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Inocencia perdida por PinkuBurakku

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Notas del fanfic:

- Este fanfic, puede resultar sensible para muchos lectores debido a su contenido, temática, situaciones y la edad de los protagonistas.

- Es completamente un universo alterno, con una mezcla de personajes canónicos y personajes originales. Donde Harry y otros personajes, pueden llegar a ser oscuros. Solo se tomara algunos aspectos de la trama original para la construcción de la historia, pero el resto de fanfic va de la mano de la imaginación; por lo cual algunas fechas puede que se cambien o modifiquen. Al igual que algunas edades.

- Las parejas principales son cuatro, por lo cual cada capitulo tendrá una, dos o tres perspectivas dentro de diferentes sentimientos, emociones o conflictos. Me disculpo si puede llegar a ser confuso o demasiado extenso el capitulo; por otro lado habrá capítulos donde solo una perspectiva se maneje y se extienda por varios capítulos, todo depende de la situación.

- Las personajes principales son: Tom Riddle | Lord Voldemort, Rabastan y Rodolphus Lestrange, Blaise Zabini y Bartemius Crouch Jr. También un personaje original que es un hombre lobo.

- El fic no es en su mayoría canónico, por lo cual habrá hechizos creados por mi, profecías, personajes, familias y demás.

- La historia contiene relaciones complicadas, distintas formas de comunión y por sobre todo, el descubrimiento de cada personaje tanto afectivo, mental como sexual; tomaran decisiones en base a ese descubrimiento. No hay villanos o héroes. Ligeramente pueden haber toques de síndrome de Estocolmo, comportamientos obsesivos, posesivos, celosos y codependencia emocional. Crisis emocionales, existenciales y de identidad; culpabilidad. Modificación corporal no consensuada. Secretos, mentiras, infidelidades y traiciones. Sexo explícito, alineamiento de comportamiento, relación D/s, relación Alfa x Alfa. Implícito incesto. Fetiches. 

PK.

Notas del capitulo:

 

Las advertencias se iran agregando en cada capítulo. 

Los personajes no me pertecen, son propiedad de JK Rowling. 

 

Advertencia: Desnudos. 

 

Personajes originales: 

° Eliot: Primer hijo del matrimonio Dumbledore. 

° James Gellert : Segundo hijo de la unión entre Albus y Dumbledore. Cabello rojizo y de gran extensión.

° Ragnar: Quinto hijo de la unión entre Remus y Greyback. El mayor en su cuarteto desastroso. 

 

 

-Tom Marvolo Riddle-

 

Inglaterra, 5:00 PM

 

Han pasado al menos diecisiete años desde mi deceso. Largos años en los que desde lo más profundo de los bosques de Albania me regenere despacio, mortalmente despacio sumiéndome en la mayor de las desesperaciones. Sin embargo, encontrar un cuerpo para mi alma errante fue mucho más difícil de lo que creía, incluso con la magia poderosa que poseo, la tarea había sido casi imposible; renegado a un simple espectro para sobrevivir, las cosas toman una nueva perspectiva. Una sombría perspectiva al arrastre cómo un animal vil.

Pero las cosas han madurado en silencio, tomando el curso del cual nunca se debió desviar; a pesar de haber pasado infernales diecisiete años, volví renacido en la mismísima oscuridad y magia negra. Mucho más fuerte, listo y tenebroso. Es curioso cómo la soledad es el ingrediente perfecto para mancillar un alma de por sí ya resquebrajada; cómo es el plus perfecto para los sentimientos más viles y las emociones más fracturadas. Volví, pero sin decirle a nadie, sin hacer una gran entrada; preservando el misterio hasta el final. Pocos… muy pocos fueron los convocados, escasos fueron a su vez los súbitos que se tomaron el tiempo de buscarme al estar entre las sombras. Realmente, podía contar con las manos los reducidos miembros que me encontraron sirviendo a su palabra de lealtad. ¿Los demás? viviendo una gran y fructífera vida, pero eso ya lo descubrí después con el pasar de los días y las semanas. Ahora, sólo queda la corta espera de poder gritarle al mundo; Voldemort ha vuelto, esta vez, para ser el rey, ministro y comandante del Reino Unido.

