¿Cuántas veces había ido a casa de Sasuke a almorzar? 6 o 8 quizás, la verdad el moreno lo había absorbido hacia su círculo de forma algo abrupta pero él estaba feliz, es más, nunca pensó estarlo tanto, no se sentía intranquilo como en otras ocasiones, esta vez eran más comunicativos y abiertos a lo que estaban viviendo, realmente no terminaba de sorprenderle el cambio que tenía el azabache en cuanto a la comunicación y apertura, este antes solía ser mucho más reservado haciendo que la sexualidad que emanaba por cada uno de sus poros fueran los que tomaran el control de cualquier situación.
El sexo con Sasuke era el mejor, no se saciaban uno del otro, era como una adicción, la diferencia de antes y ahora es que tenían menos tiempo para hacerlo, las responsabilidades de esta edad los tenía a ambos con poco tiempo.
Naruto con trabajo, maestría y football y Sasuke con su empleo, negocio propio y gimnasio, esto los limitaba a verse sábado y domingo si no tenían algún compromiso con las amistades o familia y uno que otro día dentro de la semana, por eso el mayor le invitaba a comer a su casa, así al menos compartían un rato más del día.
- Podría ser un riesgo Sasuke – comento su hermano cuando Naruto entraba al comedor.
- Todo es un riesgo, pero no me permiten invertir personalmente trabajando en el departamento de bolsa de valores – se rasco la cabeza por maña.
- ¿Qué hablan? – pregunto el rubio tomando asiento al lado de Sasuke, parece que solo comerían los 3 juntos. Los demás no estaban ni sus puestos en la mesa.
- Mi hermanito está pensando renunciar – comento campante mientras comía, Naruto no se esperaría algo así lo miro con ojos de sorpresa a lo que el moreno suspiro.
- Gracias por decírselo antes que yo – respondió virando los ojos. – quisiera enfocarme en invertir en stocks, la empresa por política no lo permite por el tipo de información que manejamos, solo podemos hacerlo para sus activos y con sus clientes – explico.
- Entonces quieres dejar el puesto que tanto te ha costado por una oportunidad personal de alto riesgo – completo mientras asentía. – me parece bien – dijo a lo que el mayor de la mesa se atoro.
La sonrisa intima que le regalo al rubio y esos ojos negros iluminados valían todo, le tomo de la mano y la beso delante de su hermano avergonzando al Uzumaki.
- Me parece bien Itachi – lo miro. – tu hermano es un hombre, siempre a trabajado para estar donde esta. – el mayor iba a interrumpirlo, pero no se lo permitió – y sobre todo le gusta estar en posiciones retadoras, aún tiene su empresa propia, no es como que se quedara sin ingresos y claro – sonrió con seguridad – el estudio esto, sabe de Stocks, es un crack en finanzas, no me preocupa su futuro tomando ese rumbo – completo a lo que el otro no le quedo más que suspirar.
- Bueno Sasuke si estas tan convencido de que es lo que quieres no nos queda de otra más que apoyarte en tu decisión – confirmo sonriéndole.
- Se lo agradezco a los dos – el moreno no era de muchas expresiones, pero se le notaba lo relajado y feliz de poder contar con el apoyo de ambos.
Naruto por alguna razón se sintió inquieto de que el celular del moreno no parara de sonar y este tumbaba las llamadas, no lograba percatarse de quienes eran y no se sentía seguro de preguntar, trato de restarle importancia, pero una espinita se le quedo dentro.
¿Quién le llamaba tanto? ¿Por qué no contestaba? Naruto salió a un break del trabajo a fumarse un cigarro, cosa que no solía hacer, pero la ansiedad lo estaba matando, ¿porque no podía simplemente soltar esa inquietud?, quedo en confiar plenamente en el moreno, hasta el momento nada le había traído esta intranquilidad ¿tenía terror de perderlo o terror de volver a salir herido? No estaba seguro de que era peor, había decidió caminar sobre vidrio cuando se juntaron nuevamente, eso quería decir que estaba dispuesto a terminar con el corazón roto de nueva cuenta.
