Se estiro desperezándose, estiro su mano buscando en su amplia cama donde había dejado tirado su celular, apenas lo encontró y se acomodo a un costado mientras veía la hora, bostezo con desgano, agradeciendo que fuera domingo y que no tenía ningún plan ese día.
No paso mucho rato para darse cuenta de que definitivamente no había sido un sueño, el corazón le palpito con fuerza y sintió que el nerviosismo se apoderaba de el en nueva cuenta ¿de verdad el azabache le escribiría?, se sintió tonto conforme se sentaba en la cama, quizás el realmente solo había tomado demasiado la noche anterior, suspiro poniendo su celular a cargar antes de pararse al baño.
El agua caliente bajaba por su cuerpo logrando que sus músculos se relajaran considerablemente, aun así, no podía dejar de pensar en Sasuke, en los pantalones jeans ajustados, tshirt liso de algodón negro, aquellos tenis Nike coloridos y por su puesto lo bien que le quedaban esos nuevos tatuajes que tenia a la vista y no había tenido la oportunidad de saborear.
Sintió la sangre hervir ligeramente, la mirada que le había dado la noche anterior la conocía, aquella que le decía que quería devorarlo, lo deseaba, su deseo por el Uchiha no había cambiado con el tiempo, fantaseaba con el y sus recuerdos mas veces de las que quizás hubiera estado dispuesto a admitir. Mordió su labio inferior casi haciéndose daño, tomo aire y trato de calmarse, no se masturbaría pensando en él, no ahora mismo tan consciente de que era exactamente lo que quería.
- No – negó en voz alta y se enfoco en asearse, en sacarse el olor a sexo, alcohol y humo que estuvo cargando.
Saliendo del baño el sonido del celular lo hizo desviarse hacia donde estaba, era una llamada de Gaara y por alguna razón no quería contestarle, no quería verlo y sabia que este le propondría juntarse, tomo aire antes de contestar.
- Hola – saludo – si es que la verdad creo que el whiskey me callo mal – mintió – sí, estoy mejor pero aun me duele el estómago – comento apenado – No me siento bien para ello, pero ve tu – animo al otro – vale, me le mandas saludos a los chicos – cerro sin más.
Ok, no se sentía bien con lo que estaba haciendo ¿podría eso considerarse traición? Quizás, pero tampoco sentía que le debía demasiado al otro, le tenía cariño, pero fácil, lo prefería como amigo, aunque claro dudaba que el otro pensara lo mismo, sabia que Gaara se estaba encaprichando con el y lamentaba pensar que quizás no podría darle una oportunidad a la relación, pero ¿sería justo para el mismo ignorar sus sentimientos y lo que en verdad deseaba una ves más? Era un jodido egoísta, pero a veces eso es algo necesario para poder perseguir lo que se quiere y buscar la felicidad verdadera.
Por primera ves desde que se levantó abrió la aplicación de chat, fue respondiendo los grupos, Sakura quería saber que había pasado, trato de no abundar mucho en el tema, prefería ni volverlo a tocar para mantener la ansiedad controlada, su estómago rugió y fue a prepararse algo para almorzar, total, no había nadie en casa y los domingos no estaban acostumbrados a cocinar, se hizo un tazón de ramen instantáneo agregándole algunos vegetales frescos y una sobra de carne que encontró en la nevera.
Se acomodo en la sala, prendió el televisor buscando una serie en Netflix para ver, se decidió por alguna comedia, definitivamente era la mejor forma para entretenerse y desconectarse de la realidad, se despego del televisor cuando la voz de su hermano lo trajo de vuelta al mundo ya era de noche y sabrá Dios porque él no lo sabía que horas serian.
- Te he estado llamando la tarde entera – se quejo cuando tuvo a su hermano al frente.
- Deje el celular en mi habitación – se rasco la nuca logrando que su hermano le diera un golpe suave en la cabeza.
- Bakaaa!, me tenías preocupado – resoplo.
Ambos subieron al segundo piso, sus habitaciones estaban una del lado de la otra, el rubio menor fue directo a su celular, notando que tenía 6 llamadas perdidas de su hermano y otras 2 del pelirrojo. Suspiro, reviso sus mensajes y encontró allí lo que tenia temor que nunca llegara, Uchiha Sasuke le había escrito.
Antes de abrir su chat respondió las demás conversaciones, respiro unas cuantas veces antes de responderle a su tormento.
Sasuke: “Recién desperté y no, no estaba borracho” aclaro.
Naruto “¿Realmente quieres hablar?” cuestiono para asegurarse.
Sasuke “Si, ¿Cuándo puedes?”
Esa respuesta le afirmo que el otro quería que se vieran en persona.