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A las afueras de un pequeño pueblo inglés totalmente en penumbras, escondida en medio de un denso y escalofriante bosque, se encuentra una imponente mansión. Sus proporciones son equivalentes al apellido a quién perteneció en la antigüedad. La lúgubre propiedad impávida guarda celosamente los secretos en sus pasillos, paredes y habitaciones; se silencia con el completo ante los gritos y se duerme con el arrullo de la magia negra recorriendo sus puertas. Oscura, imponente y rota, aguarda en medio de la

penumbra, escondiéndose entre los escasos rayos de sol que logran besar su fachada debajo de la cantidad exagerada de hechizos protectores; los mismos que la cercenan de raíz y al bosque abrazando su lugar, nadie debe saber de su existencia y a la vez, todos la deben estar buscando.

La fachada está preparada, los matorrales desarreglados, los troncos mohosos, la maleza alta y las hilanderas decorando los ventanales y los agujeros en la pared; son parte de la tetra. Una mentira que grita a oídos sordos; allí en medio de la nada, espera ser descubierta, al igual que la majestuosa cabeza de familia que la usa cómo escondite; majestuosa, llena de ocultismo, magia negra, aberraciones y clase, se asemeja a su dueño. Incluso el deteriorado color gris de su piel, es igual a la piel letrina de quien la restauró. Un hombre, un apellido, una mansión y una fortuna que se creyeron extintas, pero, entre las sombras esperan su renacer.

Dicho dueño, se desliza con los pies descalzos al igual que una serpiente en su hábitat, la túnica abrazando la piel pálida se mueve al lento pero imperioso ritmo, mientras por los grandes ventanales del segundo piso se puede ver una vestigio de su cabeza calva; sólo sí se sabe a dónde ver. La varita en sus manos puede distraer contra el grueso cristal que fue encajado contra la fría piedra de mármol de las paredes. Se detiene un momento sólo para intimidar a un ignorante elfo que con las orejas gachas tiembla ante su orden y asiente ante su pregunta. Sigue su camino, sabiendo que lo esperan. Un par de pasillos más en casi completa oscuridad, debido a la pobre iluminación y llega al corazón de la mansión, así es que esta al igual que su pueden pueden poseer uno. De un fino y calculado movimiento, las puertas dobles del salón se abren para dejar pasar a su majestad; o al menos, así se llaman entre susurros al mago.

El lugar es amplio, sin nada que envidiar a salones ostentosos y ricachones de todos sus partidarios. Avanza entre respiraciones lentas y cuerpos alertas; la chimenea al fondo, íntima y con los leños a medio consumir, le brindan unos centímetros más del alto que en verdad ostenta, las sombras afilando sus mejillas y complexión regalan a los pobres espectadores un perfil mucho más duro, malicioso y peligroso. El candelabro sobre sus cabezas, también pobremente iluminado al escasear de velas - petición del dueño de la mansión- es su única luz al final del túnel, cuando el poderoso ser, se sienta por fin a la cabecera de la inmensa mesa; sus ojos rojizos refulgen más fríos, pero menos tétricos. Cada miembro en la sala, puede respirar por fin después de una escueta reverencia.

Un mago o bruja, según preferencias de las ancestrales familias, se irgue derecho sobre la silla. Las familias más poderosas del país han enviado a su emisario, sabiendo a la perfección lo que se viene fraguando en las sombras desde hace años; algunos por lealtad otros por temor, no importa la razón. Todos están allí, simplemente para admirar al mago, mucho más serpiente que mago que derecho en su silla acaricia su mascota. Misma que se enreda entre sus dedos y el danzar de la varita, dando una imagen mucho más tétrica al poderío de dicho ser. En el oscuro y frío salón, semejante a una cueva; la silla de la cabecera más parecida a un trono que otra cosa, se mueve y con ellos, todos dejan de respirar nuevamente. Alertas y derechos piensan astutamente que con el menor suspiro, el aura de perfeccionismo se quebrantara dando paso así a un caos que los condenaría a un castigo. Al menos así creían estos sin saber qué su lord, el señor tenebroso, no los torturaría, no por el momento; han sido útiles todos ellos. Aunque no podía negar, que disfruta de las expresiones casi tétricas en algunos de ellos.

