que anteriormente se sacudía en su mano. Naruto se frenó en seco y retrocedió sin dejar de mirar al frente


-¿Tan rápido te cansaste, dattebayo?


La sonrisa felina lo incentivó a negar en ademan, a pesar de que era totalmente cierto. Irónicamente Naruto tenía mucha mejor condición que él, aunque fuera lógico, después de todo era más joven y solio comer una cantidad exorbitante de golosinas


Hiperactivo, alegre y cariñoso. Imposible no enamorarse de él. De hecho, Sasori sentía que con cada día que pasaba, además de conocerlo mejor, se ganaba más su corazón. Nunca se arrepentiría de haber hecho lo que hizo, solo por Naruto, valía la pena


-¿De qué hablas?, apenas estamos comenzando. Solo agarre aire


Ante la pésima mentira, Naruto solo atinó a reír


-Además, iba a refrescarme- argumentó Sasori, vaciándose la botella con agua encima


-¿No tenias que ir a trabajar?- preguntó Naruto, divertido por la expresión confusa de su pareja


-Es verdad, creo que…- Sasori se levantó la manga de la camiseta solo para comprobar que se hacía tarde. En otras circunstancias no le importaría ausentarse un día para estar con Naruto pero en esta ocasión era importante su presencia en la empresa. Tenía que entregar los dos lotes de marionetas faltantes y según tenía entendido, el joven con quien había cerrado el trato no podría presentarse esta vez, algún familiar tomaría su lugar para concretar las firmas faltantes y el resto del depósito. -¿Por qué no vienes conmigo?- ofreció


Naruto meditó unos instantes la propuesta, no era la primera vez que iba con Sasori pero no quería importunarlo ni interrumpirlo de alguna manera, era su empleo después de todo. En la juguetería podían hacer lo que quisieran a determinadas horas pero en la empresa tenía que limitarse mucho


Se balanceó sobre sus talones, sin saber que responder. También se ponía sumamente nervioso cuando veía aquellas tétricas marionetas


-Dame tu mano- carraspeó Sasori, hurgando en el bolsillo de los pantalones. Naruto lo miró intrigado antes de obedecer, sin entender el repentino cambio de tema, esperaba que Sasori insistiera o que le pidiera al menos una razón convincente para su posible negativa. Lo cierto es que también estaba cansado de correr y tampoco tenía clases, en un par de meses se graduaría y estaba ansioso de que eso ocurriera


-Espero que no te moleste el que…bueno, tu sabes- nuevamente el nerviosismo hizo estragos en Sasori, se revolvió el humedecido cabello y empujó el anillo, esperando atento por la reacción de Naruto


-¿Es mi…?- incrédulo, Naruto parpadeó. Observó la forma del anillo una y otra vez hasta convencerse de que se trataba ni más ni menos que de su dije, había sido moldeado y adaptado en una perfecta circunferencia en cuyo centro yacía una hermosa piedra aguamarina


Alzó la vista para ver a Sasori pero la mirada de este denotaba preocupación por el silencio que se había instalado entre ambos


-Me gusta mucho- exclamó antes de abrazarlo con fuerza. Le emocionaba portar dos piezas importantes y representativas a la vez. Por un lado estaba el único recuerdo de sus padres que, al mismo tiempo, llevaba el mismo tipo de gema que Sasori le había obsequiado anteriormente


-La propuesta sigue en pie, ¿cierto?- preguntó Sasori en medio del abrazo, separándose un poco para ver el semblante de Naruto. No quería presionarlo y precisamente por ello necesitaba una respuesta inmediata, si aun era muy pronto, desistiría, podía esperar meses, años, toda la vida de ser necesario, siempre y cuando Naruto estuviera a su lado. Su bello Kitsune que le había devuelto las emociones que creía perdidas


-Mi respuesta sigue siendo la misma- afirmó Naruto, poniéndose de puntillas para depositar un fugaz beso en los labios del pelirrojo


Extrañamente no había nadie dentro de la empresa y esa cuestión confundió un poco a Naruto pero no lo demostró. Le aliviaba que los compañeros de Sasori no estuvieran presentes, eran algo raros, especialmente Hidan, quien aprovechaba la mas mínima posibilidad para gastarles alguna broma, a él y a Sasori. Como aquella vez en que llenó el escritorio de Sasori con preservativos y cada uno de ellos llevaba impreso su nombre en el empaque. Naruto aun recordaba lo vergonzoso que había sido el que le adjudicaran a él la culpa, aunque lógicamente Sasori no creyó nada y simplemente se limitó a limpiar su lugar de trabajo