Se alboroto el pelo con frustración mientras el cigarro colgaba de sus labios, sintió el espeso humo salir por su nariz mientras sujetaba la colilla con sus dedos.
El día fue jodidamente largo para su gusto, Sasuke no había aparecido más luego de avisarle que llego al trabajo y eso no hacia más que aumentar sus nervios, antes de acostarse se vio muy tentado a mandarlo a la mierda, pero se contuvo.
La mañana siguiente era un desastre y su enojo paso a preocupación ¿habría pasado algo? Levanto a su hermano antes de que la alarma sonara y este le recibió con un golpe por el enojo.
- Lo siento, pero de veras necesito que me des el número de Itachi – pedía con desesperación a lo que su hermano se sentó rígido ahora notando las ojeras del menor.
- ¿para qué? ¿Qué pasa? – pregunto con nervios a lo que el menor negó.
- Es solo que no he sabido nada de Sasuke y y – sus ojos comenzaron a empañarse. – estaba enojado, pero ahora realmente estoy muy preocupado – completo limpiándose las lágrimas que amenazaban con salir.
El mayor suspiro más tranquilo y le agarro la mano – escucha, llamare yo a Itachi y le preguntare si sabe algo de su hermano, pero necesito que respires, estas en un ataque de pánico, lo juro – dijo con suavidad y preocupado a lo que el menor asintió y trato de regular la respiración en lo que su hermano tomaba su celular y veía la hora 6:10 de la mañana, se sintió incomodo por tener que marcar al moreno a esa hora, se restregó el pelo y suspiro tomando coraje en el proceso.
Si hubiera timbrado dos veces antes del otro contestar el corazón no se le habría acelerado, pero literal no había ni terminado de ponerse el celular en el oído cuando escucho la grave voz del otro en el auricular.
- Si, todo está bien – suspiro nuevamente – siento llamarte a esta hora, es solo que – miro a su hermano de reojo que estaba expectante – ¿quería saber si estaba todo bien con Sasuke? – miro a Naruto nuevamente y desvío la mirada. – Naruto estaba algo preocupado, pero le diré que es solo una fiebre… si… si… - se sonrojo tanto que hasta el menor lo noto – Hablamos más tarde idiota – refunfuño antes de cerrar de forma brusca.
- ¿Qué paso? – pregunto con preocupación.
- Supuestamente Sasuke tiene fiebre – dijo sin estar muy convencido.
- ¿Por qué dices “supuestamente”? – enarco una ceja.
- No lo sé ¿Por qué no vas más tarde a visitarlo? – dijo con suavidad volviendo a acomodarse en su cama con claras intenciones de volver a dormir.
El menor suspiro y le agradeció en voz baja por la ayuda y salió de su habitación hasta el baño para alistarse, ¿tendría tiempo de visitarlo? Hoy era un día muy complicado para él, tenía trabajo hasta las 6 y luego torneo de football, por lo que quizás terminaría pasadas las 11 de la noche y no creía prudente visitar al otro a casa de su familia por sorpresa así.
Se alisto sin muchos ánimos, tomo su bolso de cambio de ropa y decidió desayunar fuera de la casa ya que tenía tiempo antes de llegar al trabajo, se paró en la repostería “Sayonara” se sentó en una mesa y pidió un desayuno tradicional, no mucho después el sitio se encontraba lleno de personas, pero este ignoraba todo a su alrededor degustando su capuchino.
- Disculpa – una suabe voz interrumpió su paz interior – no hay más sitios para sentarse, si estas solo ¿podría acompañarte? – pregunto aquel chico de contextura delgada, se veía tan delicado que podría ser confundido con una chica.
- Si claro – invito regalándole una pequeña sonrisa. – mi nombre es Naruto – dijo extendiendo la mano en forma de saludo, los fríos dedos, pero delicados del otro le dieron una sensación de protector.