El señor tenebroso; Lord Voldemort, empieza a hablar finiquitando todos los detalles de su gran regreso, la lengua bifurcada tensas a todos, mientras intentan concentrarse en las palabras que salen de su boca y no la lengua tan parecida a las serpientes. Aunque en su mayoría todos ellos son serpientes, la última imagen de su Lord no fue precisamente un humanoide convertido en un reptil. El general de todo el ejército por su lado, vaga en los recuerdos de antaño, han pasado diecisiete años; largos y tediosos años en los cuales había esperado este momento. Condenado a vagar buscando un cuerpo el cual habitar con el trozo de su alma cercenada; rebajado y humillado; arrastrándose por el suelo, resistió todos este tiempo, siempre al pendiente de los susurros alrededor, siempre con una única consiga en la cabeza, destruir a quienes a su vez lo destruyeron; fragmentar las cabezas de los que en su momento, fracturaron su alma.

No sería sencillo, lo bueno nunca lo era; en este caso la situación se agrava debido a la consigna que no sólo los objetivos de su venganza eran héroes de guerra, sino que el mocoso, aquel despreciable ser que echando mano de la suerte había destruido su cuerpo cómo rumorea la sociedad mágica, vivía protegido al igual que un farol en medio de la penumbra. Nadie podía creer que uno de los magos más poderosos del siglo hubiese sido asesinado por un mocoso, tan débil cómo una cucaracha. Claro que se investigó, los listos lo hicieron; dieron con una interesante respuesta, fue su propia magia la que marcó el final. Gracias a eso, un trozo de su alma, estaba en el mocoso. Por ello era casi imposible acercarse a su cuerpo, sabían en su ignorancia que el gran Lord Voldemort, sólo estaba dormido, esperando atacar.

Sin embargo, lo que no sabían a cabalidad, es que el mago no dormía, está más despierto que nunca. Esperando el momento en que sólo una fisura se presente delante de la vida idílica de los Malfoy; mismos que erróneamente creyeron en su hijo, decantándose en vivir su vida junto a los traidores de a la causa; tan felices que olvidaron que el mal siempre los acechaba toda la vida. Disfrutaron demasiado de la vida, tanto que dejaron puntos sensibles donde atacar, tantos que ahora la venganza fraguada a fuego bajo, había explotado; pero eran aspectos para otra historia y otro momento, ahora, delante de todos ellos en la gran mesa sólo se fijan con ahínco en un sólo punto sensible, esta es la principal razón de la reunión de emergencia en los cuarteles secretos del Lord. Atacar, nunca antes había sido tan sencillo, fructuoso y poderoso.

Desde las sombras había comandado por algunos meses un batallón el cual le devolvería el trono que alguna vez pudo saborear, todo gracias a la venganza sobre los suyos o los que al menos, habían sido parte de los suyos; ahora todos eran magos carentes de sentido, hogareños, sin una causa más que sonreír por sus hijos y amigos; simplemente patético, atacarlos sería cómo hechizar a un niño, incluso se pregunta si recuerdan cómo conjurar un hechizo. Todo su trono había sido arrebatado por una ebria y su absurda profecía; a ella le reservará un lugar privilegiado en la tórrida venganza. Casi tan tortuoso cómo a los que considero cómo sus mejores súbditos; había pasado muchos años sufriendo por ellos, incluso tuvo un par de intentos de renacer, pero esta vez, todo sería real. Esta vez, todo acabaría, había calculado cada detalle del plan, sin dejar ni un cabo suelto, esta vez no dejaría nada al azar. Siempre se había caracterizado por ser un mago hábil, calculador y cauto; conocerán todas las aptitudes a cabalidad. Había perdido una batalla, subiditos, un cuerpo; pero no la guerra.

Malfoy, Snape, Greyback serían los primeros en caer; junto a un sustancial bonus del mago más poderoso del siglo, era hora de deshacerse de todos ellos. Se habían dormido en la indulgencia y calidez de una vida normal, reivindicados, amados, respetados y aclamados; se habían descuidado tanto que era simplemente patético de parte de sus grandes estrategas, pero lo agradecía, gracias a eso; sabía exactamente cómo atacar. Ellos habían mostrado su verdadero rostro, ahora era su turno. Por Merlín, que ganaría la guerra.

