Después
- Eres el mayor imbécil que he conocido en mi vida y eso que llevo con tu hermano unos veinte años – escupió Mikoto al entrar a la oficina siendo seguida por Madara.
- Gracias eso es halagador – soltó de forma sarcástica.
- Nos tomo seis horas hacer ese maldito guion y antes de salir a la conferencia de prensa lo repasamos cuatro veces y aun asi cambiaste lo que teníamos planeado decir.
- Oye no juzgues – llamo Madara sentándose en su escritorio y viendo como Mikoto se sentaba en el sofá – hice lo que tenía que hacer –
- Lo que tenías que hacer era seguir el ¡Maldito guion! – grito Mikoto mientras le daba un golpe con la palma a una de las almohadas del sofá.
Madara iba a responder, pero fue sorprendido por el sonido de la puerta, era su asistente que entraba para informarle que su hermano había llegado, Madara solo asintió para que lo dejara entrar, en cuanto lo hizo un hombre de mediana edad de unos 175 cm de altura entraba vestido de traje gris con una corbata negra, el hombre era la representación de la palabra intimidante, unos ojos negros idénticos a los de Tajima, un melena negra, ligeramente larga (por debajo de las orejas) y un porte que parecía el sinónimo de la elegancia.
- Buenos Días – Dijo dando una pequeña inclinación a Madara para luego girarse a su esposa y darle un beso en la mejilla – Hola Amor ¿Cómo les fue? – viendo la cara molesta de su esposa hacia Madara dijo – supongo que no tan bien como esperaban –
- De hecho, si nos fue bien – interrumpió a Mikoto – la conferencia se llevo a cabo de acuerdo a lo que planee – afirmo con un deje de orgullo-
- Si, de acuerdo a lo que TU planeaste – menciono Mikoto sin ocultar su molestia.
- No entiendo – afirmo Fugaku - ¿Qué paso? –
- El imbécil de tu hermano paso – menciono enojada Mikoto – cambio lo que teníamos en el guion para hablar durante la entrevista
- ¿Qué hiciste que, Madara? – soltó Fugaku aún más confundido.
- Oye no es la gran cosa – afirmo restándole importancia – vi una oportunidad y la tomé, tenía que hacerlo –
- Me podrían explicar bien que sucede aquí porque si cuentan de esta forma me confunden más – afirmo Fugaku
- Tu hermano cuando le preguntaron sobre qué relación y términos mantenía con Minato dijo ‘’Estamos en muy buenos términos y tenemos una relación correcta que deben de tener dos personas que se conocen desde hace muchos años y compartieron tantas cosas juntos’’ cuando lo único que tenía que decir era que no tenían ningún tipo de relación más que la de padres y que por sus hijos estaban en buenos términos – dijo volviendo a golpear la almohada del sofá – esa pregunta dio pie a que le preguntaran si todavía estaba casado con Minato a lo cual el respondió: ‘’no daré declaraciones sobre la relación que estoy manteniendo con Minato’’ cuando lo único que tenia que decir es que estaban divorciados pero aun en contacto ya que tenían que criar tres hijos – termino mirando mal a Madara.
- Vaya – fue lo único que dijo en forma de sorpresa Fugaku - ¿Por qué hiciste eso hermano? – pregunto girando hacia Madara a lo que este solo respondió con sinceridad.
- Todavía creo tener una oportunidad con Minato, ahora que esta de regreso no quiero darme por vencido a menos de ver que ya perdí la batalla, lo que dije fue para allanar el camino y sacar fuera a los futuros pretendientes de forma a que no me molesten en caso de que el este soltero cuando intente reconstruir algo con el –
- Madara no entiendes lo que acabas de hacer, entiendo que estas buscando una oportunidad de tener algo con él, pero dar a entender a la presa nacional e internacional que todavía tienes algo con el o que nunca se separaron solo lograra que arriesgues la confianza que Minato puso en ti para que des la conferencia. ¿Qué te garantiza que después de que vea lo que dijiste no se vuelva a ir con sus hijos? o que no deje que veas a tus hijos – dijo Mikoto tratando de calmarse – ahora tendrás que volverle a mentir para no tener problemas con el y ahora que ya quitaste el foco de atención de tus hijos, este se posara sobre Minato, la prensa ahora lo acosara a él. Tu mejor que nadie sabes que el odia a la prensa, odia ser seguido por ella, odia tener que dar entrevistas –
- Se lo que hice, se muy bien lo que hice Mikoto, se exactamente lo que podria pasar, se las consecuencias, lo se todo. Me ofende que consideres que no soy consiente de las posibles consecuencias – afirmo empezándose a sentir cada vez mas molesto por los reclamos de Mikoto – Como el Líder de nuestro clan, tu jefe, tu cuñado y padrino de tus hijos te pido que confíes en mi y en mis acciones ciegamente. Soy una persona calculadora, se exactamente lo que digo cuando lo digo y como lo digo y el porque de lo que dije. Soy un estratega, he planeado cada posible escenario de lo que podria sucedes después de la entrevista y se como enfrentarlos todos. No dudes de mi otravez – dijo esto último haciéndolo sonar como una amenaza, cosa que tanto Fugaku como Mikoto notaron –
- Y que pasara después – pregunto la pelinegra calmando su voz ya que sabia que era peor hacer enojar a Madara – mas que nunca la prensa estará detrás de él presionándolo para que de alguna entrevista o peor, estarán detrás de nosotros en los eventos al ver que él no esté ahí, siendo que diste a entender que el todavía forma parte de nuestro clan –
- ¿Cuál es tu siguiente paso? – pregunto Fugaku notando discretamente como Mikoto trataba de apaciguar a Madara, sabia que por mas de que era su hermano y cuñado de Mikoto seguía siendo la cabeza principal del clan mas fuerte de toda la nación. Discutir sus decisiones solo seria tomado por el líder y por las personas que rodean al líder como dudar de su capacidad y era algo de lo cual Mikoto y Fugaku no se atreverían a mostrar, no solo por respecto sino también por miedo.
