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Amor de cristal por RLangdon

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-Itachi- Naruto se acercó vacilante, temeroso de recibir otra negativa por el susodicho
 
Itachi mantenía la miraba baja, pese a los insistentes reclamos del padre de Konan. Lo había estado analizando todo la última hora, justo antes de abandonar la empresa con destino a la iglesia en la que actualmente se encontraba
 
El contrato había sido firmado por él, mas no entregado y ahora perdía toda validez, las hojas blancas se habían consumido en su mayoría por el fuego. No quería aceptar una responsabilidad tan grande como la que implicaba el matrimonio, pero la principal razón para negarse eran sus sentimientos, los cuales había estado evadiendo desde una semana atrás cuando decidió poner fin a su relación con Naruto
 
Y aunque Naruto no lo perdonara, a pesar de saber que no merecía el perdón de Naruto, aun si se negaba a absolverlo de sus fallos pasados….lo buscaría
 
Naruto se tambaleó al estar junto al hombre que seguía sujetando a Itachi del cuello de la camisa, un fuerte mareo se apoderó de su cuerpo, sin que fuera capaz de seguir avanzando, sintió un suave cosquilleo en su nariz
 
Dos, tres gotas del líquido carmesí salpicaron la alfombra antes de que la estrepitosa caída acaparara la atención de los presentes
 
-¿Naruto?- Itachi alzó la mirada, el escándalo aumentó, los murmullos y señalamientos sin sentido se escucharon con mayor fuerza dentro del lugar. Itachi apartó de golpe al padre de Konan para dirigirse hacia Naruto
 
¿Cuánto tiempo llevaba Naruto ahí?, ¿Por qué había ido?, ¿Qué hacia?
 
Una pregunta secundaba a la otra a medida que Itachi golpeaba con suavidad las, ahora, pálidas mejillas de Naruto, no hubo necesidad de escudriñar la situación para darse cuenta de lo que ocurría
 
Más gotas carmesí se deslizaron por los labios de Naruto, igual de pálidos que sus mejillas
 
Itachi se sujetó la cabeza con ambas manos, su cuerpo se paralizó pero se forzó a aferrarse a la realidad para pedir en un doloroso sollozo que llamaran a la ambulancia
 
Pronto, el escándalo se disipó. Incluso el padre de Konan y la susodicha se ofrecieron a auxiliar al chico que yacía inconsciente en el suelo
 
-¡No se amontonen!- exclamó una voz al fondo. –Déjenlo respirar
 
Sasuke permanecía estático a espaldas de Itachi, a punto de interceder por su hermano. Su atención cayó en el chico rubio al que había estado fastidiando minutos antes
 
-¡Compresas…!- sugirió uno de los abogados. –Compresas de agua- chasqueó los dedos para apresurar la orden
 
Itachi miró en derredor, buscando algún trozo de tela que le sirviera. Fue el mismo sacerdote quien le ofreció un pañuelo blanco para que lo humedeciera
 
Tras colocarlo en la frente de Naruto, se sentó a su lado, abrazándolo contra su pecho para susurrar palabras tranquilizadoras
 
Un "todo va a estar bien", "perdóname" y "te amo", fueron las únicas frases que consiguieron salir con coherencia de sus labios
 
Apretó con firmeza la mano de Naruto mientras esperaba con desesperación palpable la llegada de los paramédicos
 
Ooo
 
Lentamente abrió los ojos, acostumbrándose a la luz de la habitación. El fuerte olor de antisépticos inundaba el cuarto en el que se encontraba
 
Naruto parpadeó algunas veces antes de poder enfocar la mirada. Una mascarilla de oxigeno en el rostro y el repentino dolor punzante en su brazo derecho terminaron por confundirlo e inquietarlo
 
Se sentó tan rápido que otro fuerte mareo lo atacó
 
Itachi se acercó deprisa a la cama para empujar con suavidad a Naruto del pecho, forzándolo a recostarse de nuevo y evitando a tiempo que se quitara la mascarilla del rostro
 
-Descansa- musitó, inclinándose para besar el dorso de la fría mano que poco a poco recobraba la calidez de antes
 
Naruto se sentía muy cansado así que optó por obedecer. No quería dormirse de nuevo, no si eso implicaba perder la noción del tiempo
 
Miró hacia su costado, las gotas de suero descendían despacio por el tubo transparente. Siguió con la mirada el recorrido del líquido, solo entonces se dio cuenta del porqué del molesto dolor en su antebrazo, una cintilla blanca cubría la jeringa que transportaba el suero hacia su brazo
 
De nueva cuenta miró a Itachi, el cual no dejaba de acariciar su cabello a la par que depositaba un beso seguido de otro sobre su mano
 
No entendía que hacia ahí, quería recordar pero al primer esfuerzo un nuevo mareo amenazaba con sumirlo en la inconsciencia. Desistió de sus intentos por recordar, la mascarilla de oxigeno le resultaba molesta pero cuando acercó su mano libre hacia ella para quitársela, Itachi volvió a intervenir, sosteniendo su muñeca con firmeza, sin emplear mucha fuerza en el agarre
 
-La enfermera la retirara cuando lo crea conveniente- masculló con voz tan suave que Naruto no pudo menos que arquear una ceja. La mascarilla le impedía hablar, preguntar las decenas de dudas que lo sacudían. –Por favor Naruto, descansa
 
Pero el no quería descansar. Ya había dormido suficiente. No tenia sueño, quería levantarse, quería irse
 
