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Amor de cristal por RLangdon

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Repasaba atento las personas a su alrededor y al detenerse en las vestimentas de los mismos, no pudo evitar sentir pena. La mayoría de las mujeres, además de ser bastante guapas, usaban cortos y elegantes vestidos, desde telas satinadas hasta pronunciados escotes que dejaban al descubierto aquella zona tan difícilmente de ignorar, especialmente para los hombres que las acompañaban. Tacones altos y accesorios que complementaban su vestimenta


El penetrante aroma a perfume de marca inundó el ambiente y Naruto solo atinó a cubrirse la nariz con su antebrazo, logrando así que el estornudo que amenazaba con escapar se desvaneciera


Mas no eran los vestidos escotados y maquillaje refinado en las féminas lo que lo llevó a su actual estado de vergüenza, sino los elegantes trajes negros que portaban los caballeros en el interior del edificio, de tonalidades oscuras y contrastantes con una corbata de similar color. Zapatos negros lustrados y cabello perfectamente acicalado


Y nuevamente el odioso aroma a perfume inundó sus fosas nasales, obligándolo a cubrirse una vez más la nariz, no que le desagradara la fragancia, era la mezcla de esencias femeninas y masculinas lo que tenía a Naruto asqueado, de rosas a madera, y de frescas a frutales. Por un segundo Naruto creyó estar dentro de una fábrica de perfumes y no en una reconocida empresa como le había mencionado anteriormente Itachi


Además su vestimenta desentonaba totalmente con la de su acompañante


Lentamente, desaceleró el paso, mirando de reojo las pupilas escarlata que se mantenían fijas en el ascensor. Seguramente Itachi estaría molesto con él por haberse presentado a su casa usando ropa tan…"común"


Claro que nunca imaginó que habría tantos accionistas acompañados de sus elegantes esposas y además vistiendo finísimas y ostentosas ropas, que, como si no fuera suficiente, además llevaban gargantillas y brazaletes que seguramente costaban más que la actual residencia de su padrino


En cambio él…


Devolvió la mirada hacia su propio cuerpo, recuperando con ello el sutil sonrojo que se había esfumado por unos breves instantes, justo cuando la puerta del elevador se abrió, permitiéndoles el paso


Una playera blanca con el estampado de una animación al frente, pantalones naranjas y zapatos deportivos…absolutamente patético


-Naruto…- escuchó que Itachi le llamaba, casi en un murmullo. Sus dudas de inmediato fueron aclaradas, Itachi si estaba avergonzado de haberlo llevado consigo, si tan solo el Uchiha se hubiera tomado la molestia de pedirle que usara algo más adecuado, no estaría muriéndose de vergüenza al saberse observado y señalado por el resto de empresarios altivos y arrogantes que ni siquiera tenían la decencia de disimular que lo miraban


Deseó regresar, quería arrepentirse en ese mismo momento, Salir corriendo e irse directamente a la fiesta de graduación que se estaría llevando a cabo en uno de los casinos cercanos a la plaza


Lo único que detuvo a Naruto de obedecer sus propios pensamientos, fue la mano de Itachi que, sorpresivamente lo había sujetado del brazo, con cierta firmeza. Naruto parpadeó confundido, y no fue sino hasta que el mayor lo jaló un poco para que entrara al elevador que Naruto supo el porqué de su agarre


No, Itachi no leía mentes como había pensado, tampoco predecía sus acciones y por lo tanto no podía saber lo mal que se estaba sintiendo ahí dentro, tan…inferior


Ansioso, comenzó a balancearse sobre sus talones, sin atreverse a mirar al serio y orgulloso muchacho a su lado, el cual simplemente mantenía la vista fija en el cuadro superior derecho, esperando paciente a que indicara el número correspondiente para ingresar a las oficinas


Itachi era un estúpido, ¿Cómo se atrevía a pedirle que lo acompañara precisamente a "ese" lugar?


Quizás si hubiera sabido antes lo que le esperaría ahí dentro, Naruto se habría negado sin chistar, pero ya era tarde y cuando las puertas se abrieron, el pensamiento de oprimir el botón para que las puertas se cerraran y regresarse a su casa, nuevamente se hizo presente


No obstante, su objetivo fracasó, ya que, antes de que pudiera siquiera acercar la mano al botón, Itachi volvió a tomarlo del brazo, forzándolo a salir


Bien, tal vez Itachi si leía mentes, era eso o simplemente le gustaba verlo humillado, porque así se sentía en ese momento, completamente ajeno al ambiente a su alrededor y con ropa mucho muy informal, pero debía recordar que después de que Itachi firmara los papeles correspondientes podrían irse de ahí, nada de juntas ni conversaciones largas, eso le había dicho Itachi al notar su poca disposición para acompañarlo a su empresa


Y es que Naruto prefería ir directamente a la fiesta de graduación de Itachi, le parecía tan estúpido que su novio antepusiera aquella "insignificante" firma por encima de un evento tan importante como ese, sería la última vez que Itachi vería a sus compañeros de curso, la última vez que conviviría con ellos, y la primera que lo llevaba a una en compensación por haber arruinado la fiesta que le había preparado antes, y a pesar de ello Itachi había sido lo suficientemente amargado para pedirle que lo acompañara ahí y posteriormente se presentarían a la fiesta de graduación, a veces no lo comprendía…


-Buen día, señor…- las nuevas miradas incomodaron aun mas a Naruto, quien, presa de los nervios, trató de ocultarse tras de Itachi, este apenas si hacia una que otra reverencia al toparse con los ejecutivos


"¿Señor?...pero si es más joven que ellos"


Naruto ladeaba la cabeza cada vez que usaban la misma referencia para dirigirse a Itachi, era cierto que su novio se veía unos años mayor por su expresión sombría, aparte aquellas ojeras no ayudaban mucho a refrescar su apariencia, pero aun así no entendía porque le llamaban de ese modo, quizá era una especie de saludo secreto…


- Lo siento, no puede pasar- un hombre alto de mediana edad y cabello castaño se interpuso entre la puerta de la oficina en la que recientemente había entrado Itachi. Naruto frunció los labios


Entre indignado y apenado, decidió esperarlo afuera, siendo el blanco de todas las miradas del resto de ejecutivos y directivos que laboraban en la empresa. Naruto se hundió en la silla al reparar en las expresiones reprobatorias que le dirigían, nuevamente la idea de salir corriendo se cruzó en su mente


Al cabo de unos minutos, Naruto se desesperó. Volvió la mirada hacia el reloj de pared y al comprobar que Itachi ya llevaba media hora dentro de aquel cubículo, tomó la decisión de avisarle que se iría, no deseaba estar más tiempo en ese sitio


-Que ropa tan ridícula- señaló uno de los ejecutivos, sin importarle que Naruto lo escuchara


-Debe ser uno de esos niños de la calle- secundó otro joven, de toscas facciones y cabello canoso. - Ya sabes cómo es el presidente, le gusta hacer caridad


La sonrisa de Naruto se apagó por completo al ser testigo de los comentarios a sus espaldas. Pronto la poca confianza que tenía se esfumó, el gesto de alegría no volvió a aparecer, aun después de que los hombres de traje se alejaron a sus respectivos cubículos, dando por concluida la hora de la comida


Incomodo, se levantó de la silla, dispuesto a irse sin avisarle a Itachi, todo era su culpa, por él ahora se sentía mal, muy mal, peor que mal


-Naruto…- Itachi alzó la voz al salir de la oficina y ver como el susodicho se alejaba cabizbajo hacia la salida


Sin comprender el motivo del comportamiento de Naruto, se despidió con una sutil reverencia, dirigiéndose al que sería el nuevo propietario de las acciones de la empresa


-Señor Uchiha- le saludó uno de los subordinados que recién salía del cubículo, Itachi se forzó a mirarlo, sintiendo la desesperación interior consumiéndolo, se había tardado un poco más de lo previsto, lógicamente Naruto estaría molesto con él


-Llevo prisa- tajó, retomando la caminata hasta el ascensor


-Solo quería felicitarlo por sus buenas acciones- prosiguió en voz alta el castaño. Itachi entonces se frenó en seco, confundido por lo dicho. –El chico de antes…ah, usted siempre tan caritativo- sonrió sin imaginarse el sentimiento que había generado en el Uchiha. –Me gustaría sugerirle algunos albergues para que visite en fin de año, tengo una sobrina que…- y casi de inmediato se tragó las palabras, viendo como el altivo muchacho se devolvía sobre sus pasos con una expresión "poco amigable"


