Naruto miraba atento la fachada de la biblioteca. Había sido un día pésimo para él, al menos las primeras horas no podía considerarlas como gratas. No si incluía en ello la vergüenza que pasó en la cafetería y que además terminó involucrando a Itachi
Agradecía inmensamente el hecho de que Jiraiya no se molestara al confesarle sobre su orientación sexual
Desde hacia tiempo deseaba decírselo pero no encontraba la forma de hacerlo, no sabiendo lo dramático que era su padrino, aunque no se comparaba ni un poco a la molesta actitud que estaba tomando Deidara actualmente. A Naruto le alivió en demasía no haber visto al "aspirante a artista" durante la clase de arte después del segundo receso. El hecho de que Deidara se ausentara a su clase favorita era demasiado extraño, y solo podía significar una cosa…decidió marcharse antes a su casa
Por lo menos eso creía Naruto, luego de que entrara a la última clase y ni siquiera viera la mochila de Deidara en su asiento
De todas formas, eso no cambiaba el hecho de que no le perdonaría aquel falso y malintencionado rumor que se encargó de divulgar en su salón. No, definitivamente no se lo perdonaría, tampoco deseaba vengarse de él
Estaba seguro de que no solucionaría nada con Deidara y sin embargo, ya no le importaba. Perdió un "supuesto" amigo pero se ganó la empatía y afecto del apuesto muchacho de ojos escarlata, necesitaba conocerlo más, asegurarse de que las palabras de Itachi fueran ciertas. De ser así, no le quedaba más que sincerarse al igual que Itachi lo estaba haciendo con él
-¿Qué tal tus ojos?- preguntó Sasori a espaldas del chico rubio que no dejaba de suspirar al contemplar el exterior de la biblioteca, impaciente
-¿Mis ojos?- Naruto se dio la vuelta, un tanto confundido por la pregunta
Los bellos ojos marrones se clavaron en su rostro, examinándolo. Estaba tan distraído que se había olvidado del vergonzoso "accidente" en el bar
-Oh, bien- parpadeó Naruto al tener más cerca al pelirrojo. –Perdón por no haberte avisado que ya me iba a mi casa- y la distancia entre ambos rostros comenzaba a disminuir cada vez más. –Y también lamento haberte dejado a cargo de Deidara- si, definitivamente era eso lo que más lamentaba ahora. El hecho de haberse preocupado por Deidara, cuando el malintencionado de su amigo solo buscaba perjudicarlo en la más mínima oportunidad que se le presentaba
Sasori le devolvió la sonrisa, sin querer apartarse un solo milímetro de la cercanía entre el adorable rostro de Naruto. Estaba tan cerca que podía besarlo si quisiera…eso claro si deseaba recibir otro golpe
-Huh, olvídalo- se cruzó de brazos. Naruto bajó la mirada. –Lo de tu amigo ni con cien disculpas te la paso- bromeó, procurando no preocupar más a Naruto, este lo miró confundido. –Tuve que pedir un taxi para que lo llevara a su casa
Naruto rió al recordar que lo mismo había ocurrido entre Itachi y él. Aunque en diferentes circunstancias
-Lo acompañe y me pidió que buscara a Itachi- la sonrisa de Naruto se desvaneció repentinamente, cual relámpago en plena lluvia. –Pero lo mejor de esto fue el recibimiento de sus padres- volvió a reír Sasori. –No me sorprendería que no lo dejen salir en al menos un mes- suspiró pensativo. Naruto sonrió forzadamente, en ocasiones le molestaba que las personas se refirieran a sus padres como una molestia, cuando él daría lo que fuera por volver a verlos, cada día los recuerdos parecían más lejanos
-Dime, ¿aceptaste la propuesta de Hidan para unirte al grupo o solo vienes a leer un buen libro?- inquirió más serio Sasori. Naruto desvió la mirada hacia la biblioteca y nuevamente observó al pelirrojo. Le había pedido a Itachi no mencionar nada acerca de la relación que recién se daba entre ellos, aunque hasta el momento ninguno de los dos había respetado el acuerdo
-Bueno- murmuró pensativo. –En realidad…
-Lamento haberte hecho esperar- Naruto escuchó la voz de Itachi cerca de su oído. Suspiró aliviado de no tener que dar mayores explicaciones a Sasori, aquello aun le incomodaba un poco
-Esperabas a Itachi- mencionó Sasori con cierto deje de decepción en su tono de voz. El leve asentamiento de parte de Naruto no le agradó mucho
-¿Nos vamos?- Itachi se dirigió a Naruto, quien, sonrió entusiasmado, sin atreverse a decir o preguntarle nada. Se encaminaron juntos hacia la salida
