Sin él, su vida había vuelvo a la normalidad.
Ahora tenía un nuevo empleo en una empresa tan grande que tenía asignado un pequeño vehículo para moverse dentro de la misma, su departamento se había llenado de muebles nuevos y para ser sincero consigo mismo, sentía que esas semanas que compartió con CAP habían sido una especie de sueño.
Ni siquiera se habían tomado una foto.
Pero la pequeña nota le confirmaba que fue real. La guardaba en su billetera porque en su cursilería era la manera en la que él lo acompañaba a todos lados: como lo había prometido.
Había decidido tomarle la palabra y aprovechar el tiempo que estaría en la Milicia para aventurarse con Jongsuk, porque sí, finalmente supo que el secreto no era ninguna enfermedad o viaje, sino el ingreso al Servicio Militar Obligatorio. Se lo había dicho el mismísimo Youngmin intentando suplantar a su gemelo idéntico.
Fue entonces que todo tomó sentido; los exámenes médicos que solicitaban, el papeleo en las oficinas, el silencio de Minsoo al respecto. Debió de haberlo intuido por el tiempo que pasaron separados y su edad, pero lo olvidó, sin embargo de alguna manera CAP había conseguido tantos recuerdos con él en su último mes previo al enlistamiento.
Cuando lo extrañaba solía conducir hasta el primer local suyo que encontrara, apenas entrar le llenaba de un sentimiento cálido y envolvente; esa vez había pedido un frappe bicolor de cereza.
Tomó asiento en una de las mesas cerca al ventanal.
Estaba revisando su agenda cuando su celular comenzó a vibrar, avisándole que tenía una llamada entrante de Jongsuk.
-¿Quieres un café? –preguntó apenas la tomó- Estoy en una cafetería.
Fue una conversación pequeña en la que supo que Jongsuk cocinaría con la condición de que Leeteuk lavara la loza y en lugar de café, le llevara algún pastel de esa cafetería para compartirlo de postre. Pronto le llamaron avisándole que su orden estaba lista.
-Me apresuraré a llegar para guardarte el pastel.
Leeteuk apoyó su celular en el hombro para poder tomar su billetera y pagar.
-No te preocupes –dijo recibiendo su cambio-. Iré con calma, no te preocupes.
Se iba a girar pero el barista le hizo una señal pidiéndole que lo espere.
-Espera, te llamó en un segundo –escuchó a Jongsuk despedirse y finalizó- ¿Sucede algo?
-Disculpa que suene extraño ¿pero eres Park Jungsoo?
-Sí –contestó dudoso- ¿Quién pregunta? -vio cómo el barista comenzaba a buscar entre los papeles de la caja registradora- ¿Tu Jefe es Bang Minsoo?
-Sí –contestó-. Está en el Servicio Militar pero siempre que puede se comunica con nosotros –sacó una carta- llegó en la correspondencia. Los señores Ahn y Choi dijeron que te la entregáramos.
-Conozco a Minsoo pero sigue siendo extraño –la tomó-, gracias.
-Él dijo que vivías cerca de aquí por eso nos la mandó a nosotros, disculpa la molestia.
-No te preocupes –contestó mirando el remitente, que eran justo los datos que Youngmin le había entregado antes-, muchas gracias.
Regresó a la mesa porque la intriga le estaba ganando, dejó el café y abrió el sobre.
“Sé que la siguiente vez que nos veamos seré un hombre diferente, más fuerte, responsable y quién sabe qué pase pero quería que supieras que tú me haces ser mejor persona.”