Tras hablar con Shun, Milo tuvo su consciencia relativamente tranquila pues al menos dio un pequeño paso hacia adelante y no lo desperdiciarla.
Shun por su parte; aunque no muy seguro al principio, tomó la decisión de comprender al peliazul, después de todo si había actuado como lo hizo, fue más por un desahogo y un arranque que por desquite y gusto: tenía el alma tan herida como la suya y comprendía que se sintiera solo, otra cosa que tenían en común era que tuvo una relación tan largo con Camus que le costó creer que durarán tanto tiempo.
El peliverde asistía de nuevo a la universidad y sus amigos habiéndose enterado del abandono de Hyoga hacía él, comprensivos hacía el menor y no se separaron de su lado, debido a que Hyoga y Camus tenían tiempo sin aparecerse en la universidad mayor motivo le dieron a la comunidad escolar; al menos del grupo donde iba el ojiazul, y sin entender a Hyoga y porqué hizo lo que hizo simplemente llenos de rencor hacía él comenzaron a insultarlo a él y a su profesor por la vileza de sus actos.
Milo pasaba por Shun todos los días y se lo llevaba de paseo, a tener sus primeras citas, aquellas pequeñas interacciones les ayudarían a conocerse mejor y; más aún, los gestos de amabilidad y detalles sencillos eran encantadores ante los ojos de Shun quien siempre agradecía todos los detalles llenos de ternura por parte del mayor por hacer siempre su mejor esfuerzo. Debido a que el tiempo pasaba, embarazo ya se comenzaba a notar el peliverde tuvo que dejar de asistir a la universidad; sin embargo, no era impedimento para atrasarse. Seiya, Shiryu y Jabu fueron a su casa a buscarlo preocupados por él, temían que hubiese sufrido una recaída, pero por más que su madre trataba de pedirles que no se preocuparan por Shun no se retiraron sino hasta ver al ojiazul con sus propios ojos y asegurarse de que estaba bien. Los tres terminaron enterándose de la razón verdadera del porqué el jovencito dejo la escuela; aunque impactados al final le sonrieron a Shun porque; aunque no de manera tan directa, los iba a hacer tíos, se ofrecieron a ayudarle con la escuela y con guardar el secreto lo que fuera necesario.
Otra personita que iba a visitarlo todos los días era el peliazul; al principio el padre del menor lo miraba con desaprobación e Ikki con rencor, pero a petición de Shun trataron de ser pacientes y comprensivos, después de todo estaba haciendo un esfuerzo que reconocía era de valor, pues cualquier otro en su posición no le hubiera importado y lo hubiera dejado con el problema.
El mismo Milo ya se estaba tomando tan en serio que iba a convertirse en padre que cuando visitaba a Shun se aseguran de que todo respecto a él y su bebé estuvieran en orden, había ocasiones en las que lo llevaba la médico para sus respectivos chequeos y cuando llegó el mes en el que podrían saber el sexo de su bebé Shun prefirió que si le hacían una ecografía solo fuera para conocer el estado de salud de su embarazo, saber que tendrían sería mejor una sorpresa.
Mo no podía decirle que no a esa belleza de niño que iba a darle a su primer hijo, Milo no reparaba en detalles sencillos para con el jovencito, siempre le recordaba que con hacerse responsable y tratarlo con ese cariño le bastaba y sobraba, no necesitaba de nada más: solo quedarse a su lado y siempre ser aquel futuro joven padre afectuoso que le prometió nunca dejarlos ni a él ni a su futuro bebé.