Ooo


Después de doblar en una de las esquinas, Naruto alzó la mirada, más cómodo al sentir el aire fresco en su rostro. Se había arrepentido de asistir a la fiesta de graduación de Itachi, aunque seguramente el Uchiha tampoco asistiría, ya habían transcurrido al menos quince minutos desde que decidiera salir de la empresa, y los últimos señalamientos hacia él al llegar al primer piso habían sido igual de desagradables que todos los anteriores


Ya era viernes, su último día de clases y no tenía nada más por hacer. Tsunade le había dado el día libre después de que le comentara sobre la importantísima fiesta de su novio, Jiraiya estaba llegando a casa mas tarde de lo normal y Sasori seguía manteniendo la distancia con él, rehusándose a dirigirle más que un simple saludo en los recesos


Tenía ganas de gritar, de golpear cualquier cosa para descargar un poco de la frustración que lo había estado siguiendo los últimos días, por más que trataba no conseguía solucionar nada. No podía restablecer su amistad con Sasori, Jiraiya no le daba ninguna explicación de sus ausencias e Itachi parecía estar incomodo de salir con él


Los primeros días de la semana los había pasado increíbles con Itachi. Habían frecuentado el lago y visitado una vez más el acuario, aunque en esa ocasión a Naruto no le dio tanto miedo como la vez pasada, tampoco le habían molestado las inquietantes miradas de las personas al verles caminar de la mano, pero ahora era diferente, sentía que no cumplía con las expectativas de Itachi, aunque ni siquiera estaba al tanto de cuales eran


A punto de cruzar la calle, Naruto sintió una firme presión en su brazo. Suspiró inquieto antes de darse la vuelta para encarar a Itachi pero cualquier pensamiento que quisiera expresar se quedo atascado en su garganta al bajar la mirada hacia los nudillos que lo aferraban para evitar que siguiera avanzando


Una visible mancha carmesí fue lo que atrajo su atención. Preocupado, alzó la mirada, tratando de inspeccionar a detalle el semblante de Itachi, no conforme con eso, se zafó de su agarre para proceder a revisar el resto del cuerpo de mayor, en busca de un golpe que no encontró


-Me disculpo en nombre del idiota que te ofendió- murmuró Itachi, limpiando la sangre del dorso de su mano sobre el saco negro. Naruto ladeó la cabeza, un tanto confundido por las disculpas de Itachi, sobretodo porque creyó que estaría molesto con él por haberse ido sin avisar


-Iré a mi casa a cambiarme- aclaró secamente. Itachi negó en ademan, entrelazando sus dedos con los de Naruto


-El convivio durara como mínimo cinco horas


Tratando de soltarse, Naruto bajó la mirada


-Ya no tengo ganas de ir- alegó, a sabiendas de que no era del todo cierto, se sentía más inseguro que antes pero seguía teniendo muchas ganas de asistir a aquel convivio, sobretodo porque era su última oportunidad para arreglar las cosas con Sasori, si es que el pelirrojo se presentaba


-Pues yo si- insistió el mayor, esbozando una sonrisa tan relajada que Naruto no pudo menos que maldecirse por creerle semejante mentira, y lo peor de todo es que…lo terminaría convenciendo


Ooo


Naruto se negó una vez más a hacerle compañía a otro de los muchachos en la pista de baile. En total iban cinco ofrecimientos para bailar, tres de hombres y dos de mujeres. La música resonaba con fuerza, ahogando cualquier otro sonido dentro del singular casino, el DJ alternaba canciones cada cierto tiempo y aunque la mayoría a Naruto le agradaba, quería esperar a Itachi. No llevaban más de veinte minutos adentro y su "novio" ya se había alejado para atender una llamada


Sus ojos buscaron con ansias al altivo muchacho, el más elegante y atractivo de todos, Itachi se había rehusado a regresar a su casa a cambiarse para evitar que él cambiara de opinión y decidiera no acompañarle. Era tan ridículo todo que a Naruto ya ni siquiera le causaba risa, él vestido tan informal e Itachi usando traje. Y a pesar de que el ambiente era más agradable que el anterior, Naruto estaba seguro que cualquier estudiante que posara sus ojos en ellos jamás intuirían ni por error que eran pareja


Demasiadas diferencias, tantas que se había cansado de contarlas, aunque la más notoria en ese momento fuera la personalidad de ambos. Itachi se preocupaba mucho por cuestiones profesionales, el trabajo y los estudios eran temas que en más de una ocasión salían a relucir en sus charlas, no que a Naruto le molestara pero esperaba que por lo menos esta vez Itachi disfrutara, que se relajara como le había prometido y se divirtiera un poco. Y en cambio el muchacho apenas si se divisaba en la entrada del casino, con el celular cerca del oído y su dedo índice cubriendo el otro para mitigar el intenso ruido a sus espaldas


Era un estúpido, un insensible, estúpido y patán. Todavía que decidía acompañarlo le prestaba más atención a la llamada que a él


Molesto, se cruzó de brazos, dándose vuelta sobre el banquillo para apoyar su cabeza sobre la barra, pero antes de que pudiera hacerlo, la sonrisa resplandeciente del cantinero le instó a pedir algo, tendiéndole el menú con las bebidas. Naruto dudó en tomarlo pero finalmente accedió, con una bebida que tomara no pasaría nada, Jiraiya era demasiado escandaloso cuando se trataba del alcohol, las mujeres y el dinero. Y pensar que nada de eso le gustaba a él


-Quiero…- los ojos azules se movían de izquierda a derecha, leyendo los nombres de las bebidas, la mayoría no las conocía pero admitirlo no estaba en sus planes, bastante vergüenza había pasado en la empresa del "señor" Uchiha para que encima se rieran de él por no saber diferenciar el licor del vino. –Chuh…chu


-Chuhai- completó el cantinero sin perder la sonrisa. Naruto asintió apenado, enseguida volvió la mirada atrás, buscando esta vez al muchacho pelirrojo. La cantidad de personas ahí dentro debía ser ilegal, no sabía que acudirían todos los grupos de tercero, estúpidamente creyó que solo era el de Itachi pero dentro del instituto eran cuatro salones diferentes


-Aquí tiene- en menos de dos minutos la bebida ya estaba servida. Naruto agradeció al hombre antes de tomar la copa. Dentro del cristal se apreciaba un líquido rosa burbujeante, similar a la soda, los labios de Naruto rozaron la orilla de la copa. De inmediato, el aroma a fresa se filtró por su nariz


Tal vez debería pedir otra para Itachi…


Y así lo hizo, después de beberse la deliciosa bebida de fresa con un sabor un tanto agridulce. Naruto llamó la atención del cantinero que para entonces se hallaba en el extremo contrario de la barra, atendiendo a otro grupo de jóvenes. Afortunadamente otros dos cantineros ingresaron a la barra como apoyo, y Naruto no dudó en pedir otras dos bebidas iguales


Ooo


-Te reitero que en este momento estoy ocupado- repitió Itachi, alejándose otro poco de la puerta, con su paciencia casi extinta al tener que lidiar con el insensato hombre que volvía a desglosarle las consecuencias al ceder el dominio de la empresa, eso no le importaba mas pero estaba consciente del deber de su abogado para citarle una vez más los pros y los contras de su determinante decisión. –Lo lamento, le devolveré la llamada en un par de horas- y dicho esto cortó la llamada, absolutamente fastidiado


Llevó sus dedos índice y pulgar al puente de su nariz, la cabeza comenzaba a dolerle y el sueño no había menguado desde la noche anterior, no obstante, le había prometido a Naruto que lo llevaría a la fiesta y por ende debía cumplir su palabra, especialmente después de lo sucedido en la empresa


A prisa, se dirigió a uno de los extremos de la barra, justo donde había dejado a Naruto antes de atender la llamada. Extrañamente, no se sorprendió al no verlo ahí, ni en otro de los banquillos a lo largo de la barra


Había dos opciones en donde podía encontrarse Naruto, la primera era el baño y la segunda…


Lentamente, se giró sobre sus talones, buscando con la mirada entre los cuerpos que se contoneaban sugerentes al ritmo de la música


Una mano ajena se posó en su corbata, atrayéndolo hacia una muchacha que fácilmente reconoció


-Itachi, ¿bailarías conmigo?- los ojos jade brillaron entusiastas, pero Itachi se liberó firmemente del agarre


-Vengo acompañado Sakura, lo siento- correcto, contando las veces que había repetido esa palabra a lo largo del día, ya debían sumar al menos unas diez, aunque la ultima no podía tomarse en cuenta ya que…era totalmente falsa. -¿Naruto?


