Es un momento difícil para Joey.
Básicamente le ha confesado a la Marquesa Cecilia que está comprometido antes que entreguen las invitaciones para su ceremonia de edad. Porque los Pegasus anunciaron que ellos harán la fiesta, nadie más.
Su padre fue una ocurrencia tardía para ellos. Igual no gastaría tanto dinero en esa ceremonia para su hijo
Sabe que el Marques Pegasus y el Duque Kaiba no tienen la relación más cordial, sobre todo por parte del marques que no gusta de muchos de sus ideales.
Realmente no quiere que piensen que los ha usado para hacer una alianza involuntaria con los Kaiba ahora que es demasiado tarde para negar el vínculo que tienen.
Cecilia agarra su mano sacándolo de sus pensamientos. Ella lo mira con seriedad.
-¿Quieres que mueva mis influencias para terminar este compromiso?
Las cejas de Joey se alzan hasta las raíces de su cabello. - ¿Qué?
-Yo me casé por amor y quiero que mi lindo chico haga lo mismo. - Sus ojos son determinados. - Incluso si es un decreto del Emperador, estoy segura que entre mi esposo y yo podemos sacarte de esto.
La boca de Joey se abre sin gracia. Es lo más grosero que ha sido con ella desde que la conoce pero está demasiado sorprendido por esta reacción.
Se apresura a sacudirse y aprieta su mano.- ¡Marquesa! – Exclama aun asombrado.
Ella le asiente y levanta la mano para que una mucama se acerque.- Dile a Max que se acerque, es importante.
Esto se está saliendo de las manos.
No sabe si sentirse conmovido o preocupado.
Va por preocupado.
-Marquesa Cecilia.- Trata de hablar con la firmeza que lo caracteriza y de inmediato llama su atención.- Es cierto que es un contrato firmado incluso antes de haber sido engendrado. Pero por favor escúcheme.
En ese momento las puertas se abren dramáticamente y entra el Marques Pegasus tirando de su cabello hacia atrás y sentándose con elegancia al lado de su esposa con una floritura en sus manos.
-¿Qué ocurre, querida? – Le pregunta con normalidad. Como si no hubiese abierto las puertas de par en par.
-Eso es lo que también quiero saber.
Joey se muerde el labio inferior pensando en las mejores palabras para tratar de explicar un pedazo de su vida que no había compartido desde que reencarnó en su cuerpo más joven, a excepción de la futura realeza del Imperio Zek.
-Mi padre todo el tiempo me contaba sobre mi propia utilidad como una moneda de cambio propuesta por el Emperador.- Joey decide empezar por su padre. Puede verlos enojados con sus propias formas sutiles de hacerlo. Solo se necesitan unas oraciones más para ponerlos en contexto. Quiero tratar de hablar con honestidad, ambos se lo merecen. Incluso si revuelve ambos recuerdos.- A los 10 años descubrí que mi futuro esposo era el primogénito de los Kaiba. Todos saben que es una familia poderosa pero aun así era desagradable para mi simplemente ser parte de un trato incluso si eso me sacaba de ese barrio.
La marquesa, que no ha soltado su mano, lo mira conmovida y le asiente entendiendo. Ser parte de un matrimonio político hace parte de la vida común de todo noble.
-Aun así por alguna razón tengo la esperanza que los Kaiba aparezcan a mi puerta como muestra de solidaridad a nuestra situación. Seriamos familia en un futuro. Pero eso nunca pasó. - Continua, recordando ese momento en su vida donde se sentía despreciado por personas que aún no conocía. - Decidí vivir mi vida de forma que conocía. Pero sabía que quedaría atrapado en la nobleza quisiera o no. Decidí leer mucho, notar posturas, escuchar. No quería ir con la guardia baja. Y luego. - Sonríe a la Marquesa con todo el cariño que puede mostrar. - Conocí a la Marquesa que enseñaba a niños cultura y etiqueta. Fue un regalo de los dioses.
Procede a explicar ser llamado solo unas semanas después a una fiesta de té y dejar una buena impresión. Su ingreso a la Academia paga por el Duque Kaiba y sus vacaciones con ellos.