- ¿Confirmaste la información Rodolphus? - Pregunto después de minutos en mutismo absoluto absorbido por los recuerdos. Nagini entre mis manos se disuelve cómo el agua al saber que empezaba el juego; el reptil se enrolla en uno de los brazos del trono.

- Sí mi señor, está confirmado que el viejo y Grindelwald están fuera del país. Pude comprobar de primera mano que están visitando a uno de sus hijos en París; me parece que es el mayor… - El pelirrojo hace una pausa aumentando el dramatismo en la sala, todos se tensan esperando en silencio; casi deprimidos que el menor de los Lestrange haya hecho bien su misión -... El menor cómo sabe, se encuentra en casa de los Black - Satisfecho, dejó caer la espalda contra el asiento, todo va según el plan. Le hago una seña al mago para que se acerque.

El Lestrange lo hace con solemnidad, todos a su alrededor envidiosos de sus logros bufan imperceptiblemente; quieren su puesto sin duda. Rodolphus Lestrange un mago de estatura promedio, poca musculatura; casi un fideo al lado de su hermano - gracias a sus años en Azkaban -, se ha ganado el puesto que muchos añoran con deseo, casi puedo jurar que es su fantasía sexual. El hombre se acerca deshaciéndose de los pesados ropajes negros cada vez más eufórico, bajo la frondosa y bien cuidada barba que le cubre el mentón, puedo vislumbrar la sonrisa de autentico orgullo. El cabello cobrizo queda rezagado bajo mi mano una vez el hombre se hinca ante mí, aún sin moverme mucho me aproximo a su espalda, justo sobre el omóplato; acarició la piel con las largas uñas un par de veces, siento como se estremece el joven, cerrando los ojos grises que siempre parecen perdidos.

Murmuró el hechizo, sintiendo el cuerpo removerse a pesar de que el hombre no lo desea así, pero lo se, duele. Al terminar, una serpiente encogida en sí misma se refleja en la piel del mortifago, hinchada y tornando la piel rojiza; casi cómo un tatuaje muggle, este es mucho mejor sin duda. Termino el hechizo, tocando la tinta impresa en la piel, esta se mueve, deslizándose con premura por la esta, enganchándose alrededor del hombro y parte del inicio del cuello, ha duplicado su tamaño cuando se detiene. La tinta gris y verduzca refleja la solemnidad del acto. El hombre jadea, con los mechones de cabello sobre la frente, con una película de sudor sobre el cuerpo y el torso desnudo. Reconozco en silencio, lo letal y atractivo que es el mortifago, sobre todo para las brujas y magos que no reconocen la malicia en sus ojos. El sadismo y la oscuridad en estos oscurece las pupilas grises, sonreí ampliamente al retornar a sus ropajes negros. El nombramiento está hecho, ahora es uno de mis cinco comandantes. El bastión de la serpiente, baña su piel. Sólo los más leales a la causa, pueden ser un comandante; junto a su hermano mayor Rabastan, son los más fieles seguidores.

- Por ahora esperemos que Rabastan haga bien su trabajo, se llevó casi a treinta magos con él… - El salón vuelve a consumirse en en el tétrico encuentro; despacio dejó la amenaza implícita por si Rabastan falla en su misión -... Deben ser suficientes para atrapar al matrimonio Grindelwald - La sentencia es dictada, la mayoría de ellos sonríen, esperando que el mago falle para obtener su puesto. Su hermano por otro lado, le dedica la misma solemnidad y respeto que a mi nombre.

- Mí lord, así será - Asegura con convicción, mientras le dedicó un asentimiento quedo, sin mirarlo realmente pensando en el siguiente paso a dar, sin preocuparme en realidad por el desenlace de la misión del pelirrojo, a pesar de estar en Azkaban, conozco a la perfección su poder.

