Suspiro, golpeteando la mesa con los dedos. Las clases han sido aburridas y estoy a nada de quedarme dormido o dejar volar la imaginación. Por suerte, es mi única hora de descanso, y espero que el agua fría que acabo de comprar me despierte un poco. No tengo hambre, solo quiero irme a casa.
— Isaac ¿vas a quedarte aquí?
— Sí.
— Iremos a la cafetería ¿vienes?— Hay un grupito de personas esperando a Evelyn. Son amigos míos también, en su mayoría. No quiero ir pero creo que necesito azúcar.
— Iré— me levanto y tomo mis cosas. Bostezo.
— Estuviste de fiesta anoche— Evelyn me da un codazo. Me tambaleo.
— No estuve de fiesta. Estuve hablando con Oliver— por teléfono hasta muy entrada la madrugada. Sonrió recordándolo. Hemos estado hablando mucho últimamente— no me di cuenta de que era tan tarde.
— Umm ¿así que hablando con tu novio?
— Él no es mi novio. Aun no, en todo caso. Aléjate de él— Ella se ríe. No lo digo en serio, ella no esta interesada en Oliver… o eso creo. Conozco el tipo de chicos con los que sale y no son como Oliver.
— No pierdes el tiempo, Isaac ¿ya quieres atrapar al chico lindo?
— Como si no hicieras lo mismo— no es lo que quise esta vez. Oliver es muy… dulce. No tengo otra palabra para describirlo y fue inesperado sentir tanta atracción por él.
— Entonces ¿él te gusta? ¿O solo es algo para pasar un rato?
— Me gusta. Él es muy tímido, es fácil hacer que se avergüence por pequeños detalles. Eso es diferente, le gusto y me gusta pero seguimos tonteando, estoy disfrutando eso bastante. No tengo prisa.
— Vaya, en realidad te gusta ¿eh?— le sonrió. La cafetería está más lejos de lo que parece, pero cuando entramos, el olor a café y pan recién orneado me hace agua la boca. Tomo una bolsa de galletas con chispas de chocolate, las pago y salgo porque el lugar es pequeño y estando todos allí se siente claustrofóbico.
Me como dos galletas esperando fuera a que todos terminen, otro olor llama mi atención. Es el olor de un perfume, lo inhalo profundo y discretamente. Yo no uso perfumes, este olor me recuerda mucho a Oliver ¿es el mismo que usa? El aroma se desvanece.
Hay muchas cosas que me gustan de Oliver, no solo que sea tímido o su cabello. Es atento y amable, y se esfuerza para expresarse. Sé que las cosas con él no serán rápidas, todo tomara su tiempo y estoy más que dispuesto a esperar y no apresurar nada. Antes hice eso, las relaciones avanzan rápido y al final me daba cuenta que no éramos compatibles, ahora siento que tomarnos el tiempo para conocernos, disfrutar de la compañía del otro es una idea muy buena que nunca habría considerado de no ser por Oliver.
No puedo dejar de pensar en Oliver en lo que queda de mis clases. Le llamare y le preguntare si… oh, vaya, él me ha ganado.
— Hola, Oliver.
— Isaac.
— ¿Se te ofrece algo?
— Pues… veras… tengo algo de tiempo libre y me preguntaba si nosotros… es decir, si tu ibas… ¿quieres comer conmigo?— termina.
— Sí, tengo tiempo. Mis clases terminan en dos horas ¿nos vemos en algún lugar?
— Salgo antes de mis clases, te espero fuera de tu universidad.
— Genial. Nos vemos, tengo que colgar mi clase está iniciando— guardo el teléfono rápido. Estoy de mejor humor, no se si por las galletas o la llamada de Ollie, quizá por las dos. El tiempo me parece demasiado lento esperando, y conforme va llegando la hora, estoy que salto de mi silla. Evelyn me da miradas divertidas, y cuando al fin termina la clase y meto todo de un tirón a la mochila le escucho reírse.