Joey sonríe mirando su regazo. - Es un buen chico.- Describe a su Seto, alguien que es conocido por muy pocos selectos.- Su exterior es frio pero es muy cariñoso y protector a solas. Se ha encargado de cuidarme con esmero y alaba mis éxitos. Peina mi cabello cuando se lo pido y, sobre todo, me escucha. Está destinado a grandes cosas, estoy seguro. Quiero estar con él cuando logre sus objetivos.
Levanta la mirada para ver a ambos marqueses. Cecilia se ve conmovida, Maximilium tiene la cara en blanco y lo observa con escrutinio. Joey hace todo lo posible por no tragar.
Finalmente le habla. - ¿Lo amas?
Joey asiente sin dudarlo.
La mirada fija se detiene y el marques vuelve a ser su yo desordenado habitual, desplomándose sin gracia en su asiento.- ¿Por qué tenía ser justo el hijo de ese Lord? – Pregunta melodramáticamente al aire.
Cecilia lo reprime apretando su mejilla.- No te burles del prometido de nuestro chico.
-¡No quiero tener que verlo en las fiestas más de lo necesario! Ese Duque es un aguafiestas.
-Tiene un estilo anticuado en el manejo de las cosas, lo admito.
-Solo tú me entiendes, querida.
Caen en sus burlas habituales que no tienen intereses maliciosos y Joey se permite suspirar de alivio.
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Desde que era una niña pequeña, Tea Gardner sabe lo que se espera de ella en esta vida.
Nació en una familia noble con propiedades limitadas, pero con un buen nombre en la corte. Su padre ha sabido ver oportunidades comerciales donde otros ven ruinas y ha puesto el apellido Gardner nuevamente en el mapa noble como reconocido e intocable.
Su padre es un excelente marqués con un ojo experto para los negocios.
Por ello cuando su única hija nació omega lo vio como una oportunidad más.
Quizás no tenía un hijo alfa para heredar la fortuna que había estado amasando, pero para ello tenia sobrinos que debían demostrar que era dignos de ser marqueses. Los educó en el comercio y capacitó en la nobleza porque su prima no tenía la mano dura para educar a sus hijos.
Al final fue su decisión cuál de sus dos sobrinos estaba más capacitado para llevar el nombre de Marques Gardner.
Tea nació omega y su padre decidió que una omega en la nobleza es incluso más poderosa que un alfa con títulos. Un omega podía poner de su lado a toda una comunidad con influencias y palabras adecuadas.
Tea labraría ese camino y también encontraría un esposo digno de ella en su propia comunidad que la cuidara y le diera aún más prestigio a su familia.
Sus padres la amaron. Le dieron la mejor educación para hacer su debut en los círculos sociales desde temprana edad.
Realmente nunca la presionaron para impresionar. Desde sus primeras lecciones notaron que ella era disciplinada y estudiosa. Confiaban que ella sabía que debía desenvolverse bien en el mundo social.
El apellido Gardner se elevaría en la nobleza. Conseguir un buen marido. Ser una buena esposa.
Tea Gardner sabe lo que se espera de ella en esta vida.
En el arte de las palabras y contactos nunca ha sido subestimada por nadie de su familia, ni siquiera sus primos pronto herederos.
Pero no notaron que, así como su padre, ella también tenía buen ojo para los negocios.
Cuando su padre consiguió la alianza con la familia Kaiba, que a su vez les concedió bendiciones por parte del Emperador, su familia espera de ella integrarse en el grupo del heredero Kaiba y avanzar aún más fácilmente desde joven.
Tea lo hace, por supuesto. Es lo que se espera de ella.
Pero también sabe que es una oportunidad para algo más grande. Puede verlo. Que debe quedarse al lado de este alfa para ser mucho más que lo que se espera de ella.
No desconfía de sus instintos.
Así que asiste a todas las fiestas de té, eventos y encuentros menos formales con los demás niños herederos.
Consigue más que aliados. Compañeros. Aún no sabe compañeros en qué, pero se siente conectada con el joven Bakura, joven Duke y joven Kaiba de alguna forma.
Y luego su instinto y ojo de los negocios demuestran que no estaban equivocados sobre la grandeza de esta alianza.
Seto Kaiba le presenta a Joey Wheeler.
