"Sasuke no me ama"
No, claro que no. Solo era un capricho para el imperioso Uchiha. No había forma de que él sintiera aprecio por un desconocido con el que se había enrollado tarde y noche tras su llegada a aquella fría mansión que le proveía todo menos libertad.
Porque solo era su juguete. Un capricho, un simple esclavo sexual al que podía usar a su antojo. La mascota estúpidamente sumisa que se dejaba hacer de todo por su amo. El grandísimo idiota que jamás expresaba su inconformidad por miedo a las represalias y el oscuro futuro incierto que le aguardaba a manos de Fugaku por una deuda económica imposible de pagar.
Tratando de convencerse de sus inestables pensamientos, Naruto apartó la vista del documento que debía firmar para poder ser él mismo de antes.
Le parecía que tenía horas esperando cuando en realidad no habían transcurrido más de veinte minutos desde su llegada, donde había leído y releído el absurdo contrato ofrecido por el responsable de sus actuales pesares.
Mordiéndose los labios con ansia, Naruto se aseguró de no estar omitiendo ningún detalle de relevancia. La petición era rídicula y morbosa en sí, pero ya nada le sorprendía viniendo de una persona cruel y desalmada, carente de escrúpulos y obsesionada en adelantarse a los descubrimientos de la ciencia, un individuo a todas luces trastornado con cada ínfimo misterio relacionado con la vida y la muerte, la causa y el efecto.
Vacilante, aproximó el bolígrafo hacia la primera enmienda. No debería estar dudando tanto, sobretodo teniendo en cuenta que se trataba del bienestar de su bebé. Solo una firma y dejaría de padecer los sinsabores de aquella experimentación negligente que dio inicio por medio de Kabuto en su afán por mezclar células animales y ADN mitocondrial en pos de desarrollar una mutación hibrida en el organismo de seres humanos. Tal como Naruto había contemplado la primera vez que Sasuke lo llevo a ese lugar.
El brazo amorfo, cubierto de escamas, palpitando como si tuviera vida propia, segregando una sustancia verde y repugnante.
¿Le pasaría a él lo mismo?
No. Aún estaba a tiempo de revertir esos grotescos cambios que se presentarían más adelante. Era cuestión de renunciar a una sola persona, de alejarse para siempre de su alcance. Pero había más. Si firmaba el documento tenía que....
"Pero aún queda mucho tiempo para que eso suceda" se convenció a sí mismo en un intento frustrado por mover su mano acalambrada a causa de la indesición. Tenía miedo, terror de comenzar una vida solo y en su estado.
Más sin embargo, Naruto pensó que sería lo mejor. No podía depender todo el tiempo de un personaje distinguido y con elevado orgullo, frívolo y egoísta. Puede que Sasuke hubiera cambiado ahora, pero nada le garantizaba que seguiría siendo asi. Y además, él solo figuraba como una sombra en su vida. Nada más. No citas, ni salidas al parque, no muestras de afecto o miradas enamoradizas, porque todo era lujuria y sexo.
Eventualmente Sasuke terminaría fastidiandose y pasaría de él. Cuando eso ocurriera, Naruto sería reincorporado a la servidumbre y ambos fingirían que nada había pasado entre ellos. Sasuke se casaría con alguna mujer importante y tomaría el lugar de su corrupto padre. Ahí acababa el cuento de la familia feliz que Naruto se había forjado con tanto esmero en los últimos meses.
Lentamente, garabateó su firma. Las lágrimas pugnaban por salir, pero Naruto se abstuvo de parpadear para mantenerlas en su sitio.
Y descubrió, tras haber renunciado a una parte de su vida, que su mayor error fue conocer a Sasuke Uchiha.
Porque se había enamorado de él...
-Lo hice.
Y nunca podrían estar juntos.
**
Por más de dos horas Sasuke había buscado a Naruto. Desde las inmediaciones de la mansión hasta la zona centro de la ciudad. Pero nada, Naruto no estaba en ningún sitio.
Inclusive había tratado de rastrearlo en los hoteles más próximos, con la fútil esperanza de que el Uzumaki se hubiera instalado en uno de ellos. Cada entrada y salida del día habían sido monitoreados sin arrojar mayores datos de relevancia que ayudaran a dar con el paradero de Naruto. Y Sasuke empezaba a desesperarse, a hastiarse de la situación tan estresante en la que se sabía envuelto.
Desperdició dos horas solicitando infomación en hospitales. Y otra más en llegar a la estación de servicios y transportes. Para entonces Naruto ya había abordado un avión, el último vuelo programado para esa noche...
**
Tristeza. Fue el primer sentimiento que invadió a Naruto al ver deslizarse dos gotas de agua por la superficie de la ventana. Su vuelo se había atrasado una hora y cuarenta y cinco minutos debido al repentino cambio climático. Solo había sido una llovizna pasajera, pero bastó para que se cancelaran varios vuelos previstos desde la tarde.
Naruto suspiró y miró cansado a través del vitral. Había tomado algo de efectivo de la caja fuerte que Sasuke guardaba en la cómoda. Desde el principio supo que se trataba de una prueba impuesta por Fugaku para medir la honestidad de los empleados. Solo que esta vez Naruto había cedido (no a la tentación del dinero, sino a la necesidad de usarlo para alejarse). No había forma de que pudiera instalarse en su nuevo destino sin algo de dinero. Tan solo lo había tomado prestado, cuando consiguiera un empleo procuraría devolver cada centavo
Pero...¿En verdad podría?
Ni siquiera sabía cómo haría para buscar en donde alojarse. Se había precipitado demasiado, pero no había vuelta atrás.
Cuando las advertencias de la azafata fueron dadas, Naruto se acomodó mejor en el asiento, cerró los ojos e imaginó que la suave calidez que fluía de sus ojos eran las dos simples gotas de rocío impregnadas en el cristal a su costado.
Frías y solitarias...
**
Con el flequillo adherido a la frente, agitado y ansioso, Sasuke se alejó del módulo de información.
De pronto sentía unas ganas excesivas de fumar, de tomar y de hundirse en la inconsciencia aunque solo fuera por unos minutos. La impotencia azotaba cada fibra de su cuerpo al igual que el insistente golpeteo de su órgano vital contra la caja torácica.
"Despegó hace más de media hora. No hay más vuelos programados hasta mañana"
Quizá, de haber acudido primeramente allí, habría llegado a tiempo. Podría haber detenido a Naruto, exigirle una explicación para su actuar y buscar una solución a todo.
Quizá.
Pero ya era tarde para detenerlo.
Cesando con la insistente caminata y con los labios fuertemente apretados, Sasuke se aproximó a la ventanilla.
-Quiero un boleto para el mismo destino.
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