-Buen gatito. Buen y gordo gatito- Naruto le dio suaves palmadas en la cabeza mientras le acercaba un tazón con leche fresca. Después se volvió hacia el par y, de manera infantil, les hizo un gesto con la lengua.
Shisui fue el primero en replicar.
-Me arañó- mostró la cicatriz rojiza a su compañero. Itachi en cambio se encogió de hombros.
-¿Pero cómo llegó hasta aquí?- se preguntó Naruto, dirigiendo una mirada fugaz hacia el balcón. La puerta estaba entrecerrada. Sabía que se trataba de aquel gato ninja borracho, pero no entendía qué hacía allí ni por qué lo había defendido.
El gato engullía gustosamente la leche, agitando su esponjosa cola hacia uno y otro lado, feliz de su propia hazaña y de la atención que se le brindaba.
-Me quedaría con él si mi mamá no tuviera alergia- admitió el rubio, cesando con las caricias para abordar a los serios Uchiha. -¿Qué misión tenemos ahora?
Fue Itachi quien respondió.
-De reconocimiento- sabía que el hijo del hokage estaba aburrido de ellas, cualquier ninja de rango inferior lo estaría, pero todo era un vil engaño para estrechar lazos.
-Bueno- lo que ningúno de los Uchiha esperó, fue ver a Naruto desvistiendose allí mismo. Claro que, era la habitación del rubio, y todos eran hombres, pero...
-Eh- habló Shisui, señalando hacia el tazón volcado de leche. -¿Qué le pasa al gato?
***
Leyó mentalmente la palabra que había escrito anteriormente en su antebrazo, y que, posteriormente, había anotado en su libreta.
No se trataba de ningun jutsu en sí. Era un nombre, uno significativo.
"Sasuke"
Aquello le decía a Itachi todo y a la vez nada. Había momentos en que creía saber de qué se trataba, que su memoria anexaba el nombre con hechos aleatorios, pero entonces volvía aquella bruma a envolverlo todo, dejándolo tanto o más perdido que antes.
¿Qué era esa sensación de deja vú?
Debía tratarse, indudablemente, de un genjutsu. La cuestión era ¿Por qué estaba atrapado? O si realmente lo estaba, ¿Cómo podría salir? Ni siquiera estaba seguro de querer hacerlo. No había nada ánomalo en su vida, haciendo a un lado la guerra que se avecinaba entre el distrito Uchiha y el resto de civiles en Konohagakure. Sin embargo, ya idearían un mejor plan.
Después Itachi llegó a la conclusión de que, si se encontraba atrapado en un genjutsu, debía ser uno poderoso, de otro modo habría podido romperlo de la forma convencional.
También estaba la incógnita número dos. Tomó la fotografia de la mesa, el equipo trece conformado por Shisui, Naruto y él. Sonrió cuando vio el rostro del hijo del cuarto. Ya no lo negaba, le gustaba. Quizá más de lo que debería.
Extenuado, se llevo dos pildoras azules a la boca. Y es que cada vez tenía más pesadillas (que no recordaba) y en consecuencia, dormía menos.
Así eran los días en la vida de Itachi Uchiha. Miembro honorable del escuadrón Anbu, espía doble y...traidor de su propio clan.
Nada más despertar, Itachi tomó una desición. No podía seguir siendo un doble espía. Estaba mal, pesimamente mal. Estaba traicionando a su familia, a sus compañeros, a todos.
Pero...¿Acaso no era eso lo correcto? Si dejaba de hacerlo, si no les vigilaba (y especialmente a su padre), toda la aldea correría peligro. Konohagakure se había segmentado en dos desde que habían hecho aquella división debido al miedo que despertaba el sharingan.
¿Sería esa la respuesta?
Él no quería seguir sirviendo al Anbu, y sin embargo, si expresaba abiertamente su inconformidad, la situación empeoraría. Había algo en todo que, no cuadraba. Quizá fuera un presentimiento, o una simple corazonada, pero en su fuero interno sabía que tomaba la desición correcta. Es como si alguna fuerza desconocida le alertara sobre lo que podía ocurrir a futuro si continuaba los mismos pasos que tenía en mente.
¿Cómo ir en contra de los designios de su destino? ¿Cómo detener una guerra?
Tampoco podía traicionar a Konoha.
"Tal vez pueda..."
Lo intentaría. Al fin y al cabo, no tenía nada que perder.
***
Habían llevado al gato fofo con la anciana y, completado la misión de reconocimiento con éxito y sin mayores contemplaciones.
Naruto notaba a Shisui más pensativo y serio de lo usual. Incluso cuando se despidieron, le vio tomar un rumbo ajeno al habitual. El Uchiha claramente no se dirigía a su casa.
En silencio, decidió seguirlo, ver que era lo que ocultaba. Naruto, sin embargo, no esperó encontrarse en la entrada de raíz. Shisui se había detenido antes de llegar, parecía que meditaba su siguiente movimiento.
La entrada estaba fuertemente custodiada, y aún si alguien llegaba a infiltrarse, debía haber mucha más seguridad dentro. Era el punto de reunión del escuadrón Anbu después de todo.
¿Qué pretendía hacer Shisui entonces?
Estúpidos Uchiha y sus condenados secretos.
***
-¿Qué significa esto?
Naruto tragó pesado cuando Fugaku golpeó la mesa con exasperación y enojo. Solo estaba cumpliendo otra de las tantas encomiendas de su padre. Entregar un sobre con indicaciones para evacuar a los Uchiha del distrito y reincorporarlos a la aldea.
-Minato- la desconfianza en el tono era más que evidente. Mikoto estaba sentada junto a su marido, acariciandose insistentemente el abdomen, y su mirada de preocupación no pasó desprevenida para los presentes.
-Habrá reunión esta noche- murmuró el patriarca Uchiha, haciendo trizas el sobre y dirigiéndose exclusivamente a Itachi, el cual asintió en solemne silencio, a sabiendas de lo que acontecería. Solo no podría hacerlo, pero ahora tenía de su parte a unos cuantos aliados. Tarde o temprano su padre tenía que aceptar los hechos.
-Itachi- el llamado de Naruto, captó de inmediato su atención. El rubio estaba a pocos centímetros de su rostro, cubriendose la comisura de los labios en señal de susurrarle un secreto. -Tu padre da miedo.
Itachi estuvo más que de acuerdo. Y después pensó si Naruto no le temería también a él. Después de todo, semanas atrás, había pensado erradicar al clan entero por cuenta propia...
***
Tenían que reunirse para discutir la estratagema y cubrir cualquier posible hueco en ella. Por eso, a medianoche, Itachi y Shisui se reunieron a las afueras del distrito. En cuanto la junta del clan hubo finalizado. Fugaku planeaba adelantar el golpe de estado y no podían permitir que ello se llevara a cabo.
-Mataré a Danzo y a los consejeros- Shisui fue el primero en exponer sus pensamientos, seguro de sí mismo y de su idea. -Son los únicos que se oponen y nos ven como un potencial peligro.
Itachi asintió, pero entonces eso lo dejaba con la peor tarea de todas.
Matar a su propio padre.
No estaba seguro de poder hacerlo.
-Necesito salvar a...
"Sasuke"
Y de pronto, al ver a Naruto aproximarse velozmente en su dirección en compañía del hokage, Itachi recordó todo.
Si estaban en un genjutsu. Peor que eso, él lo había creado.
-¿Itachi?