Hay un silencio algo incómodo, y es de lo más raro porque con Isaac nunca hay silencios incomodos.
— ¿Oliver?
— Este fin de semana… bueno…
— ¿tienes planes?— sí, tengo planes pero tampoco le quiero decir que no a Isaac— Hey, calma, si tienes algo que hacer no pasa nada— ¿soy yo o lo escuche decaído?
— la liga inicia este sábado. Hay un partido de exhibición y el domingo es el primero. Este año son aquí porque el equipo gano el superbowl.
— oh, hablas de futbol.
— sí.
— ¿toma tanto tiempo?
— a veces… el tiempo no está realmente definido, cuatro cuartos de quince minutos, se supone sería una hora. Pero hay descansos y se puede pedir tiempo fuera o revisar una jugada y ese tiempo no cuenta en el reloj.
— ya veo.
— ¿quieres venir conmigo? hare eso, pero también quiero salir contigo, creo que no te gusta el futbol y por eso no te dije nada.
— Iré. No es que no me guste, solo… ¿es como cuando dices que no te gusta una comida pero nunca la has probado? No soy fan de los deportes pero podría ser interesante.
— ¡Genial!— él me mira un momento y luego sonríe. Aun me siento extraño cuando pienso que estamos saliendo. Que no somos solo amigos y llevamos meses siendo novios.
— entonces ¿a qué hora nos veremos? ¿Dónde?
— el punto más cómodo es la entrada del estadio. Nos veremos allí, no hay forma de perderse.
— ¿no necesitamos boletos antes? He escuchado que los boletos se acaban rápido y que tienes que comprarlos con anticipación.
— para el superbolw si, posiblemente ya estén agotados, pero como es un partido inicial no hay tanta demanda. Los compraremos en la taquilla.
— vale— me siento más tranquilo ahora que logre solucionar este pequeño problema. No hacemos todo juntos, pero no nos hemos visto mucho esta última semana e Isaac se veía muy emocionado por salir el fin de semana.
Llegue temprano, tengo media hora esperando porque no pude soportar más la espera en la casa. Incluso me adelante y compre los boletos de una vez ¿para qué esperar? sé que dije que no había riesgo de que se terminen pero en estos casos lo mejor es no correr ningún riesgo.
— ¡Oliver!— Isaac esta agitano la mano para que lo vea. Le espero en mi lugar— Bonita gorra. Hay más gente de la que esperaba.
— bueno, muchos no podemos ir al superbowl y sera uno de los pocos partidos que podremos ver en vivo.
— oh— le tomo de la mano para ir a la fila de la entrada donde están revisando los boletos— ¿no vamos a comprar boletos?— le muestro los boletos— un completo fanático ¿eh? Nunca he venido a un estadio— me sonríe, su sonrisa es radiante. No se ve nada aburrido o molesto. Aunque no se ve emocionado es mejor de lo que pude haber pensado.
— solo estaba ahorrando tiempo por si la fila se hacía larga.
— si tú lo dices— tiene una sonrisita ahora— te advierto, no sé nada sobre futbol. Tendrás que explicarme lo que no entienda que será todo— le paso los boletos al hombre que los revisa y nos hace pasar.
— me parece bien— comienzo a pensar que esto será divertido. Entramos al estadio, en lugar de ir a las escaleras que llevan a los asientos me dirijo a las tiendas— ¿Comida?
— sí.
— ¿y hay algún secreto de dónde comprar?— se estira para hablarme en la oreja— siempre hay estos trucos, donde no comprar, donde es mejor.
— Ah, eso… aquí la cerveza es mala, no te la recomiendo. y los nachos— niego con la cabeza— cuando compro aquí solo compro palomitas de maíz, hot-dogs y soda— señalo el puesto. Hay una pareja comprando, esperamos un poco y luego compro lo mismo de siempre, pero para dos. Isaac va sonriendo mientras cargamos todo a nuestros asientos, yo nos dirijo allá porque estoy mas familiarizado con el estadio que Isaac. Estamos en la zona media del estadio y tenemos una buena vista de todo.
— voy a iniciar ¿Por qué no podemos ir más abajo?
— podemos, pero los boletos son mas caros y por la distancia puedes perderte jugadas.