Esta vez, todo parecía estar en orden, todo tranquilo y perfectamente ordenado. Sasori era muy meticuloso con el acomodo de algunas cosas, Naruto lo había captado desde mucho antes, aunque sabía que su perfeccionismo no se limitaba al orden material, también le gustaba ocuparse de otros aspectos y eso le había ayudado bastante. Fue Sasori quien lo motivó cuando se creyó solo, cuando supo que la única alternativa que conservaba era irse de la ciudad y buscar algún otro orfanato, comenzar desde cero


Con Sasori no había sido así, su novio había sido paciente con él y le brindó apoyo y comprensión cuando más lo necesitaba, siempre haciéndolo sentir especial, querido. Era algo que no podría pagarle de ninguna manera. También se había vuelto a enamorar gracias a él. No, en realidad era la primera vez que Naruto amaba a alguien realmente y le reconfortaba muchísimo saber que la correspondencia fuera mutua


No le importaba si Sasori había tenido algún tropiezo anteriormente porque él mismo tuvo demasiados. Asimismo, Naruto sabía que todo lo que había hecho Sasori fue por él, todo por su causa, por protegerlo como le prometió al comienzo de su relación. Había cumplido y con creces


-¿Seguro que vendrá alguien?- inquirió incrédulo, mirando a ambos lados de la oficina. Por toda respuesta, Sasori asintió, se dejó caer en la silla y lo instó a que hiciera lo mismo. -Pero solo hay una- Naruto torció los labios y buscó con la mirada otro lugar disponible pero no tuvo tiempo de encontrar uno cuando Sasori movió el dedo índice con disimulo


Varias marionetas cayeron de la repisa, justo al lado de Naruto, este pasó saliva antes de correr a buscar refugio en el regazo del pelirrojo, sin importarle en lo más mínimo el pudor


-Lo siento- su corazón latió desenfrenadamente al tener el rostro de Sasori muy cerca del propio


Pese a la disculpa, Sasori no dijo nada y en cambio se limitó a cerrar los ojos y deslizar ambas manos por la cintura del rubio para proceder a besarlo, lento, muy lentamente, dándole tiempo de asimilar lo que estaba pasando, de que se apartara o correspondiera


Naruto permaneció inmóvil, con los ojos cerrados, sintió como poco a poco el miedo se desvanecía para dar lugar a una sensación más cálida y agradable


Dudoso, pasó ambos brazos por el cuello de Sasori y empezó a corresponder al mismo ritmo pero con más torpeza de la usual. Quizá debido a lo repentino del acto o por el hecho de haberse asustado momentos antes


Su cuerpo se tensó un poco cuando Sasori se dispuso a bajar la manga de su playera para besarle los hombros. Naruto se ruborizó por el gesto pero se mantuvo quieto, sintiendo los tibios labios rozándole la piel


La posición se le antojó incomoda en ese momento y optó por acomodarse mejor. Sasori lo ayudó a reclinarse completamente sobre el escritorio y ni bien Naruto lo hubo hecho, procedió a retirarle poco a poco la camisa, alzándola lo suficiente para poder contemplar la difusa cicatriz rojiza. La recorrió lentamente con el dedo índice, esperando alguna negativa de parte de Naruto pero al ver que no sucedía, se inclinó otro poco para besar esa zona, apenas un beso casto que hizo a Naruto estremecer un poco


-¡Sorpresa!


Naruto casi cayó al suelo cuando el fuerte grito tuvo lugar cerca de la puerta


-Idiota- Sasori se apartó molesto al reconocer la voz de su compañero. Hidan entró con una sonrisa de oreja a oreja, la cual se amplió aun mas al ver a Naruto acomodándose la camisa


-Siento interrumpir tortolitos pero tu doble llego- hizo énfasis a lo ultimo mientras adoptaba una pose más seria que no terminó por convencer a Sasori. –En verdad que son idénticos, ¿sabes? Si te rasuras la ceja y te pones lentillas quizá…


-¿De qué diablos estás hablando?- cuestionó Sasori, pasando de largo, conservaba la vaga esperanza de que algún día su compañero madurara pero su introspectiva permanecía indemne con el paso de los días


Carraspeó para aclararse la garganta y a punto de extender su mano al individuo que lo esperaba afuera de su oficina, se quedo estático


-Sabaku no Gaara- se presentó el pelirrojo de ojos aguamarina. Sasori lo inspeccionó detenidamente y le tomó unos segundos identificar aquel nombre


"-Gaara, yo…


Fue la primera vez que vio a Naruto dentro de la empresa, corriendo hacia él, abriéndose paso entre los empleados con una carismática sonrisa. Y sus ojos, esos hermosos ojos azules que lo cautivaron irremediablemente


-¿Te puedo ayudar en algo?