- Gracias Naruto – sonrió tímidamente – mi nombre es Haku – dijo soltando la mano y sentándose frente al otro.
Su pelo lacio color chocolate que reposaba a cada costado de su delicado rostro le recordaba a su jefe, se preguntaba si quizás eran familia, no se dio cuenta que tanto tiempo se le quedo viendo hasta que su comida fue puesta frente a él y el otro pidió su orden a la camarera.
- ¿Eres modelo? – pregunto el rubio impulsivamente a lo que el otro rio con suavidad.
- No, ¿Por qué? – cuestiono con simpatía.
- Bueno – se rasco con vergüenza – está mal juzgar, pero por tu físico solo pensé que quizás sería algo a lo que te pudieras dedicar – los ojos oscuros le miraron con gracia genuina.
- ¿entonces me veo bien? – el de ojos azules se sonrojo ligeramente.
- Más que eso diría yo - ¿estaba coqueteando? Se golpeo mentalmente. – ¿a qué te dedicas entonces? – quiso saber.
- Soy estudiante de grado – el mayor palideció, se veía joven sí, pero asumió que sería mayor. El otro rio con fuerza. – solo bromeo – el Uzumaki soltó el aire. – tengo 28 años y aquí cerca tengo una floristería – saco de su bolso una tarjeta de presentación y se la extendió al otro. “HANAKU” M. Haku presidente, leyó el otro, junto a su información de contacto.
El rubio de inmediato le paso su tarjeta personal y como de costumbre era tan sencillo poder amistarse con el que no perdieron el tiempo en entablar temas de conversación y encontrar que tenían gustos similares, se despidieron con la promesa de escribirse y quedar en contacto.
Paso un agradable rato, pero apenas se vio solo en su escritorio, saco el celular para escribirle a su tormento, el que no le permitió dormir más de 2 horas e igualmente soñar con él.
Naruto: “Me enteré de que estas enfermo, si necesitas algo déjame saber” no esperaba una contestación, pero la vibración del celular lo trajo de vuelta al mundo.
Sasuke: “te necesito a ti” si… lo trajo de vuelta al mundo y le revoloteo el mismo con una sencilla frase, su corazón palpito con fuerza y sus ojos picaron. “siento no haberme comunicado antes” suspiro de amor.
Naruto: “Eso ya no importa… de veras” aclaro “¿Cómo te sientes?”
Sasuke: “no lo sé” ¿tan mal estaba? “¿podrías venir hoy?”
Naruto: “Quisiera, pero no puedo faltar al torneo esta noche… al menos que no te importe que vaya cuando termine”
Sasuke: “Ven y quédate a dormir aquí” ¿el estúpido Uchiha podía enamorarlo aún más? Porque lo estaba logrando, juraría que sí.
Naruto: “Bueno ya que mañana es sábado te complaceré”
No recibió durante el día ningún mensaje más, pero estaba tranquilo y feliz de que su engreído macho alfa estuviera tan dispuesto con él, pudo terminar antes de lo esperado el torneo, a las 9:30 ya se encontraba subiendo el ascensor de la torre donde residían los Uchiha, cuando salió no había nadie esperándolo ni los perros, pero unas voces fuertes lo atrajeron hasta la puerta de la habitación del azabache.
- ¡¡LO UNICO QUE DIGO ES QUE NO ES MOMENTO DE QUEDARSE ENCERRADO!! – okey, en definitiva, ese era Itachi.
- PODRIAS POR UN SEGUNDO DARME MI ESPACIO! CREES QUE ESTO ES FACIL PARA MI ¿? - ¿Qué estaba pasando? La puerta se abrió abruptamente, dejando ver a un rubio con notoria expresión de confusión, a un Itachi con ojos abiertos y a Sasuke con el entrecejo fruncido, mirada de odio y claras ojeras.
- H-hola Naruto – Saludo el mayor tratando de relajar sus facciones. – peleas de hermanos ya sabes… lo normal – miro de reojo al su hermanito y salió dándole paso al Uzumaki mientras desaparecía por el pasillo.
