Faked World
IV
Fake Love
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Allen entró con un carrito con nuestra cena, se notaba molesto aún y más al ver que seguíamos con la cuerda y realizando varios nudos, aunque nos dijo que se atrevía a dejarnos sin cena por muy insensatos que seamos. Reborn caminó hasta estar a su lado y le tomó su mano derecha para llevarla a sus labios. Allen se sonrojó hasta las orejas pero no por pena, no, empezó a regañar a Reborn sobre ser un jugador sin vergüenza y amenazó con no enseñarnos sus mañas porque no servirán de nada.
Cuando Allen se acercó a darnos medicina a algunos, esta vez le agradecí al recibir el vasito de papel con agua y las tabletas con químicos que balanceaban los otros químicos de mi cerebro para evitar la ansiedad y depresión, también una pastilla roja perteneciente a vitaminas. Allen se quedó congelado por tres segundos, alcé mi vista y le vi sus ojos aguarse, sonrió muy lindo, se veía feliz. Me dijo que mañana tendría que hacerme más exámenes, continuó repartiendo la cena y dijo que vendría más tarde. También dijo que no tomáramos a Reborn como ejemplo de cualquier tipo y se fue.
Cenamos sin hablar mucho, esperaban que continuara con lo que trajo a este lugar... Reborn estaba sentado en la silla recargable junto con Ed; Tetsuya, Eren y yo seguíamos en la misma silla blanca reclinable, siendo compactos cabemos los tres muy bien. Sólo me faltaba mi postre, pudín. Comencé a hablar obteniendo la atención de los demás.
--Desde que recuerdo, siempre estuve estudiando: colegios, clases privadas, visitas a museos y exposiciones relevantes; en mi cumpleaños iba al teatro o a ópera con mis padres, y una hermana que surgió antes de mi cumpleaños número once. Ella era todo lo que mis padres siempre quisieron; brillante, líder, tenía memoria eidética por lo que le bastaba leer una sola vez lo que "necesitara saber" al momento. --miré la cuchara de plástico que usaría para comer el pudin --Claro que competí contra ella, creí tener ventaja al tener tantos años de estudio, pero siempre había algo que no podía superar ya que como hombre se esperaban muchas cosas de mí, éxito más que nada en la empresa que mis padres con tanto esfuerzo construyeron, debía ser un heredero capaz de llenar sus zapatos; como mujer ella era linda, inteligente, carismática y simplemente una joya que no era valorada lo suficiente. --suspiré --A mis dieciséis acepté que era mejor "hacer las paces" que competir por el resto de nuestras vidas; nos hicimos amigos, confidentes, probamos el alcohol por primera vez juntos, intentamos fumar con un cigarrillo robado de mi madre, en una fiesta besamos a chicas y chicos y descubrí que me gustó mucho la sensación de estar con un chico que con una chica. Seguimos aliados con nuestros secretos, incluso de nuestros padres, incluso de esos tutores que parecían leer la mente. --sonreí al recordar vagamente aquellos días en que nos convertimos en hermanos.
Eren se encargó de llevar los platos sucios al carrito que trajo Allen, también se acomodó junto con Ed para verme de frente como Ed y Reborn lo hacían. Hundí la cuchara de plástico en el pudin.
--Cuando inicié a trabajar en la empresa, cuando estuve primero observando el desempeño de las juntas directivas y luego participando en ellas y luego tomando las decisiones bajo la observación de mi padre... conocí a uno de los socios: era alto, no tan delgado y no tan musculoso, siempre estaba impecable y bien peinado, su pálida complexión le hacía ver como una especie de Lord, sus ojos grises eran profundos, sus labios... todo él era perfecto a mis ojos. --saqué un poco de pudin con la cuchara, lo miré fijamente, jamás comí dulces en mi infancia por lo que todo dulce es muy atrayente para mí, continué --Llegamos a platicar seguido, primero de trabajo y luego de cosas personales. Fuimos a citas y mi hermana me cubría con mis padres. Nos convertimos en pareja a escondidas. --bufé, era tan ingenuo --Pensé que era una buena idea. Cuando tuve dudas, me dio un anillo diciendo que nos casaríamos cuando fuera prudente.
--¿Y no viste nada sospechoso? --preguntaba incrédulo Reborn. Sin duda me estaba llamando de todo menos bonito en su mente. Continué.
--A mis veinte, vi y escuché que muchos de mi edad estaban formando familias, vi a mis padres recibir propuestas de matrimonio disfrazado de otros asuntos, informé a mi prometido y él dijo que pronto nos casaríamos. --comí el pudín que tanto admiraba.
