Naruto se mantenía erguido y se forzaba por mantener la vista al frente cuando los escuchó entrar a la oficina.
La serena mirada celeste se posó en los recién llegados a la par que una sutil sonrisa se formaba en los labios del Hokage.
-Bien, ahora que estan todos reunidos, les comunicaré de que trata la misión que les tengo designada.
Los labios de Naruto se fruncieron un poco ante lo dicho. Había estado buscando a ese par en el distrito y, justo cuando los había encontrado, un grupo de Chunnin lo interceptaron para llevarlo a la torre Hokage por petición de su padre.
Pero cuando Naruto se enteró de que tendrían una misión importante, no pudo evitar emocionarse un poco. Ya le hacía falta algo de acción, pondría en práctica las enseñanzas de Ero Sennin y además, tendría la oportunidad de convencer a ese par de engreídos para que lo entrenaran.
Sonriendo, Minato extendió un mapa sobre la mesa.
-La misión consiste...
-¿Qué rango es?- lo interrumpió Naruto, acercandose rápidamente para ver el mapa de cerca. El cuarto le revolvió el cabello y lo hizo retroceder un poco al empujarlo del pecho.
-No seas impaciente- pidió.
Naruto hizo un mohín y se cruzó de brazos al notar que los Uchiha sonreían. Tal vez burlándose de él. Pero ya recibirían su merecido.
-Como les decía- tosió Minato contra su puño para llamar la atención de los presentes, instandolos a enfocarse en la ruta trazada del mapa. -Se trata de una misión de reconocimiento. Partirán esta misma noche y se adentraran en las inmediaciones del bosque para verificar que el área este libre de forasteros- hizo una pausa y estudió el semblante de los Uchiha, intuyendo que sabían de qué se trataba todo. Aquella por supuesto no era una misión como tal, sin embargo ayudaría a apaciguar las contradicciones del clan una vez que su líder diera cuenta de la primer encomienda. -Una vez hecho esto, quiero que implementen las medidas de seguridad de cada zona. Instalaran trampas y realizarán un informe detallado de los sitios que consideren expuestos...
-¿Eso es todo, viejo?- preguntó Naruto con los ojos entrecerrados. No le parecía una misión muy "guay" donde pudiera probar sus habilidades o patear traseros enemigos. Definitivamente habría cero acción y eso no le gustaba.
-Por el momento lo es- Minato enrolló el pergamino y se lo entregó a Shisui, quien lo tomó ligeramente consternado. Danzo realizaría una comitiva esa misma noche y Shisui había esperado para adentrarse en sus dominios y averiguar de una vez por todas qué era lo que tramaba. Sin embargo eso no sería posible ahora. Faltar a sus deberes como Shinobi estaba fuera de discución.
Balanceandose de un lado al otro, Naruto observaba de soslayo el perfil taciturno de Itachi. Nuevamente se preguntó en qué estaría pensando y, un sutil rubor se esparció por sus mejillas cuando Itachi se volvió hacia él para hacer contacto visual.
Quemaba...
Cada fibra de su cuerpo ardía ante la mirada seria y escrutadora de Itachi. Y Naruto temió que el Uchiha lo supiera porque, ni siquiera él era capaz de procesar lo que sentía.
-Serán el equipo trece de ahora en adelante- gesticuló Minato con una candida sonrisa cuyo propósito era el de alentar.
-Pero...- Naruto se puso repentinamente nervioso, su voz y postura lo delataban. Itachi alzó una ceja por su reacción. -¡El trece es de mala suerte, dattebayo!
Shisui rió por la ocurrencia, mientras que Minato negó con la cabeza.
-Naruto...
**
Por casi dos horas estuvieron vagando en el bosque. Anexando y reforzando trampas en cada sección marcada en el mapa. A pesar de sentirse algo irritado con los Uchiha, Naruto hizo a un lado su enojo y se encargó de distribuir las trampas tal como habían acordado.
