Veo a Isaac dar otra vuelta. Yo intento mantenerme calmado y no ponerme a dar vueltas como él. No es nada, me repito. No es nada que no podamos enfrentar.
— Isaac, siéntate, no deben tardan en llegar.
— Ya lo sé— me mira, deteniéndose por un momento— eso no ayuda.
— la gente te empieza a mirar raro.
— ¿Por qué estas tan tranquilo? Voy a conocer a tus padres, y mis padres vendrán también ¿Qué pasa si no les agrado?
— dudo mucho que no le agrades a tus padres— Isaac hace un sonido, como un chillido indignado— normalmente soy yo quien que piensa esas cosas, no tu.
— son tus padres— suspiro.
— por eso, sé que te van a querer. Y bueno, tengo en mente que lo que digan nuestros padres no va a influir en lo que siento por ti— Isaac sigue mirándome, luego por fin se sienta.
— Tienes razón. Esto no cambia nada— Hasta ayer estaba seguro de que Isaac no estaba nervioso por la visita de nuestros padres ya que fue él quien lo sugirió. Estuvo preguntando e investigando si era mejor invitarlos a una comida en uno de nuestros departamentos o un restaurant. Decidimos que un restaurant era mejor porque no somos los mejores cocineros y los departamentos no son muy grandes— es que estoy nervioso.
— Solo son nuestros padres.
— Solo nuestros padres— repite— Por eso no estas nervioso. Si fueran otras personas lo estarías— me dice. Me encojo de hombros. No puedo saber si lo estaría, creo que llevo mejor lo de relacionarme con otras personas pero llegado el momento no puedo saber cómo reaccionare.
— No me avergüenzo de nada que haga contigo.
— ¿Oliver?— me giro a la entrada de la zona reservada donde estamos. Mis padres están en la entrada, sonriéndome. Me levanto.
— Llegaron temprano ¿Cómo estuvo el viaje?
— Sin contratiempos— responde mi padre. Siempre me han dicho que me parezco a él, una versión joven de él— hace mucho que no conducía tanto.
— ¡Oh! Eres tú ¡Tú eres Isaac!— Mi madre también tiene el cabello oscuro, delgada y con unos alegres ojos marrones. Ella no pierde el tiempo, rodea la mesa hacia Isaac, quien se ha puesto de pie de pronto, bastante más rígido de lo normal.
— Aquí vamos— suspiro.
— Hola…— siento que nuestros papeles se han invertido hoy. Mis padres son bastante animados y extrovertidos, claramente mi timidez no es herencia de ellos— es un placer conocerlos— Isaac parece más perdido que nunca cuando mi mamá en lugar de darle la mano le abraza.
—Eres más guapo en persona ¡Y estoy tan feliz de conocerte!— Isaac tiene las mejillas sonrojadas. Balbucea palabras cortas. Si, sin duda hemos entrado en la dimensión desconocida.
— Gracias. También estoy emocionado por conocerlos. Ollie me ha hablado del campo con manzanos que tienen…
— Eres bienvenido cuando quieran ir. Tenemos habitaciones de sobra— a Isaac parece emocionarle esa idea. No es un campo grande, y son unos pocos manzanos en los que me divertía trepándome a ellos cuando era niño.
— Oh, lo haremos.
— Espero que también visites a tus padres— dice una voz desde la entrada— cualquiera diría que no tienes padres.
— ¡Papá!— Isaac se queja, pero se aparta de mi madre y va a recibir a sus padres. También hay un joven caminando tras ellos, el hermano de Isaac. Los dos, Isaac y su hermano, se parecen bastante a sus padres: puedo verlos rasgos de ambos en ellos, el cabello oscuro de ella, el perfil de él. Isaac tiene la misma sonrisa que su madre— Si voy a casa.
— Ir una vez cada seis meses no difícilmente se considera ir a casa— responde ella, aunque están sonriendo y no parece que estén reclamando en serio. Isaac pone los ojos en blanco y le da un beso en la mejilla.
— Intento quedar bien aquí ¿saben?— Todos nos reímos— él es Oliver, mi novio— pone una mano en mi hombro.
— Hola, espero que tuvieran un buen viaje— Les extiendo la mano ¿Qué pasa si no les agrado? ¿Si no están de acuerdo con nuestra relación? No puedo evitar esos pensamientos, pero se van rápido cuando el padre de Isaac acepta mi saludo.
— No fue un viaje largo, y hace buen clima. Siempre hace buen clima aquí— La madre de Isaac me da un beso en la mejilla además del saludo.