Al contrario del menor de los Lestrange, Rabastan es todo lo contrario, los años en Azkaban le habían afectado más bien poco y la masa muscular que había perdido por los años en la maldita cárcel, habían regresado cómo sí nada a su cuerpo, eso es un punto a su favor, he visto lo que hace con tan vasta masa muscular. Al carecer de fuertes músculos, necesito los suyos. El resto de la prodigiosa anatomía es similar a la de su hermano; el cabello cobrizo, los ojos grises, las facciones fuertes y perfiladas; sólo encuentro diferencias en la bestial estatura del mago, tan parecida a la propia. Sólo que en mi caso, sirve para intimidar en el mortifago la usa para generar confianza y seguridad junto al toque imperioso de las fuertes manos, todo hasta que conocen su apellido. Incluso después, se separa de su hermano y la sangre en las manos de ambos gracias a la indiscutible oratoria que maneja y lo cuerdo de su cabeza, no es un secreto su indiscutible forma de manipular. Este espécimen retorcido, termina de completarse al estar Rodolphus en el cuadro, el mago tiene una protección casi enfermiza por su hermano, incluso resulta obsesiva. El resultado es sin duda, el más poderoso de mis seguidores. Un digno comandante; sonrió a la nada, con él, podrían completarse los cupos para tan ansiado cargo.

- Por otro lado mi señor... la noticia fue confirmada… - Absorto en las fantasías de mi nuevo mandato, soy devuelto a la realidad por Bella, ahora tiene mi completa atención; lo sabe y tiembla extasiada -... Las cuatro familias cuyos nombres no deben ser pronunciadas, tienen herederos; los herederos que necesitamos… - cada vez más, la premisa se me antoja exquisita, casi estoy excitado de lo bien que van los planes -... Dichos magos, fueron concebidos en medio de su deceso a manos del terrible Malfoy. Comprobé los rumores - Bellatrix se envalentona, hinchando el pecho con esperanza, espera un llamado. Mis ojos refulgen con intensidad, los labios por otro lado se sellan.

- Cuéntame mas Bella - El tono es casi amable, pero inquisitivo; sabe que a pesar de su buen trabajo, no será uno de ellos, la mujer está desquiciada en más de un sentido; no puede mi comandante. La bruja lo acepta, está irritada pero no dice nada de ello. Leal hasta el final.

- Comprobé que en verdad gozan de una grandiosa belleza; me atrevo a decir al igual que su sangre pura… - La mujer, recuerda su lugar a mi lado, parece bastarle revolcándose en el tono de mi voz, sabía que sólo un par de palabras en el tono adecuado y la bruja se derrite al igual que el hielo -... La magia en su núcleo es excepcional, el manejo de la varita es envidiable y conocen hechizos que a su edad, no deberían; lo comprobé estando en la casa de los Malfoy una tarde - Con cada palabra, sentía que podía acariciar a los mocosos. Tan perfectos cómo los necesito. Sin embargo, seguía faltando la piedra angular de este informe; Bella lo sabía.

- Cumplieron quince, cómo en su visión… sin embargo esto no les resta ninguna de las cualidades necesarias de la profecía; además está el hecho de la debilidad que generan en sus padres y cualquier mago que los rodea; yo opino… - Bella seguía parloteando orgullosa de su misión, haciendo muecas ocasionales cada que nombra, nuestros detractores. Misma mueca que le cubre el rostro al ser interrumpida.

- Mí lord, habiendo escuchado esto… aunque sean tan excepcionales, por el bien de la profecía y la causa, deberíamos mantenerlos al margen de tan excéntricos adolescentes hasta estar muy seguros de que en verdad son ellos; sabe lo volubles que son los niños en esa edad. Encuentro muy arriesgado ir por ellos - El mago a mí lado aunque seguía con la cabeza gacha, murmura lo suficientemente alto para dar a conocer su opinión, una insignificante opinión. Bella le regala la mirada llena de odio que quiero darle. El mago, levanta la cabeza ante el ataque silencioso.

- No quiero dudar de su decisión mí lord, pero me parece mucho trabajo sólo por unos mocosos aunque puedan llegar a ser los que necesitamos; hay magos más experimentados que sin duda querrán estar a su lado y gobernar… Si esto no le satisface, podemos intentar modificarles la edad con una poción - Rossie siguió su parloteo sin dejar hablar a Bellatrix que pretendía callarlo, con una nueva palabra que salía de su astuta boca; se gana las peores miradas de la bruja sin embargo, yo conozco su proceder, lo que intenta. Un puesto a mi lado o el de su hijo, en todo caso.