Naruto negó con la cabeza


-Me equivoque, dattebayo"


Inseguridad, desconfianza y un vago temor de que Naruto se fuera de su lado, fueron las emociones que experimentó Sasori en cuestión de segundos


-Soy el hermano menor de Kankuro. He tenido que viajar durante varias horas y planeo reunirme con alguien más tarde, así que… ¿podría ser rápido?- su voz monótona lo dejó sin palabras. Sasori entornó levemente la mirada, analizando lo que se le había dicho. Sería un descaro de su parte preguntar pero casi estaba seguro de conocer a ese "alguien" con quien ese tipo pretendía reunirse más tarde


-Solo necesitas firmar unos documentos, los tengo en mi portafolio, por qué no esperas en el audiovisual y…


-¿Gaara?


Sasori cerró los ojos al escuchar la voz a sus espaldas. Se maldijo una y cien veces por haber llevado a Naruto consigo esta vez. Tenía muy presente que Naruto había buscado a ese sujeto desde antes de conocerlo, por ende su relación debía ser más estable y fluida


¿Y si cambiaba de parecer?, ¿Qué tal si decidía irse con él?


Estaba poniéndose paranoico, absolutamente


-Naruto, ¿Qué haces aquí?- una sutil pero perceptible sonrisa se asomó en los labios de Gaara. Y aunque irritado, Sasori se mantuvo a la defensiva, expectante por la nueva reacción de Naruto, quien, atónito, no respondió, corrió hacia su mejor amigo y lo abrazó afectuosamente, olvidándose por completo de lo demás


El dialogo mutuo comenzó a fluir con suma facilidad. Sasori miró todo a la distancia y se sintió mas incomodo que nunca. Se rascó el cuello con nerviosismo y optó por esperar sentado antes de tentarse a cometer otro crimen de igual o mayor magnitud que el primero


-Hay varias citas disponibles por internet- comentó Hidan, palmeándole la espalda


Sasori frunció el entrecejo por semejante broma de mal gusto. No era como si Naruto pensara relegarlo a segundo término, ¿o sí?


-O podrías tomar mi primera sugerencia, depilarte las cejas y comprar unas lentillas


-Hidan- suspiró Sasori, hundiendo su rostro entre los brazos. –Cierra la boca…


Afortunadamente para él, la charla había durado muy poco. Solo veinte minutos en los cuales no supo cómo interpretar ni el intercambio de miradas o las expresiones faciales de ambos. Con Naruto era más fácil pero con el tal Gaara era complicado, demasiado difícil interpretar algún gesto porque no emitía ninguno, o al menos era bastante discreto para pasar desapercibido


Fue el cierre de la conversación lo que dejó a Sasori indudablemente satisfecho e inclusive sintió su ego acrecentarse cuando Naruto mostró el anillo que le había obsequiado, haciendo gala del compromiso. Era hilarante el hecho de que Naruto tuviera una amistad así pero a Sasori no le sorprendía en lo más mínimo, ya que, Naruto era una persona muy sociable y carismática, cálido como el sol de verano e intenso como las aguas del océano


Cuando Gaara finalmente se aproximó hacia él, Sasori esperaba imperturbable por el rechazo del trato pero contrario a ello, el joven de ojos aguamarina casi le arrebata el papel de las manos para proceder a firmarlo


-¿Cuidaras bien de Naruto?- lo escuchó murmurar una vez dentro del despacho. Sasori sintió deseos de golpearlo por semejante cuestionamiento pero se controló a tiempo


-Ya lo estoy haciendo…


-Si le llega a pasar algo- Gaara alzó la mirada para confrontarlo pero Sasori no se inmutó en lo más mínimo. Le molestó el reproche, sin duda alguna, sobretodo viniendo de su "doble"


-Creo que es muy tarde para proclamar advertencias- masculló guardando los documentos. –Además, lo haces con la persona equivocada. Tratas de demostrar que Naruto te importa pero no estuviste aquí cuando él necesitaba de tu compañía y apoyo. No reparaste en el infierno que vivió Naruto y francamente no te incumbe la relación que tenemos nosotros. Si te arrepientes de algo, créeme que no es lugar para lamentarse


