Fue deshaciendo lentamente el agarre sobre los hombros de Itachi al darse cuenta de lo que había hecho. Los labios de Itachi se movían suavemente sobre los suyos, y lo peor de todo era que…lo estaba disfrutando
-"Quítate"- Naruto lo apartó sumamente avergonzado. No quiso mirar atrás, ya no le importaba si la profesora regresaba pronto. Por segunda ocasión escuchó las múltiples ovaciones, esta vez del grupo. Incluso algunos aplausos. Su rostro ardía excesivamente. Trató de convencerse de que solo fue un impulso, un arrebato en conjunto con los nervios que ya lo venían atormentando desde que se enterara que tenía que ir al salón de Itachi
Salió a toda carrera del salón, derrapando al dar vuelta en el pasillo. Recordó la nota de Deidara y se debatió mentalmente entre regresar a dársela o simplemente huir como actualmente estaba haciendo, nunca se había sentido tan confundido como ahora
Decidió armarse de valor, fingir que no había pasado nada. Si tan solo tuviera un hermano gemelo al cual adjudicarle esos tropiezos
El salón era un completo desastre cuando finalmente Naruto se decidió a devolverse sobre sus pasos. Había varias bolas de papel en el suelo. La mayoría de los estudiantes estaban de pie, algunos conversaban y otros tantos se dedicaban a hacer más grande el escándalo dentro del aula
-¡Eh!, comadreja, ya volvió tu pasiva- rió Hidan, señalando hacia la puerta. Naruto desvió la mirada para buscar a Itachi. De no ser por el alboroto, le habría roto la nariz a ese estúpido, así lo suspendieran un mes completito
-Naruto- Sasori se abrió paso entre sus compañeros pero antes de que pudiera interceptar al chico rubio, Itachi ya estaba frente a él. Aspiró derrotado, necesitaba acercarse a Naruto, Itachi tenía mucha más ventaja ahora. Tal vez podría convencerlo de que desistiera en conquistar a Naruto con el tema de la graduación. Aunque sabía de antemano que eso no era ningún impedimento para Itachi, su amigo vivía frente al instituto, en una casa bastante grande y acogedora. Como olvidar todas esas veces que se reunían con los demás miembros de Akatsuki para realizar los proyectos más complejos de la clase de ciencias
Lo más prudente era mantener distancia, al menos de momento, hasta que encontrara la manera de acercarse a Naruto evadiendo cuestiones conflictivas con su compañero
-¿Podemos hablar ahora?- quiso saber Itachi, viendo fijamente los brillantes ojos azules, no se arrepentía en lo absoluto de haberlo besado. Volvería a hacerlo una y mil veces más, claro que en un lugar más propio y reservado
Naruto negó lentamente con la cabeza, sin terminar de convencerse a sí mismo. Ahora deseaba hablar con Itachi, dejarle en claro el interés que su amigo sentía por él. Aunque, en el fondo…no quería decírselo
-Mi amigo me pidió que te lo entregara- murmuró, mirando a un lado. Itachi alzó una ceja al recibir el diminuto papel arrugado. –A él le…- hizo una pausa, forzándose a continuar. –Le gustas- apenas terminó la frase, volvió a alzar la mirada. Itachi le restó interés a su comentario mientras se disponía a desdoblar el pequeño trozo de papel, su expresión no se alteró ni un ápice y aquello no hizo más que molestar a Naruto
-Bien, dile que le agradezco el extraño interés en mi persona- masculló Itachi releyendo el corto párrafo sobre la hoja. –Pero a mí me…
-"Perdón por el retraso"- comentó shizune, entrando a toda prisa al salón. Los alumnos tomaron asiento tan pronto la vieron atravesar la puerta
Naruto se abstuvo de preguntarle qué era lo que decía el papelito. No le incumbía pero sentía una necesidad casi vital por saberlo. De pronto se arrepintió de haberle confesado a Itachi el secreto de su amigo, aquel que lo llevo a seguirlo hasta su casa y no tuvo el valor para decirlo en su momento
Le molestaba imaginarse a su mejor amigo con Itachi, le fastidiaba pensar que ellos dos incluso pudieran…
-"Jovencito"- le llamó shizune con una sonrisa. Naruto avanzó tranquilamente hacia ella. Su mente era un mar de ideas estúpidas y sus emociones no estaban en mejor posición
Después de explicarle sobre la carpeta, Naruto se despidió de la manera más amable que le fue posible. Ignorando el hecho de que se había besado con Itachi, lo habían llamado de una forma vulgar y encima hizo algo de lo que ahora se arrepentía, todo estaba en orden, si, perfectamente, ¿a quién le importaba saber que se sentía un cretino egoísta por haber esperado tanto para decirle aquella verdad a Itachi?, a nadie, así como a nadie le importaría saber que la culpa se habia intensificado porque…no quería verlos juntos
-Hasta luego, cielo- Naruto se estremeció al escuchar el susurro contra su oído antes de llegar a la puerta. Se dio la vuelta para observar como el muchacho pelirrojo se dirigía a su asiento con calma, sin siquiera mirarlo… un momento
¿Lo había llamado cielo?