Sentía un dolor ajeno al físico en su cuerpo y no comprendía la razón
 
-Aun estás débil. No te has alimentado bien los últimos días- la mirada de Itachi ensombreció. Naruto logró entrever cierto aire de remordimiento en las pupilas escarlata que tanto lo embelesaban
 
El comentario pareció surgir efecto al cabo de unos segundos. Naruto analizó despacio lo que se le había dicho, recordando por fin el motivo de su dolor
 
Fue tan rápido que Itachi no consiguió detenerlo esta vez
 
Se arrancó la mascarilla de oxigeno y aspiró hondo todo el aire que fue capaz
 
-¡Naruto!- angustiado, Itachi se volvió para tratar de ponerle de nueva cuenta la mascarilla
 
-¿Qué pasó?- los ojos azules se movían de izquierda a derecha, con tanta aflicción que Itachi temió quebrarse allí mismo. -¿Te casaste?
 
Con un nudo en la garganta, Itachi se apresuró a negar
 
-No. Y no lo hare- quería decir más, necesitaba expresarle lo mucho que lo amaba. Ansiaba decirle a Naruto que nunca mas volvería a dejarlo solo, todo había sido un error, una decisión pésima, precipitada
 
Vio como Naruto hurgaba entre su playera, buscando algo. Itachi no alcanzó a preguntar cuando Naruto dejo a la vista la sencilla cadena que le había comprado, esa vez habían discutido por la infranqueable modestia de Naruto por ese collar
 
-Estaba muy triste- admitió Naruto con una amarga sonrisa. –Pensé que no te vería más y por eso fui
 
-Naruto…
 
-Quería despedirme también
 
Itachi lo miró incrédulo. Le había aclarado que no pretendía casarse, y era cierto. El padre de Konan había desistido con el incidente de Naruto, estaba ajeno a la situación pero el hecho de que Konan abogara por ambos terminó por convencerlo
 
Quizás porque ella vio su sufrimiento, o tal vez por el sufrimiento de Naruto
 
No importaba. Konan sabía que si estaban juntos, por más que lo intentaran no podría amarla, ni ahora ni nunca. Nadie podría reemplazar el lugar que Naruto se había ganado en su corazón
 
-No necesitas despedirte, Naruto- tomó asiento junto a la cama, cuidando de no rozar el suero. –No voy a casarme. Estaré contigo si me lo permites
 
-Es que…- Naruto dudó en responder. –Ya no sé si puedo confiar en ti, Itachi
 
Las palabras calaron hondo en el aludido. No fue el tono frio que uso Naruto sino el significado de la oración lo que logró desorientarlo aun más
 
-Te amo Itachi pero…
 
-¡Aquí estas!- el ruidoso golpe contra la puerta los alertó a ambos. Itachi dejo de mirar a Naruto para observar al furibundo pelirrojo que entraba con paso firme, acercándose amenazante hacia él
 
El impacto fue tan rápido que no lo vio venir, mucho menos logró esquivarlo
 
-¡No, Sasori!
 
Naruto se puso de pie velozmente, apoyándose en la base de metal que tenía suspendido el suero
 
Sasori detuvo el segundo golpe que pretendía dar al escuchar la voz apagada de Naruto. Su enojo se redujo a nada, siguió de largo para abrazar al rubio con fuerza. Le había costado muchísimo sacarle información a Sasuke pero finalmente desenmarañó la situación
 
Se había equivocado, creyó erróneamente que Naruto estaría bajo el cuidado de Itachi. Solo por eso se había abstenido de visitarlo, la única razón que lo mantuvo a la distancia y por la cual se arrepentía ahora
 
-Tomaría tu lugar si pudiera- susurró en el oído de Naruto, sin dejar de lado las caricias
 
Naruto se sonrojó ante la calidez del abrazo, dulce y sincero, acompañado de una frase igual de cálida
 
No se reprimió en corresponder el gesto, mostrándose dócil entre los brazos del pelirrojo
 
Itachi se incorporó con cuidado, apoyándose sobre los codos. El hecho de que un golpe de Sasori lo hubiera derribado demostraba lo débil que se encontraba en ese momento
 
Quizá su estado no era tan crítico como el de Naruto. Él no había necesitado ser internado en una clínica pero aun así, sus defensas estaban bajas
 
Sus ojos se entornaron al volver la mirada al frente. De haber sabido lo que vería se habría quedado en el suelo
 
Su corazón se hizo añicos. Con solo ver como Sasori abrazaba a Naruto, con tanta confianza que sintió deseos de golpearlo tan fuerte que valdría la pena su estadía en ese lugar
 
Sin embargo no lo hizo. Amaba a Naruto y se lo demostraría en caso de que su chico rubio dudara de sus intenciones
 
No lo culpaba. Él mismo se había maldecido hasta el cansancio cuando el médico en turno le informó de la debilidad que presentaba Naruto por la mala alimentación que estaba teniendo últimamente
 
Una vida sedentaria, producto de la falta de amor, de apoyo, de cariño
 
Era a quien Naruto necesitaba más y había sido quien le rompió el corazón sin reparar en las consecuencias
 
Pensó en el bien de Naruto a largo plazo, una equivocación patética de su parte. Naruto no disponía de nadie más ahora. No tenía un pilar en el cual apoyarse para seguir adelante
 
Naruto necesitaba más que unas simples promesas superfluas y un par de palabras de aliento
 
Lentamente, se acercó hacia ellos, su serio semblante ahora reflejaba vulnerabilidad, una debilidad que poseía al igual que todo ser humano
 