El estoico semblante pareció querer descomponerse por momentos. Sasori no estuvo seguro si se trataba de enojo, vergüenza, incertidumbre o quizá todo a la vez pero tampoco se molestó por averiguarlo


Lo vio salir pensativo y algo en su interior le seguró que no volverían a verlo en un buen tiempo. Sinceramente, esperaba que así fuera…


Se vio obligado a recuperar la postura cuando Naruto fue a su encuentro, su semblante denotaba cierta frustración que, a Sasori no le pasó desapercibida


-¿Te dijo algo que te molestara?- preguntó pasándole un brazo por encima de los hombros


Naruto abrió los labios, volvió a cerrarlos y miró hacia su derecha. Una clara señal de que se aproximaba una mentira


-Quería que cenáramos juntos


-Ah…- fue todo lo que atinó a decir Sasori en medio de la mortificación por una respuesta que seguramente no iba a gustarle. Irónicamente cada vez que suponía que las cosas mejorarían entre ambos, algo volvía a surgir que amenazaba su relación. Y él era patético, tanto por ser pesimista como por no tener nada que decir al respecto. Podía intentar disuadir a Naruto, pero definitivamente no lo haría, porque, entonces, estaría adoptando la misma postura de quien una vez fue la pareja de Naruto


Decidió que lo más prudente que podía hacer en condiciones así, era darle algo de tiempo a Naruto para que meditara la situación y no se viera forzado a precipitarse solo por darle gusto a él, o en su defecto, sentirse obligado a permanecer a su lado


No tenía muy buenas expectativas esta vez pero era lo mejor


Despacio, soltó a Naruto y se dio media vuelta, sus labios se tensaron ligeramente así que optó por continuar su camino sin mirar atrás. Habló sin darse vuelta


-Iré a terminar de perfeccionar algunas marionetas. Podemos reunirnos después, no tienes porque presionarte. Sabes que siempre estaré para ti y…- rayos, era pésimo para fingir y encubrir su estado de ánimo. Anteriormente nunca le había sucedido pero el estar con Naruto lo había ablandado de alguna extraña y curiosa manera


-Está bien- sonrió Naruto, sin comprender la evasiva del pelirrojo. –Podría ayudarte si quieres- añadió dubitativo


-No es necesario. Tienes un compromiso pendiente. Solo asegúrate de…


Sasori entornó la mirada al no poder completar la frase


"Tomar la decisión correcta"


Ni siquiera podía decírselo de frente. ¿Qué caso tenia?, él no conocía a ese tal Gaara, parecía una persona hostil pero sabía de antemano que no debía juzgar a las personas por su apariencia. No iba a entrometerse esta vez aunque anhelara hacerlo, no sería egoísta por el bienestar de Naruto. ¿Cómo podía competir a una amistad de años? , en cambio él tenía meses de conocer a Naruto y pese a estar dispuesto a dar la vida por él, la simple idea de hacerlo infeliz por retenerlo a su lado, bastaba para hacerlo ceder


El resto del día le pareció eterno. Las horas pasaban con inusitada lentitud y el hecho de no ver a Naruto por ningun lado, lo angustiaba todavía más, si es que eso era posible


Sasori suspiró al terminar de recorrer el parque en vano. Lo había estado buscando después de modificar las últimas marionetas que tenía pendientes. Ni en la piscina ni en su casa, en la juguetería era muy poco probable puesto que ya era muy tarde. Entonces se dio por vencido y accedió a aceptar lo que no quería. Naruto debía estar en alguna parte de la ciudad con Gaara


Sonrió con amargura y se devolvió nuevamente sobre sus pasos, cubriéndose esta vez con el cuello de la camisa para aminorar la sensación de frio. De estar Naruto con él, lo habría invitado a tomar un café. Le preguntaría seriamente qué era lo que había visto en Gaara y por supuesto que lo cuestionaría si sentía lo mismo por él. No obstante la situación era otra


Se detuvo en una cafetería y por varios minutos permaneció sentado, contemplando la taza humeante frente a él. De pronto se maldijo por no haber detenido a Naruto, por no insistir ni siquiera un poco. Se arrepintió de haber actuado tan indiferente pero supo que era tarde para lamentarse. Realmente era un estúpido por no demostrar mayor interés en el tema, por no haber hablado con Naruto y exponerle sus pensamientos


Tan jodidamente contradictorio


Sasori dejó el cambio correspondiente sobre la mesa y se encaminó a una de las plazas, si era necesario, buscaría a Naruto en casa uno de los establecimientos. No tenía muchas opciones en realidad