- ¿Cuánto escuchaste? – pregunto un moreno molesto.
- Hola, ¿Cómo estás? ¡veo que llegaste! – respondió con sarcasmo el menor con lo que se suponía esperaba.
Sasuke se hecho hacia atrás cayendo recostado en su almohada llevando su antebrazo a los ojos. El rubio no entendía que estaba pasando, no estaba ni seguro de que hacer, suspiro frustrado y sin decir nada se dirigió al baño, seguía con el uniforme de soccer, sudado y sucio, por alguna razón no quería ni dirigirle la palabra al mayor para pedirle bañarse.
Se tomo su tiempo y disfruto del agua caliente, un wallking closet separaba el baño de la habitación, así que antes de salir se tomó el atrevimiento de tomarle un pantalón de pijama largo y un tshirt al azabache, esto lo hizo sonreír.
El mayor se encontraba vuelto un ovillo, Naruto se acercó y deslizo su mano por la frente pálida, que en definitiva no tenía alta temperatura, atrajo su rostro hasta que sus miradas se encontraron con la tenue luz que brindaba la lampara de noche. Esos ojos oscuros que podían absorber todo lo miraban con vulnerabilidad y temor, el rubio unió sus frentes y le miro con pasión.
- ¿A que le temes Sasuke? – pregunto en un susurro a lo que la mirada ónix mostro dolor, crudo y palpable.
- ¿Ahora mismo? – respondió con otra pregunta a lo que el otro asintió. – A perderte – confeso y el corazón del Uzumaki comenzó a taladrar con fuerzas.
Estaban calados el uno por el otro, sentía como si Sasuke fuera hilo y estuviera cosido a sus huesos, ese hombre lo volvía loco, cerro los ojos al contacto de los dedos del mayor filtrándose por su pelo húmedo y juraría que ese aliento que atrapo su boca era su hogar, no se cansaba de él, nunca sería suficiente para estar satisfecho, quería poderse fusionar con el otro, el beso estaba cargado de amor, sin prisa, sentía sus lágrimas caer, el Uchiha estaba sufriendo y no entendía porque, pero sus labios y toda su energía se lo estaban gritando entonces el rubio se preguntaba ¿Por qué lloraba de felicidad?
Porque Sasuke le quería, si, así de sencillo, no cabía en su pecho que la persona que el tanto esperaba le correspondiera de la misma forma.
El Uchiha halo al menor sin dejar de besarlo hasta tenerlo recostado a su lado, dio un tierno beso en su nariz cortando el contacto, sus dedos limpiaron las lágrimas que se le escaparon al de piel canela.
- Estos 2 meses han sido maravillosos Naruto – susurro abrazándose al otro. – estoy feliz de estar a tu lado – confeso y el nerviosismo del otro salió a flote.
- Yo también – dijo más fuerte de lo que esperaba sacando una suave risa de los labios del mayor. - ¿me dirás que pasa? – pregunto mirándolo, pero el de ojos ónix huyo y sintió su corazón dudar. - ¿Estuviste con alguien más? ¿eso es lo que quieres decirme? – pregunto con fingida seguridad.
- no, NO! – confronto su mirada con algo de enojo. - ¿eso es lo que crees de mí? – cuestiono alejándolo un poco, ahora le toco al otro huir de su mirada. – Usuratonkachi – suspiro. – e estado contigo estando con otras personas es cierto – admitió lo que ya se sabía. – pero nunca, escúchame bien – le sostuvo la cara para que le mirara a los ojos – nunca e estado con nadie estando contigo ¿no lo entiendes? Porque es a ti a quien necesito, eres tú quien siempre he querido – y ahí iba el autocontrol de Naruto, sus ojos picaban de nueva cuenta, quería comérselo, pero tenía razón y hasta ahora no lo notaba, nunca tuvieron problemas por el ligar o salir con otra persona mientras salían formalmente, el que siempre caía en la tentación del azabache mientras este salía con otra persona era el mismo, el Uzumaki Naruto era un tonto, Sasuke que el pudiera confirmarlo nunca lo irrespeto con un tercero mientras salían formalmente.