Elegante, refinado, adorable. Se habla mucho de él por ser un hijo de un noble caído que consiguió llamar la atención de los Pegasus por su calidez y buen gusto. Con el mejor puntaje en las pruebas omega con sola la marquesa como tutora.
Una joya que pudo haberse quedado escondida pero que ahora brilla sin parar.
El niño es una leyenda a pesar de no tener un apellido de renombre que lo respalde.
Se sabe que será grande en el futuro.
Tea hubiese aceptado encontrarse con él simplemente por el gusto de conocerlo e invitarlo con su grupo de amistades. Sería totalmente la envidia si puede traer a la joya omega a su casa para una fiesta en la tarde con los demás omegas está reuniendo para hacer parte de su grupo en los círculos sociales en el futuro.
Pero Seto Kaiba no gusta deber favores a nadie y le propone presentarle de manera formal un joven alfa del que su madre tiene como opción para candidatos de esposo.
Hasta ahora la alianza con los Kaiba es el mejor negocio que ha hecho su padre.
Joey Wheeler… Es impresionante.
Incluso cuando Tea se congela cuando le escupen en la cara sobre las ganancias de su padre, el rubio no pierde su buen porte para darle la mano metafórica y poner a todos en su lugar.
Ella lo sabía, tiene buen ojo después de todo.
Joey Wheeler será grande. Y también su primer amigo de verdad.
Mientras se van haciendo mayores juntos, Tea sabe que no puede soltar esta amistad. Hay algo que le dice que debe quedarse junto a Joey.
Los dos se vuelven famosos por controlar los círculos sociales de omegas jóvenes incluso antes de su mayoría de edad. Incluso con él asistiendo solo a un evento por estación.
En cuanto Joey cumpla los 16 ambos arrasarán con todos.
Así que cuando Joey se acerca a ella para poner bajo su protección al noble caído Yugi Muto, no lo duda.
Su buen ojo no le ha fallado hasta ahora.
Joey no hace cosas inútiles en la nobleza. Si pide traer a un niño que se unirá a ellos en los círculos sociales, significa que ese niño también será grande.
Recibe a Yugi en su casa y le da un entrenamiento intensivo de la nobleza. Es un novato, tímido, sin estilo.
Necesita pulirlo.
Yugi escribe muchas cartas.
Es cálido y honesto, pero al mismo tiempo misterioso.
Parece que le escribe a su mejor amigo que resulta ser Joey, a su abuelo, a su futuro alfa a quien Tea supone que es un noble motivo por el cual está educándose, y también a un aliado sobre estrategias de batalla.
Eso ultimo causa gran sorpresa en Tea.
Él la guía por medio de unos intricados planes que solo puede pensar en ellos como un tablero de ajedrez.
Es un genio.
Tea sonríe.
Sabía que tenía un buen ojo.
Y eso se confirma aún más cuando, después de un mes de acoger a Yugi, van a una fiesta organizada por el padre de Bakura y allí Yugi saluda a Seto Kaiba, descubriendo que el maestro de la Espada más joven del Imperio es el aliado estratégico de Yugi.
A partir de allí básicamente comparten el tiempo de Yugi. Un par de semanas está aprendiendo el intricado mundo de la nobleza omega. Y el otro par de semanas la pasa como compañero de Seto Kaiba quien lo guía en su propio mundo social para resaltar su cerebro y acompañarlo.
Ha sospechado que quizás hay algo más allí.
Los chismes en las tardes de te hablan del heredero Kaiba en edad de casarse con un omega quien se ha ganado el favor de muchos nobles con su cerebro y la influencia Kaiba.
Pero Tea no lo siente del todo correcto.
Considera a Seto Kaiba el mejor alfa de su generación, sin discusiones. El mejor prospecto para casarse. El mejor apellido del Imperio Domino, maestro de la espada desde los 13 años, buenas influencias, familia directa con el actual Emperador, con la mayor fortuna después de la familia Imperial.
No duda que ha habido múltiples ofertas.
Sería sin duda un buen prospecto para Tea.
Pero no, Seto Kaiba es uno de sus mejores aliados. No perderá esa relación apuntando a una propuesta que está segura que rechazará.
Por otro lado, considera a Joey Wheeler como el mejor omega de su generación. Un chico salido de los peores barrios. Refinado, con clase, buenas influencias, amable y con una lengua de plata.
