El fin de semana se atravesó, así que esos días sin tener noticias suyas fueron estresantes.
Afortunadamente el lunes lo encontró al subir al autobús.
Alzó la mano para indicarle que se sentara con él y gruñó para alejar al gamma que se había sentado a su lado.
-Te guardé un asiento -dijo sonriéndole.
-Lo noté -susurró nervioso- Hola -le saludó nervioso tomando asiento.
-¿Qué hay? ¿Cómo seguiste?
Quería saber absolutamente todo pero no quería parecer intenso, así que esas dos preguntas bastarían.
-No me voy a morir -dijo sonriendo-, así que tranquilo.
-Me alegro -comenzó a pensar en la siguiente pregunta.
-La enfermera me dio tu suéter pero lo olvidé en casa -afinó su garganta ligeramente nervioso-, lo voy a lavar antes de dártelo.
-Está bien -dijo-, mi mamá no me dijo nada por llegar sin él.
-Oh -musitó-, gracias.
Comenzó a sentir esas cosquillas y a liberar su aroma tímidamente para su alfa lo percibiera, incluso iba a empezar a ronronear a no ser que fue interrumpido.
-Estoy tomando supresores -confesó el Alfa sin dejar de mirar por la ventana-, ella dice que lo haré hasta que sea capaz de controlar a mi casta.
-Oh -repitió-, eso explica algunas cosas.
-Yeh -murmuró desganado-, no sé cómo funcionen contigo pero a mí me gusta lo que me hacen. Sólo hay una voz en mi cabeza y tengo el control de mi cuerpo todo el tiempo, no hay rituales ni la chingada, sólo gym, escuela y buena alimentación.
-Eso es genial.
-Creo que es la razón por la que dejé que me mordieras -confesó-, dopado hasta la madre de supresores, yupi~
-Bueno -se rió apenado-, yo también estoy tomándolos y me había puesto a pensar en si estoy haciendo lo correcto porque, ¿sabes? Se siente como si enjaularas a tu parte animal.
-¡Sí! -aplaudió por la analogía- Así se siente y es genial, como dijiste.
-Sobre todo porque tú animal interno quiere matarme y el mío se dejaría así que podemos ser amigos sólo si…
-Si volamos alto -completo riéndose-, mi mamá es una pura sangre y mi papá un delta con tendencias alfas… le preocupa que no pueda controlar mi casta y termine siendo ficha aqua. Ya sabes, lo que pasa con los alfas que no están dentro del régimen.
El omega alzó las cejas sorprendido como asustado.
Había un rumor en la sociedad que contaba acerca de civiles “fichas aqua” que desaparecían por periodos cortos para descubrir que habían muerto pero siempre involucraban agua. Incluso se especulaba que el agua en la que morían contenían químicos que dormían alfas, dicho rumor tomó fuerza cuando el mercado negro comercializó “repelente de Alfas” con aromas que anulaban por un periodo corto de tiempo, los sentidos de la casta.
-Si te hace sentir mejor -carraspeó-, también peleo con mi casta y si quiero ser alguien en la vida debo de tomar supresores para siempre.
-Qué fastidio tener una casta -afirmó el alfa.
-La tuya te hace un ganador solo por respirar pero la mía…
-Sí, qué mierda ser un omega.
-Ah bueno, no pensé que fuera tan malo -dijo ofendido, volteando su rostro para no mirarlo más.
-Perdón, ese fue un impulso alfa.
-No te creo porque se dice que son inteligentes y ese comentario fue muy…
-¿Pendejo? Esa es mi verdadera personalidad -se rió divertido-, así que no te quejes.