- L-lo siento – se aferró a el – es solo que yo tampoco quiero perderte –
- No me perderás ¿sí? – levanto su mentón y le dio un tierno beso en la frente. – mi miedo es que tu huyas de mi – su mirada le pedía a gritos una promesa al rubio.
- Mientras no me des razones no lo hare Sasuke – prometió y vio desesperación en su mirada. - ¿estas enfermo? ¿te vas del país? ¿es por lo del trabajo? Por favor dime que pasa, nunca te había visto así – pidió.
Silencio.
Sasuke ni se atrevía a mirarlo.
Pero el sonido de su estómago gritando por comida y la risa de Sasuke por escucharlo rompieron un poco el incomodo momento.
- Vamos a comer algo Dobe – le dio un beso rápido y se paró tomándolo de la mano y arrastrándolo con él a la cocina.
No se despegó de el rubio como con miedo a que se alejara demasiado, se hicieron unos sandwiches casi que uno arriba del otro, el moreno lo aprisionaba por atrás y lo armaban todo en conjunto, cuando se sentaron a comerlo Sasuke lo sentó en sus piernas por incomodo que podía ser lo quería pegado a él, y el rubio, aunque con la duda de que estaba pasando feliz se dejaba absorber del otro.
- ¿Dónde están todos? – pregunto cuando terminaron de fregar los platos.
- Gracias a Kami fuera de la ciudad – respondió como quien por ese echo se liberaba de un gran peso. – ¿quieres jugar League of Legends? – pregunto abrazándolo y agarrándole los glúteos con deseo soltando el otro un pequeño jadeo.
Sus ojos brillaron se vieron intensamente y el rubio se adelantó a profanar los labios carnosos del otro, su lengua se deslizo dentro con maestría, bailaban y se encontraban con hambre, arrancándose el aliento en el proceso, Naruto se vio preso contra la pared y su cuello siendo dominado por las manos del mayor, sentía su cuerpo arder y encenderse como motor.
- Mejor jugamos nosotros y mañana jugamos en línea – respondió en su oído.
- Como usted ordene – contesto con emoción y con fuerza, pero sin esfuerzo levanto al otro del piso el cual enrollo sus piernas en las caderas del moreno y sus bazos al cuello, besándole de nueva cuenta. – me encantas – susurro cerrando la puerta de su habitación y presionando el culo de Naruto en su pene sobre la ropa. – mira cómo me tienes –
- S-sas-sasuke – jadeaba, se quitó el tshirt y quería liberarse de toda su ropa.
Solo con besarse tenían los penes más que excitados y en espera de más contacto, pero Sasuke no quería soltarlo, le mordió la boca sin mucha sutileza, bajo al cuello y lo marco no una sino varias veces, succionando y mordiendo, y Naruto lejos de dolerle se sentía más caliente.
- Eres hermoso – decía tocándole toda la piel que tenía a su alcance.
Loco
Así se sentía Naruto al ser poseído por el azabache, quien lo llenaba de vida con cada roce, beso, mordida, lamida su piel ardía, podía morir de tanta excitación, emociones.
De tanto sentir.
Los suaves labios del moreno le repartían mordidas y besos en su hombro izquierdo mientras jadeos se confundían con los suyos propios al ser penetrado suavemente, sentía el pecho se Sasuke pegado a su espalda mientras sus manos marcaban el tortuoso ritmo, por una parte, quería más fuerte, pero por otro quería continuar así.
El delicioso miembro de Sasuke salía por completo y volvía a entrar con lentitud hasta lo mas profundo de su ser, los gemidos eran profundo e íntimos en su más amplia expresión, sentía la posesividad del moreno con cada roce, queriendo consumirlo, atrapando sus entrañas en su tela de araña y Naruto lo sabía.
