-¿Así que ahora soy Nube de mar? -preguntó divertido, volviendo a tomar un par de cosas más para llevarlas hasta la caja de plástico.
-Como las sirenas que mueren y se convierten en nube de mar -contestó.
-Eso sonó muy poético.
-Es un cuento -dijo encontrando una fotografía enmarcada detrás de más recuerdos- ¿Es tu papá?
Había un hombre entre los cuarenta o cincuenta, portaba el uniforme de la policía mientras sonreía a la cámara.
-¿Quién? -preguntó Minsoo volteando por encima de su hombro- Oh, sí, es mi papá.
-¿Es policía? Eso explica porque nunca lo vi en tu casa antes -tomó un pequeño pañuelo para limpiar el marco- Imagino que siempre ha de estar ocupado en el trabajo, ser policía no es un chiste.
CAP se rió nervioso.
-De hecho.
-Algún día deberíamos comer juntos -dijo devolviéndola pero retirando lo que se interponía para despejar el sitio-, no es que quiera que esto se formalice de esa manera pero sería emocionante.
-No creo que sea posible -susurró acercándose para mirar la fotografía que había olvidado también dónde estaba-, gracias por limpiarla.
-No sé cómo trabaja la policía pero tengo amigos que hicieron su servicio ahí y de menos los administrativo no es tan pesado.
-Mi papá era policía de reacción, ¿conoces eso? Que hay tres tipos de policías: reacción, proximidad social y custodios. Los de reacción son los que ves en los operativos antidrogas, anticorrupción y esas cosas de películas.
-No lo sabía.
-Te voy a deber la comida porque él ya no está conmigo -se sorprendió a si mismo al encontrarse decidiéndolo en voz alta sin que ésta le temblara como otras veces.
-¿Está fuera de Seúl? -preguntó volteando a verlo, percibiendo un poco de esa aura fúnebre que emanaba- Oh… lo lamento, no sabía, qué imprudente fui insistiendo, perdóname.
-Está bien -susurró tomando aire- creo que lo mencioné una vez antes pero no lo abordé bien porque…
-No necesitas explicármelo -susurró acercándosele-, esta vez fue mi culpa -colocó su mano en el hombro ajeno para atraerlo a un pequeño abrazo -, sé cómo se siente. Yo también perdí al mío.
Los ojos de Minsoo se llenaron de lágrimas, en un instante, que no pudo controlar dicho sentimiento hasta corresponder el abrazo.
-Lamento tu pérdida -se limitó a susurrar por encima del hombro de Jungsoo.
-Estoy seguro que en dónde estén, nos miran y se sienten orgulloso de los hombres que hoy somos -lo apapachó hasta que Minsoo hizo por separarse.
-Prefiero que no me mire -contestó riendo mientras limpiaba su rostro-. He hecho muchas tonterías.
-Pero también las has enmendado -le sonrió- y cuenta más hacer eso que dejar todo igual.
-Mi papá murió en un operativo -dijo Minsoo ignorando lo que acababa de escuchar- a uno como familiar directo le dan cierta cantidad por la baja del elemento y las cláusulas de baja especifican la cantidad de dinero por determinado daño. Él recibió seis balas, dos eran de fragmentación; ellos dijeron que cuando cayó al suelo ya no estaba aquí.
Jungsoo se quedó callado tratando de imaginar o de dejar de hacerlo con el escenario que recién le había descrito.
-¿Y tú mamá? -atinó a decir.
-Mi mamá no soportaba ese trabajo, discutían mucho hasta que se fue. Yo pensé que sólo había sido una pelea más pero con el tiempo me explicó que no volvería pero si yo quería podría visitarla. Me enojé mucho y le dije que no, pensé en ese momento que si ella no quería estar con nosotros entonces yo no debía buscarla… comencé a dormir más y más, luego encontré la biblioteca de mi papá y en lugar de dormir pasaba horas y horas devorando libros; uno tras otro hasta que se terminaron.
-Oh -susurró-, de ahí el amor por la lectura.
-Vivir con un policía fue difícil, muy difícil. Había noches en las que se despedía pero no de “nos vemos mañana” sino “sabes que te amo y que siempre lo haré”, fue brutal así que de alguna manera conseguí una beca y me mudé de casa a Seúl con mis amigos. Comencé a centrarme en ellos, los cuidé como si fueran mi familia, eran mi núcleo y los amé porque me mostraron cómo se sentía ser amado -sorbió de su nariz pero terminó riéndose- la primera noche que nos sentamos a cenar juntos todos estaban incómodos, inquietos, no sabíamos qué decir pero yo agradecí por fin estar en una mesa llena.