Naruto: “No estoy seguro”
No quería hacerse el difícil, realmente sintió, no, estaba seguro de que ya habían pasado por esto en el pasado, su cara palideció, como olvidar aquel día.
Sasuke le había pedido hablar, darse un chance, prometió que en esa ocasión estaba seguro, pero cuando lo fue a ver noto que tubo un momento de duda y eso fue suficiente para que Naruto saliera corriendo de allí, y es verdad que vio duda, pero también dolor en su semblante, porque sabía estaba haciéndole daño.
El caso era que Sasuke venia de una familia muy tradicional, cuando se conocieron recién terminaba una relación de más de 4 años con una chica, él es bisexual, y era la primera ves que se aventuraba con un chico en su país, en su ciudad, que no era muy grande, muchas personas se conocían, y él se estaba enamorando cuando lo único que deseaba era aprovechar su soltería, Naruto sabia todo esto, porque había llegado a aprenderlo a leer, a reconocer los miedos del otro.
Un chico 3 años menor que el, que en ese tiempo a diferencia suyo aun estaba en la universidad, tenia tatuajes, venia de una familia liberal y sobre todo era gay y no era que a Naruto se le notara, no era para nada femenino, pero tampoco ocultaba su preferencia sexual, el representaba para su familia y entorno todo aquello que el otro aun no estaba seguro de como presentar a los demás.
Pero habían pasado muchos años, sabia que ya Sasuke aceptaba y afronto casi todos sus miedos, primero porque ya lo había visto con otros chicos en la calle, segundo porque el mismo se había tatuado el cuerpo y tercero porque estaba mas que claro que había aprovechado su soltería al máximo.
Nunca había dejado de estar pendiente de el en las redes y aunque tenían los últimos quizás dos años sin verse, los anteriores a ese fueron de estar y no estar, de meses juntos y luego miedos saliendo a flote, incluyendo los suyos, que antes no notaba, cargo la culpa de que nunca funcionaron a Sasuke cuando la verdad es que a el le faltaron muchas agallas, le falto decisión, fallo al no darle valor a Sasuke en un proceso que él había logrado llevar, lo dejo solo en un desierto de dudas e inseguridades y esperaba que el solo tuviera la fuerza de afrontarlo solo.
Sasuke: “Solo hablaremos, lo prometo” parecía casi una súplica.
El rubio sabia porque aclaraba esto y no era para menos, no había existido nunca ni una ves donde antes de “hablar” no tuvieran sexo, donde antes de nada ese deseo desbordante y descontrolado se apoderase de ellos, su piel se erizo de pensar en el toque del otro, volvió su atención al chat para intentar olvidarse de el mejor sexo de su vida.
Naruto: “Dime tu cuando puedes, supongo tu agenda es mas apretada que la mía”
Sasuke: “¿El martes en la noche te viene bien?”
Naruto: “Luego de las 10 que salgo del máster, el martes hablamos para coordinar donde” eso último fue intentando despedirse, pero no lo logro, el azabache busco la forma de ponerse al día con su vida y no podía negar que esto en el fondo le emocionaba, realmente la sonrisa boba lo delataba, ignoro los demás chats olimpiacamente y se quedó hablando con su tormento hasta que se quedo dormido sin siquiera notarlo.
Daba gracias a los cielos el tener un hermano tan escandaloso, sino no se hubiese despertado, se le había olvidado por completo poner la alarma la noche anterior y tenia que llegar al trabajo, no intento peinarse, no tenia tiempo y eso era lo que mas necesitaba su pelo para tomar forma, paso por la nevera tomando una gaseosa y un trozo de pan frio antes de salir casi corriendo hacia su auto para poder llegar a su hora de entrada.
El trafico estaba pésimo, cuando logro terminarse la bebida se dispuso a conectar el celular al puerto USB y poner uno de sus playlist de Rock, necesitaba energía para ese día, tenía reunión con los directivos de otros departamentos para explicarle la logística del plan de mercadeo que estarían llevando a cabo, se había graduado de Mercadeo y estaba haciendo su Master en Banca y Mercados Financieros y pronto iniciaria la de Dirección y gestión Empresarial, pero su posición en la empresa era el del asistente del presidente, no era una posición directiva y no podía pedir mucho más con su curriculum vitae, pero esta posición le permitía trabajar de la mano con los demás departamentos aparte de conocer y adquirir experiencia de la cabeza de la empresa, le gustaba bastante lo que hacia y como los demás debían antes de llegar al jefe pasar por el para depurar la mayoría de los reportes u entregas.
Se arreglo los gemelos de su chacabana antes de apearse del vehículo, y se miro en el espejo, su pelo no estaba tan mal como esperaba, esto le saco una sonrisa de autosuficiencia, como si aquello hubiese sido un gran logro.