Pero lo que Itachi vio lo dejo lo suficientemente desconcertado para inmovilizarlo completamente, privándolo de sus funciones motoras y casi mentales


El rubio sonreía con picardía entre los labios de otro de los estudiantes


Con la mirada perdida y una lata de desconocida procedencia en su mano derecha, Naruto rodeo el cuello del pelirrojo de ojos castaños, atractivo, muy atractivo. Y la distancia entre ambos cuerpos ya no existía en ese momento. Sus labios se movieron ansiosos, inexpertos sobre los contrarios


Saboreando el sabor amargo del licor, Naruto gimió, sintiendo la molesta erección rozando su abdomen, apenas si podía mantenerse de pie pero el firme agarre en sus caderas impidió que cayera al suelo


-¿Quieres… ir arriba?- hipó, con el intenso mareo apoderándose de su cuerpo. Pero en lugar de recibir respuesta, los labios volvieron a estamparse, con mayor ferocidad y excitación que antes


Itachi trató de mentalizarse, haciendo uso del "casi" nulo autocontrol que tenia


El conteo mental fue indispensable en ese momento, donde, a falta de palabras el deseo de matar a cierta persona y llevarse a rastras a otra…se incrementó


-Hazme el… amor otra vez…- pero sin duda el detonante de todo fueron las palabras entrecortadas que emitió Naruto, justo antes de volver a permitir que sus labios fueran mancillados por Sasori con la misma pasión que antes


Ooo


Dulce y deliciosa, así sabía aquella bebida blanca con tintes rosas. Y a pesar de ser la tercera que bebía, Naruto se sentía completamente sobrio, normal, bien


Puede que demasiado bien


Pero poco y nada le importó al terminar de dar los últimos tragos de la tercera bebida que ingería


Se había cansado de esperar a Itachi sentado y lo único que necesitaba para poder estar tranquilo era ver a Sasori, pedirle que lo escuchara una vez más. Tenían que llegar a un acuerdo, sería ridículo no arreglar nada siendo que ese era el último día que podrían verse


Lento y tambaleante se abría paso entre los estudiantes, ni si quiera sabía con exactitud que iba a decirle a Sasori, empezar igual que antes solo lo llevaría al mismo resultado pero la verdad era que no sabía que mas decir. Sasori era su amigo y por un error lo perdía


Sería tan injusto que después del apoyo que recibió del pelirrojo, ni siquiera se tomara la molestia de solucionar las cosas. Si todo estaba bien antes, podía estarlo ahora


Solo tenía que ser sincero con él, agradecerle por la amistad y apoyo que le había brindado aun sin conocerlo, y lo más importante…despedirse


Decir adiós era la palabra más dolorosa que saldría de sus labios, y no solo por el hecho sino por lo que implicaba hacerlo, dejar todo atrás, empezar de nuevo pero esta vez sin la ayuda de alguien, al menos ya no contaría con las frases reconfortantes de Sasori ni sus bromas de mal gusto que solía gastarle cuando mas mal se sentía


Era doloroso perder a un amigo, pero más terrible seria en caso de que no lograra solucionar nada, no poder explicarse adecuadamente


Debía decirle a Sasori que en verdad lo apreciaba, en serio era importante para él, pero no por eso dejaría a Itachi, porque el vínculo que ambos tenían era muy fuerte, claro que sí. Habían logrado superar varios problemas, había aprendido a escuchar a Itachi antes de abrir la boca, y también se había enamorado, el primer sentimiento de esa magnitud que tenia por una persona


Itachi era más que importante para él, aun con las diferencias de ambos y las pésimas situaciones que se presentaban, aun con todo eso lo amaba muchísimo, incluso más de lo que amaba el ramen y eso ya era una locura que poco a poco iba aceptando


Aunque lo peor de todo no era aceptar que estaba enamorado de Itachi, lo que a él le inquietaba era no poder demostrárselo por lo vulnerable que se sentía a su lado. Itachi era una persona tan distinta a él, desde su lujoso estilo de vida hasta la actitud tan gélida del muchacho. Lo había observado, lo había estado presenciando los últimos días al lado del Uchiha


Saber que Itachi podía conseguir lo que quisiera tan rápido, creer que llegaría a sustituirlo cuando se enfadara de él, imaginar que lo reemplazaría no solo en su vida sino también en su corazón, era entonces cuando la grieta de la inseguridad calaba hondo, lacerándolo por dentro y recordándole lo que sucedería en caso de que eso pasara


Itachi no tendría ningún inconveniente con cambiarlo por alguien más pero él no estaba seguro de poder afirmar lo mismo…


La música se escuchaba cada vez más lejana pero eso no detuvo a Naruto de regresar a la barra para tratar de apaciguar el fuerte mareo ocasionado por el alcohol


Un escozor en la garganta lo forzó a ponerse de pie. Quemaba, ardía. Y el único motivo que pudo encontrar Naruto fue su poco soporte a la bebida alcohólica


Jiraiya no mentía después de todo


-Una bo-botella de…agua por favor- logró articular entrecortadamente en cuanto el cantinero estuvo cerca de su lugar. Aun se sentía un poco mareado pero si bebía agua se controlaría, esperaría a que la embriaguez bajara y buscaría directamente a Itachi para irse. Ya no tenía caso estar en ese lugar que en nada se parecía a una fiesta


Había música sí, pero era lo único que le gustaba de ahí. No había golosinas ni frituras, su novio debía estarle pidiendo matrimonio a su celular y mientras tanto él estaba completamente solo, sin poder poner en orden las raras ideas que comenzaban a fastidiarlo


-Lo lamento- se disculpó el hombre, tendiéndole otra de las cartas que Naruto no dudó en tomar. –El agua se terminó, puede elegir cualquiera de las bebidas del menú, ninguna tiene alcohol


Genial ahora ni siquiera algo tan básico como el agua había, ¿Qué clase de fiesta era esa?


Naruto resopló indignado, devolviendo su (ya mareada) vista al menú. Y por más que lo intentó, no consiguió leer una sola línea, las letras parecían burlarse de él al moverse de un lado al otro


-La que ten…ga jugo de uva- pidió, sin poder impedir que la lengua se le trabara al hablar. ¿Tan poco resistente era al alcohol?


Ya no le sorprendía el hecho de que Itachi hubiera podido llevárselo a la cama con apenas unas cuantas copas


El cantinero le observó curioso tras aquellas gafas, por mas irónica que fuera la situación estaba al tanto de su posición en ese casino, y la regla fundamental era no relacionarse con ninguno de los rebeldes adolescentes que hacían gala de su referencia. Sin decir nada más, se dispuso a preparar la bebida solicitada


Con la garganta reseca y una extraña picazón en los labios, Naruto optó por recostar su cabeza sobre la barra, se sentía más mareado que antes y todo era su culpa. Podía haber guardado las bebidas hasta que regresara Itachi y en cambio las había ingerido de sentón


-Aquí tiene…- una vez más la copa le fue entregada. Naruto suspiró incomodo, un intento de agradecimiento que no merecía ser tomado como tal


Rápidamente, tomó la bebida, asegurándose de oler antes el contenido, una medida ridícula para comprobar que no tuviera alcohol. Y en cuanto introdujo su dedo índice para saborear la extraña tintura negruzca, no dudó en beberlo todo


Efectivamente, solo era jugo de uva, no había porque dudar del pobre y ajetreado hombre que atendía a los estudiantes a una velocidad digna de un premio, era eso o sus movimientos corporales eran más torpes de lo normal