A Naruto no le importó en lo más mínimo si Deidara aun se encontraba dentro del instituto y llegaba a verlo junto a Itachi, por el contrario, ahora quería que se diera cuenta de todo, ya no se merecía ni siquiera una explicación que justificara su actual cercanía con el serio muchacho que tanto admiraba Deidara
-Ah, por cierto- los alcanzó Sasori antes de que llegaran a la salida
-¿Qué necesitas?- preguntó Itachi de mala gana, mirándolo con desdén
-¿Te gustaría acompañarme mañana al bar?- Sasori ignoró la inquisitiva mirada de su compañero para centrarse únicamente en el adorable muchacho rubio junto a él. Naruto meditó su respuesta. Era lógico que rechazaría la invitación pero tampoco quería sonar grosero al decírselo de golpe, siendo que Sasori había pasado un mal rato en el bar por su culpa. -Habrá karaoke- agregó más animado el pelirrojo
-Yo…
-Naruto y yo somos pareja- anunció Itachi de inmediato. Sintiéndose inseguro del semblante dubitativo de Naruto
-¿Cómo?- Sasori se volvió hacia el rubio. Incrédulo ante la confirmación de noviazgo
-Si lo somos- reiteró Naruto con franqueza. Itachi lo tomó de la mano
-Con tu permiso, llevamos prisa
Naruto se vio forzado a seguirle el acelerado paso al muchacho ojiescarlata
-Creí que lo mantendríamos en secreto- objetó Naruto apenas estuvieron afuera del plantel. Itachi lo soltó del agarre
-No quiero que sucedan malentendidos-admitió abrumado. Su orgullo le impedía confesar lo que aquella maldita inseguridad provocaba en su persona…celos, una sensación ridícula e innecesaria a su parecer
-Me alegra que no me escucharas- Naruto esbozó una amplia sonrisa
-A mi me alegra que no te molestaras- comentó Itachi con indiferencia
Naruto frunció el ceño
-Dudaste que iba a aceptar, ¿verdad?- lo acusó, entrecerrando los ojos. Itachi negó en ademan
-Solo quería dejárselo en claro- mintió con una sonrisa displicente
-Jiraiya me pidió que te invitara a comer- Naruto cambio fugazmente de tema. No porque lo deseara sino porque era necesario mencionarle a itachi aquella invitación que hasta cierto punto había parecido orden de parte de su padrino. Se sentía apenado de tener que avisarle a Itachi a último minuto
-¿Comer?- Itachi arqueó una ceja, visiblemente confundido. Ni siquiera conocía al padrino de Naruto
-Le dije que somos novios
-¿Cuándo?- parpadeó Itachi por segunda ocasión
-Hoy mismo- respondió Naruto, balanceándose hacia adelante y atrás sobre sus talones. Estaba demasiado nervioso. Jiraiya no se iba por las ramas cuando se proponía averiguar sobre alguien en concreto. Siempre decía las cosas de frente y eso lo abrumaba. –Te quiere conocer y…
-Me parece bien- lo interrumpió Itachi, acariciando con suavidad su mejilla
Naruto contempló por unos instantes el gesto de su acompañante. Completamente tranquilo, como si aquello no le importara en lo mas mínimo, y en caso de que no fuera así, Itachi sabia disimular a la perfección
-Itachi Uchiha, un placer conocerte- sonrió Jiraiya una vez que el muchacho se hubo presentado. Estrechó con firmeza su mano con la de aquel apuesto e imponente joven. Ahora que tenía la oportunidad de hablar cara a cara con el muchacho, daba por sentado el hecho de que era atractivo. Alto, cabello largo y negro sujeto en una coleta, y la mirada extraña y penetrante del joven complementaba su buen físico. Aun así tenia que investigarlo más a fondo porque…la apariencia no lo es todo
-Le agradezco por haberme invitado- profirió Itachi, tomando asiento junto a Naruto. La casa no era tan espaciosa como la suya, muy por el contrario, era pequeña y acogedora. Sin demasiados muebles y apenas algunos cuadros adornando las paredes. Le agradaba
-Bueno, no todos los días tengo el gusto de conocer al muchacho con el que sueña Naruto- sonrió Jiraiya al notar el desconcierto en las pupilas escarlata. Naruto se dio un golpe en la frente con el puño, ya intuía que algo así pasaría
-¿Perdón?- Itachi lo miró extrañado
-No es nada- mintió Naruto, viendo con molestia como Jiraiya se encogía de hombros al confirmar qua había dicho algo que no debía. –Ya tenemos hambre- añadió decepcionado de que no hubiera nada en la mesa, además de los platos y los cubiertos
-No quería que se enfriara la comida- comentó Jiraiya mientras se dirigía al comedor. Naruto se estremeció al sentir el firme agarre de Itachi sobre su mano por debajo de la mesa. Una posible muestra de seguridad pero eso no evitó que se sonrojara
