El aire caliente y salado me golpea la cara cuando salgo del complejo. El sol me deslumbra, y entrecierro los ojos mientras camino hasta el hotel. Espero encontrarme a Isaac en la habitación, pero ni siquiera llego a entrar: Le veo en una de las sillas de playa junto a la alberca del hotel. Me desvió del camino para llegar a él.
— ¿No ibas a esperar dentro?
— Dentro es aburrido— Isaac voltea hacia mí, trae unos lentes oscuros— ¿termino tu trabajo?
— Sí. No estamos de vacaciones ¿sabes?
— Habla por ti, yo pedí vacaciones de mi trabajo, así que yo si estoy de vacaciones— vuelve a recostarse en la silla. No trae camina, ni zapatos, solo unas bermudas azul claro. Su piel ya está enrojecida.
— Vas a tener quemaduras si sigues en el sol— él no se mueve.
— Si eso te preocupa puedes ponerme protector solar— No puedo evitar mirar alrededor. Es temprano y no es temporada alta para que esté lleno de turistas. Tuve que venir a revisar el avance en las remodelaciones de un hotel. Ya he viajado antes pero es la primera vez que iría tan lejos y a una ciudad en la playa, así que invite a Isaac— ¿Qué dices?
— Dámelo— él no tarda en lanzarse por la mochila a un lado y sacar el protector solar— tú puedes ponerlo en tu cara y los brazos— Él resopla.
— No eres divertido. Tampoco tienes ropa apropia para la playa— No estamos en la playa ahora mismo, pero si esta como a cinco minutos caminando. Le observo ponerse el protector solar.
— Estaba trabajando ¿querías que fuera con short y sandalias?— Me sonríe, no veo sus ojos, pero su sonrisa sigue igual de deslumbrante.
— No, pero puedes cambiarte…. Después de ponerme protector— Me pasa el bote y se da la vuelta en la silla, dándome acceso libre a su espalda. Me siento aun incomodo, no por tocarle, si no lo que estamos haciendo en público. Su piel se siente caliente— Puedo ponerte también si quieres.
— Estoy bien… siento que apareceremos en alguna revista gay.
— Wow. No se que me impacta más… No, espera, si ¿Cuándo has visto una revista gay?— La cara se arde, y no es por el sol. Isaac se da la vuelta y se quita los lentes para verme— Estoy interesado en eso.
—Yo… Solo fue un comentario.
— Claro.
— Venia por ti ¿Por qué no vamos a caminar? Ya no tengo trabajo y mañana tendré el día libre— será mi último día aquí. Isaac sonríe, una sonrisa maliciosa.
— ¿Tendré que buscar esas revistas debajo de la cama o en armario?
— ¡Isaac!— él se ríe.
— Es normal comprar revistas o ver videos de lo que nos gusta ¿no? me preocuparía si me dijeras que tienes revistas de Playboy.
— Comprar esa revista fue lo mas vergonzoso que hice en mi vida, en una tienda muy lejos de donde siempre compraba. No se como pude comprarla, pero tenía curiosidad. Ya no la tengo si es lo que vas a preguntar ¿contento? ¿podemos hacer otra cosa ahora?
— Pero ponte ropa más cómoda hace calor para que estés vestido así. Anda, te espero aquí— Isaac se ve demasiado cómodo en su lugar. Nuestra habitación del hotel es amplia y luminosa. Miro las maletas, revueltas en el piso junto a la cama. Sonrió al verla, significa que no estoy solo en este viaje. Rebusco entre mis cosas hasta encontrar un short y una playera hawaiana y cambio mis zaparos por unas sandalias. Isaac sigue en la silla, como si no hubiéramos estado hablando hace unos momentos— Mucho mejor— Me dice cuando me ve.
— Me siento mejor— si estaba haciendo calor para traer la ropa de seguridad de las construcciones— Quiero ir a la playa.
— He esperado eso desde que llegamos— Se levanta, casi de un brinco. Para ser verdad se ve muy cómodo en la alberca del hotel y en la habitación con aire acondicionado. Caminamos a la puerta del hotel. Puedo ver la construcción en la que estoy trabajando, y el camino que se supone nos lleva a la playa.
— Parecías cómodo en el hotel. Pudiste venir tu mientras no estaba— Tenemos dos días aquí, mañana en la tarde regresaremos.