--Es un hecho que lo dijo para que no existiera insistencia de tu parte. --dijo Ed. Reborn asintió y Eren hizo un mohín adorable.
--Eso no es justo, ¿para qué esconder a la persona que quieres? --murmuró el castaño.
--Era una estrategia. --dijo Reborn --Ese "socio" de la familia buscaba algo, atrapó a Harry en una red de mentiras además de asegurarse que Harry no se diera cuenta de tal red, y que no quisiera salir de su influencia.
--¿Se puede hacer eso? --preguntaba Tetsuya.
--¿Qué? ¿Crear una red de mentiras que envuelva a una persona y si llegara a salir de ella luego sentirse culpable por salir? Claro que sí. --dijo Reborn --¿Ganar tiempo con otra mentira? Por supuesto.
Volví a colocar la cuchara en el vasito de pudin, continué hablando, dando la razón a Reborn.
--Pasaron dos años más. --Tetsuya mostró su sorpresa usando una de las palabras de Reborn para luego cubrirse la boca un poco apenado, continué hablando --Por un lado lo seguía amando, miraba el anillo y creía que pronto "saldría del clóset" con mis padres al menos, por otro lado, no me estaba gustando el modo incógnito de nuestra relación. --ignoré el "qué" incrédulo de Eren y la palabrota de Ed --Hablé con mi hermana, en ese momento era ella quien lideraba la alta sociedad, era ella quien ponía de moda el diseñador de ropa o zapatos, era ella alguien culta y embajadora de quien sabe cuántas organizaciones... ella la razón por la que nuestros padres no nos obligaban a contraer matrimonio. --ahogué otro suspiro --Su solución fue terminar mi relación con mi prometido; --hubo silencio departe de mi audiencia --él y yo hablamos, al enterarse de mi decisión, me dijo que planearamos la boda. --entre los "¿qué? ¿cómo? y una muy colorida maldición de Reborn y Ed alcé un poco más del pudin --Me dijo que dejáramos todo listo para un día antes decirles a mi familia y casarnos con o sin su consentimiento.
--Definitivamente te tenía muy controlado, Harry, lo siento pero esa persona no te veía más que como un medio hacia su meta. --dijo Reborn entre dientes.
--Dijiste que te llevó cuatro meses planear la boda. --dijo Tetsuya a mi lado. Enlisté los detalles que tuve que planear, dando oportunidad a Tom de elegir también pero me dijo que yo lo tenía cubierto, creí que era absoluta confianza la que me tuvo, ahora veo que no se quería involucrar para enfocarse en sus propios planes.
--Planeé el tipo de flores, el color con el que se debía adornar el salón, los trajes con los que nos casaríamos, el diseño de las invitaciones que se mandarían durante la noche para que solo los más preparados asistieran con tan poco aviso al siguiente día. La recepción, el adorno de las mesas, la bajilla, meseros, la cena... la pista de baile, una banda de cuerdas, la primera canción que bailaríamos como pareja. --me tembló la voz --Diablos. Los boletos de avión, la reservación de hotel, el taxi hacia el aeropuerto... era algo que tenía calculado hasta el tiempo entre el lugar de la recepción y el aeropuerto para tomar el vuelo a tiempo y en el mismo día.
Eren vino a abrazarme junto con Tetsuya quien se aferraba a mí de una manera protectora.
--Si mis padres no me aceptaban, entonces me quedaría con mi prometido, saldría ganando de cualquier manera. --exclamé con desprecio, desprecio al pensar de esa manera, en ese momento, por esa persona.
Ed vino a sentarse frente a mí, me abrazó rodeando mi estómago mientras él se recargaba en mis piernas. Salió un sollozo de mi boca. Lágrimas nuevas bajaron de mis ojos. El dolor en mi pecho volvió y con más fuerza y más pesado y más insoportable y me sentí como cuando estaba en auto tratando de huir de la causa del dolor.
--¿Qué sucedió la noche que se enviarían las invitaciones? --preguntó Tetsuya.
--Se supone que esa noche el idiota aquél hablaría con tus padres. --recordó Eren.
Reborn alzó a mi rostro el pudin que dejé caer en algún momento, en mi mano tan solo tengo la cuchara y estaba a punto de convertirse en un accesorio en el pelo dorado de Ed. Temblando recibí el recipiente del dulce a Reborn, Ed no se movió, intenté suspirar, tomé un poco de pudin y continué.
--Se enviaron con los nombres de Tom Riddle y Hermionie Potter. --dije, comí el pudin, Ed se aferró más a mi cuerpo.