Fue alrededor de la media noche que Sasori desistió a la búsqueda, dando por sentado que Naruto había ido a otro lugar, había cientos de posibilidades albergadas en la ciudad. Incluso se cruzó momentáneamente por su cabeza la idea de que Naruto acudiera al hotel en el que se estuviera hospedando Gaara


De vuelta al departamento y paso a paso, cada parte de su cuerpo le pesaba. Realmente existía la posibilidad de que Naruto decidiera alejarse de su lado, después de todo, la primera persona a la que Naruto pensaba recurrir en medio de su silencioso tormento fue a él, a Gaara


Y pensar en lo dicho por el idiota de Hidan no lo ayudaba en nada


Entró al departamento y no se vio en la necesidad de encender las luces. Siguió de largo por el pasillo hasta llegar al comedor, donde Naruto yacía sentado, apoyando su cabeza sobre ambos brazos


Se había quedado dormido esperándolo


-Na…- Sasori se abstuvo de hablar y en cambio recorrió un poco la silla para tomarlo en brazos. Naruto despertó antes de que llegaran a la recamara. Parpadeó en repetidas ocasiones y cuando finalmente se hubo espabilado, no dijo nada, se palpó los bolsillos del pantalón y su expresión denotó angustia


-¿En donde esta?


Sasori lo observó en silencio sin entender a lo que el rubio se refería. Naruto se dirigió nuevamente al comedor y tras agacharse y tocar el suelo, se incorporo más enérgico


-Creí que estarías con Gaara- comentó Sasori, restándole importancia a los hechos. Naruto sopló entre sus manos y afirmó su respuesta con un sutil movimiento de cabeza


-Estaba con Gaara


La respuesta le supo amarga a Sasori pero no lo demostró, tampoco mencionó lo que había estado haciendo momentos antes de regresar


-Me despedí de él porqué se marcha mañana…y también estuve en la plaza


Lo último desconcertó aun más a Sasori, quien, sorprendido, no pudo evitar alzar una ceja. Miró inquisitivamente a Naruto, esperando una explicación más precisa


-Dame tu mano- pidió Naruto, mirándolo divertido


Sasori reprimió la pregunta y optó por obedecer simplemente. Alargó su brazo y Naruto entrecerró los ojos


-Espero que Hidan no me haya mentido- comentó el rubio momentos antes de introducir el anillo. Gratamente sorprendido, Sasori contempló la pieza de joyería con un peculiar escorpión en la circunferencia. –Pensé que te gustaría este pero puedo cambiarlo por otro si quieres


-Es perfecto- se apresuró a decir Sasori, tomándolo de las mejillas para acariciar las marcas felinas con los pulgares. El alivio volvió a su cuerpo rápidamente al saber que Naruto no se iría de su lado. Por el contrario, acababa de demostrarle que él también añoraba contraer nupcias pronto


-Perdóname por haber dudado- musitó al estrecharlo con fuerza entre sus brazos. Naruto parpadeó antes de corresponder con la misma efusividad a la muestra de afecto


Si había algo de lo que se arrepentía era de no haber conocido a Sasori antes. Siempre se dejaba influenciar por las exigencias de Sasuke cuando este último le ordenaba esperarlo en casa. Por él se alejó de sus amigos y también fue por su causa que se reprimió a hacer varias cosas


-¿Me…estabas buscando?- susurró, como si temiera escuchar la respuesta


-Lo hice. Después de arrepentirme por no haberte dicho nada, por no retenerte y pedirte que no fueras con él


-Quería que fuera una sorpresa lo del anillo. Por eso no te dije nada de lo que planeaba hacer- admitió Naruto, mirando su propio anillo resplandecer más que nunca


-Déjame adivinar, ¿te gastaste todos tus ahorros de lo que reuniste trabajando en la juguetería para comprarlo?


Naruto se mantuvo en silencio, escuchó a Sasori suspirar y no supo cómo interpretarlo


-No lo necesitaba. Planeaba irme de la ciudad…- Sasori lo apartó de los hombros para mirarlo a los ojos, desconcertado por la repentina confesión. –Pero cambie de parecer cuando…ya sabes


Sasori sonrió ante lo hilarante que resultaba ver a Naruto nervioso. Ambos actuaban similar cuando se sentían incómodos pero sinceramente le costaba dilucidar quien había influenciado al contrario


-Te amo


Naruto alzó la mirada y permitió que los labios de ambos se unieran. Por el momento no lo admitiría pero estaba deseando con todas sus fuerzas que llegara el día de su boda


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