Pestañeó incomodo cuando su mirada se cruzó inconscientemente con la de Itachi. Tenía un serio problema, más bien…dos
Suspiró abatido, sin saber exactamente que se tramaban esos dos. Deidara seguramente le había comentado ridiculeces al amigo de Itachi y ahora él comenzaba a pensar más de la cuenta en el bastardo que lo había usado para pasar el rato, sin duda algo andaba mal
A Naruto le resultó absurdo molestarse por el hecho de que su amigo estuviera junto a Itachi, después de todo, Deidara llevaba tiempo interesado en el apuesto muchacho de hermosos ojos escarlata
Estúpidos líos amorosos, ¿Por qué lo involucraban a él?
Fue hasta su asiento en cuanto entró al salón. Contrario al alboroto que se había generado en el grupo de tercero por su inoportuna visita, todo estaba en calma. Los alumnos observaban atentos las hojas que reposaban sobre las bancas. Su amigo no era la excepción
Y entonces lo recordó…
-¡El examen!- exclamó preocupado. Se levantó de su asiento pero no tuvo la necesidad de acercarse al escritorio. El maestro que hasta el momento se mantenía en silencio se puso de pie para entregarle la prueba
-No se altere- sonrió, indicándole su asiento. Naruto se encaminó apenado a su banca, evadiendo las furiosas miradas de sus compañeros al haber sido interrumpidos. –Dispone de un cuarto de hora más para entregarlo por el tiempo que se ausentó
Naruto asintió en silencio, conforme con el tiempo extra para realizar la prueba. No obstante, la tranquilidad se esfumó al recordar que no llevaba consigo la hoja con las respuestas
Bueno, solo le restaba basarse en lo poco que había aprendido durante las clases. De todas formas podía compensarlo con el siguiente examen, aunque ya no tendría permitida una sola falla
Apoyó el mentón sobre su mano derecha, limitándose a observar con aburrimiento las preguntas de la hoja. Terminó por saltárselas todas
Hundió su rostro en la banca. Ese sin duda era el peor día de todos. Le alegraba que solo faltara esa hora para poder marcharse a su casa. Estaba dispuesto a darse un relajante baño, después podría pedirle a Jiraiya que le llevara un plato de suculento ramen con carne de cerdo…
-Ese idiota- musitó al recordar a Itachi
-¿Sucede algo?- inquirió el adulto con su mirada fija en la hoja. Naruto negó enseguida, forzándose a escribir las respuestas al azar
El patio estaba vacío en su totalidad, tan solo ellos dos esperaban pacientes fuera del edificio. Las clases recién habían terminado pero la biblioteca seguía abierta hasta el cambio de turno
-Me quiero ir- repitió Naruto por enésima vez. Forcejeando con su amigo por soltarse del agarre
Deidara pretendía esperar a que Itachi saliera de la biblioteca para conversar con él y por algún motivo deseaba que él estuviera presente. ¿Es que kami no se apiadaba de él ni por haberle dicho la verdad a Itachi?