— Sí, pude. Pero es mejor hacerlo contigo— Me toma la mano. Todo sigue estando tranquilo— venir en temporada baja es buena idea, no sé si estar entre tanta gente sea cómodo, es una playa y estaríamos viendo pechos y traseros de chicas por todos lados.
— Habla por ti, no solo vienen mujeres a la playa— se la regreso. Isaac abre la boca, sorprendido, y luego me da un codazo.
— No puedo creer que estés pensando en mirar a otros aun cuando estoy aquí— Intento no reírme, pero no puedo. Él me sonríe.
— Tú quieres ver pechos y traseros— niega con la cabeza. Ya podemos ver la playa desde aquí, realmente está muy cerca del hotel. Veo unas pocas personas en la playa, y un grupito de adolescentes jugando voleibol— He venido pocas veces la playa ¿sabes? cuando era niño mi padre trabajaba mucho así que no tenía tiempo para traernos. Pero vinimos, no a esta playa. Hacíamos castillos de arena.
— Eso suena divertido— me da otra de sus sonrisas y luego corre, llevándome con él— hagamos eso— Nos lleva muy cerca del agua, y se arrodilla en la arena— nunca hicimos castillos cuando estuve en la playa, me gustaba estar en el agua y fingir que nadaba. Ven, vamos— me siento en la arena. Isaac está cavando, sacando arena— ¿Cómo hacemos esto?
— Necesitamos agua, y una cubeta para hacerlo— Le veo hacer una mueca. No tenemos nada de eso. La arena esta algo húmeda, así que solo comienzo a apilarla. Él no tarda en imitarme, y comenzamos a hacer una pirámide en lugar de un castillo mientras hablamos de todo: de mi trabajo, de sus vacaciones, de la playa… como siempre, es simple estar con Isaac.
— Ollie ¿Cómo estás?— La pregunta me sorprende ¿no estamos hablando hace un momento?— sobre las personas y lo que hacemos— Oh. Miro a la playa. Parece que hay más personas, pero no demasiadas, algunas se han sentado en sus mantas, y los adolescentes se han metido al mar y gritan aventándose agua unos a otros.
— Ni siquiera había pensado en eso— tal vez a más de uno se le hizo extraño ver a dos adultos jugando en la arena. Isaac estira los pies.
— Eso es bueno— estira la mano y toma la mía— Porque quiero tener un recuerdo de esto— se mueve para quedar junto a mí y saca su teléfono de uno de los bolsillos de su short— espera, quiero que salga la playa, gira— toma varias fotos, de varios ángulos y posiciones…. Hasta que siento la humedad en mis pantalones: una ola nos alcanzó. Isaac grita por el agua fría, me rio, los dos reímos.
— está subiendo la marea— nos hemos divertido tanto que no me di cuenta de que ya está atardeciendo. El sol está muy bajo, parece que está tocando el borde del océano.
— Nuestro castillo es ahora un montón de lodo.
— Pues es el castillo de lodo más bonito— Me besa. La playa ya está quedando vacía, aunque no me importa mucho ahora.
— ¿piensas en la gente?
— Isaac, hace mucho que no me importa que me vean besándonos— Es la verdad. Nos alejamos de la zona mojada para sentarnos. No hemos hablado sobre esto, pero él no parece querer regresar al hotel ahora— Te quiero.
— Lo sé, también te quiero. Entonces ya no tengo que preocuparme por besarte en público.
—Creí que ya lo habías notado.
— Un poco, pero no está de más comprobarlo— Nos sentamos en la arena, nuestras manos apoyadas sobre la misma arena, juntas— Estas vacaciones casi pagadas son una maravilla.
— Puedo invitarte en otra ocasión. O podemos planear unas vacaciones nosotros.
— ¡Amo esa idea! hagámoslo. Podemos ir a un parque temático, a la playa de nuevo o a esquiar. Esquiar seria magnifico. Ah… Ollie, esta vista es magnífica, mira, el atardecer en el océano es increíble.
— Lo es— sé que hay formas de poner una fogata, una fogata en la playa me gustaría, quedarnos un rato mirando las estrellas y escuchando el mar antes de volver al hotel. Mañana buscaremos un lugar para desayunar y quizá hagamos algo atrevido y divertido como surfear. Pero por el momento, seguimos tomados de la mano, Isaac reclinado en mí, mientras vemos el atardecer.