Naruto respiraba con cierta dificultad, tenía los ojos empañados y fuertes espasmos sacudían su cuerpo a cada segundo.
-Sa...Sasori- gimió. Llevó su cabeza hacia atrás cuando el susodicho se hundió nuevamente dentro de él.
Los labios de Sasori -ahora tibios- pasaron a dejar una estela invisible de besos por el bronceado torso del adolescente.
Una ínfima parte de su subconsciente seguía repitiendole que aquello no estaba bien Empero, Sasori ya no pensaba detenerse. Se había limitado a acallar esas voces culpables, mayormente denominadas como consciencia...¿Por que querría parar si era eso lo que deseaba?
Noches enteras de desvelos, sentimientos reprimidos, y que el bello motivo de su desfogue lo instara mediante gemidos a proseguir con su actividad, no hacía más que incrementar su retenido líbido.
Y es que en esos instantes Sasori se sentía tan endemoniadamente excitado que ni siquiera se puso a pensar en la cantidad de veces que había sometido sexualmente a Naruto a lo largo de una semana. Entre más veces lo tenía, más lo deseaba, y menos satisfecho se sentía. Inclusive esa noche ya había sostenido relaciones con Naruto en dos ocasiones, y su líbido no parecía estar ni medianamente saciado.
Algo incómodo por la postura y ligeramente adolorido por la reiteración del coito, Naruto procedió a masajear de arriba hacia abajo su propia erección. Sentía un poco de irritación, pero estaba convencido de que era por la exorbitante cantidad de veces que había intimado con Sasori últimamente.
Tampoco se quejaba. Naruto estaba feliz de que las cosas entre ellos se hubieran solucionado, le alegraba inmensamente que pudieran volver a lo de antes y que esta vez Sasori se mostrara más interesado en mantener un noviazgo y no una relación paternal como antaño.
Ahora su problema radicaba en un tema mucho más delicado que había estado posponiendo los ultimos días. Sin embargo aun se sentía incapaz de romper con Itachi.
Aun asi, buscaría la manera de no herirlo, ni mucho menos mentirle. Naruto aun conservaba la esperanza de que pudieran ser amigos, pese a que en su mente seguía sonando injusto el que abandonara a la segunda persona que se preocupó por el. Le había tomado muchísimo cariño a Itachi, tanto que no asimilaba el hecho de perderlo.
¿Era eso a lo que llamaban egoísmo?
Antes de poder responder la pregunta, Naruto se arqueó con fuerza. Un placentero gemido rasgó el aire, inundando con su agudo tono la calma habitación.
Sasori se tensó sobre el cuerpo que, una y otra vez, había tachado de hermoso. El orgasmo sensibilizó cada fibra de su cuerpo, pero a los pocos minutos, logró salir de Naruto y reclamó -con insana posesividad- sus labios.
-Creo...- Naruto dejó escapar un bostezo, sintiéndose angustiado y perturbado por estar pensando en Itachi. -Que ya deberíamos dormir- los besos en su cuello cesaron repentinamente. Sasori exhaló, se acicaló el cabello y se apartó resignado, más por obligación que por fuerza de voluntad.
-Tienes razon. Ya es tarde- afirmó, echando un fugaz vistazo a la mesita de noche. Naruto se disponía a recuperar las prendas rezagadas sobre el edredón cuando Sasori lo tomó del brazo para devolverlo a su sitio. -Duerme aqui- el pelirrojo no se dio cuenta de la gravedad de sus palabras hasta que ya era muy tarde. Ambos solían dormir separados y el respetaba concienzudamente la privacidad de Naruto, pero en ese momento se veía incapaz de alejarse de el un solo segundo.
-De acuerdo- Naruto pestañeó aturdido con la petición. Volvió a recostarse y se cubrió con las frescas mantas. No transcurrió mucho tiempo para que se quedara profundamente dormido.
Los ojos avellanas se quedaron fijos unos instantes en la figura angelical que ahora reposaba plácidamente en la cama. Sasori negó en ademan, estaba excitandose de nuevo. Haciendo caso omiso a dicha necesidad, el marionetista optó por controlar tales impulsos con una ducha fría. Ademas, le serviría para despejar un poco su mente.
**
Halos de luz se filtraron entre las persianas, proyectando una cálida sensación en la adormilada faz trigueña. Las pestañas rubias oscilaron cuando la claridad del alba reflectada en su rostro se tornó insoportable.