- Rossie, Rossie… Por motivos cómo estos es que no eres uno de los comandantes, por tus palabras engañosas, no me podrás ayudar con el plan que he entretejido para todos nosotros… - Rossie parece irritado cuando nuestros ojos conectan, llevándolos a un lado después de un par de minutos -... Necesito a esos adolescentes inexperimentados, sólo así la profecía se cumplirá y poder descifrar cuál será el posible error en todo el plan que he trazado por años… - Ahora las risas indiscretas y burlonas, bañan el recinto, se burlan del mortifago, de la humillación que sólo un regaño han compuesto en el.

-... Sólo gobernare el mundo mágico, sin oponente alguno y al lado de esos mocosos… eso sin contar la venganza… ¿Acaso no lo ves?... Esos niños cómo los llamas, son la clave para nuestra causa - El mago totalmente abochornado baja la cabeza; he leído en su cabeza, no me escapa desapercibida al solicitud de antaño del mago por quedarse con alguno de los jóvenes en cuestión; premio exclusivo de los comandantes de mí ejercito.

- Mis leales súbditos, estamos por empezar una batalla; la primera por nuestra libertad y supremacía, atacar primero y estando el enemigo desprovistos de defensa, será la única manera de ganar esta guerra …- La vergonzosa reprimenda de Rossie pasó a segundo plano, ahora las tétricas sonrisa inmaculan los rostros de los presentes -... Nuestra era está pronto a comenzar, al lanzar el primer hechizo; el mundo mágico será nuestro - El vitoreo eufórico, no se hicieron esperar.

A pesar de la irreverencia al carecer de permiso, los magos dejan sus asientos para levantarse en vitorees debido a la euforia grupal, los aplausos a mi corto pero contundente discurso no se hacen esperar. De pie, me dejó embriagar de dicha euforia por el casi completo el plan que había trazado por años, en medio de humillaciones, degradaciones, faltas de magia y dependiendo de otros para vivir; eso se acabaría pronto, tanto que no lo verían llegar. Sería una nueva era la que se levantara, una totalmente oscura donde nuestra orden sería la única protagonista; está cambiaría la magia desde la raíz; sólo así los magos vivirán por fin sin esconderse cómo ratas en los callejones, las leyes eran precarias, pensadas para los muggles no para los magos; les haría ver su error.

Al terminar la algarabía, permito que todos se esfumen, necesitan prepararse para lo que viene; yo, por otro lado me dedico a mirar a la nada nuevamente con Nagini sobre el regazo; los mórbidos pensamientos, decantan en el rostro contrariado de dolor de los traicioneros magos que osaron mentir para vivir su idílica vida. Mi renacimiento, los tomaría por sorpresa; no sólo a ellos. El pánico y el miedo de los magos al tomar el ministerio, la sangre y los gritos de mis oponentes al morir, casi lo puedo oír cómo el mejor cántico de batalla. Mi núcleo excitado se remueve, pronto llegará el tiempo de ser el amo y señor de la muerte, el mago más poderoso de todo el mundo mágico. La idea de los mocosos llorando y asustados me excita aún más, ya quería comenzar a romperlos.

 

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- James Gellert Percival Grindelwald-Dumbledore -

 

Tic toc, tic toc; las manecillas del reloj con su sonido característico es lo único que se escucha en todo el frío salón, ataviado de poca leña en la chimenea, sin embargo eso parece no importar a los magos que entre ronquidos están desperdigados por todo el piso alfombrado, arrullados por la oscuridad y la carnalidad.

Tic toc, tic toc; una nueva tanda de minutos y los magos se remueven cada vez más, al menos uno de ellos. James Gellert Grindelwald Dumbledore; abreviado Gellert o simplemente James, intenta despertar del denso sueño, moviéndose entre la inconsciencia a la que llegó después de la peor combinación que puede existir a los quince años; alcohol de contrabando escondido bajo las túnicas y adolescentes con ganas de divertirse; la ecuación sólo se vuelve perjudicial al tener una mansión completamente vacía. Se remueve inquieto, despertando a pequeños pasos, incorporándose lo mejor que puede al tener dos cuerpos considerablemente más pesados encima. Estos se deslizan por su cuerpo hasta dar en la esponjosa alfombra que los resguarda del frío, apenas es consciente de dónde está o quienes están sobre él. Se frota los ojos intentando recordar y quitar un poco de la somnolencia atada a sus huesos que impide que su prodigiosa cabeza, aún nadando en alcohol, pueda pensar.

