No entendía lo que acababa de hacer. Al mirar al niño que, temeroso, iba sentado a su lado en el auto, su mente empezó poco a poco a espabilar.
Las últimas semanas se había inmiscuido en los trámites. Trasladado de un departamento a otro para presentar las pruebas de sus ingresos, además de un par de entrevistas que tuvieron lugar dentro de su domicilio para la verificación del orden. Un proceso tedioso, pero ya estaba hecho.
Lo había adoptado, siguiendo un impulso a todas luces extraño en su persona. Ni siquiera lo pensó demasiado al firmar los papeles.
La encargada había tenido una charla corta Naruto para convencerlo, pero claramente no había dado resultado.
Había arrancado a un chico de un orfanato para darle un hogar temporal.
¿Y para qué?
Sasori sintió la atmósfera tensa entre ellos. Naruto se rehusaba en todo momento a mirarlo, aparentemente incómodo por estar allí.
-Naruto- lo llamó al llegar a uno de los semáforos. El niño se aferraba al cinturón mientras miraba atento por la ventanilla de su lado. A sus pies llevaba la valija con sus escasas pertenencias personales, su pizarron para comunicarse incluido.
Tsunade había hecho la presentación entre ellos minutos antes, sin embargo, Naruto parecía ensimismado en todo momento.
Sasori decidió ceder al ver que Naruto se arrellanaba más ante el llamado. Si lo presionaba demasiado, terminaría por asustarlo aún más.
Ahora tendría que hacerse cargo de él.
Cuando el semáforo se puso en verde, Naruto se apresuró a abrir su mochila para sacar el pizarrón. Uso el giz para garabatear dos contundentes palabras que mostró a Sasori en el siguiente semáforo.
"Quiero volver"
El resto del trayecto, Sasori ya no dijo nada, convencido de haber cometido un terrible error que ya no podía enmendar.
Estacionó el vehículo y se quedó un momento pensando en qué hacer a continuación.
-Te he adoptado- fue lo primero que se le ocurrió decir. Y se arrepintió de haberlo dicho al notar la angustia que se dibujaba en las facciones del menor. -Voy a cuidar de ti- añadió al cabo de unos segundos en silencio.
Entonces sus ojos avellanas se abrieron un poco más al recordar algo. Se volvió para buscar en el asiento trasero, después colocó el objeto sobre el tablero y enredó los hilos en torno a sus falanges.
Naruto dejó de mirar por la ventanilla para fijar su atención en la marioneta de madera que empezaba a moverse, primero torpemente y después realizando maniobras más complejas, pasando de hacer una vuelta de carro a pararse con las manos.
Esta vez Naruto sonrió complacido, totalmente abstraído en el pequeño número que el pelirrojo había improvisado para él.
Al cabo de un rato, Sasori desató los hilos y puso la marioneta sobre las piernas de Naruto.
-Tengo algunas más en casa, ¿Me ayudarías a ponerles nombre?
Naruto asintió, abrazó la marioneta y Sasori se sintió más tranquilo.
**
Entrada la madrugada, Sasori despertó sobresaltado al oír un fuerte ruido en la habitación de junto.
Le tomó unos minutos salir de la ensoñación. Era la primera noche que lograba dormir de corrido. Entonces recordó a Naruto. Se quitó rápidamente las sábanas y se puso las pantuflas para ir en dirección al cuarto de huéspedes, en donde había instalado al chico.
Cuando encendió la luz, Naruto se petrificó en una esquina. Estaba pegado a la pared, con las manos tras de su espalda y una expresión de auténtico pánico.
-¿Naruto?
Sasori dejó de avanzar cuando el chico negó enérgicamente con la cabeza.
-¿Qué ocurre?- insistió, más decidido a acercarse. Cuando lo hizo, notó que Naruto lloraba. Sus rodillas empezaron a tiritar por el miedo. -No voy a hacerte nada- intentó reconfortarlo, aún confundido por la reacción del menor.
Se puso a su altura y lo tomó firmemente de los hombros.
-¿Qué tienes?
Tenso al principio, Naruto dejó de esconder las manos para mostrar la pieza rota de cerámica que formaba parte de la fisonomía de una marioneta.
Sasori tomó la pieza y esbozó media sonrisa.
-Ya era basura de todas formas- la dejó caer al suelo y tomó al niño de la mano. -¿Qué hacías despierto a esta hora?
Naruto corrió hasta la cama para escribir en el pizarrón.
"No podía dormir. Salí a explorar"
El marionerista pensó en lo hilarante de aquel hecho.
-¿Creíste que iba a golpearte?- cuestionó. -¿Es por eso que tenías miedo?
Naruto borró su mensaje para volver a escribir.
"Fue un accidente. De verás"
Frunciendo el ceño, Sasori intuyo de qué iba el asunto.
-¿Te han golpeado alguna vez en el orfanato?
Naruto se apresuró a escribir otra vez.
"No. Fue mi otra familia"
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