¿No sería interesante que ambos se juntaran?
Tea sabe que se conocen. Seto Kaiba se lo presentó a ella. Pero nunca los ve juntos porque asisten a fiestas y reuniones diferentes.
Joey no está interesado en ninguna propuesta de matrimonio que aterriza en sus manos.
Ella lo motivará en cuanto cumpla la mayoría de edad a buscar alfas, más aún a mirar a Seto Kaiba.
No puede esperar.
Justo antes de dicha ceremonia es una de las reuniones de círculos sociales a la que asiste Joey y básicamente va de la mano de Yugi y Tea. Quizás en una forma de demostrar que ambos están con él.
Tea se siente conmovida.
Incluso ambos chicos salen juntos esos pocos días que tienen y Tea nota por primera vez que de verdad ambos son mejores amigos. No sabe cómo se conocieron, quizás se unieron al ser hijos de nobles caídos de la misma ciudad o fue una feliz coincidencia, pero la confianza deslumbrante en los ojos de Yugi hacia Joey lo dice todo.
Solo unos meses después Tea está lista para la fiesta de la mayoría de edad de Joey Wheeler en la mansión Pegasus. Todo el que se considera alguien ha sido invitado. Incluso cuando su apellido no es nada, todos quieren estar en la buena gracia de Joey Wheeler.
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El día de la Ceremonia de edad de Joey llega. Su graduación fue solo un par de semanas antes. Mientras tanto se había estado quedando con los Pegasus y su padre fue invitado a la mansión.
Básicamente la ceremonia tiene la llegada tardía del homenajeado junto a unas palabras de su padre alfa para darle la bienvenida al mundo social al joven noble.
Es un poco redundante porque Joey ya domina dicho mundo social pero también es un anuncio que ahora estará completamente disponible para comprometerse y asistir a todas las reuniones que se puedan presentar siempre y cuando las apruebe.
Muchas cartas han sido redactadas para invitarlo a fiestas, comprometerse o cualquier otro sentido.
Seto lo entiende bien. Lleva un año recibiendo ese tipo de cartas.
Detesta esa atención y de igual medida detesta que Joey la reciba.
Joey solo será un prospecto de matrimonio libre por unas horas, nada más. Pero de todas formas le hierve la sangre.
Los 4 Kaiba llegan juntos en la mañana de la fiesta, así como muchos nobles que vienen de ciudades lejanas a quedarse en las habitaciones de huéspedes de la mansión Pegasus.
Fueron recibidos por los Pegasus, pero Joey no debe hacer acto de presencia hasta la fiesta, por respeto a la tradición. Decir que es incómodo es un eufemismo. Ninguno de los jefes de familia se lleva bien, aunque su padre lleva años tratando de suavizar las asperezas de una relación sin futuro.
Y para agregar más al fuego su madre tiene la ceja curveada mirando nada impresionada a la marquesa Cecilia que simplemente le sonríe sin llegar a los ojos.
Joey le dijo que les comentó a los Pegasus sobre su compromiso y estaban molestos en su nombre.
Claramente ninguno de los adultos se iba a comportar como tal, así que Seto, un adulto disfrazado de adolescente, da el paso adelante.
Inclina levemente la cabeza en reconocimiento. - Seto Kaiba se presenta al Marques y la Marquesa Pegasus, que las bendiciones de los dioses acompañen su camino.
Eso saca una sonrisa gentil de la Marquesa que toma pliegues de su larga y espesa falda azul marino inclinándose con respeto. - La Marquesa Cecilia Pegasus se presenta a los Duques, duquesas y jóvenes maestros Kaiba, que las bendiciones de los dioses acompañen su camino.
Eso rompe el hielo para que todos se presenten de manera formal.
Son guiados por los sirvientes a sus habitaciones. Su madre es quien saca el tema de Joey.
-Me encantaría ver a Joey.- Dice su madre con una sonrisa mientras caminan por los pasillos llenos de cuadros familiares.
La Marquesa esconde su sonrisa detrás de su abanico.- Me temo que no podrá. Usted entenderá la tradición dicta privacidad hacia el homenajeado.
Su madre le alza la ceja.- No para la familia.- Luego mira de reojo a la marquesa.- Usted entenderá, muy pronto hará parte de la familia Kaiba.