Transcurrieron cerca de diez minutos antes de que la ansiedad se apoderara de su cuerpo. El mareo ya no era tan fuerte pero en cambio una extraña agitación azotaba cada fibra de su cuerpo. Tenía fiebre, estaba teniendo fiebre y antes de que pudiera darse cuenta, una extraña gala de colores psicodélicos adornaban el lugar, luces de diversos colores iluminando a las personas que se movían al compas de la música


Y él de algún modo quería estar ahí, tenía que estar disfrutando porque si estaba en una fiesta había que divertirse, no quedarse sentado como idiota


Sonriente y tambaleante, se dirigió a la pista de baile, siendo empujado una y otra vez sin importarle en lo más mínimo, por el contrario, extrañas y deliciosas descargas se disparaban por su sistema, una seguida de otra. El estremecimiento fue inminente al chocar con otro de los estudiantes, quien, molesto, se giró para enfrentar al insolente que acababa de empujarlo


-¡Oye tu…!- incapaz de reclamar nada mas, Hidan observó con detenimiento a Naruto. Con la mirada perdida y una sonrisa extraña en los labios. –Eh, Sasori- llamó a su compañero que se encontraba a escasos metros de distancia, más que ebrio pero rehusándose a abandonar el lugar. A su lado, una chica de cabellos rosas se contoneaba provocativamente


-¡Cabrón, te estoy hablando!- insistió el peliplata, consternado ante lo que parecía ser un extraño día de "tomemos hasta vomitar", al menos esa impresión le daba su compañero, por otro lado, Naruto se veía peor que perdido


-¿Qué dem…?- Sasori se dio la vuelta, enfadado de que su compañero lo sacudiera de los hombros. La cabeza le iba a estallar en cualquier segundo y el hecho de que fuera Hidan quien lo llamaba, solo terminó por fastidiarlo


-¡¿No habías dicho que la comadreja no iba a venir?!- exclamó Hidan en voz alta, cubriendo su oído derecho por el inesperado cambio de decibel en la música. Sasori aspiró, asqueado


-¡No entiendo un carajo de lo que me estás diciendo, Hidan!- y dicho lo último, lo hizo a un lado, sintiendo la sensación de asco cada vez más fuerte. Tenía que ir con urgencia al baño o terminaría devolviendo el estomago en cualquier persona u objeto que tuviera en frente


Sin embargo, su objetivo se vio frustrado con la presencia del rubio que difícilmente logró distinguir ese bello y varonil rostro, de algún lado Naruto recordaba haber visto a ese muchacho pero el raciocinio ya era casi inexistente para él, no así el calor corporal que iba en aumento


Desesperado, tomó a Sasori del cuello de la camisa para atraerlo hacia él. Si de lejos el pelirrojo era guapo, de cerca casi podía considerarse un modelo


No tardó en quitarle la lata de cerveza que el muchacho llevaba, dándole apenas un sorbo


Agitación, mareo, sensibilidad…


Naruto sonrió entre los finos labios del pelirrojo, sin saber realmente que era lo que consideraba tan gracioso. Su cuerpo reaccionaba ante el mas mínimo estimulo, el más leve roce desencadenaba una sensación placentera en su cuerpo. Y sin pensarlo más, unió sus labios con los de Sasori, recibiendo a cambio un beso aun más voraz y cargado de lujuria que el que había propiciado el mismo


-¿Quieres… ir arriba?- hipó, con el intenso mareo apoderándose de su cuerpo. Pero en lugar de recibir respuesta, los labios ajenos volvieron a estamparse, con mayor ferocidad y excitación que antes. -Hazme el… amor otra vez…- musitó sin poder controlar la excitación de la que era preso, justo antes de volver a permitir que sus labios fueran mancillados por Sasori con la misma pasión que antes


...


Sus manos temblaban e Itachi podía jurar y perjurar que aquello no se debía precisamente a una sensación tan banal como lo eran el frio o el miedo, no…era rabia, una rabia descomunal que, si no detenía a tiempo terminaría descargándola en el individuo que alguna vez fuera su compañero del equipo de debate, nada más. Nunca consideró a Sasori como un amigo, la personalidad tan relajada del pelirrojo no le agradaba mucho, no obstante, lo toleraba


Ojala pudiera decir lo mismo ahora…


Naruto trastabilló cuando el único soporte que mantenía su cuerpo alejado del suelo cayó estrepitosamente. Casi de manera inmediata la música se redujo a nada, murmullos inentendibles y un alboroto que no era capaz de enfocar, por muy cerca que estuviera de el


-¡Tranquilo…!- fue lo único que entendió Naruto, entre la sarta de palabrerías sin sentido que resonaban a su alrededor


Pero su cuerpo seguía exigiéndole roces, besos, y aunque fuera incapaz de comprender lo que realmente quería, eso no impidió que el mareo regresara, mas fuerte esta vez


Seguro de que caería al piso, cerró los ojos. Sintiendo la firmeza del agarre a sus espaldas, alguien le había sujetado para no caer pero fuera de eso, seguía sin poder diferenciar nada que no fuera la baldosa a sus pies


Un puñetazo, solo un golpe le había asestado a Sasori antes de que el resto del alumnado detuviera su bien formada concepción de mandar al pelirrojo al hospital por al menos una semana


Insatisfecho, se sentía sumamente insatisfecho a pesar de que el golpe fácilmente le había roto la nariz a Sasori, el abundante sangrado era prueba incuestionable. A Itachi no le habría sido complicado apartar al trío de individuos que le obstruían el paso para llevar a cabo su idealismo, y aunque nunca lo reconocería, el motivo terminante que lo forzó a mascar su propia rabia, contenerse y no romperle los huesos a ese insolente era el claro estado en el que se encontraba Sasori. Completamente ebrio pero eso no lo libró de un bien merecido golpe


Tras inhalar profundo y devolver la mirada hacia Naruto, Itachi se encaminó lentamente hacia él. Ignorando el alboroto que se estaba suscitando en una de las mesas aledañas donde había ido a parar su ex compañero


Una sonrisa nerviosa fue lo único que apreció en los labios de Naruto


Quería cuestionarle mil y un cosas para su actual comportamiento, desde el beso hasta las intimas palabras que había pronunciado Naruto y que, indudablemente lo habían herido. No importaba si estaba ebrio, esa no era razón suficiente para que Naruto decidiera largarse con alguien más, independientemente de si era hombre, mujer, un completo desconocido o un compañero suyo. La situación era sumamente irrisoria, y entre mas recordaba lo antes dicho por Naruto, mas escoria se sentía. Habría preferido que lo golpearan con una botella de licor en la cabeza antes que presenciar a la persona que se había ganado su corazón en los brazos de alguien más, y el solo imaginarse lo que pudo ocurrir de no haberlo encontrado a tiempo, mas encendía su rabia


Claro que no demostraría lo alterado que se sentía, aun si ya lo había dejado en claro con ese golpe, convivir con personas hipócritas durante cuatro años de algo le habían servido


Inexpresivo, contempló el suave tambaleo en el cuerpo del rubio, y solo cuando su cuerpo estuvo a punto de tocar el suelo, se animó a sujetarlo. Naruto dio un respingo de inconformidad pero eso no le importó y mucho menos le impidió cargarlo sobre su espalda


-Tócame y bésame…- Naruto balbuceaba incoherencia tras incoherencia a medida que avanzaban hacia la salida. Itachi empleó el poco autocontrol que conservaba para continuar su camino


Lógicamente jamás lastimaría a Naruto, lo amaba y estaba más que convencido de ello, pero el dolor y rabia en su interior seguía ahí, no importaba lo mucho que se repitiera cuanto amor sentía por Naruto


Por fortuna no tuvo que esperar mucho en la avenida para abordar un taxi, vehículos a esas horas sobraban y suficiente tenía Itachi ya con repasar una y otra vez la escena que había presenciado antes


Categórico fallo haberse presentado a ese ridículo e innecesario evento social, y si había accedido a ir había sido por las constantes insistencias de Naruto, ahora comenzaba a comprender en que derivaba su afán por presentarse, quería ver a Sasori


-Eres… muy apuesto- hipó Naruto, acariciando con ambas manos las mejillas de Itachi, tan pálidas y suaves. Pero no pudo seguir disfrutando de aquella suavidad cuando sus manos fueron apresadas fácilmente por otras


Itachi le dirigió una mirada de advertencia antes de soltarlo lentamente


-¿Me… quieres joder?- inquirió sensual


E Itachi le agradeció mentalmente al escaso transito, descendiendo con prontitud momentos después de pagar la tarifa enunciada por el chofer. Naruto se mordió los labios al ser cargado de nueva cuenta en brazos desconocidos


Itachi rogó interiormente porque Naruto no dijera nada mas, lo fastidiaba, lo alteraba como nunca alguien logró hacerlo antes, solo pudo equiparar aquel sentimiento de rabia al experimentado días después de la muerte de sus padres


¿Joder?