-Esto también te involucra- sonrió Deidara, aflojando el agarre. Naruto entornó la mirada
-¿A qué te refieres?- se estaba poniendo nervioso de nuevo
-Ya lo veras, solo espe…
-"No pienso esperar"- se quejó Naruto, recordando los planes que tenia al llegar a su casa, ya estaba hambriento y su fastidioso amigo no lo dejaba irse
-Entonces pídele que salga- sugirió Deidara, mirando desinteresadamente las uñas de sus manos
-No soy tu sirviente- Naruto frunció el entrecejo
-Vamos, yo lo haría por ti hmp- Naruto logró distinguir otra vez ese tono quejumbroso. Le estaba echando en cara su amistad, no tenia opción
-Ya vuelvo- dejo el libro de ciencias en el suelo para ir a la biblioteca
Entró cabizbajo al edificio, no tenia ánimos para discutir y mucho menos para provocar otra escena de drama con cualquiera de los "Akatsuki"
Aun podía arrepentirse, podía salir por el estacionamiento, rodear todo el instituto y largarse a su casa, eso era lo que quería después de todo
El ruido de sus pasos sobre las baldosas cesó de repente. Su corazón comenzó a golpear con fuerza su pecho cuando Itachi estiró su brazo para acomodar uno de los rebeldes mechones dorados. Naruto se dio cuenta que no importaba cuantas horas se preparara mentalmente para hacer o decir las cosas. Terminaba olvidándose de ellas en cuanto tenia a Itachi enfrente
-¿Hasta cuando piensas dejar de escapar?- preguntó Itachi, tomando al rubio del mentón para apreciar mejor los bellos orbes azules, en cuanto Naruto levantó la vista quedo prendado de ellos
-Hasta que…dejes de acosarme- se defendió, apartando el brazo de Itachi a un lado
-Creí que era a la inversa- una sonrisa jugó en los labios de Itachi. Naruto sintió deseos de golpearlo pero tenia razón, aunque no lo acosaba, había sido una casualidad que el maestro lo enviara a su grupo, y en ese momento no tenía la mas mínima intención de verlo, de no ser por el insistente de su amigo ya estaría en su casa dándose un bien merecido baño en la tina
-No te creas tan importante- alegó Naruto, cruzándose de brazos. Jamás admitiría que Itachi era mucho más guapo que cualquier modelo de revista que el "aspirante a artista" de su amigo le haya mostrado con anterioridad
-Sobre el recado- recordó Itachi, buscando el papel en el bolsillo de su pantalón. Naruto lo miró expectante. –Puedes decir…
-Ya no quiero verte- Naruto endureció la mirada. A pesar de que era lo último que quería decir, sabía que estaba arriesgando a perder a su mejor amigo, y no podía aceptar eso, él no era ningún traidor
-¿Perdón?- Itachi dejo de buscar el papel para ver de nuevo a Naruto, haciendo caso omiso a la primera llamada de atención de la bibliotecaria por guardar silencio
-Dije que ya no te quiero ver más- articuló con más seriedad
-En ese caso puedes decirle a tu amigo que aceptare gustoso comer con él- Itachi sonrió carismático al notar como la expresión de Naruto cambiaba a una de asombro. –Es más, yo elijo el lugar
Naruto cerró los ojos unos segundos para intentar asimilar lo que se le había dicho
-Canalla- espetó sumamente enojado
-Guarden silencio- susurró la anciana mientras apilaba los libros sobre la mesa. Ambos la ignoraron
-Es broma- se apresuró a aclarar Itachi, dando por sentado que los chistes no eran su fuerte
-Entonces yo iré a comer con Sasori, es muy guapo ¿sabes?- a Itachi no le gustó para nada lo mucho que se estaba desviando el tema central. Simplemente iba a rechazar aquella propuesta del "desconocido" amigo de Naruto
-En realidad no estoy en posición de opinar sobre mi amigo, ya que…- miró sobre sus hombros al silencioso pelirrojo que se encontraba leyendo un libro sobre ventrílocuos. –Solo es…