Sasori se dio la vuelta para encararlo, aun a la defensiva. No quería pelear pero lo haría de ser necesario
 
Naruto se limitó a sentarse sobre la cama. Aun se sentía débil, cansado. Había dormido lo suficiente pero no se había repuesto totalmente
 
Temió lo que sucedería cuando ambos muchachos se miraron mutuamente. Una pelea segura, mas golpes, mas discusiones sin sentido
 
No ocurrió…
 
Lo que hizo Itachi lo dejo tan perplejo que por un segundo creyó estar soñando o bajo el efecto de algún medicamento
 
Naruto se frotó enérgicamente los ojos al ver como Itachi le extendía su mano a Sasori al tiempo que esbozaba una sonrisa autentica
 
Atónito, Sasori retrocedió un paso. Miró a Naruto a sus espaldas, incrédulo, escéptico de la muestra de camaradería de Itachi en momentos así, donde había previsto que ambos terminarían haciéndole compañía a Naruto por la segura riña
 
Itachi mantenía la mano extendida en su dirección. Vaciló unos segundos antes de tomarla, dándose el lujo de dudar una vez más
 
Finalmente, Sasori la estrechó. Las discusiones habían terminado, la rivalidad entre ambos cesaba
 
-Ahora vas a explicarme por qué demonios te pensabas casar- no era una pregunta, sino una afirmación. Se cruzó renuente de brazos. Naruto se recostó de lado
 
-Eso no te incumbe- Itachi pasó junto a Sasori para dirigirse al rubio que mantenía la mirada fija en un punto de la pared
 
Acarició con suavidad su mejilla para después depositar un suave beso sobre ella
 
La enfermera no tardó en ingresar a la habitación con una bandeja de comida
 
Naruto se incorporó rápidamente al escuchar a Itachi informarle sobre la llegada de sus alimentos, más sin embargo, un gesto de repulsión se hizo presente al divisar la gelatina y un vaso con jugo de naranja
 
-Si te recuperas pronto te llevare a cenar lo que quieras- el tono que empleó Itachi fue tan bajo que Naruto creyó no escuchar bien. Ladeó la cabeza, un poco desorientado, todavía no tenía la oportunidad de conversar con Itachi. –Una vez que te den de alta- agregó dubitativo
 
-Eres un idiota, celoso, posesivo, insensible- enumeró Naruto, cubriéndose el rostro con la almohada cuando la enfermera se plantó del lado contrario de la cama. El rostro de Itachi pareció teñirse de una tristeza aun más profunda
 
Sasori optó por guardar silencio, observar a la lejanía era su fuerte cuando se trataba de Naruto
 
-Y lo peor de todo- Naruto suspiró con pesadez al ser tocado por la enfermera. Sabía que tenía que comer para recuperarse. –Es que aun te quiero- una sutil sonrisa jugó en sus labios al tiempo que se acomodaba para recibir la bandeja
 
Ni bien la enfermera se retiró, Itachi tomó su lugar, más animado que nunca
 
Sasori sonrió satisfecho al presenciar lo melosa que se había puesto la pareja. Era un tanto irónico ver a Itachi alimentando a Naruto en la boca como si se tratara de un niño pequeño, pero lejos de querer objetar, estaba complacido
 
La expresión de indiferencia en el rostro de Itachi no había vuelto a aparecer el tiempo que decidió permanecer a la expectativa
 
El sonido de sus pasos se perdió en el edificio, no había nada que hacer ahora, salvo esperar. Porque él siempre estaría ahí para Naruto…siempre
 
-¿Por qué tardaste tanto? Estaba a nada de largarme- Hidan expresó su inconformidad al ver salir al pelirrojo, tan despreocupadamente que deseó darle un puñetazo
 
Sasori se encogió de hombros, restándole importancia al asunto. Solo tenían permitido otorgar dos pases por persona y ya que Itachi no iba a salir de ahí, únicamente podía ingresar alguien más. Lógicamente tenía que ser él, quería ver a Naruto y cerciorarse de que estuviera bien. Afortunadamente así era y él no podía sentirse más satisfecho por ello
 
-¿Y Pain?- miró a ambos lados en busca del aludido. Hidan chasqueó la lengua con enfado
 
-No debe tardar. Quedo de verse con su hermano cerca de aquí, no hace mucho que lo llamó
 
-¿Hermano?- Sasori cruzó los brazos detrás de su cabeza. Ahora se daba cuenta de lo poco que conocía a sus propios compañeros
 
-Si- Hidan afirmó algo fastidiado. –Mira, allá viene- señaló a su derecha con el índice
 
Sasori se volvió en esa dirección. Entrecerró los ojos para poder divisar al par de individuos que se aproximaban hacia ellos
 
-También traje la botarga de sapo, espero que no te moleste- una sonrisa nerviosa se amplió en los labios del pelinaranja menor. Sasori hizo un esfuerzo por no cerrar los ojos al ver de cerca a los hermanos
 
Podría decirse que eran idénticos pero ciertos rasgos faciales los diferenciaban, además de la estatura y la complexión física. El otro muchacho era de menor edad, sus facciones lo delataban, además de no llevar ninguna perforación, contrario a Pain
 
Ojos castaños, sonrisa coqueta
 
Su corazón empezó a latir cada vez más rápido
 
-¿Cómo se llama?- susurró a su compañero de al lado. Hidan meditó la respuesta unos instantes
 