--¿Ahí te enteraste? --preguntó Tetsuya.
--No. No fue en ese momento. --dijo Reborn mirándome muy atentamente --Aún existía la posibilidad que Harry dijera la verdad.
--Mis padres estaban encantados. --continué el relato.
Pude sentir la confusión de Tetsuya que intentaba ver mi rostro. Eren también estaba confundido y escuché su movimiento a mi lado, seguro estaba por preguntar si seguía contando lo mismo de hace un momento o si cambié de relato. Me apresuré a esclarecer.
--Cuando llegó Tom, aceptó las felicitaciones, los consejos, el ligero regaño de no haber avisado antes. --continué sin esperar a que mostraran su duda --Todo esto en privado, en el despacho de mis padres. --fue tras esas palabras que comprendieron --Tan solo los vi salir, contentos, los abracé pensando que habían aceptado lo nuestro. --reí sin gracia, reí burlándome de mí mismo y mi estúpida incredulidad e ilusión --Tom me llevó fuera del alcance de mis padres, pasamos la noche en su departamento, al siguiente día lo vi vestise con el traje que elegí... pero el mío era de otro color.
--Por favor no... --susurró Tetsuya escondiendo su rostro en mi cuello. Sentí a Eren derramando lágrimas en mi hombro, continué hablando, no podía detenerme si es que ese era el pedido de Tetsuya.
--Me distrajo, me vesti y al llegar a la capilla vi mucha gente, vi a mis padres pavonearse con sus conocidos, vi a gente mirando con aprobación a Tom, y cuando escuché que preguntaban por la novia... vi a mi hermana llegar con un vestido blanco, resplandeciente, realmente hermoso, con detalles en su peinado que combinaban con el traje de Tom...
Aún puedo visualizar el momento fuera de la capilla de Santa Mónica, con los árboles del lado izquierdo, las jardineras del lado derecho, el sol luciendo como un verdadero día de fiesta, de dicha y con el augurio de la buena fortuna para la pareja que contraería nupcias.
--...la vi tomar el brazo de Tom, los vi entrar a la capilla, los vi casarse desde la banca de atrás.
No pude avanzar más allá de la última banca, mis padres no insistieron mucho pues su total orgullo estaba en el altar, los socios de la compañía decían que era mi recelo de hermano mayor lo que me impedía entrar hasta los novios. Yo solo quería salir de ahí. Estaba convencido que era una pesadilla. Continué hablando.
--Con la vida que tuve, donde el trabajo lo era todo, donde a nadie le mostraba mi verdadero sentir a excepción de dos personas, las que se estaban casando, no me derrumbé ahí, no mostré mi dolor, los vi acercarse y fingí recibir una llamada. --esta vez no me interrumpieron --Me fui señalando la supuesta llamada que estaba recibiendo.
>>Me alejé.
>>Estuve en la oficina y vi la invitación completa, ahí no estaba mi nombre, mi traje fue cancelado, los boletos de avión se entregarían en el aeropuerto al Señor Riddle.
>>Al no haber nadie más, fue que rompí en llanto.
>>No era justo. El engaño no era justo. --lloré otra vez.
>>La última plática que tuve con mi hermana, donde me dijo que terminara mi relación con Tom, no recuerdo nada fuera de lo común. --poco a poco fui alzando la voz --¿La obligaron a casarse? ¿Creyó que en verdad terminamos Tom y yo? ¿Fue un plan de nuestros padres? ¿A caso es una extraña manera de mantener a Tom a mi lado aunque esté casado con ella? --terminé gritando.
Ed no me soltó, se acomodó en mi regazo; Tetsuya lloraba entre hipidos en uno de mis hombros; Eren sollozaba del otro lado; Reborn estaba frente a mí, sosteniendo el pudin y la cuchara con la que lo estaba comiendo. Mis manos estaban hechas puño. Grité un poco. Grité y lloré un poco más. Luego sentí que el peso en mi pecho se hacía liviano y poco a poco empecé a calmarme. Abrí mis puños y empecé a acariciar el pelo de Ed.
--Como dije, subí al auto y conduje por mucho tiempo, a gran velocidad, con la vista borrosa. Frené antes de caer a un acantilado o de chocar contra un edificio, no lo recuerdo bien, tan solo el brusco rechinido de las llantas al pisar el freno. Lloré un poco más y fui a mi casa en la tonta espera que Tom fuera por mi para huir juntos. --dije a Reborn, seguía constante frente a mí --Desperté en un hospital donde no sentí más este dolor. Luego volví a despertar en un salón bien iluminado y con un rubio parlanchín.
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