—Alguien tiene prisa— no le respondo. Soy el primero en salir del aula. Bajo las escaleras y me dirijo a la salida. No veo a Oliver en un primer vistazo. Le encuentro reclinado en el muro, con unos audífonos puestos. Trae su mochila y una chaqueta negra. No me ve cuando me acerco, estiro los brazos y salto hacia él en un abrazo.
— ¡Isaac!
— Hola— me quedo en ese abrazo, inhalando el perfume de su ropa— ¿esperaste mucho?— tengo que levantar la cabeza para poder mirarle a los ojos. Sus mejillas se ponen rosas, luego mas rojas.
— No… no mucho.
— Bien. La clase termino apenas ¿tienen en mente algún lugar? tengo hambre, solo he comido galletas con chispas de chocolate y agua en todo el día— hay varios lugares aquí cerca a los que podemos en caso de que no tenga idea de a donde ir.
— Vi un anuncio… hay un descuento por inauguración en un nuevo restaurant de sushi.
— oh, suena bien para mi ¿Dónde está?— Oliver se mueve, incomodo. Aun no me aparto y hay alumnos saliendo de la universidad. Debe parecer que estoy acosándolo. Sonrió, y siento sus manos en mis hombros.
— Buscare— me aparto para que saque su teléfono, aunque vuelvo a pegarme a él para mirar en el teléfono— Aquí esta.
— Umm… queda un poco lejos de aquí ¿vamos en taxi?
— Si.
— Hey, ustedes— Evelyn se detiene y nos sonríe— ¿Qué es lo que hacen en público?— la cara de Oliver es todo un cuadro.
— Estamos decidiendo a donde ir a comer.
— vaya.
— ¿Quieres venir?— pregunta Oliver. Frunzo el ceño, y miro a Evelyn. La creo capaz de decir que sí solo para molestar.
—Ella está ocupada, tal vez podamos invitar a los demás la próxima vez. Organicemos una salida para todos— pero no hoy. Evelyn se ríe.
— Eso me parece bien. Vayan, diviértanse— jalo a Oliver un poco del brazo para acercarme a la calle y esperar a que pase un taxi, o pediré un servicio por mi teléfono. No es necesario pedir por el teléfono, le hago una seña a un taxi y si se detiene.
— Nos vemos luego.
— Ustedes se ven realmente bien juntos— Evelyn nos despide con la mano. No decimos nada en el trayecto, pero puedo ver mi sonrisa por el espejo.
Ya esta anocheciendo. Después de quedarnos en el restaurant mas tiempo del necesario salimos y caminamos sin rumbo, entrando a tiendas y plazas comerciales que nos topamos. Estoy cansado y ha comenzado a hacer frio.
—Tengo que terminar mis trabajos— Oliver mira la hora en su teléfono. Me siento un poco decepcionado pero yo también tengo que hacer mis deberes para las clases.
— Yo también… ¿nos vemos otro día? Hoy fue divertido.
— Te llamare… o tu llámame— otra vez parece tímido, pero me divierten sus palabras. Me mira, y su ceño se frunce— ¿tienes frio?
— Oh…no… un poco. No esperaba que estuviera haciendo frio hoy y no traje un suéter. Me voy a casa ya de cualquier modo.
— Espera…— le veo luchar con su mochila y la chaqueta hasta que se quita la chaqueta y me la extiende sin decirme nada. Ahora su cara parece que acaba de correr un maratón.
— Gracias— Oliver asiente con la cabeza. No le pregunto si el tendrá frio porque trae una camisa con mangas largas— nos vemos.
— Si… cuídate— nos quedamos mirándonos un momento. me pongo la chaqueta, si tengo frio y aun estoy lejos de mi casa. me despido otra vez agitando la mano.
— te regresare la chaqueta después— nos sonreímos y camino, alejándome de él. no me gusta mucho despedirme cuando lo estoy pasando tan bien, pero no tengo muchas opciones. Camino por la calle, me siento muy feliz. Me envuelvo en la chaqueta, esta tibia, y huele a su perfume. Inhalo, llenándome de su perfume.