-Yahiko…creo
 
Ooo
 
Naruto corría de un lado al otro, frente a la redecilla, esperando ansioso poder tocar la pelota antes de que cayera al suelo. Itachi retrocedió unos pasos antes de golpear la pelota en la dirección opuesta a Naruto
 
-¡Dos a cero!- exclamó Sasori, divertido por la expresión de decepción que tenia Naruto
 
Ciertamente, le encantaría ayudarle y lo haría de no ser porque la arena estaba demasiado caliente, y el voleibol no era su fuerte, además, el hecho de que Itachi accediera deliberadamente a jugar con Naruto evidenciaba que cualquier presencia ajena a la de ellos dos sería considerada una molestia a esas alturas
 
-Haces trampa- Naruto corrió en dirección de la pelota, frunciendo levemente los labios
 
Itachi lo observó con una sonrisa autosuficiente. Naruto se estaba recuperando muy pronto, a casi diez días de estar hospitalizado, lo habían dado de alta tres días después y aunque Naruto se rehusaba a acompañarlo, terminó accediendo
 
Un par de días en la playa bastarían para que Naruto recobrara el ánimo. Le hacía falta exponerse al sol un poco, divertirse en compañía de más personas. Ese había sido el principal motivo que lo orilló a reservar no solo un cuarto de hotel, sino tres
 
Naruto era su prioridad en ese momento, siempre lo había sido, aunque sus decisiones en cuanto a la relación de ambos no habían sido las mejores
 
Sentado en uno de los camastros, Sasuke se cruzó de brazos, dejando escapar un sonoro resoplido de enojo. ¿Qué carajo hacia él ahí?
 
Parecía más una jodida mascota que un acompañante. Suficiente tenía ya con ver a esos comiéndose a besos y encima al trío de descerebrados que no paraban de decir estupideces entre ellos
 
La arena le salpicó el rostro cuando Hidan pasó corriendo frente a él
 
-¡Ten más cuidado, idiota!- se quejó, escupiendo los restos de arena que se habían quedado impregnados en sus labios. Molesto, se frotó los ojos, algunas partículas también habían entrado en ellos
 
Quería regresar, extrañaba el silencio reconfortante de su hogar, sin molestias, sin tanto ruido. La única razón que lo llevo a aceptar acompañar a Itachi en su estúpido viaje habían sido las malditas terapias que el imbécil del amigo de Itachi pretendía darle. Lo último que necesitaba era recordar lo sucedido en el subterráneo, a esa víbora rastrera y esas sensaciones tan asquerosas en su cuerpo
 
Naruto sonrió ampliamente al escuchar los quejidos que Sasuke profería al viento. Lo contempló en silencio ponerse unas gafas oscuras para evitar que más arena le entrara en los ojos
 
-Si te distraes perderás de nuevo- masculló Itachi a la distancia. Sin embargo Naruto hizo caso omiso a la advertencia y continuó avanzando hasta quedar de frente al camastro del Uchiha menor
 
-No se permiten gafas- sonrió irónico, pasando a retirar el objeto en cuestión
 
Sasuke se puso súbitamente de pie al ver como Naruto se alejaba con sus gafas
 
-No te atrevas- amenazó en voz baja, pero ya era tarde, Naruto arrojó los lentes oscuros al mar, las olas se encargaron del resto. –Pedazo de…
 
-¡Oye Hidan!- llamó Sasori desde el extremo opuesto de la red. El aludido se volvió en su dirección. –El hermanito de Itachi quiere jugar con nosotros
 
Y a pesar de que el tono empleado fue bajo, Sasuke escuchó a la perfección lo enunciado
 
-Púdranse- escupió, dándose la vuelta, más que dispuesto a regresar al cuarto de hotel. A esas horas la mucama ya debería haber terminado de asear
 
-Wo, wo, wo- Hidan se cruzó de brazos al tiempo que le bloqueaba el paso. Sasuke apretó la mandíbula con fuerza descomunal
 
-No seas tan amargado- profirió Sasori, posicionándose junto a Hidan, este lo miró con cierta complicidad que no pasó desapercibida para el Uchiha. –Mira, hasta tu hermano se está divirtiendo- señaló a Itachi, el cual perseguía a Naruto con una sutil y pacifica sonrisa en los labios
 
Entornando la mirada, Sasuke le dio un fuerte empujón a Sasori en el pecho, apartándolo enseguida de su camino
 
-No fastidien
 
Hidan suspiró con enfado
 
-Pain…
 
Soltando un improperio tras otro, Sasuke se resignó a ser llevado casi arrastrando a la orilla de la playa
 
-¡Trío de imbéciles, he dicho que me soltaran!- trató inútilmente de zafarse del agarre pero le resultó imposible. Sasori lo sujetaba firmemente de las muñecas, mientras que Hidan lo sostenía de los pies, recibiendo un par de patadas de vez en cuando
 
Pain se limitó a observarlo con desagrado, le eran completamente indiferentes las reacciones del Uchiha y aun así no lo toleraba
 
Ooo
 
Naruto rió al caer de espaldas sobre la arena, con Itachi sobre su cuerpo. Agitado y sonriente, acercó sus dedos al níveo rostro de su novio. Aun le resultaba surrealista todo, seguía sintiendo cierto temor de que Itachi cambiara de parecer y lo dejara de nuevo, aun si en el fondo sabía que no sucedería de nuevo. Las cosas se habían solucionado, no estaba solo, Sasori, Hidan y Pain le ofrecían su amistad, sobretodo el primero, también estaban Haku y Tsunade, quienes, después de fallidos intentos por contactar con él, habían acudido al hospital para verlo
 