El joven mago, uno de los más cotizado en todo el mundo mágico a pesar de su edad, recuerda quién es; el hijo menor de los magos más poderosos de Gran Bretaña, también recuerda dónde está, en el frío suelo de la mansión Black, pero sobre todo recuerda lo que le harán si los encuentra allí el dueño de la mansión. Snape, no tiene fama de benevolente; menos con adolescentes revoltosos en sus alfombras, intenta levantarse con una nueva perspectiva en su densa cabeza, la misma que da vueltas a su alrededor. Patea una botella al deslizarse entre los cuerpos y la alfombra, el caos se desata en su cabeza ya fragmentada; el frío suelo de la mansión Black le besa la boca al caerse, la sangre se acumula rápidamente entre los labios. El olor a licor se extiende, cómo las feromonas de los costosos perfumes; por poco lo manda de cabeza contra el piso nuevamente, se sostiene el estómago revuelto mientras mitiga las ganas de vomitar, a la vez que sin duda maldice al segundo hijo del matrimonio Black por organizar semejante caos y disfrazarlo de fiesta de cumpleaños.

Busco con la mirada al malnacido hijo de Snape, encontrando retazos del singular grupo que conforman lo más cercano que poseo cómo amigos; el heredero de los Malfoy se remueve bajo la mirada asesina que le profeso al estar aún dormido, bajo el cuerpo de una despampanante bruja de quinto que sin pena alguna, enreda sus piernas con las propias y un tipo de séptimo que aún conserva la mano en la polla dormida del mago. Hago una mueca asqueado, los magos están fundidos con el rubio, tanto que apenas puedo ver retazos de su cuerpo desnudo, sólo el largo cabello platinado de su familia sale a refulgir debajo de los brazos enredados y las piernas entrelazadas. Eso sí se ignora la excéntrica tobillera de oro puro y esmeraldas enrocada en su piel. Egocéntrico Malfoy despotrico con dolor de cabeza. Dejó al bello durmiente de lado siguiente con el reconocimiento, quiero apagar el sol con cada rayo que me da al intentar enfocar lejos.

No muy lejos de ahí, el causante de todo este embrollo, duerme a pierna suelta sobre uno de los magos con mayor edad en la estancia; el malnacido pelinegro ronca bajo al igual que un gato, sobre un brujo de séptimo, el mismo que en toda la noche le coqueteo sin pena, sin poder creer la suerte que tuvo al acaparar una mirada de Black, claro, hasta que otro mago le robó la atención, fue extravagantemente divertida la resolución del problema; el tercero en discordia también duerme sujeto al pelinegro, enroscado cómo una serpiente a su cadera; una tercera cabeza entra a la ecuación en medio de sus piernas, deje de verlo, ese no tenía idea de dónde había salido. Negué cansado al ponerme de pie sin resbalar esta vez, el pelinegro era el más casanovas de todos los Black y eso es decir mucho; tenía un gran legado encima de su nombre. Las brujas aún babean por una caricia del patriarca Black, aunque Sirius sólo tiene ojos para su esposo, todo eso sin dejar de lado al primogénito de los Black. Todo un linaje de magos perfectos; perfectamente cabrones, libertinos y bebedores.

Dejó la línea de sucesión Black una vez de pie, descubriendo que no sólo estoy completamente desnudo, sino que el mundo parece girar con cada paso; maldigo a Merlín esta vez la mala decisión que tome al patear un cuerpo cercano, el quejido sale de su boca adormilada; mientras se arrastra hacia la pared con la misma reticencia que consigo en los temblorosos pasos. Ragnar, descansa la espalda aspirando aire cómo un demente, consiguiendo no vomitar todo el contenido de su furioso estomago; me rio de tal cosa, suponiendo que es más lobo que mago, su semblante no debería ser tan verdoso. Me deslizo al piso nuevamente junto al hombre lobo, con este tenía en la mira al último mago que compone nuestra reducida pandilla, el cuarteto desastroso; cómo nos nombran con terror los maestros al ser detenidos por una nueva travesura. Ignoró nuestros cuerpos desnudos, recibiendo el vaso de agua que ha conjurado Ragnar, descansando la cabeza en su ancho hombro, el lobo enreda los dedos en mi cabello alejándolo de sus piernas y la polla; maldiciendo al techo. Ambos agradecemos estar lejos de todos los cuerpos agrupados en el salón, sobre todo al sentir la pared a nuestra espalda desaparecer. El dueño de la casa apareció.