La Marquesa es muy fina para rechinar los dientes pero sin duda transmite el sentimiento.- Hasta que llegue ese momento aun está bajo la protección de los Pegasus con el permiso de su padre. Me temo que debo negar la visita.
Su madre le sonríe y no dice mas. Ha transmitido el punto que quería hacer.
Cada uno llega a las habitaciones que los corresponden y Seto se refresca con tranquilidad en su espacio hasta el momento del almuerzo.
Puede ver por las caras tensas de sus padres en su almuerzo privado para la familia que ya tuvieron una reunión con los dueños de la casa. Claramente lo que se dijo bordeó lo profesional.
Es bueno ver que Joey tiene gente que lo apoye fuera del ducado.
Es llamado mas tarde a la oficina del Marques donde se encuentran este y su esposo en la sala de estar con un juego entero de te con decoraciones en jazmines servidos periódicamente por una de sus mucamas.
Son corteses con él y incluso amables.
-Antes de llegar a cualquier consideración política que esto pueda conllevar.- Empieza el Marques inusualmente serio.- Quiero saber qué sientes por Joey. El se ha convertido en el pequeño rayo de sol de mi esposa y en una pequeña alegría para mi. Conozco sus sentimientos. ¿Cuáles son los tuyos?
-Lo amo.- Dice sin dudarlo mirando a ambos a los ojos con la barbilla levantada y la espalda recta.- Es el omega mas perfecto que existe. Sin ofender su belleza, marquesa.
-Para nada. Comparto totalmente ese punto.- Ella sonríe complacida con la respuesta.
Seto asiente.- Mis intenciones con él son casarme y tener una larga vida juntas sin importar el tipo de camino que tomemos.
El marques levanta una ceja ante la peculiar fraseología, pero al final no presiona.
Seto está en un pequeño interrogatorio un poco más. Hablan sobre el anuncio del compromiso el mismo dia al que Joey ha tachado de aburrido y empujar el tema del compromiso sería increíble con las múltiples reacciones.
También un poco sobre Seto Kaiba como persona.
Es refrescante.
Incluso si solo lo hacen para averiguar si es lo suficientemente bueno para casarse con su esposo.
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La Ceremonia tiene el sello de aprobación de los Pegasus en su magnificencia y opulencia. El amor que la Marquesa Cecilia siente por el joven Joey Wheeler es conocido por toda la aristocracia. Así que no se dieron el lujo de guardarse nada para mostrar ese amor en su estado más físico.
Las amapolas resplandecen con diamantes y piedras bañadas en oro.
Joey está encantador en su traje con su pantalón negro planchado sin arrugas, camisa blanca con volates en sus puños, un chaleco color rojo y su elegante chaqueta negra con pieles de colores crema combinado con un pañuelo blanco unido a una cadena de oro.
Su cabello rubio está peinado hacia atrás y una flor roja está en su cinta.
Se inclina elegantemente a su padre y luego toma su antebrazo ofrecido.
Es una ceremonia un tanto extraña porque el jefe de la casa donde se celebra la fiesta no es quien da las palabras. Aunque la cara del Marques denota que moriría por hacerlo.
Las palabras son rápidas y sin un significado profundo, a lo que Joey asiente en agradecimiento para todo y luego tienen su primer baile padre e hijo desde la mayoría de edad.
Apenas ha terminado la canción cuando el Marques Pegasus se acerca a pedir él mismo su propio baile. En este punto todos podrían empezar a bailar pero, por el respeto que se merece el marqués, nadie interrumpe su pequeño momento.
Seto sonríe detrás de una copa de champaña. Esta ceremonia de edad es sin duda mejor que la original de Joey. Ni siquiera su padre asistió y también fue un poco redundante porque ya estaban casados así que no había bailes con interesados como probablemente los habrá ahora.
Escucha algunos murmullos cerca y puedo ver a algunos nobles mirarlo con curiosidad y cautela.
Debe ser muy extraño ver a los Kaiba en la mansión de los Pegasus que se encuentra muy lejos de su propia casa, sobre todo para un omega sin conexiones con ellos.
Joey apenas tiene un momento libre en el transcurso de la fiesta, siendo que es el homenajeado que todos desean conocer o entablar algún tipo de conversación.