A él Naruto le pedía joder, en cambio a Sasori le pedía hacer el amor. Qué situación tan hilarante, ya le demostraría a Naruto lo que realmente era hacer el amor, después de eso no le quedarían ganas de volver a pedirle vulgarmente que se lo cogiera


-¿Te… conozco?


Itachi se frenó justo frente a la fachada de su casa, forzándose a observar la mirada celeste que hasta ese momento no se atrevía a encarar por el odio desmedido que sentía


Y entonces se dio cuenta


Pupilas dilatadas, carentes de todo brillo de lucidez, Naruto no estaba ebrio


Estaba drogado…


Ooo


-Pupilas no reactivas, estas en lo cierto- masculló el joven, alumbrando con detenimiento los ojos azules que no sufrían alteración alguna al estar expuestos bajo la fuerte luz de la diminuta lámpara. Itachi se pasó una mano sobre la cabeza, cada vez más desesperado


Drogado…Naruto estaba drogado y le llevo casi quince minutos darse cuenta de ese hecho, sin embargo, no era el estado de Naruto lo que realmente lo alteraba. No, una mezcla de emociones se suscitaba en su interior y ni siquiera era capaz de ordenar sus propios pensamientos


Estaba molesto, fastidiado, peor que enojado al enterarse que Naruto había intimado con Sasori, y al mismo tiempo le preocupaba no haber estado cuando el rubio había ingerido aquella droga. Asimismo, la obvia interrogante surgía en consecuencia de los hechos, ¿Quién había drogado a Naruto?


Quizá la estrecha relación de compañerismo que tenía anteriormente con Sasori no pudiera considerarse digna de consideración, no obstante, Itachi estaba convencido de que el pelirrojo no tenía nada que ver en ello


La decepción lo azotó, siendo secundada por la ira. Naruto no recordaría nada de lo ocurrido al recobrar sus sentidos pero eso no significaba que él no pudiera indagar a fondo sobre lo acontecido


-No hay sobredosis- determinó el médico. Itachi lo miró de soslayo, aun pensativo. –Si lo llevas directamente al hospital le harán un doloroso lavado de estomago y posiblemente lo dejen en observación


Itachi suspiró abatido, aun incapaz de decidirse. Si dejaba a Naruto en su casa, tendría que rendir cuentas con Jiraiya, exponer argumentos sin sentido sobre una situación tan trivial como lo era un simple descuido para atender una llamada


-En caso de que pase aquí la noche, solo te recomiendo que aflojes su ropa y lo vigiles- continuó el joven al notar la indecisión del Uchiha. –Dale a beber mucha agua, entre más rápido devuelva el estomago, mas pronto estará mejor- sonrió afable


-Te lo agradezco, Shisui- exhaló al cabo de unos segundos, aun incomodo por la situación. Naruto se removía sobre el colchón una y otra vez


-Descuida, para eso están los amigos- expresó sarcástico y en seguida Itachi supo a lo que se refería. El padre de Shisui era uno de los amigos más cercanos de su progenitor, y de los más leales además, irónicamente, Itachi podía contar con los dedos de una mano a las personas que formaban parte del circulo social de su padre, orgulloso, desconfiado y estricto, así era Fugaku Uchiha y actualmente él no podía describirse a sí mismo sin llegar a la adusta comparación con él


-¿Cuánto te debo?- dio por concluido el tema, sacando la billetera del bolsillo interior de su chaqueta, si había algo con lo que Itachi no quería lidiar eran sucesos del pasado. Shisui era un buen compañero, probablemente lo más cercano a un amigo, y aun así, había sido él quien concluyó con una posible amistad tras la muerte de sus padres


-Me sorprende que me creas capaz de cobrarte- comentó Shisui, frunciendo el entrecejo. –Tan solo no esperes otros cuatro años para volver a llamarme- aspiró, encaminándose a la salida. Itachi sonrió con sutileza, un gesto visiblemente forzado. –Espero que nos veamos en otra ocasión- con un ademan de mano se despidió. Itachi se quedo mirando en esa dirección, aun después de escuchar la puerta de la planta baja cerrarse. Shisui siempre le había expresado a su padre la admiración que tenia hacia él por su inteligencia y buen léxico pese a su corta edad, catorce años y era perfectamente capaz de mantener una conversación amena con cualquier conocido de su padre, y entre ellos, Shisui


De inmediato, su atención se posó en el inquieto muchacho a sus espaldas. Naruto acariciaba la almohada mientras frotaba su mejilla sobre la misma. Itachi entornó la mirada al acercarse, aun sentía esa molesta sensación aquejándolo y aunque interiormente sabia de que se trataba, no estaba en sus planes admitirlo


-Estoy aquí- pronunció en voz queda, tomando asiento en uno de los extremos del colchón. Lentamente suavizó la mirada. Aun en su estado, Naruto se veía sumamente encantador y hasta un tanto provocativo, pero a pesar de ello se mantendría firme, primero debía hablar con Naruto sobre lo ocurrido con Sasori, pensar en frio y actuar en la misma condición. Las circunstancias lo ameritaban, Naruto lo ameritaba


-Quiero que… me toques


Naruto se incorporó despacio sobre sus codos, con mucha torpeza alargó su brazo en dirección de Itachi, sombras indefinidas y halos de colores aun nublaban su visión


Resignado, Itachi accedió a la petición, atrayendo el cuerpo de Naruto con cuidado para proceder a acariciar su cabello. Aun no entendía cómo era posible que sucediera semejante ridiculez, las cosas se tergiversaban constantemente entre la relación de ambos y por más que odiara admitirlo, la mitad de la culpa era suya, de algún modo estaba fallando con Naruto y no lograba cambiar ese hecho por mas que se esforzara


-¿Me quieres?- preguntó Naruto en un murmullo, jugando con algunos mechones rubios que caían sobre su frente. Itachi carraspeó, irritado ante el cuestionamiento


-Te he dicho que te amo, no sé qué otra garantía quieres- profirió apático, cediendo con las suaves caricias en el rostro del menor. Sabía que debía controlarse, tragarse el enojo hasta que Naruto estuviera bien, entonces podrían conversar de manera apropiada, sin deslices ni justificaciones


Y aun así, los malditos celos lo carcomían en ese momento, le estaba costando horrores mantener las preguntas alojadas en su cabeza, sin exponerlas verbalmente, hacerlo sería una situación aun mas hilarante que sopesar el hecho de que Sasori fuera un mejor amante en la cama que él. Naruto no estaba en sus cinco sentidos y por consiguiente no razonaría una sola palabra de lo que le dijera, debía esperar, ser paciente hasta que amaneciera y reprimir sus ganas de regresar a buscar al infeliz de Sasori para descargar su frustración en él


Los dedos de Naruto dejaron de enroscarse en sus mechones, y aun con la mirada perdida, buscó con insistencia al portador de aquella voz seria y grave


-Necesito que me…beses- pidió entrecortado, girando sobre su cuerpo para levantarse apenas un poco. Itachi lo miró inexpresivo avanzar nuevamente hacia él


Con torpeza, Naruto lo sujetó de las mejillas


-Duérmete- Itachi detuvo el acercamiento del menor hacia su rostro, con el cumulo de emociones atosigándole


-¿Y si…no quiero?- ronroneó Naruto, cambiando la trayectoria de sus labios hacia el oído de Itachi, una suave lamida sobre su lóbulo y el Uchiha abandonó la cama, sintiendo irresistible hasta el más ínfimo roce


-Traeré agua- sentenció, negándose a ceder a la provocación. Naruto se dejo caer una vez más de espaldas, con la sensibilidad al máximo y la agitación en aumento


Velozmente, bajó las escaleras para dirigirse al comedor. La tranquilidad de esa zona consiguió aminorar su tensión


Necesitaba enfriarse, controlarse y mantenerse al margen hasta el amanecer, y sin embargo no podía, ¿desde cuándo era tan complicado dominar sus propias acciones?