Una nueva maldición se acopla a los labios de ambos al levantarnos del suelo de un empujón para no terminar en el primer piso de la mansión; mala idea arrastrarnos hasta la pared que conduce a las escaleras; Snape es un sádico total. Al levantar la varita, supe que estaba por estallar, su mal humor incluso me carcome por dentro; Ragnar es el primero en reaccionar llamando nuestra ropa, Snape al ver el movimiento por poco nos hechiza, su mirada puede carbonizar la madera sin duda, mira el estropicio en su salón, luego a su hijo y al dormido Malfoy, la sonrisa maquiavélica que compone me eriza la piel; aún tambaleando cada uno se apresura a un mago; Snape y compañía prevén el movimiento, lo siguiente que siento es el mundo de cabeza. Luchó contra el hechizo sabiendo el contra hechizo, sin embargo, el vomito es más rápido y escala mi cabeza antes que el llamado de la magia. También me sella los labios cuando intento gritar. Luchó poco, al igual que Ragnar somos listos, sabemos cuando una batalla está perdida; por la mirada de James a lo lejos, intentado maldecirnos, esta incluso perdida la guerra. Lo siguiente fue muy predecible en realidad, no sólo uno; sino dos Aguamenti en toda su capacidad, recorrieron el lugar.

- ¡Charles Regulus II Black Snape! - El grito de Snape fue tan sonoro, cómo las carcajadas de Sirius; el otro patriarca de los Black se descojona de risa frente a nosotros, a la vez que cubre los ojos de uno de los pequeños gemelos. El otro descansa en los brazos del arquitecto del segundo Aguamenti, James me asesina con la mirada, cubriendo a su vez los ojos del gemelo Black.

Veo en cámara lenta y aún de cabeza la secuencia; Reg, se levanta de un salto tambaleante, tan furioso que por poco lo manda al suelo de nuevo, sus ojos apenas entienden lo que pasa. Un coro de maldiciones se apodera del salón gracias a todos los magos despiertos de improviso, las enredaderas de brazo y piernas en Reg chocan contra el suelo, dónde Snape, les lanza un nuevo hechizo sólo por el pecado de tocar a su bebé. Es inevitable que ría aunque la sangre ya baja a mi cerebro. En pocos segundos, el salón se convierte en un caos de camisas, túnicas, zapatos y hechizos patrocinados estos últimos por los padres escandalizados. Agradezco ahora, que padre esté visitando a Eliot. Mi pobre alma, no aguantaría un auténtico escándalo de Albus Dumbledore. Recordando que soy mago, eliminó el hechizo de Snape antes de vomitar, momento justo para ver a Charles correr por su vida mientras intenta vestirse, la varita de Snape escupe hechizos sin descanso.

Al enredarse en la ropa interior tiene que agradecer mí ingenio, al menos, no se le ve la polla. Sin embargo, ahora soy el nuevo receptor de la ira de su padre que me apunta con descaro; utilizó a Malfoy cómo escudo, este escapa cómo un maldito cobarde, no me queda más que correr junto a Charles. Sólo quedamos nosotros cuatro en el salón, el resto de magos han escapado despavoridos al ver a los dueños de la casa, en especial Snape que aún sin dejar de perseguirnos por la amplia mansión, parece haber anotado mentalmente el nombre de cada mago en su casa; esto, nos iba a costar la copa de las casas sin duda, no ayuda que casi todos los magos en ella sean Slytherin. Cruzando por el comedor ahora sin pared de por medio, me río del viejo James Malfoy que me riñe por ayudar a su hijo a vestirse en medio del intenso correteo, la mirada que me regala; me deja claro que sin duda, seré torturado este año en el castillo, a pesar del hijo del director. Esquivó un nuevo hechizo saliendo rápidamente de los escabrosos pensamientos, va a ser una mañana bastante larga. 

Notas finales:

Gracias por leer. 

PK. 


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