-Sí recuerdo a los chicos.
-Frosty Ice no es mío ¿sabes? Alguien muy amable vio potencial en mí y me lo confió por eso me estoy matando por mejorarlo y que todos sepan que aquí están los mejores helados.
-Eso no lo sabía.
-Después de la graduación tuve pase directo a la Academia Militar de Educación Superior pero mis amigos seguían en bachillerato, tuve que hacer tramites para hacer permuta de esa escuela a la Universidad de Seúl, fue la vez que te encontré en la biblioteca, ¿lo recuerdas? Para eso mi papá ya había fallecido.
-¡Sí lo recuerdo! -dijo emocionado para inmediatamente sentirse ofendido y divertido- Me dijiste que no usara mi perfume o tu novia se daría cuenta.
-Sí lo recuerdas -se rió por lo bajó-, me dediqué a la administración de aquí en lo que los chicos se graduaban y cuando lo hicieron L. Joe tomó una beca en un Conservatorio de Música en Japón; se fue. ChanHee y Daniel se quedaron en la Universidad de Seúl, Ricky entró a la Academia Militar así que también se fue y Changjo entró a un Instituto de Arte aquí mismo y ¿por qué te estoy contando eso?
-¿Y tú? -preguntó mirándolo atento- ¿Qué estudiaste?
-Un caos -susurró riéndose-. Estúpidamente pensé que cambiar a sabatino me haría todo más fácil y sólo eché a perder mi matricula porque algunas materias no me las revalidaron, estaba al borde del precipicio y dije: basta. Tuve que tomar un año sabático porque no podía con todo.
-Cuando me conociste yo estaba en Mecatrónica y luego hice un post grado en Electromecánica fuera del país. ¿Recuerdas cuando me sacaste del departamento de correspondencia al presentarme con otros empresarios para que les programara apps? Eso me disparó, conseguí empleos muy buenos gracias a ese gesto, conocí gente importante que me recomendó a otras empresas y de hecho en la que voy a empezar ni siquiera tuve que enviar mi currículo, ellos me llamaron diciendo que tenían una oferta para mí. Les dije que no podía porque tengo contrato con otra pero les podía recomendar a alguien y dijeron “te queremos a ti, no una recomendación” y empiezo a trabajar en tres días como Subsecretario.
-Tal vez sí te presenté con gente pero fue tu trabajo lo que les atrajo así que no me des crédito que no merezco. Te he visto trabajar muy duro así que todo lo que tienes es gracias a ti.
-¿Puedes aceptar un “gracias” de menos? -preguntó jugando a ofenderse- Estoy tratando de agradecerte por hacer algo bonito por mí y dices que no lo mereces.
-Bueno entonces alábame -contestó animado, haciendo una pose en espera de esas alabanzas.
-Así que, en señal de mi agradecimiento, permítame usted invitarlo a comer el día que disponga -hizo una reverencia como si estuviera ante la realeza.
-Invitación aceptada -le tendió la mano esperando que la besara pero al retiró apenas Leeteuk hizo el intento de tomarla-, no pero fuera de broma, algún día de la próxima semana deberíamos ir a comer Kimchi, de menos.
“La próxima semana” retumbó en el corazón de Jungsoo, quién terminó por afinar su garganta para disipar el nudo que recién se había formado, tal vez sólo es paranoia y no el tiempo que le quedaba a Minsoo antes de su viaje.
-Tú di cuándo -tentó a la suerte esperando un poco más de información sobre dicho secreto.
-El miércoles estaría bien para mí.
“¿Miércoles?”
-Entonces agéndalo -dijo fingiendo una sonrisa-. No quiero que vayas a faltar.
-Claro que no -se apresuró a decir- no me perdonaría tener esa última cita contigo.
Tenía tantas ganas de preguntarle si ese día sería el último en verlo pero el miedo a la respuesta era mayor, que se limitó a asentir.
-Sigamos limpiando tus cosas o no acabaremos hoy.
Dijo Leeteuk girándose para ocultarle un rostro afligido por una despedida que aún no pasaba y ya lastimaba.