Itachi no lo sabía pero estaba seguro de que la presencia de Naruto no ayudaría a resolver sus conflictos mentales. No existía un ápice de duda de que Naruto lo encendía, literalmente. Lograba molestarlo con su actitud tan inapropiada respecto a Sasori, y además lo calentaba con sus inocuas incitaciones


Simplemente perfecto, ahora tendría que lidiar también con su contradictorio estado, estaba molesto y sumamente excitado a la vez, que situación tan mas reticente


Su semblante impasible logró alterarse al escuchar un fuerte ruido proveniente de la planta alta. Sin mayor demora, vertió agua dentro del vaso. Sus manos temblaron al dejar la jarra sobre la mesa, ¿Cómo podía ser tan estúpido e imprudente en ese momento?


Naruto aun estaba mal y él en cambio perdía el tiempo en fallidos intentos por apaciguar su excitación y creciente molestia


El liquido cristalino se meció de un lado al otro cuando Itachi terminó de subir el ultimo escalón, entre preocupado y desconcertado, abrió la puerta. Pero la imagen que le produjo ver a Naruto quejándose en el suelo por el fuerte golpe en sus sentaderas solo terminó angustiándolo mas


-Duele- jadeó Naruto, flexionando un poco las rodillas para levantarse. Después de contemplar en silencio los inútiles intentos que hacia Naruto por levantarse, Itachi se acercó para ayudarlo. Definitivamente lo último que quería ahora era tocarlo, cada acción, cada palabra, el más leve suspiro que hacia Naruto lo excitaba de sobremanera


-Lo lamento- vociferó comprensivo. Naruto trató de rodear su cuello sin éxito alguno, deseaba caricias, necesitaba besos y no recibía nada


Poco a poco, acercó sus labios a los de Naruto, tomándolo de la nuca para evitar que se apartara. El rubio aceptó gustoso el desesperado beso


Ansioso, movió sus labios, tratando de corresponder el íntimo contacto sobre los mismos


Itachi no se contuvo en invadir la húmeda cavidad con su lengua, repartiendo suaves caricias a lo largo de la espalda de Naruto, abandonando por completo el raciocinio y el enojo del que era preso. Le resultaba absurdo el solo hecho de pensar en lo mucho que lo ponía Naruto con sus acciones


Quería devorar sus labios, marcarlo en lugares visibles para que nadie más osara acercarse a él, que nadie más lo viera como él lo veía, ansiaba demostrarle a Naruto lo buen amante que podía ser si se lo proponía, hacerlo tocar el cielo y llegar al éxtasis en un delicioso y placentero orgasmo, que gimiera su nombre hasta quedarse afónico, agotar completamente sus energías en medio de los interminables vaivenes de sus caderas y finalmente, vaciarse en su interior con la única expectativa de que Naruto disfrutara a niveles insospechados, inclusive que le pidiera mas, empleando esta vez el apelativo correcto


Itachi…no Sasori


Amor…no joder


Y todo vestigio de excitación se redujo a nada al notar la nula correspondencia en sus labios. Itachi rompió de inmediato con el beso, solo para contemplar la suave y acompasada respiración que acompañaba el pacifico semblante de Naruto


Se había quedado dormido en sus brazos


Ignorando el contundente hecho de que el destino estaba en su contra, Itachi se levantó, cargando con cuidado el cuerpo del menor para depositarlo con delicadeza sobre la cama


Ahora era su cuerpo y no el de Naruto el que necesitaba atención. Se habría molestado si Naruto estuviera consciente de sus acciones, no obstante y dadas las circunstancias, se limitó a cubrirlo con las sabanas, observando con detenimiento las finas facciones del rubio


Enamorado, estúpida y rotundamente enamorado de Naruto. Por lo menos se sentía más capaz de abordar cualquier tema cuando Naruto despertara. Tenía que ser comprensivo, escucharlo y ser paciente sin importar nada más. Hacia eso o su relación se fraccionaba sin remedio alguno, y en definitiva no quería eso. Había que avanzar, no retroceder


Ooo


Iracundo, entrecerró los ojos. Ya pasaba de la media noche y continuaba escuchando idioteces provenientes de la recamara de Itachi. Era más que obvio de quien se trataba, fácilmente había adjudicado los bramidos de perra en celo que soltaba Naruto de vez en vez, pidiendo que lo tocarán


Era insoportable, molesto y lo peor de todo era que su cuerpo le había traicionado monumentalmente, haciéndole tremenda jugarreta al producirle una fuerte erección de la cual tenía que hacerse cargo


Y es que a pesar de mantenerse fuera de casa lo más que le era posible, era inevitable no estar ahí. Por lógica dormiría bajo el mismo techo que su hermano mayor, al menos hasta que consiguiera alquilar un departamento que terminara por convencerlo, y vaya que había estado buscando donde alojarse. El dinero no era problema, de momento contaba con su parte de la inversión que le había otorgado Itachi, irse de ahí no representaba problema alguno, ¿entonces qué mierda lo mantenía ahí?


El estimulante ruido había cesado minutos antes pero eso no le impidió salir de su recamara para investigar un poco


A Sasuke no le sorprendió en lo mas mínimo ver la puerta abierta de la habitación de junto. Seguramente ya habían "acabado" con su indecoroso ritual de animales en celo y ahora el "precioso y rubio encanto" se largaría a su casa. Eso le daría tiempo de hablar con Itachi, era menester que su hermano se diera cuenta del error que estaba cometiendo al enredarse con ese…ese interesado de Naruto


Media sonrisa displicente jugó en sus labios al apoyar su espalda contra la pared después de echar un vistazo dentro


Joder, era patético, realmente ridículo y estúpido presenciar a su hermano mayor besando con ternura la sien derecha de Naruto, no lo soportaba…


Y una mierda, Itachi podía revolcarse con quien quisiera, lo que a él le fastidiaba era el hecho de tener que presenciar como Itachi despilfarraba el dinero de sus padres con Naruto, con un adolescente tan perturbadoramente atrayente y con dobles intenciones de por medio


Claro que Naruto no lograba engañarlo a él, podía ver tras esa mascara de mentiras, de fingido amor y fidelidad cuando era más que predecible lo que en realidad quería…dinero


Pero él se encargaría de hacerle ver a Itachi su error, de escucharlo pedir perdón por haber dudado de él cuando lo único que pretendía era ayudarlo. Disponía de poco tiempo para lograr su objetivo, Itachi era paciente hasta cierto punto y él mejor que nadie lo sabía, así que tenía que apresurarse


Lo primero seria acercarse a Naruto, frecuentarlo en el restaurante donde actualmente trabajaba, podía seducirlo a base de citas y posteriormente llevárselo a la cama, sencillo. Demasiado sencillo como para ser considerado un reto


Naruto caería enseguida y entonces Itachi se daría cuenta de su fatídico error, vería como sus intenciones siempre fueron correctas y quien en realidad buscaba herirlo era Naruto, el rubio idiota y fracasado que se había adentrado a su vida de un día para otro


-Te amo, Itachi…


El suave murmullo de Naruto lo desgarró interiormente, era la ira acumulada contra él y estaba más que convencido de ello


Sus uñas se hincaron con fuerza sobre la pared, rasgándola con furia reprimida


Como lo odiaba. Y pensar que tenía que sacrificarse para abrirle los ojos a Itachi, pero al final…valdría la pena


Ooo


Había sido una noche larga, entre prolongados bostezos y revisiones constantes para el cuidado del rubio. Y tras la exhaustiva vigilia que actualmente reclamaba horas de sueño, Itachi se encontraba junto a la cama de su recamara, pestañeando de vez en cuando pero rehusándose a entregarse al cansancio, a dormir tan plácidamente como lo hacía Naruto


La culpa era suya después de todo, haberle instado a asistir a tan irrelevante evento social con la única finalidad de compensar los errores pasados solo había provocado un grieta mas de inseguridad que Itachi estaba indispuesto a conservar. No a esas alturas donde la confianza mutua era indispensable para reforzar la relación de ambos. Naruto ahora era más importante para él de lo que llego a imaginarse antes, el rubio ocupaba un lugar mucho más significativo en su monótona y rutinaria vida, y él no permitiría que ese hecho se modificara ni siquiera por una posible infidelidad de parte de Naruto