Aunque la sonrisa no se desliza de su hermoso rostro, si se pone tenso a sus ojos cuando se anuncia la llegada de un enviado del palacio Imperial a mostrar los saludos personales a tan distinguido omega.
Que Joey se haya resaltado tanto que llamó la atención del Emperador hace que Seto no sepa si estar orgulloso, demostrándole al Emperador que su trampa lo llevó a un omega fabuloso o preocupado de lo que pueda significar de otra forma.
Pero esos sentimientos se hacen de lado cuando siente una ira invadiendo completamente su ser. Porque el enviado de la Familia Imperial es Johnson.
El mismo juez corrupto bajo las órdenes del Emperador que, con acusaciones de testigos amenazados, lo envió sin juicio a la pena de muerte y con él a su familia. Incluso sin morir ya había perdido el apoyo del público y sus alianzas cuando dicho juez dio su veredicto.
Joey es perfecto. Su cara no cambia ni tampoco su comportamiento. Pero lo conoce, sabe que debe estar pensando en desgarrar sus ojos de forma salvaje.
Johnson se inclina y saluda a Joey en nombre del Emperador.
Todos murmuran sobre este evento trascendental. Que un joven sin ningún contacto con la familia haya llamado la atención del Emperador significa que es aún más poderoso de lo que pensaban.
Seto no se mueve, aun no puede darse el lujo de marcar su territorio como el alfa de Joey y participar en la conversación. Afortunadamente los marqueses no se despegan de su lado y todo termina rápidamente.
En si es como dijo Joey que sería. Aburrido para ellos. Lo emoción de la ceremonia de la mayoría de edad pierde su gracia cuando es su segunda fiesta. Seto no sintió prácticamente nada mientras reforzaba sus alianzas con todos los presentes en su propia fiesta.
Asi que la sonrisa emocionada de Joey se vuelve real cuando el momento clímax de la noche llega.
El Marques es quien da unos toques elegantes a su copa de vino y de inmediato se hace un silencio pulcro. Todos saben que sus discursos podrían representar el fin y el comienzo de un evento trascendental. Con él están Joey, su padre, y la Marqeusa
-Mis queridos invitados. Gracias por asistir a tan humilde ceremonia que demuestra todo el aprecio que siento por el joven Joey.- Comienza elegantemente y luego sonríe pícaramente.- Pero todos los presentes sabemos que mi querido chico ya hace parte del mundo social y sin duda esto seria algo tan aburrido si no celebramos algo de verdad.- Se pone un debo en su barbilla mientras la multitud se ve desconcertada y curiosa, susurrándose entre si.
Su padre pone una mano en su hombro y lo insta a caminar hacia delante.
-¡Ah lo sé! – Dice el Marques emocionado.- ¿Qué tal celebrar el anuncio de un compromiso?
Los susurros se convierten en exclamaciones sorprendidas y todos miran a Joey como un pedazo de carne en exhibición, aunque él simplemente está sujeto al brazo de su padre que luce una sonrisa propia. Sin Importarles que el Marques Pegasus esté robando su lugar.
-Solo puedo sentirme a gusto si Joey tiene el mejor prometido posible, el mejor prospecto. Y no hay nadie más indicado… - Apunta su brazo con una floritura sobre dramática hacia Seto que camina hacia ellos. - Que el joven Seto Kaiba.
Y ahora hay gritos, incluso se escuchan vidrios rotos cuando Seto se acerca y permite que Joey bese su mejilla.
El Marques aplaude emocionado como si no hubiese despachado a los dos solteros elegibles más codiciados de un solo movimiento.
-Ahora esto si es una celebración.
El padre de Joey le pasa a su hijo a su pronto alfa y puede sentir que las mandíbulas de todos los jóvenes caen al suelo.
Yugi es quien empieza a aplaudir muy fuerte. Aún necesita refinarse más.
Puede ver a Tea sujetando su vaso de champaña y brindando en el aire hacia ellos con una sonrisa pícara.
Joey aprieta su antebrazo y puede verlo sonreír con entusiasmo. Porque esta vez se casarán de verdad y por amor.
Pero también como alianza.
Porque ahora oficialmente ha iniciado el juego.