Lo primordial en esos momentos era acatar órdenes, y además...
"Sé que no estas familiarizado con ellos, pero quiero que les obedezcas y estés atento a cualquier anomalía"
Una sonrisa se dibujó en sus labios al recordar las palabras de su padre. Sin duda lo amaba muchisimo. No quería darle tantos problemas...al menos no más de los necesarios.
-¿Has registrado la zona este?- de un salto, Shisui se posicionó junto al inquieto rubio que no dejaba de desplazarse de un lugar a otro.
-Lo hice tres veces, dattebayo- aunque intentó modular su voz, Naruto supo que había sonado hosco y cortante. Saltó hacia una de las ramas frontales y se sentó para revisar el trozo del mapa que Shisui le había dado.
Itachi se unió a ellos poco después. A sabiendas de que el hiperactivo rubio estaba "algo" enfadado. No obstante, no lo culpaba. Fue culpa de ellos por no ser tajantes desde el inicio.
-Naruto kun...
El aludido se dio media vuelta, fingiendo no haber oído la voz aterciopelada de Itachi. Ese tipo lo ponía de los nervios con solo mirarlo. Aquello no podía ser normal.
-Bien- suspiró Shisui ante la actitud reticente del Uzumaki. Itachi y él se miraron fijamente, poniéndose de acuerdo al instante.
-Sentimos haberte excluído.
-Y no haberte entrenado- completó Itachi, algo arrepentido por su actuar. Naruto sólo buscaba aceptación dentro de su grupo, pero tenían demasiados problemas encima últimamente. El golpe de estado solo había sido aplazado, más no anulado.
-Los perdono- Naruto se puso de pie y sacudió el polvillo de sus pantalones. Estaban rematadamente locos si creían que no iba a cobrarselas. -¿Qué haremos ahora?- sus expresivos ojos vagaron de los de Itachi a los de Shisui, deteniendose en este último.
-Inspeccionar a fondo esta sección antes de acampar. Es menester ratificar que no haya enemigos a la redonda- Shisui bajó ágilmente del árbol y se puso de cuclillas para buscar algun indicio de presencias ajenas a ellos. Itachi lo imitó en el acto. Solo Naruto se mostró confundido al respecto. No sentía ningún otro chakra en las cercanías, asi que no entendía por qué el "lider" se ufanaba en perder el tiempo buscando entre rocas.
-Aqui esta- anunció Shisui, alzando una delgada rama agrietada. Itachi la estudió y concordó al instante. Shisui era el más astuto cuando se trataba de localizar enemigos. A diferencia de él, Shisui ya poseía el mangekyo sharingan. Y aunque Itachi sabía que aun no estaba a su altura, tampoco anhelaba ese poder, porque conocía el precio para obtenerlo, y no estaba dispuesto a pagarlo.
Quizá...
"Algún día te lo pagaré"
Habría podido salvar a sus compañeros de haberlo tenido en aquel tiempo.
-Yo solo veo una rama rota, ttebayo- se quejó Naruto, inflando las mejillas con disgusto. Tenía algo de sueño y presentía que no harían nada productivo si se ponían a inspeccionar cada rama del lugar.
-¿Estás seguro?- Shisui se sonrió, confiado. Le entregó la rama a Naruto y señaló la fisura inferior en ella. -No está totalmente trozada, lo cual indica que es una trampa.
Naruto separó los labios, sus ojos se abrieron y cerraron con rápidez e incredulidad.
-Si alguien hubiera pasado sobre ella, estaría trozada a la mitad- le explicó Shisui, volviendose hacia su entorno para registrarlo una vez que activó el sharingan.
-Se han ido hace poco- Itachi informó al secundar las acciones de Shisui.
Un ruido extraño resonó a sus espaldas. Tanto Itachi como Shisui se giraron en esa direccion con la guardia en alto, sosteniendo cada uno dos kunais horizontalmente.