Al entrar fue saludando a todos sus compañeros con su característica sonrisa, contagiándolos de una excelente energía, antes de llegar a su escritorio que estaba en la antesala de la oficina del presidente recogió su Tablet de trabajo abriendo un documento y entrando a la oficina a dejarlo en el voluptuoso escritorio del jefe.
- Buenos días, Naruto – saludo el mayor provocando que el rubio se volteara y con una reverencia respondiera de igual forma. ¿había mencionado que su jefe era el hombre más sexy, buen mozo que hubieran visto sus ojos? Lo lamentable es que este era heterosexual.
- Sr. Hyuuga, aquí le dejo el plan corregido para que por favor lo revise antes de la presentación – pidió amablemente.
El porte de ese hombre era envidiable, su pelo largo color chocolate suelto, finos rasgos y ojos grises, llevaba puesto un traje corte italiano que se le ajustaba al cuerpo como cascara a fruto, no dejaba nada a la imaginación de su tan tonificado y dotado cuerpo, el menor se sintió algo acalorado y removiendo la cabeza y recibiendo las gracias por parte del otro se retiro de la oficina cerrando la puerta tras de sí.
Se acomodo en su silla de oficina y mientras esperaba a que la computadora cargara reviso su celular, allí estaba lo que silenciosamente esperaba, siempre había sido así, y ese fue uno de los errores, luego de todos estos años el seguía siendo el primero el buscarle, es cierto que el rubio fue mas abierto con sus sentimientos, sin embargo nunca fue el primero en interesarse ni en buscarlo de ninguna forma, no porque no quería sino porque el azabache le intimidaba y Naruto temía espantarlo, le aterraba pensar que tanto daño le haría si el otro no le respondía o le llegase a ignorar así que nunca le saludo, siempre dejo que el otro sea quien diera el primer paso, una sonrisa irónica soltó al recordar eso, debía cambiar y mostrar interés también, y sobre todo quería disculparse por no haberle dado mas razones para aferrarse a él.
Ese día no le permitía tener mucho tiempo libre así que no mucho después debió olvidarse que su celular existía y enfocarse en el trabajo pendiente y la reunión que tenia por delante más aun, cuando Neji, su jefe, le comento que no estaría presente y de que él debía hacerse cargo de todo una parte de él brinco de emoción y la otra se lo consumía de nervios, pero como de costumbre el haría lo imposible por que todo saliera a la perfección y lograr llenar las expectativas de su superior y las suyas propias. Saco su celular con unas ganas tremendas de darle esa noticia al Uchiha pero un mensaje de Gaara lo aterrizo a su realidad, se mordió el labio, debía hablar con él, aun lo suyo con Sasuke no se diera realmente no era buena idea continuar con esa relación, definitivamente solo basto una conversación breve para este olvidarse por completo del pelirrojo, le respondió el mensaje pidiéndole que se juntaran a cenar, suspiro y dejo el celular de lado para terminar su jornada laboral.
Ya entrada la noche se encontró con el pelirrojo en un pequeño restaurante de sushi, este notaba al Uzumaki algo distante, pero prefirió no preguntar y llevar una velada amena.
- Gaara… - este dejo de lado su bebida y le prestó atención – yo creo que lo mejor es no seguir con esto – aunque el de ojos verdes no era tan expresivo su cara se descompuso notablemente. – sé que quizás es repentino… pero no creo poder corresponder tus sentimientos por mi – bajo la vista.
- ¿por eso has estado tan indiferente los últimos días? – soltó una sonrisa triste – pensé que todo iba bien – apreto los puños sobre la mesa.
- Y así es… realmente no pasa nada malo, no es que no me gustes es solo – tomo aire y le miro a la cara – no e superado el pasado – estaba nervioso, le dolía llegar a lastimar al otro – pensé que podría, pero prefiero dejar lo nuestro a continuar y terminar hiriéndote más – termino.
El de Sabaku no sabia como sentirse y tampoco quería dar lastima ni rogar por algo que otra persona no deseaba.
Se mantuvieron unos minutos en completo silencio, hasta que Naruto tuvo el valor de preguntar si le parecía bien continuar en contactos como amigos, a lo que el otro sonrió y dijo que con el tiempo es seguro que eso pasaría, se dieron las gracias por los buenos momentos y se despidieron con un tierno y corto beso en los labios sin profundizar.
El rubio se sintió liberado y tranquilo de que todo allá terminado de forma amena entre el y el pelirrojo, después de todo, se seguirían viendo en los cursos que tomaban en conjunto y sobre todo porque no era una persona que quería sacar de su vida, solo ponerlo en el lugar adecuado, en el que realmente le debía corresponder, amistad.