-"Sasori"- Naruto forzó una radiante sonrisa antes de pronunciar el nombre del muchacho con el cual Deidara no dejaba de emparejarlo. El aludido abandonó inmediatamente el libro para buscar de donde provenía la conocida voz. -¡¿Te gustaría…mmh?!- pero no pudo terminar la pregunta cuando los labios de Itachi ya estaban sobre los suyos, robándole el aliento de golpe. Sintió como los fuertes brazos del mayor lo sujetaban de la cintura para evitar que cayera al tratar de apartarse mientras prácticamente devoraba su boca sin pudor alguno
La bibliotecaria se levantó furibunda de la silla
- Ustedes dos… ¡madre mía!- los libros cayeron de la mesa, haciendo un estrepitoso ruido que interrumpió la lectura de todos los presentes. Sasori se masajeó las sienes para disipar un poco el enojo. Naruto iba a hablarle e Itachi lo había interrumpido de semejante forma
Naruto frunció los labios con enfado, negándose rotundamente a mirar al insolente en el otro extremo de la mesa. Itachi se limitaba a asentir con cada advertencia que le era dicha, de vez en cuando se tomaba el lujo de mirar a Naruto. Seguro el chico estaba furioso con él por lo ocurrido en la biblioteca, no espero que la mujer dramatizara tanto el asunto como para acudir con el director y solicitar una suspensión inmediata contra los: indignos, pecadores, mentes insanas y demás términos ridículos para dirigirse a ellos
-¿Me pueden explicar cómo es que ustedes dos…?
-Fue él- Naruto señaló a Itachi acusadoramente. Ya estaba harto de tener que lidiar con los errores estúpidos del pelinegro
-En efecto, fue culpa mía- aceptó el mayor, sin perder la postura. Naruto entrecerró los ojos, por más guapo que se viera no iba a caer de nuevo
-Correcto, me temo que según la normativa…
-¿Besar a otro estudiante figura dentro de los lineamientos?- se aventuró a preguntar Itachi. Apoyando ambos brazos en el respaldo de la silla. Naruto rodó los ojos, patán engreído
-No como tal- aseveró el adulto mientras sacaba el reglamento de uno de los cajones bajo el escritorio. Itachi siguió cada movimiento con la mirada. –Interferir con el orden…
-Me disculpo por interrumpirle. –Itachi tomó aire. - Sin embargo, ha sido su subordinada quien ha incumplido con aquella norma, escandalizando un acto superfluo de mi parte e injuriándonos a ambos por nuestra orientación sexual
-Me sorprende su astucia, joven- expresó el adulto, arqueando ambas cejas
Naruto quiso decir algo pero se tragó las palabras, ni siquiera sabía que eran todas esas palabrerías que decía Itachi, apenas comprendía un poco de lo que había dicho
-En gran parte tiene razón, de todas formas me veré obligado a tener una charla con los padres de… ¿Cuál es tu nombre?- miró a Naruto, quien, completamente confundido, se levantó de la silla. ¿Por qué solo a él?
-Naruto Uzumaki, pero…
-No hay pero que valga muchacho- le interrumpió el adulto
-Vaya vejete- pronunció Naruto entre dientes. Itachi se aguantó la risa
-¿Ha dicho algo?
-Nada- negó en ademan
No se detuvo al salir de la oficina. Sabía que si se quedaba más tiempo terminaría con otro reporte, Jiraiya iba a matarlo cuando llegara a su casa. Primero lo de la pelea con Itachi, después el beso con Itachi, y sin contar el examen, el cual seguramente había reprobado
-Naruto- el aludido dejo de caminar al ver a Deidara recargado en la pared, apenas unos metros más adelante
-¿Qué mierda pasó?- inquirió, acercándose a Naruto, este retrocedió unos cuantos pasos. Cerró los ojos cuando chocó con alguien a sus espaldas, alzó la mirada para encontrarse con los bellos ojos escarlata…maldición