Sasori se había encargado de comunicarle a Haku sobre su delicado estado. Asimismo, Tsunade aun continuaba a la espera de noticias de Jiraiya. Naruto decidió no decir nada sobre lo ocurrido con Orochimaru, la grieta estaba ahí, lacerándolo cada vez que recordaba a su padrino. Prefería quedarse con los buenos recuerdos del pasado y no atormentarse con ellos. Jiraiya había visto por él en todo momento, procuró que tuviera lo necesario, había solventado sus estudios e incluso lo había hecho sentir amado por varios años. Ahora ese sentimiento no existía más pero a cambio había más personas interesadas en su bienestar
 
Tenía amigos y un novio que poco a poco se mostraba más alegre y jovial
 
Itachi seguía a cargo de un porcentaje de la empresa, tanto Konan como su padre habían regresado al extranjero. Lo último que Naruto supo de Konan es que no le guardaba ningún resentimiento a Itachi tras lo ocurrido, por el contrario, lo estimaba mas, como un amigo, su amor platónico, cuestión que Naruto aceptó de buena gana
 
-Luces cansado- murmuró Naruto, acariciando con suavidad las mejillas levemente ruborizadas de Itachi
 
-No mas que tu- Itachi se inclinó un poco para depositar un beso casto sobre los mechones dorados que cubrían parte del rostro de Naruto
 
Desenvolverse en el ámbito amoroso nunca le había parecido tan fácil como en los últimos días. Ahora era el principal soporte de Naruto, mas no el único, lo sabía con antelación, y eso de algún modo lo alegraba. Saber que Naruto contaba con el apoyo de más personas lo aliviaba en demasía…y también lo ponía celoso de vez en cuando, especialmente cuando los más cercanos a Naruto se trataban de hombres, y si poseían cabello rojo…más
 
Itachi aun recordaba con fastidio como cinco días atrás se habían topado nuevamente con el profesor de Naruto, justamente cuando abordaban el autobús para ver las instalaciones del colegio. Había sido un alivio que el adulto no se percatara de la presencia de ambos, e Itachi se había visto en la urgente necesidad de pedir al chofer que se detuviera dos paradas antes. Por nada del mundo dejaría que ese hombre sedujera a Naruto, quizás el rubio no reparaba en ello pero él sí, y sus celos poco y nada tenían que ver con eso…
 
Naruto se aferró con fuerza de la espalda de Itachi para proceder a besarlo, sin importarle que alguien más los viera, todo perdía importancia cuando estaban ellos dos. Cuando sus labios se rozaban mutuamente nada mas parecía relevante, salvo la competencia entre ambos por el control del beso, irónico ya que Naruto nunca lograba igualar el ritmo labial de Itachi, y aunque un tanto penoso, le gustaba perder en ese sentido
 
-¡Puedo ver sus lenguas desde aquí!- gritó Hidan, agitando los brazos
 
La pareja se apartó con un sonrojo más que evidente
 
-Creo que fue mala idea invitarlos- espetó Itachi, dejando escapar un suspiro. Naruto negó en ademan pero a punto de agregar algo, se quedó con las palabras en la boca, viendo como Sasuke pasaba a espaldas de Itachi, su cabello oscuro estaba empapado al igual que todo su cuerpo y el bañador rojo del Uchiha estaba repleto de arena
 
-Hijos de puta- Sasuke se exprimió el short antes de continuar su camino
 
Naruto se abalanzó sobre el cuerpo de Itachi, impidiendo a tiempo que este se volteara para ver a su hermano. Sabía que no le haría mucha gracia a Itachi ver lo que le habían hecho a Sasuke sus propios compañeros de debate. Comprendía un poco mejor el lazo de hermandad entre ellos, aunque aun le resultaba confuso el porqué a Sasuke le costaba trabajo demostrar que le importaba Itachi, quizás por eso lo odiaba a él, por haberle quitado valioso tiempo con su hermano mayor, o simplemente era un bastardo incomprendido, tal vez ambas cosas…
 
Ooo
 
-Mmh…Itachi…- Naruto ladeó el rostro sobre la almohada, rompiendo así con el demandante beso que los había mantenido a ambos un buen rato en la misma posición. Itachi se recostó lentamente al lado del rubio, más que conforme al percatarse del tenue brillo que resplandecía en las pupilas azules. Los ojos de Naruto se habían opacado desde antes de la boda, e Itachi había creído que Naruto no recuperaría aquella característica chispa de felicidad
 
-No has repasado los temas que te señalé, ¿cierto?
 
Naruto negó despacio
 
-Ya le pediré ayuda a mi Sensei- sonrió al ver como la sutil sonrisa de Itachi se desvanecía rápidamente. –Kakashi explica mejor- se cubrió con las sabanas para darse la vuelta pero el firme abrazo se lo impidió. –Solo bromeaba
 
Pero ni siquiera la confirmación pareció bastarle a Itachi porque la intensidad del abrazo no se desvaneció en toda la noche
 
El restaurante estaba totalmente lleno, Itachi miró con incertidumbre las mesas ocupadas en derredor. La primera vez que se olvidaba de reservar y precisamente la vez primera que le ocurría algo así. Era demasiado vergonzoso quedarse afuera a hacer fila
 
Naruto por su parte se balanceaba sobre sus talones, al igual que Itachi estaba hambriento pero la sensación se disipó un poco al ver a los amigos de Itachi, y ahora, suyos también, aproximándose hacia ellos
 