— oh— mete la mano en las palomitas— entonces es un buen lugar ¿falta mucho para que inicie?— sonrió.
— un poco. Como veinte minutos— él se voltea a mirarme.
— ¡Me hiciste venir mucho antes!— mi risa queda ahogada en el ruido del estadio. Los veinte minutos pasan más rápido de lo que pensaba con las quejas de Isaac y el partido inicia. Isaac no mentía cuando dijo que tendría muchas preguntas: realmente no sabe nada de futbol. Pero lo entiende muy rápido— es que no tiene mucho que entender— me dice cuando se lo comento.
— estas más entusiasmado de lo que esperaba.
— lo estoy pasando bien— me sonríe, tal vez lo único que puede distraerme del partido— más de lo que esperaba ¡Si, vamos!— grita de pronto, el equipo ha tomado el balón y corre hacia la zona de anotación.
— ¿al menos sabes a qué equipo sigo?
— ¿los del uniforme verde?— se ríe, de seguro por mi expresión— tu gorra. No fue difícil saberlo— para el segundo cuarto los dos estamos gritando y silbando, poniéndonos de pie tan pronto como vemos que el balón se acerca a la zona de anotación. Hace ya mucho que nos terminamos la comida y cuando llega el descanso aprovechamos para ir al baño y comprar más cosas— ¿y eso?— me dice cuando regresamos a los asientos.
— espectáculo de medio tiempo.
— son animadoras ¿no tienen que ser algo más espectacular?
— solo en el superbowl, aquí solo aprovechan para practicar— Isaac refunfuña y le da un trago a su soda.
— aburrido ¿no se han puesto a pensar que no a todos les gustan las porristas? He disfrutado muchísimo del futbol ¿Quién diría que los pantalones ajustados y el deporte eran tan buena combinación?— no puedo evitar la carcajada. Isaac me mira, divertido— gracias por invitarme.
— ahora estoy pensando que fue una mala idea.
— oh, vamos, no seas celoso. Gracias por invitarme, compartir esto contigo es… vaya, es la primera vez que me invitas a un lugar.
— ¿en serio? pero…— ¿las salidas? ¿No hemos ido a muchos lugares y he sugerido algunos? Isaac vuelve a sonreírme sin responderme. El medio tiempo termina y los equipos vuelven a la cancha. Isaac silva, y se pronto siento un golpecito en la cabeza: Me ha quitado la gorra. Me rio cuando se la pone, los dos estamos riendo.
— Hey ¿quieres una fotografía?— apenas despego la vista de la cancha y solo porque la mujer se para frente a nosotros, una de las vendedoras ambulantes agita una cámara para mostrarnos. Estoy por decirle que no, pero el brazo de Isaac me jala hacia él.
— claro— sin duda el segundo tiempo es más divertido ahora que Isaac conoce las reglas. Es muy animado y no se contiene con las groserías ni en saltar de su asiento.
— ¡Sí! ganamos. Fue un partido genial— la verdad no es ni de cerca el mejor partido, es solo una presentación de lo que vendrá en la temporada, sin duda el de mañana sera mejor, y el comentario de Isaac solo me hace reír por lo poco que sabe de futbol. Pero por el lado de la compañía que tuve hoy, sin duda es el mejor.
— lo fue.
— Oliver, Oliver ¿puedo venir mañana?
— tu ¿quieres?
— sí. Me gustaría venir contigo cuando haya partidos y pueda venir. Compartirlo contigo lo hizo divertido y lo pase muy bien— Isaac me mira, sus ojos bajo la gorra.
— entonces nos vemos mañana. Si no hay partido veo series en casa.
— Oh, eso es tan bueno también, me gustan las series ¿vienes a mi casa y hacemos un maratón? Encontraremos algo que nos guste a los dos, algo nuevo ¿Qué dices?
— claro.
— Mira— extiende las manos. No se en que momento le dieron las fotografías que tomaron en el partido. En realidad solo es una, y dos pequeñas en llaveros— te compré uno, ya que pagaste la comida y la entrada.
— Oh—lo tomo. La fotografía me gusta.
— no puedo esperar a mañana— y yo tampoco.