El rostro de Naruto ardió en verguenza.
-Tengo hambre- confesó mientras se acariciaba el estomago.
**
Luego de haber pescado, Shisui e Itachi se dedicaron a encender una fogata, empleando el katon para ello. Dispusieron leña y unas varas junto al fuego para cocinar los ejemplares que habían capturado.
Sentado en el extremo opuesto de la fogata, Naruto esperaba inquieto y hambriento. Sosteniendose el estomago con ambas manos e inclinandose hacia el frente cuando el penoso crujido de sus tripas hacía acto de presencia.
-Ah- Shisui se estiró y dirigió su mirada hacia el rubio cuando este se removió ansioso sobre el tronco. -Toma.
Naruto hizo malabares con las manos en tanto Shisui le arrojaba una vara con su cena recién cocinada.
-G-Gracias- dio un pequeño mordisco a la piel tostada del pescado y al virar el rostro hacia la fogata, se percató de la ausencia de Itachi.
Discretamente, Naruto miró en todas direcciones, tratando de localizar a la razón perpetua de su confusión sexual.
-Se esta bañando en el río- Shisui habló con voz calmada al tiempo que retiraba las dos piezas restantes del fuego. A Naruto le apenó saberse tan transparente pero supuso que era lógico que alguien más se diera cuenta de su desesperante estado. -Creo que yo tambien me ducharé ¿No vienes?- el rostro de Shisui reflejó cierta intriga al ver que Naruto negaba firmemente. La idea de ducharse de noche le resultaba muy tetrica para siquiera tomarla en consideración. -En ese caso, te tocará hacer guardia aqui.
-¿Aqui?- la voz de Naruto tembló incontrolablemente. Y Shisui sonrió por ello. No creyó que el chico fuera tan asustadizo.
-Si, solo tienes que vigilar la zona y asegurarte de que ningún enemigo se filtre en nuestro perímetro.
-Pero...- Naruto titubeó, mirando a izquierda y derecha, pensando en aquellas historias tenebrosas que había relatado el capitan Yamato en el pasado. Vampiros, hombres lobo, demonios...fantasmas.
Todos ellos acechando en el bosque, a la espera de su primer victima de la noche.
-Voy contigo- Naruto dio un salto de su lugar poco despues de que una lechuza aterrizara en uno de los arboles aledaños.
-Andando- sentenció Shisui, y antes de dirigirse hacia la desembocadura del río, se cercioró de analizar a detalle que no hubiera intrusos.
Minutos mas tarde, Shisui se unió a su compañero de equipo y mejor amigo, habiendose rendido despues de tratar de convencer al Uzumaki de meterse un rato con ellos. Cómicamente, Itachi había resbalado al tratar de pescar una trucha, empapandose los pantalones y parte de la remera. Shisui tampoco había tenido muy buena suerte y se había ensuciado con el lodo de la orilla. Solo Naruto -que no había participado en la pesca- había salido intacto.
-¿Y Naruto?- Itachi inquirió al no ver al susodicho en el agua. Shisui tiritó al sumergir el rostro y sentir la brisa nocturna impactar contra su húmeda piel.
-No quiso entrar. Se ofreció a hacer guardia en el claro, cerca de la orilla. Nos alertará si algo ocurre.
No muy convencido, Itachi asintió. Se enjuagó el cabello y se forzó a abandonar cualquier pensamiento ligado al hijo del Hokage. Realmente no entendía por qué experimentaba un difuso deja vu cada vez que lo veía. Y lo peor de todo, comenzaba a incomodar a Naruto con sus insistentes miradas inquisitivas. Debía abstenerse de mirarlo, y sobretodas las cosas, centrarse en desempeñar bien su papel de doble espía.
Cerca de la orilla, Naruto se dio prisa en tomar las prendas sobre las rocas para, posteriormente, ocultarlas tras los arbustos.