-En serio Pain- hablaba Hidan despreocupadamente, situando su brazo sobre los hombros del susodicho, el cual entrecerró los ojos con fastidio. –Si fuera tú mantendría vigilado a Sasori, estoy segurísimo de que se quiere ligar a tu hermano
 
Sasori los seguía a la distancia, completamente ajeno a los comentarios hacia su persona. Había dormido muy poco la noche anterior, su pésima suerte lo había llevado a compartir habitación con el bastardete hermano de Itachi. Aunque los insultos recibidos por el Uchiha menor eran lo de menos, llegada cierta hora de la noche Sasuke había empezado a tener sueños extraños, se removía en toda la extensión de la cama hasta casi tirarlo al suelo, musitando cosas referentes a serpientes, después de eso se quedaba profundamente dormido…al menos hasta que otro arranque similar lo agobiaba
 
-Hidan- suspiró, llamando la atención del peliplata que enmudeció ante el llamado. –Es la última noche, cambia de lugar conmigo- más que petición parecía una súplica. Hidan chasqueó la lengua con enfado, negando poco después a la "nada" sana sugerencia
 
-Tus ojeras casi igualan las de Itachi y a no ser que tuvieras sexo desenfrenado con su hermano, no me quiero imaginar que otras cosas estuvieron haciendo
 
Sasori aspiró prolongadamente, resignándose a su fatídico destino de esa noche. Le habría gustado que el hermano de Pain los acompañara, para su infortunio el chico asistía al mismo colegio en el que anteriormente estudiaban. Había probabilidades de que regresara al cabo de un mes pero no sabía si podría soportar tanto. Naruto seguía siendo una tentación aunque lógicamente no se inmiscuiría en la pareja
 
-Sasori, préstame diez dólares- solo hasta que la voz de Hidan resonó cerca de su oído, Sasori dejo de cavilar
 
-¿Para qué quieres diez dólares?
 
Hidan apuntó con toda la discreción que le fue posible a un trío de mujeres extranjeras, rubias y extremadamente delgadas
 
-Les invitare unos tragos- confesó decidido
 
Ooo
 
Naruto se recostó unos instantes en el regazo de Itachi. La comida francesa del único restaurante disponible no estaba muy apetitosa, servían porciones muy pequeñas y la mayoría no estaba condimentada. Incluso le repugnó saber de un platillo con caracoles, provocando que su apetito casi se extinguiera por completo…casi, había terminado comiendo tres platos de un mismo alimento y no quería saber que ingredientes contenía ese platillo
 
-¿Podemos regresar las siguientes vacaciones?- preguntó en voz queda, disfrutando de la suave brisa que de vez en cuando alborotaba su cabello. Itachi lo miró a los ojos, enternecido con el gesto de expectativa de Naruto
 
-Por supuesto
 
Ooo
 
Apenas el cálido amanecer le iluminó el rostro, Naruto abrió lentamente los ojos. Sintiendo la molesta luz de los rayos solares alumbrándolo de lleno. Quiso quejarse al darse la vuelta para contemplar el rostro apacible de Itachi junto a la ventana
 
Aun era temprano, la alarma del despertador no había sonado todavía
 
Sus labios se separaron al tener en mente la primera queja por ser despertado antes de tiempo pero Naruto no consiguió expresar palabra alguna cuando el incesante sonido sobre el buró inundó las cuatros paredes de la acondicionada recamara
 
Dirigiéndole una mirada de comprensión, Itachi avanzó hacia la cama. Naruto aspiró entre confundido y embelesado. El uniforme escolar estaba sobre la silla, cerca de la puerta de la habitación que actualmente compartían ambos
 
Su relación había sido como una montaña rusa desde el comienzo, subidas lentas y bajadas bruscas, luego al revés. Inestabilidad, desconfianza, secretos. Ahora todo quedaba reducido a nada. Con cada amanecer se presentaba una nueva oportunidad para progresar, no solo como pareja, individualmente también
 
Naruto movió su dedo índice, indicándole a Itachi que se diera la vuelta
 
E Itachi se limitó a salir de la recamara, sonriendo para sus adentros. Si se quedaba ahí dentro era más que seguro que terminarían en la cama de nuevo, lo cual sería agradable de no ser por la hora
 
A prisa, se vistió el uniforme. Camisa blanca y pantalones oscuros, Naruto hizo un mohín al verse en el espejo de cuerpo completo. Hacía semanas que había dejado de comparar su cuerpo con el de Itachi, le gustaba, se sentía bien consigo mismo y eso era lo importante, aunque el uniforme no terminaba de gustarle. Quizá por lo gruesa de la tela, ideal para el invierno pero terriblemente calurosa para el verano
 
Se encogió de hombros, no importaba, ya se acostumbraría a ello, así como también lo haría con su nueva y surrealista rutina
 
Una sonrisa delineó sus labios a medida que caminaba por el pasillo. El papel tapiz de las paredes desentonaba con el tono de la pintura. Mientras las paredes frontales eran azules, el papel tapiz llevaba estampados rojos y negros, pésima idea decorar ambos, aunque no negaba que había sido divertido
 
La euforia que sentía Naruto era demasiada pero los nervios calibraban la sensación. Estaba ansioso por su primer día de clases, uno diferente, en un nuevo colegio. Profesores distintos, nuevos compañeros
 