-Gracias- Naruto se alegró cuando tuvo el plato de ramen frente a él. Podría jurar y perjurar que jamás se enfadaría de comer ramen, así fuera a diario, le encantaba
-¿Desde cuándo se conocen?- cuestionó Jiraiya una vez que tomó asiento frente al, aun desconocido muchacho
Itachi y Naruto se miraron entre si
-Una se…
-Meses- Naruto miró hacia otro lado. Lo mejor era guardar silencio y dejar que Itachi respondiera por sí solo, aunque no le agradaba del todo el hecho de que mintiera, quizá Itachi lo había estado observando desde entonces pero no llevaban ni una semana de conocerse, aun menos de tratarse. Haciendo de lado la salida al bar y aquel intimo encuentro en la casa del ojiescarlata donde ni siquiera estaba en sus cinco sentidos, lo demás no contaba. Casi dos horas en la dirección y algunos minutos de conversar a solas y oficialmente ya eran novios, tal vez estaban avanzando muy rápido
-Salían con anterioridad, me supongo- Jiraiya endureció la mirada, mas como un simple reflejo que como amenaza. Itachi supuso que el adulto era sobre protector con Naruto pero no le sorprendía que fuera así
-No realmente- se sinceró sin denotar mayor muestra de emoción en su semblante. Naruto dejo los palillos a un lado para centrarse en la plática. Era confuso que Itachi se desmintiera por su cuenta, a menos que estuviera nervioso
-¿Primera cita?- se sorprendió Jiraiya al recibir una afirmación de ambas partes. Aquello era ilógico, ilógico y apresurado
El nerviosismo comenzó a presentarse en Itachi. No era el hecho de que el padrino de Naruto lo observara de aquella manera tan "peculiar" lo que le incomodaba, las mentiras no eran su fuerte y rara vez recurría a ellas. La cuestión que le hacía dudar era otra. Naruto no parecía tener mayor problema en eludir las preguntas pero si cometía un error o mentía en algún aspecto de suma importancia que le fuera planteada después, ya no podría excusarse
-Nos hemos visto en los recesos antes- agregó Naruto, intentando romper con el incomodo silencio. Itachi tamborileó los dedos sobre la mesa, decidiéndose finalmente por tomar un poco del líquido cristalino de su vaso
-¿Ya tuvieron relaciones?- preguntó Jiraiya de repente, mirando alternadamente a ambos muchachos
Naruto abrió los ojos bien grandes al tiempo que negaba con la cabeza. Itachi tosió un par de veces, tratando de beber con dificultad el líquido que parecía haberse atascado en su garganta por aquella incomoda pregunta
-¿Cuáles son tus intenciones, muchacho?- e Itachi se vio forzado a recobrar la compostura, limpió con presteza las comisuras de sus labios aun humedecidas por la bebida. Naruto frunció los labios mientras acercaba su silla un poco más hacia la mesa. Deseaba patear a Jiraiya para que dejara de preguntar tonterías, desafortunadamente el espacio de la mesa se lo impidió
-De momento, solo conocer más a Naruto- musitó Itachi, sin agregar nada más. Respuestas cortas y escuetas que no pasaron desapercibidas para Jiraiya
-¿Tus padres lo saben?- preguntó Jiraiya antes de llevarse un trozo de carne a la boca. Itachi se limitó a negar con la cabeza. -¿Por qué?- volvió a indagar el mayor, desesperado de tener que sacarle las respuestas al extraño muchacho en el que se había fijado Naruto
-Mis padres murieron hace dos años- confesó, aparentemente neutral. Naruto logró entrever cierta nostalgia en la resolución de su mirada. Ahora más que nunca deseaba que Jiraiya cesara con las interrogantes
-Lo lamento- externó el peliblanco mirando fijamente a Naruto. –Supongo que no tengo alternativa, dejare que salgas con Naruto siempre y cuando no sea después de las diez de la noche- Itachi asintió conforme mientras que Naruto suspiró aliviado
-Eso me recuerda- Itachi se levantó sin dejar de observar al mayor. –Mañana inauguran un acuario cerca del instituto, quiero que Naruto acuda conmigo
Los ojos azules brillaron entusiastas
-Tienes mi aprobación- concluyó Jiraiya con un prolongado suspiro. Naruto se puso de pie para acompañar a Itachi a la salida. – ¡A propósito, Deidara llamó hace media hora!- Itachi detuvo su andar provocando que Naruto chocara a sus espaldas, ignorando por completo la mención de su malintencionado amigo
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