Soltando un respingo, Naruto estiró los brazos para tomar el cobertor y cubrirse el rostro con el. No lograba espabilarse y el constante dolor de cadera no lo motivaba en lo mas mínimo a salir de la cama. Ademas, solo era viernes...
¿Viernes?...¡Viernes!
El cobertor y las almohadas cayeron al suelo cuando Naruto decidió -imprudentemente- dar un salto afuera de la cama. Tuvo que quedarse quieto hasta que la nueva punzada de dolor desapareció. Con gesto apesadumbrado, pensó en que no volvería a enrollarse con el pelirrojo en al menos una semana.
Tras darse un rápido baño y vestirse el uniforme, Naruto corrió hasta la cocina. Tomó el block de notas y rápidamente garabateó un párrafo para después adherirlo en la puerta de la heladera, apoyándose de un imán.
Estaba por salir cuando la voz aterciopelada detuvo su frustrado escape.
Sasori lo escudriñaba de pies a cabeza mientras mordisqueaba una manzana. Naruto creyó haber oído que le preguntaba el motivo de la prisa. Aún estaba a tiempo para llegar puntual al colegio pero lo cierto es que había pensado madrugar para citarse con Itachi a la hora del almuerzo y así poder arreglar la situación entre ellos. Pero ahora que Sasori lo había pillado "in fraganti" no sabía cómo reaccionar.
Sasori siempre se encargaba de llevarlo y pasar por él a la salida. Y Naruto disfrutaba de ello, más sin embargo en esta ocasión en particular, sería un auténtico problema.
-Me toca exponer- sonrió con carisma. A lo que Sasori solo atinó a alzar una ceja antes de inferir al respecto.
-No compraste cartulinas.
Naruto sintió su propia sonrisa desvanecerse. Hasta que una nueva mentira le vino en mente.
-Es por eso que quería irme temprano. Llegaré a la papelería, pero no quería disgustarte porque me había olvidado de esa tarea.
-¿Disgustarme?- a Sasori le pareció encantador el semblante risueño de Naruto cuando hubo acortado toda distancia entre ellos para alzarle la barbilla con los dedos. -Dudo que eso sea posible. ¿No habías pensado que demorarías menos si yo te llevaba?- evidentemente al chico se le había escapado ese detalle.
Sabiéndose acorralado, Naruto hizo un mohín de disconformidad al tiempo que se balanceaba sobre sus talones. No había mucho que objetar a tan acertada observación.
**
-...y es por eso que ya no podemos salir juntos- Naruto hizo una pausa, inspiró hondamente y se forzó a continuar. -Pero aun seremos amigos ¿verdad?...no, asi tampoco- se dio un suave golpe con el puño y dejó de mirar su imagen en el espejo del lavamanos. Cada vez que repetía el discurso, se sentía mas falso, hipócrita y patético de lo que alguna vez se haya sentido. -¿Como se lo explico?- frustrado, abrió el grifo y tomó un puñado de agua fría para enjuagarse el rostro.
Llevaba casi diez minutos practicando y aun no encontraba las palabras que definieran su sentir. No quería darle la espalda a Itachi ahora que este le había confesado sus sentimientos, pero por otro lado Sasori se disgustaría mucho. Indudablemente alguno de ellos creería que solo estaba jugando y eso no era verdad. Porque Naruto los quería a los dos...solo que estaba enamorado de uno.
Luego de secarse el rostro con un trozo de papel, Naruto levantó decidido la mirada, confrontó el reflejo de sus ojos azules y se inclinó a ser más sincero y menos estúpido.
-Itachi- aferró el borde del lavabo con ambas manos y su expresión determinada perdió intensidad, su mirada se tornó mas distante. -No puedo hacerlo- se rindió agachando la mirada. Itachi no se merecía un desprecio asi despues de lo mucho que lo había animado los últimos tres meses.
Quiza si le demostraba que no era un buen partido...
Naruto volvió a sacudir la cabeza, no pudiendo imaginarse a si mismo siendo irritante y pesado con alguien tan amable como lo era Itachi. Ademas eso sería muy injusto, Itachi se daría cuenta de su ridícula actuación.
¿Pero como sonaría diciendo algo más falso?
Naruto se volvió al cristal, torció los labios y recitó aquello que jamás podría decirle al Uchiha.
-Itachi...yo te amo- Naruto se petrificó al ser envuelto en un sólido y sobreprotector abrazo. Por un momento creyó que soñaba, al siguiente minuto daba cuenta de su pésima suerte.
-Tambien yo, Naruto- Itachi susurró en su oído y lo besó en la coronilla.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español