— ¿Disculpen? ¿Quisieran hacer su pedido ahora?— Interviene una mesera. Nos sentamos, Isaac me da la mano mientras todos ven el menú. Isaac estuvo a punto de contratar también un servicio de comida especial, solo le dije que pidiera un menú más selecto y no todo lo que tienen aquí. Isaac se ve más relajado que hace un rato, hablando con su hermano. De vez en cuando cruzo miradas con su madre, ella me sonríe cada vez.
— ¿Por qué no solo nos invitaron a su casa?— Pregunta mi mamá— No era necesario todo esto. Oh, no estoy diciendo que no me guste una buena comida pero algo más sencillo está bien— intento no sonreír porque eso fue lo que le estuve diciendo a Isaac desde que decidimos hacer una comida con nuestros padres.
— Lo tendré en cuenta.
— Esperé demasiado para verlos que estuve a punto de venir por mi cuenta.
— ¿También tú? Mi hijo ha hablado tanto del tuyo que estaba pensando en una excusa para venir.
— ¡Mamá!
— Culpa tuya, no dejas de hablar de Oliver.
— Chicos, si el problema es la comida puedo encargarme de eso.
— Me gusta esa idea ¡Haremos la comida nosotras! te ayudare— no puedo seguir el ritmo de la conversación de las madres. Isaac tiene una expresión cercana al horror mientras ellas hablan de pasteles, tartas y purés.
— Creo que nuestras madres tienen muchas cosas en común— Le digo a Isaac. Mi padre está riendo, él de Isaac está viendo algo en su teléfono.
— No pensé que esto fuera posible ¿los adultos aún pueden tener amigos? ¿Es normal que se lleven bien nuestros padres?— Me encojo de hombros. No lo sé, y no creo que sea algo malo. Me gusta mucho ver esto, es cálido y feliz. La comida llega pronto, por partes, y las conversaciones van cambiando: Mi mamá le pregunta al hermano de Isaac sobre sus estudios, mi padre y el de Isaac comenzaron a hablar de futbol, la madre de Isaac nos interroga sobre nuestros trabajos…
— ¿Y están planeando algo entre ustedes?
— Estamos planeando mudarnos juntos. Hemos visto algunas casas.
— Ah, eso es tan lindo— mi mamá interviene— No me habías dicho eso, Oliver.
—Es que no es algo inmediato, es complicado buscar un buen lugar— Isaac sonríe, esa sonrisa que me roba el aliento. Contengo un suspiro— La idea de venir aquí fue mía, porque nuestros departamentos son pequeños pero cuando estemos instalados haremos una comida en casa y podrán ayudarnos con todo.
— Todo eso está muy bien, pero también tendrán que venir a casa, nada de seguir finiendo que no tienen familia ¿entendido?
— Sí— respondemos al mismo tiempo. Seguimos comiendo los postres. Mi padre e Isaac comienzan a hablar de los partidos de futbol, ahora Isaac es un fanático. Suspiro, y miro a Isaac. No pensé que pudiera sentir tanta felicidad.
Es tarde cuando salimos del restaurant. Nos separaremos, yo iré a mi departamento con mi familia, Isaac al suyo, mañana iremos a recorrer una plaza comercial. Mi padre y el de Isaac siguen hablando sobre política ahora, Isaac y su hermano están discutiendo algo ¿sobre aburrirse? Tal vez deberíamos buscar actividades mas entretenidas para él.
Una mano me hace mirar, la madre de Isaac está mirándome y sonriendo.
— Estoy feliz, Isaac se ve muy feliz contigo y eso me hace feliz. Le miras con tanto cariño que no tengo que preocuparme. Espero que sean muy felices.
— Gracias…— no sé qué más decir. Ella me da un abrazo, al mismo tiempo que se detiene un taxi en la calle.
— Nos vemos mañana— de despide. Isaac se me acerca.
— Tus padres son buenos, creo que si quede bien ¿eh?— se ríe. Le beso, algo rápido porque le están esperando.
— Te lo dije. Mis padres te aman— me da otra de sus sonrisas y un beso antes de despedirse de mis padres. Me siento un poco avergonzado, quizá por la exhibición delante de nuestros padres, por las palabras de la madre de Isaac o por todo, no lo sé. No es un sentimiento malo, como cuando me avergonzaba por hablar con gente nueva; es más bien algo cercano al orgullo. Estoy bien con lo que paso hoy, ser reconocido y saber que reconocieron a Isaac… me apena un poco pero tampoco puedo dejar de sonreír de camino a casa al escuchar a mis padres hablar de la comida de hoy.