Desde la mesa, Itachi le sonrió. Naruto no dudó un solo instante en acompañarlo
 
Jugo de naranja, pan tostado y fruta eran la comida del día
 
Tomó asiento. Su corazón latía con mucha fuerza, la emoción que le generaba su primer día no podía equipararse ni un poco al sentimiento de nostalgia que lo hubo embargado cuando Jiraiya lo inscribió en su anterior colegio
 
Entonces no tenia ningún amigo, le costaba socializar, creía que lo rechazarían, que no encajaría en ningún grupo, y no había estado tan equivocado, el único compañero que se había mostrado accesible había sido Deidara y al igual que su padrino, Naruto prefería quedarse con las buenas experiencias vividas. No tenia caso mantenerse en el mismo punto de partida
 
De dos tragos se bebió el jugo. Itachi por su parte saboreaba despacio la comida, tan lento que Naruto se desesperó
 
-Se acabaran las clases antes de que termines de merendar- comentó, poniéndose de pie. Itachi se limitó a encogerse de hombros, restándole importancia a lo dicho. Él solía demorar media hora en tomar los alimentos y Naruto en cambio terminaba con todo en menos de diez minutos. Otra singular diferencia que los… unía
 
Si, los unía. Ese había sido su problema inicial en la relación. Hacer de las diferencias sus debilidades. Puntos de comparación que no debían existir porque al fin y al cabo no hay dos personas iguales, detalle efímero que habían pasado ambos por alto
 
Su relación no se centraba en igualarse o compararse al contrario sino complementarse con las mismas diferencias que poseían. Mientras uno reía el otro lloraba por dentro, cuando uno se enfocaba en el pasado, el otro no dejaba de pensar en el futuro, en tanto uno lidiaba con su soledad, el otro se quejaba del exceso de atención en su persona
 
Y mucho les habría servido darse cuenta de ello antes. Pero no era tarde, ahora más que nunca estaban unidos, apoyándose mutuamente, brindándose calor cuando el frio interior amenazaba con alterar sus estados de ánimo
 
No había luz sin oscuridad, no había frio sin calor, tampoco existía la compañía si la soledad no se presentaba antes. Todo era relativo, el absolutismo no tenía cabida y ahora ambos lo sabían. Aquello que se empeñaban en ignorar era la fortaleza de ambos, lo que realmente los mantenía unidos, los deseos de conocerse el uno al otro, de saber los motivos de sus sonrisas y la amarga causa del llanto
 
-Lápices…
 
Naruto revisó uno de los bolsillos internos de la mochila, inspeccionando su contenido y verificando si traía consigo lo enunciado por Itachi
 
-Si- respondió sonriente
 
-Bolígrafos
 
-Si
 
-Cuadernos
 
-Afirmativo
 
-Diccionario
 
-Creo que…- hurgó más al fondo en busca del libro grueso. –Si
 
Itachi meditó los útiles restantes
 
-Juego de geometría
 
Naruto removió los cuadernos, lápices y bolígrafos cayeron al suelo
 
-No tengo- se alteró al no encontrarlo dentro de la mochila. Se había asegurado de tener todo listo desde la noche anterior, no era posible que se le olvidara algo importante. –No está- repitió nervioso, abriendo una bolsa tras otra. Itachi sonrió a medias antes de encaminarse a la salida
 
-Ya recuerdo- tomó el pomo de la puerta. -El juego de geometría me lo pidieron a mí
 
-¡Itachi!
 
Ooo
 
Naruto abordó el vehículo seguido de Itachi. No sabía lo que le esperaba en el nuevo instituto pero lejos de abrumarlo, lo emocionaba. Le alegraba saberse a la altura de Itachi, aunque el problema no había sido entrar, el verdadero problema era mantenerse al nivel. Se esforzaría, esta vez sí que lo haría. Contrario a otras veces, su entusiasmo por mejorar no se debía a nadie más que a sí mismo, quería lograrlo por él, necesitaba superarse a si mismo
 
Y lo haría…
 
Las fachadas de las casas y el bullicio del exterior lo mantenían sumido en sus pensamientos. Miraba por la ventana pero no veía nada en realidad, simplemente se dejaba arrastrar por las experiencias venideras
 
Sus divagaciones cesaron cuando Itachi entrelazó sus dedos con los suyos, un claro recordatorio de que no estaba solo. Y Naruto lo sabía, más que nunca estaba consciente de su situación. Ya no estaba a la deriva, su estado de ánimo no dependía del de otras personas como antes. Aquello sin duda lo habían hundido bastante, sentirse afligido por la partida de su padrino, ser empático con Deidara, sentirse culpable por haber lastimado a Sasori, infravalorarse cuando Konan había aparecido en la vida de Itachi
 
Todos y cada uno de los acontecimientos pasados le habían hecho comprender lo poco que reparaba en sí mismo. Se preocupaba en exceso por los demás pero ¿y él?
 
¿Por qué no tenía el derecho de ser un poco egoísta al igual que todos?
 