Ese hombre que estaba poseyéndolo.
Era su perdición.
Con un ronco gemido se vinieron al mismo tiempo, vibraron al mismo tiempo, se liberaron en unísono y claro el moreno no lo dejo mover ni para limpiarse ni salió dentro suyo, simplemente para acomodarse más y dormir así.
Un sonido insistente lo hizo moverse, tenia la mitad del cuerpo entumecido por haber pasado horas en la misma posición, los ojos negros visualizaron el pelo rubio que le cosquilleaba la nariz, en algún punto de la noche habían cambiado posición y el menor se encontraba frente a él acurrucándose al calor que desprendía, olio su pelo y con cuidado se movió buscando su celular.
4 llamadas perdidas, se tallo los ojos y reviso su aplicación de mensajería, respondió los mensajes por orden de importancia y otros los dejo para después, otra llamada entro, suspiro y antes de contestar miro al menor que parecía seguir durmiendo.
- ¿sí? – pregunto sacando los pies de la cama y buscando sus boxers. – No era necesario que llamaras – soltó un suspiro y se levantó poniéndose la ropa interior – yo iré por ti – prometió - ¿Por qué debería darte explicaciones de si hablo bajo o no? – levanto una ceja. – sí, pase la noche con Naruto – confirmo y al voltearse el menor ya se encontraba tallándose los ojos. – debo colgar – y no espero respuesta para cortar la llamada. – lo siento ¿te desperté? – cuestiono tratando de no alterarse por la reciente llamada.
- Tu ausencia en la cama, no tu voz – corroboró que sí, quisa tenía más despierto de lo que parecía.
- Pues como no quiero despegarme de ti deberás venir conmigo al baño – sonrió seductor.
- Pues como eres tu el que no quiere despegarse de mi tendrás que aguantarte porque necesito PRI-VA-CI-DAD!-
Desayunaron junto a Itachi que, aunque parecía más tranquilo desde la noche anterior parecía mirar de forma muy analítica a su hermano, cosa que no paso desapercibido para el rubio, Sasuke le dijo que debía salir un momento y le pidió le esperara en la casa para cuando regresara, sin embargo, el menor se negó y le dijo que volvería más tarde para aprovechar la mañana en unas diligencias.
Le tomo ropa prestada para no tener que desviarse a su casa, algunas prendas le quedaban ligeramente anchas, pero otras no, ventajas de que al moreno le gustara salir con ropa que le entallara, opto por unos shorts negros que le marcaban los glúteos de forma espectacular y un tshirt sencillo del mismo color, por lo que su cabellera rubia y ojos azules destacaban, opto por unos tenis Nike de colores, era medio size mas pequeño que el otro, pero no se le notaban grande.
Llamo a su mejor amiga Sakura para que le hiciera compañía, la recogió, pero antes de comenzar la ruta esta le pidió pasaran por el hospital a recoger unos documentos que iba a necesitar mas tarde, esta era medico pediatra, cosa que aún le sorprendia al Uzumaki ya que su amiga no solía tener mucha paciencia y los niños eran necios en su mayoría.
El hospital pediátrico era un centro muy moderno, era de los mejores del país, estaba capacitado para ser bastante atractivo para los niños, desde sus paredes con mosaicos animados, hasta la seguridad en las instalaciones, solo faltaría poner el piso acolchonado pensó el rubio escapándosele una risa.
Su amiga se detuvo de golpe y antes de poderse quejar ya que prácticamente la atropello con su andar su mirada enfoco a su pareja en una sala de espera junto a la rubia que había conocido meses atrás.
Yamanaka Ino.
Sintió un escalofrío bajarle por toda la columna, ¿Qué estaba pasando? La rubia cerro sus ojos y se apoyo del hombro de Sasuke y este ni se inmuto.
- Espera Naruto – trato de detenerlo su amiga, pero sus pasos fueron más rápidos llevándolo frente al moreno quien al levantar la mirada se topo con lo que llevaba unos días siendo su por pesadilla.