-Mmh- lentamente, fue abriendo los ojos, adaptándose con cierta molestia a la intensa luz solar que se filtraba recientemente por la ventana, alumbrándole de lleno el rostro. Y Naruto se sentó de repente, con la preocupación que implica despertar en una casa ajena, aunque no fuese la primera vez que eso ocurría, aun así le alarmaba ese hecho, y se inquietó aun mas al notar la expresión cansada y sombría del muchacho de cabello ébano y mirada escarlata, de pie junto a la ventana, Itachi lo observaba, o eso creía Naruto puesto que las prominentes ojeras del Uchiha se habían ampliado considerablemente, dándole un aspecto poco prolijo


-B-Buenos días- fue lo único que atinó a decir, rascando su nuca con evidente nerviosismo que acompañaba los recuerdos borrosos de la noche anterior. Los ojos color cielo se desviaron hacia su propio cuerpo y algo turbado observó el camisón blanco que apenas si alcanzaba a cubrir sus muslos


Ruborizado, se puso de pie pero Naruto supo que fue un grave error hasta que trató de dar el primer paso, su cuerpo inútil no respondió y solo los fuertes brazos del mayor evitaron una caída segura. No había duda de que Itachi poseía unos excelentes reflejos


Sus piernas estaban entumecidas, un doloroso gemido secundó al punzante dolor de cabeza que regresaba, con más fuerza esta vez


-Veo que no hay necesidad de preguntar cómo te sientes- Itachi lo depositó con sumo cuidado sobre la cama, cerciorándose de cubrirlo con la cálida sabana. Naruto parpadeó, entre confundido y avergonzado por el trato sobre protector de su pareja. Recordaba haberse embriagado imprudentemente, casi voluntariamente al saberse solo y en una fiesta, después de eso había estado buscando a Itachi pero todo se tornaba difuso, demasiado


-Itachi- sus labios resecos le exigieron agua al pronunciar las palabras, la lengua se le trababa un poco pero Naruto lo consideró normal, no estaba acostumbrado al licor así que era lógico su estado


Tras mirarle de soslayo, Itachi alcanzó el vaso de cristal que reposaba sobre el buro. Nuevamente la interrogante estaba de mas, no esperó una afirmación, mucho menos una petición para acercar el vaso a los labios de Naruto, humedeciéndolos solo un poco, incentivando con ello a que el rubio bebiera del liquido vital


El reloj de pared recién marcaba un cuarto para las diez y aun tenía que rendir cuentas con Jiraiya, explicar parcialmente el asunto y de ser posible, evitar entrar en detalles


-Se…- Itachi tomó aire, siseando las palabras que añoraban salir de sus labios. –Se que no es el momento adecuado pero necesito saber que fue lo que ocurrió entre Sasori y tu- las facciones felinas se tensaron por una fracción de segundo, presintiendo lo peor


-¿Te… refieres a aquella vez que…?- nervioso, estaba sumamente nervioso, la mirada sobria y el semblante imperturbable de Itachi no le ayudaban en nada


E Itachi asintió en silencio, sin pretender dialogar nada más hasta que Naruto tomara la iniciativa de aclarar su primera duda. Impasible, tomó asiento en la orilla de la cama, en espera de una respuesta que seguramente le produciría un amargo sabor de boca


-Solo tuvimos sexo- soltó Naruto. Cabizbajo y con una sensación de angustia golpeando en su pecho. Su respiración se aceleró al no escuchar reclamo. Esperaba un golpe, un insulto, ambas cosas acompañadas de una agria despedida, que Itachi le dijera que todo se había terminado entre ellos, que le dijera que era una persona vulgar y estúpida, que lo odiaba


Esperaba cualquier cosa, menos un suave roce en su mejilla. Confundido y con un nudo atravesándole la garganta, se atrevió a alzar la mirada


Azul y escarlata se fundieron en una mirada cargada de una mezcla de emociones contrariadas por ambas partes


Naruto cerró los ojos, aun temeroso del silencio de Itachi. No sabía cómo se había enterado pero eso ya no importaba ahora, un error así era imperdonable y hasta ese momento se arrepentía de haber estado con Sasori. Aun si Itachi había tenido relaciones con Konan cuando estaban saliendo, pese a que eso hubiera ocurrido, él no debió precipitarse. Había lastimado a dos personas con sus actos impulsivos y ya era tarde para remediarlo


-Perdón- bisbiseó consternado, con los ojos fuertemente cerrados y sus manos aferrando con fuerza las sabanas, un intento fallido por canalizar la sensación de culpa. Los ojos de Itachi reflejaban dolor y decepción y solo él era el culpable


-¿Por qué?- continuó Itachi, a pesar de que sentía la garganta reseca y con cada pregunta solo se hería a sí mismo. Era completamente necesario abordar ese tema y confiaba en que Naruto lo ayudaría a resolver el conflicto emocional que había causado en él. Estaba convencido de que podrían resolver el asunto, por más complicado que este fuera


Naruto dejo de apretar los parpados, forzándose a mirar a Itachi de nuevo. Las emociones dieron un giro abrupto ante la pregunta del mayor. La mente de Naruto comenzaba a despejarse de la neblina que le impedía razonar bien lo acontecido


Sus ojos brillaron con una chipa de incertidumbre que Itachi notó enseguida


-Porque me engañaste- soltó con desdén. –Me mentiste- sus labios se curvearon hacia abajo. –Dijiste que estabas soltero, que no había nadie más en tu vida amorosa- Itachi separó un poco los labios, dispuesto a defenderse con argumentos pasados, ese tema ya lo habían discutido, inclusive se había visto en la necesidad de recordar la muerte de sus padres. –Primero escúchame- tajó, interrumpiendo cualquier frase que Itachi pudiera decir. –Eres la primera persona a la que me entrego totalmente y no solo me refiero al sexo


Hondo, muy hondo calaron las palabras de Naruto, sin embargo, Itachi no se inmutó, su expresión indiferente daba a entender que las razones estaban de sobra, no obstante, quien había preguntado era él y por consiguiente debía escucharlo, ser paciente como se prometió a si mismo hacer la noche anterior


-Me gustabas y por eso acepte salir contigo, además estuve con Sasori cuando tu y yo terminamos- Naruto sonrió amargamente, no pretendía justificarse pero deseaba al menos que Itachi lo comprendiera antes de que decidiera hacerle añicos el corazón de nuevo. -¿Cómo crees que me sentí cuando me entere de que Konan era tu pareja?...me esforcé en hacerte una fiesta porque pensé que estarías solo en tu cumpleaños, le pedí ayuda a tus amigos y me perdí cuando fui a la plaza a comprar los adornos- Itachi entornó la mirada, no le estaba gustando para nada el rumbo de la conversación, detestaba que le echaran en cara cosas que él "jamás" pidió


-Nunca te pedí una fiesta- masculló indiferente. –Tampoco te pedí que invitaras a mis…- dudó. –Compañeros de debate, odio las fiestas como no te lo imaginas, detesto estar rodeado de gente hipócrita todo el tiempo y lo que más me aborrece... –los ojos azules se cristalizaron inevitablemente, rememorando ese día, entonces no dolía tanto porque Itachi se había quedado callado, pero ahora…


-Eres un idiota


-Lo que más me aborrece es tener que compartirte con alguien más- exhaló Itachi con cierto recelo. Naruto detuvo sus movimientos fallidos por levantarse de la cama, incrédulo ante semejante afirmación. –No deseo verte con nadie más y tampoco soporto que estés con...él- de algún modo evadir el nombre del pelirrojo le ayudaba a sosegarse. Una sonrisa traviesa jugó en los labios de Naruto, extrañamente se sentía feliz al presenciar a Itachi exteriorizando sus celos. –La chica de la heladería, su primo, él…- endureció instintivamente la mirada. –No quiero que te alejes…que te alejen de mí- se corrigió en un sonoro suspiro


Naruto gateó despacio sobre la cama, con la única intención de acercarse al ojeroso e inexpresivo muchacho, cuya gélida mirada se había suavizado considerablemente, dejando expuesta una faceta totalmente vulnerable y susceptible