Por esa razón sufría tanto en el pasado, era por ello que no terminaba de aceptarse y de conocerse a sí mismo. Había llegado al punto de casi perderse en el proceso, y lo habría hecho. De no tener sueños, metas personales. Entonces quizá se habría perdido irremediablemente, en el dolor, en la decepción y en sus propios tropiezos
 
Cuando menos se dio cuenta, ya estaban frente al enorme edificio. El color grisáceo de la fachada y los uniformes sobrios a la distancia resaltaban a la vista
 
Naruto se aferró más a Itachi cuando el vehículo se alejó. Se había olvidado cuan intimidante podía verse el instituto, tan grande que seguramente se perdería, aun si ya habían visitado anteriormente las instalaciones. Desde el gimnasio hasta la enfermería, cada sección del lugar era mejor que la anterior, y los estudiantes en su mayoría tenían el mismo semblante de engreimiento que Naruto aborrecía. Aquella expresión de superioridad le recordaba a Sasuke, a pesar de que hacía días que no lo veía, el muchacho seguía teniendo problemas para conciliar el sueño, al menos eso le había comentado Sasori una vez que regresaron de la playa
 
-Itachi…- las palabras se atoraron en su garganta. Por un instante temió que su superación personal quedara relegada a segundo término cuando entrara ahí, el temor de sentirse inferior seguía presente pero se disiparía con el tiempo, una vez que se integrara y adaptara a sus clases. –Deséame suerte- tan estúpido
 
-¿Qué te desee suerte?- Itachi arqueó una ceja mientras retomaba la caminata hacia el edificio, Naruto chasqueó la boca al reparar en su error, cavilar no ayudaba mucho y por un efímero segundo creyó estar siendo tomado de la mano por algún familiar, quizá su padre o su padrino. –No la necesitas, me tienes a mí
 
-Engreído
 
Al entrar, las canchas le parecieron al menos dos veces más grandes que las de su antiguo colegio. Amplias en extensión y con pasto artificial a los costados
 
Naruto sonrió ampliamente al observar la sección apartada del resto de las instalaciones. Un resbaladero y los columpios resaltaban entre el resto de los juegos. También se había olvidado que la institución abarcaba desde el primer ingreso hasta carreras universitarias
 
Suspiró conforme. Mas satisfecho al saber que esa parte también había quedado atrás, quizás no había madurado lo suficiente
 
-Perderemos las primeras clases- se desesperó Itachi esta vez. Mirando su reloj de pulsera que indicaba un cuarto para la una
 
-¿Crees que estaré a la altura?- Naruto acarició la base de los columpios, un tanto indeciso por apresurarse. Había sido un largo recorrido hasta donde estaba parado actualmente, era lógico que se sintiera inseguro pero junto a Itachi se sentía más capaz. Ya no tenía la ridícula incertidumbre de derrumbarse cuando Itachi lo dejara, aun si lo hacía, él seguiría su camino. Fortaleza, determinación e ideales se habían formado sólidamente en él, ya poseía esas cualidades pero las había hecho a un lado, permitiendo que sus preocupaciones se mantuvieran siempre delante de cualquier otro sentimiento
 
Itachi se acercó en su dirección, pasando a tomarlo por la cintura con delicadeza, lo más discreto que le fue posible. No quería que en su primer día los reportaran por acciones "indecentes" dentro de la institución
 
-Lo estás- aseguró, mirando fijamente los tintineantes ojos azules. –Solo debes esforzarte
 
-Pero no sé nada de matemáticas- admitió en un quedo murmullo, dejándose abrazar por el mayor, tratando de no observar a los estudiantes de nuevo ingreso que recién entraban. Itachi besó con rapidez la mejilla de Naruto antes de apartarse, sabía lo riesgoso que era el hecho de que fueran vistos juntos de esa manera
 
-Yo te ayudaré
 
-Tampoco se mucho de química- Naruto desvió la mirada, un intento fallido de ocultar lo avergonzado que se sentía. Itachi ya era un universitario, sus calificaciones eran sobresalientes pero él no, su promedio era demasiado bajo
 
-Química y matemáticas son mis ramas favoritas
 
Naruto frunció los labios ante la confesión de Itachi…presumido
 
-Será mejor que entremos ya- los ojos escarlata se entornaron levemente al reparar de nuevo en la hora. Sin mayor miramiento se encaminó hacia la cancha central, Naruto lo siguió de cerca, perdiéndose momentáneamente en el panorama. Áreas verdes y dos cafeterías junto a las mismas. Los ojos azules repasaron lentamente los letreros de las puertas a sus costados, se había olvidado que también tendría que escoger un nuevo taller
 
Informática, electricidad, carpintería, literatura, contabilidad
 
Ninguna le gustaba
 
Artes…
 
-Itachi, ¿almorzaremos juntos?- vaciló cuando Itachi se detuvo para despedirse. Era genial que ambos estuvieran en la misma institución pero al igual que antes, tenían diferentes salones asignados
 
-Siempre
 
Naruto sonrió complacido, sus mejillas se ruborizaron cuando Itachi se devolvió los pasos que había dado para besarlo en los labios, sin previo aviso, sin contemplaciones, solo un corto y suave beso en los labios e Itachi se apartó para seguir su camino
 
Lo observó alejarse. No negaba sentirse un poco intimidado por la inmensidad del lugar pero al mismo tiempo le emocionaba todo. Era un nuevo paso en su vida, para él, para Itachi…para ambos
 
-¿Naruto?- el suave toque sobre su hombro lo forzó a volverse hacia su salón. La sonrisa se extendió tan pronto el conocido rostro de Iruka se cruzara en su campo de visión. –Me alegra que calificaras, y espero no tengas la misma conducta de siempre
 
Naruto negó en ademan, mirando por última vez atrás antes de entrar a su salón, disfrutando de la suave brisa acariciándole el rostro. Se sentía con más energías que nunca
 
Sus manos se situaron en el cuello de la camisa, la delgada cadena sobresalía del uniforme
 
"Nuestro amor ya no es de cristal… ¿verdad Itachi?"
 

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