- Mi siguiente paso es un poco loco pero funcionara – afirmo con orgullo – ahora la prensa piensa que yo supe todos estos años de la existencia de mis hijos y que inclusive fue mi idea de que el los tuviera en privado, además del hecho de que todos los medios solo podrán dar un informe superficial de lo que dije en la entrevista a la gente para que dejen de acosar a los chicos ya que según el contrato que ellos aceptaron firmar para asistir a la conferencia tendrán que esperar 45 días para poder publicar todo lo que dije en la conferencia, este tiempo lo aprovechare para pasar tiempo con mis tres hijos, si me quiero acercar a Minato primero me tengo que ganar a mis hijos, tomara mucho más tiempo del que tengo recuperar a Minato pero en este tiempo puedo sembrar confianza en mi hijos para que en un futuro me ayuden ellos mismos a entablar una relación con Minato –
- Vaya eso es muy calculado – dijo Fugaku – pero hay más – dijo llamando la atención de los presentes - tienes 45 días para ver el tema del estado civil de tus hijos, por el informe que me mostro Mikoto de tus hijos, todos están solteros y en cuanto se revele que son tus hijos y miembros activos de nuestro clan ya que dijiste eso en la conferencia, como lluvia te caerán las solicitudes de Matrimonio y considerando que este año solo un joven esta registrado para matrimonio y dos compromisos en nuestro clan hasta el momento tendrás que comprometerlos o conseguir tres miembros activos de nuestro clan y comprometerlos con pretendientes arreglados, pero eso solo retrasaría la situación. Tu sabes que tus hijos están en edad de matrimonio y por mas de que logres retrasarlo un par de años, en algún punto tendrás que dar la cara frente a los otros clanes sobre la situación sentimental de tus hijos –
- Por mas de que no me guste admitirlo – viendo a Fugaku – tienes razón, no he pensado en eso y por mas de que no dejaría que ellos sean comprometidos a la fuerza, las propuestas lloverán en cuanto se informe que son solteros, podre rechazar solicitudes, pero no de forma eterna. Mierda, tendré que pensar en alguna solución – pensó en voz alta frustrado.
- Yo tengo una solución – dijo Fugaku – mis hijos pueden.... – antes de que pudiera continuar fue interrumpido por Madara.
- No comprometeré a mis hijos con los tuyos – dijo cortando toda idea posible de Fugaku.
- Pero ¿por qué? – pregunto prácticamente ofendido Fugaku.
- Por tres razones. La primera porque no quiero. La segunda porque conozco a tus hijos y la tercera porque no comprometeré a mis hijos con personas que ellos ni siquiera conocen – afirmo cortante y seguro – hare todo lo posible para que mis hijos puedan elegir con quienes casarse, por Minato – dijo esto en voz muy baja.
- A menos de que en menos de 45 días, tus hijos se enamoren de varones de un clan respetable que tenga relaciones de negocios con el nuestro, entablen una relación y decidan casarse, solo podrás rechazar un par de meses las propuestas que te llegaran – dijo levantándose – solo piénsalo, que los comprometas no significa que tendrán que casarse en dos meses, un compromiso lo puedes retrasar hasta dos años y medio y considerando que son hijos del líder del clan se tiene que tener máximo un año y medio entre cada boda lo cual te daría 5 años y medio casi 6 hasta que el ultimo se tenga que casar – afirmo seguro Fugaku mientras se arreglaba el saco.
- Es como si ya lo hubieras pensado antes – dijo entrecerrado los ojos y mirándolo con un deje de amenaza.
- No lo pensé demasiado solo veo la oportunidad de ayudarte y si eso hace que mis hijos al fin sienten cabeza, un beneficio doble supongo – menciono como si le restara importancia a lo último – ¿Nos vamos? – pregunto dirigiéndose a la salida.
- ¿Dónde van? – pregunto viendo como ambos se estaban por ir.
- Al consejo, tenemos trabajo – dijo Madara neutro, aunque en realidad la idea de Fugaku empezaba rápidamente a tomar fuerza en su cabeza.