"¿Algún día piensas madurar?" gruñó Kurama en su subconsciente. Naruto lo imaginó apretando fuertemente la mandíbula pero aun asi decidió ignorarlo.
-Se lo merecen- profirió en un respingo. Tocó el broche platinado sobre su chamarra y recordó la humillación y perdida de tiempo por ese duo de cretinos. Naruto no comprendía por qué los Uchiha poseían ese complejo de superioridad, pero no le agradaba en absoluto. Y menos le agradaba saber que no querían entrenarlo porque, seguramente, lo veían como una simple carga. Despues de todo no poseía ningun dojutsu y, según estaba enterado, hasta el más debil del clan estaba altamente capacitado para crear y repeler genjutsus -salvo aquellos que aun no despertaban el Sharingan-
-Debí imaginar que harías algo asi.
El cuerpo de Naruto se congeló en un abrir y cerrar de ojos. Shisui estaba junto a él, mirandolo molesto y...desnudo.
El rubio retrocedió dando traspiés, maldiciendo la risa de Kurama en su fuero interno.
-¿Y bien?, ¿Donde esta?- exigió Shisui, avanzando cada paso que el chico retrocedía. En menudo juego habían ido a caer Itachi y él.
Fuertemente ruborizado, pero mostrándose repentinamente firme, Naruto exhaló.
-No te lo diré- una sonrisa burlona se dibujó en sus labios. Y Shisui juró ver la personificación de un travieso Kitsune en su lugar.
-No estoy para juegos.
Naruto dejó de sonreír al notar la seria faceta del Uchiha.
-Se las daré- Shisui suspiró. --Pero tienen que prometer que me entrenaran.
-No...- exclamó Shisui, autoritario. Frunció el ceño y se aproximó más hacia el rubio. -No tenemos tiempo para entrenarte, ¿Por qué no te resignas y buscas a alguien más?
-Porque...- Naruto cerró los labios, analizó cada palabra dicha, y dedujo que de nada servía pedírselos. Incluso sopesó el hecho de que Shisui tenía la razón, podría simplemente buscar a alguien más. Kakashi tambien era portador del Sharingan. Tambien estaba Kurenai, ella sabía usar genjutsu. Sin embargo Naruto estaba consciente de que los Uchiha eran, por lo menos, diez veces más expertos que cualquier otro usuario dentro de la aldea.
-Escucha- pidió Shisui en un quedo murmullo. Naruto le sostuvo duramente la mirada. -Puedes ir al campo de entrenamiento los fines de semana y ser participe de nuestro entrenamiento. No puedo asegurarte un entrenamiento como tal, pero...
-Me parece bien- accedió Naruto con simpleza. Shisui se relajó un poco ante la actitud del chico. Ciertamente era el Shinobi más impredescible de todos.
-Naruto kun.
Naruto sintió como si una colonia entera de hormigas estuviera trepidando por su estomago. Itachi acababa de tocarle el hombro a sus espaldas y lo único que acertó hacer, fue quedarse estático, totalmente inmóvil.
"No te atrevas" le advirtió Kurama en tono hostil. Naruto supo perfectamente a lo que se refería, pero hizo caso omiso de ello. Se giró lentamente sobre sus talones y una amplia gama de tonos rojizos cubrió cada recoveco de su faz.
Itachi Uchiha llevaba su largo cabello oscuro suelto y empapado, al igual que todo su cuerpo. Naruto sintió que el corazón le latía más rápido de lo normal cuando las gemas escarlata lo observaron con aplomo.
Lo siguiente que Naruto notó, fueron las gruesas gotas carmesí sobre la hierba. Circunferencias líquidas que provenían ni más ni menos que de su propia nariz.
Un gemido de sorpresa murió contra su mano cuando Naruto se cubrió la boca al tiempo que se detenía la nariz con el pulgar e índice.
-¿Eso es...sangre?- preguntó Shisui a su lado
Naruto se quedo sin aliento.