-Te amo, Itachi- se sinceró, sin ser consciente de haberlo dicho antes. El aludido sonrió a medias, acariciando la mejilla de Naruto con el dorso de su mano, complacido de la sumisión que mostraba Naruto en ese momento, como si no existiera problema alguno entre ellos, como si nunca hubiera existido agravio de parte de ninguno. –Solo a ti…


Naruto dudó en acercarse más, limitándose a mirar los hermosos ojos escarlata, enmarcados por largas y tupidas pestañas


Los ojos azules tintinearon cuando los labios de Itachi se estamparon sobre los suyos, ansiosos y hambrientos. Naruto cerró los ojos para rodear el cuello del mayor, entregándose al fogoso beso que su pareja acababa de propiciar, el alivio volvió a su cuerpo de manera inmediata, Itachi no iba a dejarlo y él no iba a dejar a Itachi, sin importar que sucediera, si habían soportado y superado los problemas pasados, lograrían sobrellevar los futuros, solo necesitaban confiar más en el contrario, no cometer los mismos errores y lo más importante, entregarse mutuamente, sentimentalmente


Naruto se apartó de repente, girando la mitad de su cuerpo sobre el colchón, desconcertando a Itachi con ello


-¿Otra vez?- preguntó inocentemente. El cándido semblante solo consiguió excitar más a Itachi, incitándolo a sucumbir una vez más ante los encantos propios y naturales del menor


-No lo hicimos- negó suavemente, pasando con delicadeza sus manos por la cintura de Naruto, aferrándolo más a su cuerpo y provocando que un pequeño gemido de sorpresa escapara de los labios contrarios. Naruto resintió la caricia mucho más que en las veces pasadas que estuvieron juntos, no estaba consciente de si se debía a su estado de "embriaguez" o solamente se debía al tacto tan intimo de Itachi, pero no tuvo tiempo de preguntar nada al sentir los labios de Itachi apresando de nuevo los suyos, sumiéndolo en un cálido y desesperado contacto labial


Rápidamente, el beso se tornó más demandante, exigiendo la participación de su lengua al sentir la invasión en la propia. Naruto gimió quedito, percatándose de la fuerte erección a sus espaldas. Sus manos descendieron lentamente hasta posarse en esa zona, obteniendo como respuesta un suave gruñido de excitación


Rompiendo con el apasionado beso, se dio la vuelta, quedando esta vez de frente con Itachi, la mirada cargada de deseo de su pareja le instó a continuar con los suaves y torpes movimientos sobre su hombría, acariciando el miembro por encima de la tela


Pronto, sus manos fueron atrapadas por las de Itachi, sosteniéndolas encima de su cabeza con tanta facilidad que fastidió a Naruto


La sonrisa lujuriosa de Itachi terminó por despertar su deseo por ser tomado, pero sin derecho a réplica, presenció como el mayor se posicionaba sobre su cuerpo, apresando sus caderas con ambas piernas


Un brutal sonrojo se extendió por el rostro de Naruto cuando la mano de Itachi viajó sobre el camisón, lento, muy lento, acariciando sin pudor alguno el contorno de su cuerpo, deslizándose con destreza hasta sus piernas


Restringido de todo movimiento, Naruto desvió la mirada, su ritmo cardiaco se aceleró a niveles inimaginables mientras la mano de Itachi se adentraba bajo la única prenda que cubría su cuerpo


-Ah, Itachi…- mordió sus labios y cerró los ojos, la mano de Itachi lo estaba masturbando casi de manera tortuosa, lento y suave, despertando aun mas su erección


Inesperadamente, separó los labios, emitiendo gemidos entrecortados y frases casi inentendibles, pero Itachi intuyó de inmediato lo que Naruto quería que hiciera y sin dudarlo, aumentó el ritmo que llevaba su muñeca, masajeando con maestría la erección del menor y al mismo tiempo, deleitándose con las reacciones tan arbitrarias de Naruto, sus mejillas ruborizadas, respiración irregular, y un estremecimiento que rápidamente se contagió a su cuerpo, propiciando un molesto calambre bajo su abdomen


-T -Tómame ya- pidió Naruto, aun sin abrir los ojos. Se sentía a desfallecer pero no quería terminar tan rápido y estaba más que seguro que Itachi tampoco lo quería


Itachi cesó con los movimientos de su muñeca para acomodarse entre las piernas de Naruto, este intentó aferrar las sabanas bajo sus manos pero le fue imposible cuando Itachi entrelazó sus dedos con los de él, transmitiéndole la seguridad que necesitaba


Asintió nervioso, abriendo nuevamente los ojos para encontrarse con la lasciva mirada escarlata sobre él


El líquido pre seminal rozó insistentemente su entrada, alterándolo y excitándolo más al sentir la punta del miembro de Itachi. Intranquilo, se apoyó sobre sus codos, inclinando la mitad de su cuerpo para sujetar los hombros de Itachi


-No te voy a lastimar- con voz ronca a causa de la excitación, Itachi murmuró en su oído, depositando un beso casto sobre su frente poco después. Naruto se quedo perplejo unos instantes, y aunque no sabía si el comentario era literal, se limitó a asentir


Despacio, Itachi entró en él, sintiendo una exquisita presión en su hombría a medida que ingresaba, el cuerpo de Naruto vibró al tener todo el miembro en su interior, sin pensarlo se asió a la espalda de Itachi, instándolo a comenzar con el vaivén


Repetitivos y placenteros espasmos sacudían su cuerpo con cada fuerte estocada de Itachi, asimismo sus labios proferían escandalosos gemidos que seguramente traspasaban las paredes, y Naruto no se equivocaba en ello


Sus uñas se hincaron en la espalda de Itachi a medida que se disponía a separar un poco más las piernas, permitiéndole un mejor acceso al mayor


Itachi se apoyó firmemente sobre las palmas de sus manos, balanceándose con presteza de atrás hacia adelante, arremetiendo con fuerza en la estrecha entrada que apresaba deliciosamente su hombría


Mechones dorados se adhirieron a su frente al cabo de unos minutos, el incesante vaivén de las caderas de Itachi lo tenía al borde del orgasmo y de forma inconsciente comenzó a gemir su nombre una y otra vez, sin saber que con ello alimentaba aun mas los deseos carnales de Itachi


Itachi se regocijaba al escuchar los fuertes gemidos contra su oído, haciéndolo tocar el nirvana. Con más rapidez, penetró al sensible rubio que se retorcía de placer bajo su cuerpo, llegando al éxtasis en una de las tantas embestidas que secundaron una deliciosa y placentera corriente eléctrica en su columna


Naruto gimió prolongadamente al sentir el líquido caliente en su interior, diversas tonalidades inundaron sus pupilas ante el inminente orgasmo, uno único y tal vez irrepetible, su cuerpo aun vibraba bajo los vestigios de placenteras y electrizantes corrientes


Su pecho subía y bajaba con rapidez, su cuerpo se estremeció cuando Itachi se dispuso a salir con cuidado de su interior


-¿Jiraiya sabe que estoy aquí?- preguntó en un suave jadeo, mirando el blanquecino techo. Itachi respiraba aun agitadamente y ante tal cuestionamiento no pudo menos que acicalar su desaliñado cabello


-No realmente- respondió parsimonioso, Naruto se alteró de inmediato


-¿Cómo que no realmente?- quiso saber, aun a sabiendas de la respuesta, Itachi se levantó de súbito


-¿Qué quieres comer?- desvió el tema. Naruto estaba a punto de replicar pero el vacio en su estomago pudo más que su curiosidad y preocupación


-Ramen- ni siquiera vaciló, Itachi le dedicó una fugaz y relajada sonrisa antes de proceder a ponerse los pantalones. –De carne de cerdo- agregó, cubriéndose medio rostro con las sabanas


-De acuerdo- sin miramientos, se encaminó a la puerta. Una conocida silueta pasó junto a él, rebasándolo antes de que pudiera llegar a las escaleras. –Sasuke- entornó la mirada al ver como el susodicho se detenía, sin volver la vista atrás una sola vez


-Iré a comer fuera- aclaró Sasuke, antes de que la secuencia de preguntas comenzara. – Y pasare la noche en un hotel, tu puta no me dejo dormir- sin más, bajó las escaleras, ignorando la fiera mirada a sus espaldas


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